No saben lo que dicen
Pierden sentido
De tanto vocearlas
Resignificándose
Se vuelven otras
Cada vez más acallan
(Obras de la artista ilustradora Lola Dupre)
930. Cuenta María Esther Vázquez en la biografía ‘Borges
- Esplendor y Derrota’ que Beppo, el gato del escritor, se llamó originalmente
-y modestamente- Pepo. Fue rebautizado en homenaje a Lord Byron y su obra
homónima, un burlesco veneciano escrito en verso. "Era un gato albino muy
lindo, de mal carácter y pésima salud", narró ella. Y agregó: "Esta
especie mínima, doméstica, de tigre, casi un tigre de jardín, intrigaba a
Borges. Se preguntaba cómo serían sus pensamientos, si los tuviese, cómo sería
el mundo para él". Cuando ya estaba cerca de los 80 años, después de la
hora del té, Borges se sentaba en la apagada sala de su casa de la calle Maipú,
cerraba los ojos y repetía durante horas poemas ajenos. A veces Beppo iba y se
sentaba en sus rodillas o a su lado en el sillón, y él, Borges, agradecía su
presencia y lo saludaba con un cariñoso: "¿Qué dice, usted?".
929. “Me imagino a las gatas siempre coquetonas,
sosteniendo en sus garras las preseas y con sombreros de espuma de noche y de
luna abriendo sus grandes ojos, conquistando sobre el tejado a algún obstinado
gato enamorado de su donaire y dulzor…” (Fragmento de la entrada llena de ternura
y sensibilidad que la poeta chilena Meulen le dedicó a Guakolda, la gata de su
hermano. No se la pierdan en su muy recomendable blog https://chaitenvivo.blogspot.com/2022/06/guakolda-gatuna.html)
928. "Recuerdo los días cuando estaba
escribiendo mi primera novela, con mi gato en mi regazo y tomando cerveza. A él
aparentemente no le gustaba que estuviera escribiendo mi novela o que estuviera
concentrado en otro asunto que no fuera en él, y a cada rato destruía mi
manuscrito a mordiscones sobre el escritorio, y yo así me daba cuenta de que
algo andaba mal con la trama o con la estructura de mi historia, y que debía
concentrarme aún más y mejor hasta lograr escribirla bien" contó en una
entrevista sobre sus inicios el afamado escritor japonés Haruki Murakami, un
verdadero apasionado por los gatos.
927. Noticia publicada en (https://epanews.cl/) -
Fallece David Bowie, estrella de rock amante de los gatos. Luego de una intensa
lucha contra el cáncer que padecía, falleció durante la mañana de este domingo
el cantante y estrella de rock David Bowie a la edad de 69 años. El deceso, que
fue confirmado por su hijo, se produjo dos días después del lanzamiento de su
disco titulado Blackstar. Murió en paz rodeado de su familia. Desde pequeño, el
artista demostró un gran cariño y respeto por los gatos, lo que lo llevó a
posar en múltiples ocasiones con felinos. Incluso muchos seguidores de su arte
musical comentaban que sus ojos y cara asemejan a la de un felino, fisonomía
que se debe a un episodio acaecido en su vida escolar. A la edad de 15 años y
tras unos líos amorosos el artista recibió un puñetazo en el ojo de su
compañero de curso y amigo George Underwood, quien llevaba un anillo en su
dedo. Debido a eso tuvieron que operar en varias ocasiones a Bowie, quedando
finalmente con la pupila dilatada y por lo cual, dependiendo de la luz, muchas
veces su cara se parecía a la de un gato… (tal como fuera retratado por el
artista alemán Sebastian Kruger con la heterochromia iridum - que es característica de algunos felinos- en uno de sus ojos)
926. “Fijó en Dios su mirada de esmeralda diluida
con un leve polvo de oro en el fondo, y no obedecía, porque el gato no obedece;
a veces cuando la orden coincide con su voluntad acciona, pero sin la
instintiva sumisión del perro. Porque el gato no es sumiso, trae vivo el
recuerdo de su libertad sin correa. Desprecia el poder porque desprecia la
servidumbre. No es un siervo de Dios ni sirve al Diablo...” (Fragmento de “La
Disciplina del Amor” de Lygia Fagundes Telles, escritora brasileña galardonada
con el Premio Camões en 2005, miembro de la Academia Paulista de Letras desde
1982 y de la Academia de Ciencias de Lisboa desde 1987)
925. “El combate entre el águila y los gatos”,
dibujado en 1878 por Fedor Alexis Flinzer, artista alemán especializado en
dibujar y pintar escenas con animales, aunque su predilección eran los gatos, por lo que siempre se las ingenió para incluir
un minino en cada una de sus ya clásicas pinturas y estampas.
924. ¿Cómo es vivir rodeada de gatos? preguntó la
reportera y la inefable ex modelo y empresaria argentina Daniela Cardone le
respondió: “Me hacen muy bien. Todos mis gatos duermen conmigo en la cama y
Azabache, Matute y Sofío descansan en su repisa, porque los tengo embalsamados.
Cuando murió Matute apareció Matutino. Lo habían abandonado y tenía muchos
problemas de salud. Lo curé y lo adopté. Después adopté a otros cuatro y ahora
tengo cinco en total. Cuando vienen mis nietos Alfonsina y Eloy juegan con
ellos, se aman todos, y yo muero de felicidad.”
923. Instantáneas gatunas - El dramaturgo
estadounidense Tennessee Williams (1911-1983) abrazando a su amado gato Jengibre
mientras posaba para la foto en los fondos de su casa en Key West, Florida,
meses antes de su muerte en circunstancias nunca del todo aclaradas.
(Fotografía de Derek Hudson/Getty Images)
922. "Oda a la muerte de tu amado gato
ahogado en una pecera de peces de colores" es uno de los poemas más
joviales escrito por el poeta Thomas Gray a la memoria de Selim, el gato del
escritor, político e innovador arquitectónico inglés Horace Walpole. En 1747
ambos hicieron un largo viaje por Europa. Durante dicho periplo el adorado gato
de Walpole se ahogó en una pecera llena de peces de colores. Esta desgracia
inspiró a Gray a componer su poema y al célebre William Blake a ilustrarlo.
921. “¿Qué quieres que te cuente del amor / alguien que nunca ha escrito en un poema mariposa o abril? / Yo sólo puedo hablarte de los escorpiones o de las garrapatas / de la cara de imbécil que tiene mi vecino / de lo triste que a veces me resulta escuchar a Coltrane / sin otra compañía que mis gatos /o del abrigo excepcional de los violines / cuando tiemblan y dudan de su música...” (Fragmento de “El último tango” de la poeta de Murcia Katy Parra Carrillo)
920. «Un hombre habla con unos gatitos en el
umbral de una casa. Les recomienda ser limpios, comer bien y no pelear, o
Yussuf se enojará. Luego empuja la puerta y ya dentro, sin asombrarse por la
presencia de Laure, se sienta en la única silla, se seca el sudor de la frente
con la manga y le informa que no tiene hoy correspondencia, pero que seguirá
viniendo todas las mañanas, llueva o truene y aún si nadie le escribe, para
darle su leche a los gatitos. “La madre está seca. Tuvo un parto difícil”
agrega con la voz ahogada. “La pobre estuvo casi por morir; los cachorros vinieron
de nalga”. Viendo luego una máquina de escribir sobre una mesa le pregunta a
Laure si escribe libros y si hablan de ella en los diarios o por
televisión....» (Fragmento de “El cartero de Los Abruzos, novela de Venis
Khoury-Ghata, multipremiada escritora y poeta libanesa que puebla su literatura
de gatos, nacida en 1937 en el norte del Líbano, en un pequeño pueblo llamado
Pshery, el mismo en el que nació el poeta Jalil Gibran)
919. Estudiosos de esta famosa pintura de 1581,
“Orfeus”, coincidieron en afirmar que su autor, Frans Pourbous, El Joven, ha
captado a la perfección la naturaleza del gato (en el ángulo inferior derecho)
interpretándolo como el único entre todos los animales que no se deja seducir
por ninguna clase de encantamiento y pintándolo todo espeluznado frente a un
león tan sumiso como encantado ante los acordes de la lira que toca Orfeo.
918. “¿Te enseñó algo tu gato?... Sí, que él era
lo que él era y no lo que yo quería que él fuera. Me enseñó ser fiel a mí
mismo" dijo el artista, cineasta y escritor chileno nacionalizado francés Alejandro
Jodorowsky, en la foto con su amado Kazán.
917. "La oficina de los gatos y otros
cuentos" de Miyazawa Kenji, editado por Satori. No se pierdan la reseña de
Rocío Tizón sobre este libro (al que califica con toda autoridad como “una
auténtica maravilla” y su autor, quien “mezcla como nadie la fantasía y la
realidad, dando lugar a situaciones verdaderamente irónicas y divertidas, con
las que critica algunas costumbres humanas” en https://rociotizon.blogspot.com/2022/06/resena-de-la-oficina-de-los-gatos-y.html?sc=1654106466952#c679425800829453643
916. "La llamé así por Frida Kahlo. Sólo
quería que tuviera algo del carácter de ella que a pesar de la vida difícil que
llevó desde muy pequeña se convirtió en un ser valiente, apasionado y sereno...
La adoro. Cuando llega la hora de dormir la levanto, la acurruco sobre mí y le
susurro lo dulce, hermosa y maravillosa que es, la suerte que tengo de tenerla
en mi vida, y le pido que confíe en mí que la amaré de por vida..." dijo
en una entrevista la escritora Alice Walker; en la foto con su gata Frida en
brazos.
915. Vasili Kandinski fue, además de un lúcido
teórico ruso del arte, un maestro pintor cuya obra atravesó diferentes etapas,
pasando por el impresionismo, el fauvismo, la abstracción lírica y el
expresionismo, entre otras, hasta ser considerado “el artista que pintaba para
comunicar el sonido del color, la sublime música de las formas”, según los
entendidos, lo que queda expuesto en su “Improvisación soñada” de 1913, obra
que le dedicó a su otra pasión, los gatos, en la que pueden verse aparte de los
elementos citados, bigotes y uñas en ciertos sectores de la pintura en medio de
la cual se ven incluso unas orejas y un perfil de gato entre las coloridas
formas que la componen…
914. En esta fotografía vemos a Vasili Kandinski
con su gata Vaske, con la que ya convivía cuando Gabriele Münter fue a vivir
con él a la casa de Murnau en 1907. Nótese que las fotografías de Kandinski y
Gabriele (en entrada 912) hacen evidente que fueron tomadas en un mismo día y
lugar.
913. “Gato sobre almohadón”, óleo de Gabriele
Münter, pintado en 1909, en plena convivencia con Vasili Kandinski, aunque debe
destacarse que su pintura desde siempre estuvo poblada de gatos. Gabriele fue
una de las pocas pintoras del expresionismo alemán. Discípula, asistente y esposa
de Kandinsky desde los años previos a la Primera Guerra Mundial, participó en
distintos movimientos artísticos muniqueses como la Der Blaue Reiter, por
ejemplo.
912. Gabriele Münter nació en 1877 y desde muy
pequeña tomó clases de dibujo y pintura con varios profesores hasta llegar al
estudio de Ernest Bloch en Düsseldorf, quien al ver la excelente preparación
que traía, la alentó a ingresar en la Damenschule de Willy Platz donde además
aprendería la técnica del grabado en madera y pintura, y escultura, para con el
tiempo acceder a la Escuela Phalanx de Múnich, institución vanguardista
dirigida por Vasili Kandinski, quien de inmediato, pese a las restricciones que
entonces les imponían a las mujeres, supo ver rápidamente el talento de
Gabriele y no tardó en permitirle participar de los cursos de verano que la
Phalanx organizaba en una localidad cercana a Los Alpes. La atracción entre
profesor y alumna fue tan instantánea como recíproca, y más cuando descubrieron
que sentían adoración por los gatos. Sus visiones compartidas sobre el arte y
sus conversaciones sobre gatos hicieron el resto y al poco tiempo, tras la
separación de Kandinski de su mujer, fueron matrimonio. Esta fotografía de
Gabriele con la gata Vaske fue tomada en la casa en la convivieron en Murnau en
1907.
911. “Me preparaba para escribir mi narración
como para un encuentro amoroso. Esperaba ese momento con ansiedad, con
palpitaciones de felicidad, en un éxtasis total de mi pequeño ser. Por supuesto
seguía haciendo las cosas de todos los días. Jugaba a la pelota, cuidaba a mis
gatos, leía. Pero todo confluía allí, en el acontecimiento supremo, en la hoja
que me esperaba sobre el banco y llenaba el día. Y también la noche. El
duermevela se poblaba de frases, episodios, rostros y calles que haría renacer
en mi narración…” (Fragmento de “Mi juventud” del escritor y poeta italiano
Milo de Angelis)