jueves, 5 de diciembre de 2024

Incluso esto que digo

 


(Homenaje a Dadá, obra de Luiz Philippe Carneiro de Mendonça)



Las certezas son propias de la infancia
Crédula e inmortal instancia que supimos
Quién más quién menos eternizar
Hasta que entendimos (si es que efectivamente pudimos)
Que nada es del todo cierto ni definitivo ni casual
Ya que la incertidumbre es siempre estable
A la par que inconclusa a cada momento
Por eso la verdad es impermanente
Es decir está en permanente movimiento
Nunca llega a ser: está cambiando todo el tiempo
Incluso esto que digo ya no es así
Por haber estado demasiado quieto como concepto
Me refiero a los cuatro o cinco últimos versos



domingo, 1 de diciembre de 2024

Chöka evanescente

 




En su devenir
Irrefrenablemente
Se reanudan
El mañana y el ayer
Aunque no lo puedas creer
Ahora mismo
Tiempo evanescente
Constantemente
Más que un espejismo
Nunca dejará de ser



Bolsa de Gatos 1191/1200





1200. “¿Qué es lo que meditas? / cuando me ves así tumbado en el sofá / diagonal al espacio donde me siento / ¿fingiendo no mirarte? / ¿En qué piensa tu cuerpo elástico, alargado / pronto a venir hacia mí / ¿si te lo pido? / Las orejas contenidas en recovecos / las patas que reculan / lo que atraviesa ahora el blanco de tus ojos: / luna en cuarto creciente / ¿un prado claro? / Y cuando duermes, como en otras horas / qué sueños te transportan: / a la madre, la caza, la mano suave, el salto / perfecto y alto, muy delgado / Donde: la noche sin frío / que nos abrigará un día / y que será (sólo puede ser) igual” (‘Desnudo: estudio de la conmoción’, poema de Ana Luísa Amaral, poeta portuguesa ganadora del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de 2021, a quien la literatura, la igualdad de géneros, la ecología, los Derechos Humanos y los gatos mantuvieron siempre ocupada. Traducido por Nidia Hernández para https://tuplanetavital.org/)





1199. Yuri Knorozov fue un lingüista soviético que descifró la escritura maya tras varios años de trabajo en 1953. Yuri siempre tenía la costumbre de incluir a su gato siamés Asya como coautor de muchas de sus obras; sin embargo, sus editores siempre eliminaban esa mención. Yuri también solía usar esta imagen con Asya como su foto oficial de autor para ser publicada en sus trabajos, y se molestaba cada vez que sus editores la eliminaban. Según Yuri, su siamés Asya lo inspiraba, estimulando en él un estado de ánimo ideal para facilitar la concentración y captar de alguna manera telepática sus concretas intuiciones e instrucciones. Eso decía Yuri pero nadie le creyó. Sin embargo, el mundo científico tuvo que caer a sus pies tras su gran logro. Descifrar la escritura maya fue extremadamente difícil porque no había una 'Piedra Rosetta' para proporcionar traducciones a otros idiomas. Los únicos rastros que quedaban eran de estelas mayas (monumentos de piedra) que se repartieron sobre varias ruinas diferentes. Yuri Knorozov trabajó en condiciones de aislamiento en la Unión Soviética e hizo grandes avances sin poner un pie siquiera en América Central. Su descubrimiento fue rechazar la noción de que los glifos mayas se basaban en un alfabeto sino en un silabario de un conjunto de personajes escritos que representan sílabas. Cuando Yuri publicó su trabajo fue atacado y rechazado por varios académicos prominentes de la época, especialmente J. Eric S. Thompson, un erudito británico que creía que la escritura maya era antifonética y se basaba en principios ideográficos. Tampoco ayudó que Yuri publicara su investigación durante el apogeo de la Guerra Fría, cuando los eruditos occidentales se apresuraron a rechazar las obras de los eruditos soviéticos por el prejuicio de considerar que estaban contaminados por la ideología marxista. Le llevó décadas a Yuri Knorozov finalmente conseguir el reconocimiento que se merecía. Uno de sus primeros partidarios y defensores fue un profesor de antropología estadounidense en Yale llamado Michael D. Coe, quien más tarde escribiría: "Yuri Knorozov, un hombre que estaba muy distante del establishment científico occidental y que, antes de finales de los 80, nunca había visto una ruina maya ni tocado una inscripción maya real, sin embargo, contra todo pronóstico, hizo un magnífico descifrado moderno de la escritura jeroglífica maya.”





1198. “6 de noviembre pasado. En Villa Gesell ocho días pasaron sin aplausos. Los últimos y únicos, que acompañaron un rescate con vida, se habían oído diez horas después del derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik. Fue cuando sacaron de entre los restos de la torre a la única sobreviviente, María Josefa Bonazza. Esta mañana las palmas, condicionadas por la uniformidad de espesos guantes, volvieron a chocar repetidas veces sobre los escombros para celebrar el hallazgo de una gata, atrapada entre hierros y mampostería, con lesiones, pero en buen estado. Más sobrevivientes seguían buscando cuando escucharon ya no maullidos, sino tibios quejidos. Los bomberos, después de varios días de recuperar cadáveres, se reencontraron entonces con señales de vida. Y tras despejar pedazos de ladrillo encontraron a la gatita, que se llama Kiara, según trascendió.  Era la gata de Nahuel Stefanic, de 25 años, una de las siete víctimas fatales que tiene hasta el momento este siniestro que mantiene todavía a una persona desaparecida: Dana Desimone de 28 años…” (Extractado de una reciente crónica periodística.)





1197. Oliver Reed mimando a su gatito tabby (atigrado) al que le dio el nombre de su pieza musical predilecta, "Jardins sous la pluie", del compositor impresionista francés Claude Debussy. El célebre actor había encontrado a su gatito en la calle en una tarde lluviosa, de ahí el nombre que eligió para él. Cuentan que cuando murió en sus brazos la tristeza fue tan honda que canceló por una semana su participación en el filme para el que lo habían contratado.





1196. Behemot o Beguemot, también popularizado como Popota, es un gato siniestro que pertenece al séquito de Woland, protagonista de 'El Maestro y Margarita', la novela de Mijail Bulgakov. Beguemot (hipopótamo en ruso) es un gato diabólico que responde perfectamente a la imagen oscura medieval del gato sirviente del demonio según la tétrica mitología cristiana contra los gatos, depravado y enorme, negro como el hollín o como los cuervos, sarcástico y pendenciero que gusta mofarse de todo y de todos, y al que mejor sería perderlo que encontrárselo. (En la foto vemos el monumento que los evoca en un banco de plaza en Járkov, Ucrania -sitio que esperemos aún exista- con lugar en el centro para quien desee sentarse entre el autor Bulgakov y Behemot, su gato maldito.




1195. Mijail Bulgakov (15 de mayo de 1891-10 de marzo de 1940) fue un autor y dramaturgo soviético. Se inició como médico, pero abandonó la medicina por la literatura. Muchas de sus obras fueron críticas de la sociedad comunista y acabaron siendo prohibidas o sus ediciones desaparecidas. En 1930 directamente se le prohibió publicar y también se le negó la solicitud para abandonar la Rusia soviética. Bulgakov murió joven por una enfermedad renal y no llegó a ver ninguna de sus obras publicadas sin censura. Su novela más renombrada es 'El Maestro y Margarita', de la que se publicaron "partes corregidas" en la revista Moscú en 1966 y fue recién en 1969 que se la publicó completa una editorial de Frankfurt. 'El Maestro y Margarita' se considera una comedia negra satírica. En sus páginas El Diablo llega a la Unión Soviética, se presenta como el Profesor Woland, acérrimo crítico del libre pensamiento, junto a su cohorte satánica entre quienes destacan su asistente Fagoto y su gato negro parlante Behemoth, un enorme gato malvado que puede caminar en dos pies, declamar arrogante, y al cual le encantan las armas, jugar ajedrez, viajar en tranvía y beber vodka o coñac, sintiéndose un lord inglés. Se piensa que Bulgakov tomó simbólicamente el nombre para su gato de la figura bíblica Behemoth, la bestia del Libro de Job, monstruo creado por Dios en alusión a la eterna lucha entre el bien y el mal. La novela empieza narrando un sinfín de inconcebibles misteriosos episodios mientras el protagonista advierte que ha arribado a una época y lugar donde ya nadie cree ni en Dios ni en el Diablo. 'El Maestro y Margarita' es una de las cumbres narrativas del siglo XX. En sus páginas el autor logró plasmar sus ideas sobre el sentido de la vida y la historia, la libertad y el arte, el amor y la muerte. La novela es una denuncia tan genial como feroz sobre el régimen soviético de entonces.





1194. “Allí estaba el camión de la fruta, bajo una solanera de mucho cuidado, y desde el tejado estaba yo bajo la sombra del emparrado, con un ojo abierto y otro cerrado. Inés, era una joven chiquilla muy apañada, le gustaba hacer los recados para ayudar a su abuela y ese día, como muchos otros, con su bolsa se acercó al frutero. Vi como compraba uvas, plátanos, melocotones y una gran sandía, si casi era más grande que ella, pero el joven sé la puso en otra bolsa, le sería más fácil llevar toda la fruta de una vez. Di un salto para caer a su lado, cuando de repente observe que ella en un descuido la sandía dejaba en el suelo y está corría calle abajo. La pequeña Inés ni se percató de ello, yo aunque maullaba repetidamente, ella no me entendía, solo me acariciaba, por más que mis ojos cerraba y abría la niña solo reía. Cuando se dio cuenta de que su sandía había desaparecido corrió calle abajo como poseída, regresó toda compungida, sin saber dónde había ido a parar su rosada sandía. Me puse a pensar, algo he de hacer para que ella vea que la sandía en aquella esquina de la calle quedó escondida. Si mis maullidos no va a entender, tendré que hacer algo que juré a la bruja Herminia que jamás haría, pero creo que es un buen momento para saltarse esa regla y contentar a mi joven amiga. Cuando creí oportuno, me puse a sus pies y mientras acariciaba mi buen lomo, le dije con voz de barítono… —Inesita, no te asustes, tu sandía está en el rincón de la tía Anita, allí la podrás encontrar, baja rápido a ver porque si alguien al pasar la rescata ya jamás la verás. Inés, ni se inmutó, me dio un beso en el hocico y corrió, tanto corrió que casi pierde su coletero, y cuando vio la sandía solo supo decir: Mi sandia, Mi sandia, se parecía a E.T. Este gato parlanchín tendría su castigo por saltarse las normas, pero mereció la pena ver a la pequeña sonreír subiendo la cuesta con la sandía entre sus brazos. (“Un gato y una sandía”, lo escribió y aportó la foto de Cesar, su bello gato, Campirela en su recomendable fantástico blog https://campivampi.blogspot.com/)





1193. En 1983 Sam, el hijo de nueve años de Helen Brown, autora de varios libros sobre (sus) gatos, fue atropellado por un automóvil en una carretera de Wellington. “Días antes de su muerte Sam había quedado fascinado con una gatita negra nacida en casa de una vecina. ¿Puedo tenerla para mi cumpleaños? La llamaré Cleo”, cuenta Helen que exclamó su hijo, feliz. “Nuestras vidas se vieron destrozadas, nuestra devastada familia no tenía futuro, hasta que una semana después del funeral de Sam, la vecina apareció en la puerta de mi casa con la gatita que él había elegido en brazos y Rob, hermano mayor de Sam, la reconoció de inmediato y dijo ‘es la gatita que quería Sam, bienvenida a nuestra casa Cleo!' Desde ese momento de inflexión nos fue imposible imaginar cómo nuestra vida, pese a la ausencia de Sam, iba a comenzar a recomponerse y a sanar. De hecho así titulé mi libro de 2009: «Cleo, de cómo una pequeña gatita negra ayudó a sanar a una familia”» que ha sido traducido ya a 18 idiomas y vendido más de 2 millones de copias.”





1192. Ai Weiwei es un artista chino apasionado por los gatos. Tiene varios, “nunca me son suficientes”, rescatados de aquí y de allá, y lo acompañan constantemente en su trabajo e incluso suelen convertirse en protagonistas de sus obras. “Mis gatos se saben importantes”, le dijo hace poco en una entrevista al New York Times. “Siempre quieren dormir en medio de la cama o sentarse sobre mi hombro. Es que me alegran tanto la vida”. Su amor por los gatos es reflejo de lo que ha vivido: “Mientras yo crecía en Shihezi, China, en los años 60, no se veían familias con ‘sus’ mascotas, porque por supuesto el comunismo está en contra de cualquier clase de propiedad privada, y cualquier tipo de integración compasiva de un animal se consideraba censurable. Los animales sólo se valoraban como instrumentos de productividad, como en el caso de burros y caballos, o por su carne. Además, nadie tenía suficiente para alimentarlos… Pero con el tiempo los controles cedieron y para cuando construí mi estudio en Pekín en 2000 lo primero que quise fue que hubiera algo de vida allí, por lo que me conseguí un gato, y luego fui dejando mi puerta abierta a cuanto gato suelto anduviera cerca.”





1191. ¿Sus gatos son lindos o feos?... Son, para no ser tan subjetivos si no precisos, inclasificables, y tan únicos como lo es cualquier gato, y no te dejan indiferente además. Es imposible aquí mostrar la infinidad de gatos que ha creado. Googleen a Lola Dupre y sus gatos y verán. Fue muy difícil elegir uno para ilustrar esta entrada. De hecho, creo que se merecería una Bolsa de Gatos entera. Lola es una artista nacida en Argelia y radicada en Glasgow, Escocia, una maestra del collage y la manipulación gráfico-ilustrativa. Utilizando diversas técnicas crea retratos surrealistas y distorsionados de animales, personas y objetos, combinando elementos grotescos un muy fino sentido del humor. Ella comenzó su trabajo apenas con tijeras y pegamento PVA para cortar y volver a ensamblar meticulosamente imágenes fotocopiadas y fotografías antiguas en composiciones en capas. Más recientemente ha incorporado variadas herramientas digitales para perfeccionar aún más sus diseños y las personalísimas expresiones que logró en los mismos. Influenciada tanto por el dadaísmo como por la época victoriana y el Art Nouveau, Dupre explora la fluidez de la personalidad, la naturaleza fragmentada de la gestualidad y la complejidad humana en sus tiernas obras sobre gatos.


viernes, 22 de noviembre de 2024

Sunya’tanka

 





Lo imposible
Ocurre con frecuencia
Todo el tiempo
Lo posible se ausenta
O tiende a ya no ser



jueves, 14 de noviembre de 2024

Chöka instantáneo ---

 





Al ras del agua
En hebras instantáneas
Como la niebla
Silencia las miradas
Sobre islas de ausencias
Se disemina
Disgrega las palabras
Aún así, imprecisa
La memoria irradia


viernes, 8 de noviembre de 2024

Es lo que pasa con las ausencias

 



De reojo la vi, de pronto
Allí, como una sombra, al acecho
Parapetada detrás de un impreciso recuerdo
Que hacía días me inquietaba
Y no terminaba nunca de desolvidar por completo
Para que pudiera por fin aflorar
Y dejar de ser apenas una furtiva emanación
Un aislado enigma o un suceso incierto
Y para que pudiera yo primero estabilizarlo
Y luego enmarcarlo en un espacio-tiempo concreto
Para finalmente poderlo identificar y darle entidad
Como algo ya pasado que fuera bueno, malo o neutro…
Pero es lo que pasa con las ausencias
Aparecen de un momento a otro reclamando su lugar
Donde más te duelen y cuando menos uno las espera
Ansiosas por volver a tener su presencia
Desconcentrándote cuando nada más querías garabatear un poema


viernes, 1 de noviembre de 2024

Tanka elegíaco ---

 




Lo impensable
Es el hecho desnudo
Que la poesía
Arropa con sonoras
Metáforas sin márgenes


Bolsa de Gatos 1181/1190

 




1190. “¡¿Qué son los gatos?! decía yo cuando entré como diputada. Soy recuriosa, me interesa todo: Gente, Hola y leo a Platón. La frivolidad es un gran descanso. ¿Qué es un gato?, empecé a preguntar. ‘Son chicas acompañantes, acompañan a los diputados’, me explicaron. Un día voy en el ascensor y descubro un gato –porque era un gato–. Bajo y grito ‘un gato, un gato’. El ascensorista empezó a buscar... Ahora veo gatos sentados en las bancas, antes eran acompañantes, después fueron asesoras y ahora son diputadas. Yo no digo que no estén porque uno puede educarse, ¿no? pero por lo menos que se formen. Los gatos nos invaden”. Elisa Carrió, en diálogo con el youtuber Rosendo Grobo, politólogo, hijo del zar de la soja Gusavo Grobocopatel, describió sin precisar nombres el paisaje del Poder Legislativo. Después de casi 26 años en el Congreso y a más de cuatro años de haber abandonado la política, la líder de la Coalición Cívica empezó a desandar el camino para volver al palacio.” ("Gatos”, en el Pirulo de tapa de Página12, por Elisa María Avelina Carrió, más conocida como Lilita, abogada, catedrática universitaria, constituyente y política argentina que se desempeñó como Diputada de la Nación y construyó y derrumbó varios partidos y alianzas políticas; polémico personaje de la argentinidad sociopolítica; en la foto publicada en Tweeter en agosto de 2016 junto a su gata Frida)





1189. “A principios de los años 30's del siglo pasado el actor y director de cine Charles Laughton llegó a Hollywood con su esposa, la actriz Elsa Lanchester, (célebre por su papel principal como 'La Novia de Frankestein'), y fue de inmediato contratado por los grandes estudios para realizar varias películas, aunque con el paso de las semanas, feliz como estaba atareado en sus labores, al regresar a su casa notó que su esposa se sentía sola mientras esperaba que desde algún proyecto teatral o de cine la convocaran, por lo que decidieron adoptar un gatito negro muy juguetón al que llamaron Nero (cabe destacar que por esos días Laughton interpretaba al alegre desquiciado Nerón en 'La Señal de la Cruz') y el que sería el primero de una larga lista de mininos que tendrían en su hogar. A partir de ese momento la pareja se hizo fanática de los gatos, iban a exposiciones gatunas, leían y estudiaban sobre gatos de diferentes razas; inclusive se dijo que Elsa influenció a Laughton para que consiguiera los derechos para montar un espectáculo basado en “Old Possum’s Book of Practical Cats” de T.S. Eliot, el cual no se concretaría por la inexplicable negativa del poeta. El director cinematográfico Jean Renoir cuenta en sus “Memorias” que a Laughton le decían cariñosamente «el gran gato», apodo del que se sentía orgulloso imitando maullidos y ronroneos entre los presentes como demostración. Los gatos fueron una constante en la vida privada y profesional de Laughton y Lanchester. Por ejemplo, en la película “This Land Is Mine”, dirigida justamente por Renoir, el gato que aparece allí es uno de los gatos del matrimonio gatero que conformaron Charles Laughton y Elsa Lanchester.




1188. María García García, murciana, nacida el 2 de febrero de 1950, más conocida como Bárbara Rey, fue la actriz, vedette, personaje mediático y presentadora de televisión española que durante los 80’s alcanzó cierta fama como símbolo sexual y aún más notoriedad cuando mantuvo una romántica relación clandestina con el rey Juan Carlos de Borbón, relación siempre negada por los involucrados pero de la cual recién por estos días se conocen unas confirmatorias escabrosas fotografías que vuelven a poner el tema sobre el tapete en España. Pero bueno, que esos asuntos corresponden a la esfera de su intimidad, en definitiva, y lo que aquí queremos destacar es que Bárbara es una orgullosa gatera irredimible como podemos apreciar en esta fotografía en su Instagram por cierto más políticamente correcta que aquellas que protagonizó en la cama junto el rey emérito Juan Carlos I, su hoy confirmado amante.





1187. «En el principio sólo existía un gran abismo llamado Ginnungagap y un árbol cósmico en el fondo, el Yggdrasil. Entre las raíces de este árbol había dos grandes reinos, uno de fuego llamado Muspell, y otro de oscuridad y niebla llamado Nifelheim. Entre ambos reinos estaba Hvergelmir, el gran caldero con agua burbujeante que alimentaba las aguas de los doce grandes ríos que flotaban en el gran abismo lleno de bloques de hielo. En el amanecer de la existencia llamas de fuego del reino de Muspell cayeron sobre los bloques de hielo formando gigantescas nubes de vapor que se elevaron del gran abismo formando los cuatro elementos, el espacio, un gran océano y la tierra, y dando origen a los mundos, bestias, hombres y dioses. Fue entonces cuando las hadas se reunieron en torno a su reina para elegir, entre todos los animales, uno que las representara y protegiera. Todas al unísono escogieron al gato noruego porque era grande, fuerte, musculoso y poseía un largo pelaje que las protegería de las grandes ventiscas polares. El tiempo fluía lentamente en estos nuevos reinos. Los dioses primigenios gobernaban el mundo de los vivos, y también el de los muertos, cuando la diosa nórdica de los Bosques de Noruega, Freyja, primera entre las Valkyrias, hija de Nerthus, la madre tierra, y esposa de Odín, montó en su carro a las puertas de su morada en Sessrumne e instó a sus blancos gatos Bygul (abeja de oro) y Trjegul (árbol de ámbar dorado) a que tomaran las riendas de su carro rumbo al norte, para poder atravesar las serpenteantes auroras boreales que iluminaban los cielos de esas mágicas tierras. Ensimismada en sus pensamientos, sin percatarse de que Thor, el dios del trueno, la seguía despechado por su amor no correspondido, decidido a mantenerla secuestrada en su palacio de Asgard. Pero lo que Thor nunca se ima- ginó fue que sus gatos Bygul y Trjegul iban a defender a su ama con garras y dientes, impidiéndole cumplir su propósito…» (Extraído de las “Leyendas Nórdicas”, ilustradas por Johannes Gehrts)





1186. "Francamente, si existe la reencarnación, sería maravilloso volver y vivir una vida como la que tienen y han tenido todos nuestros gatos: vivir cuidados y atendidos por personas como mi esposa y yo. Me jacto de esto y perdonen la franqueza." (Christopher Walken)





1185. Dora Maar luego de una de las sesiones de análisis que tuvo con Jacques Lacan. La imagen fue captada a fines de los 40’s o principios del 50. Dora había terminado una relación de nueve años con Pablo Picasso y Lee Miller, fotógrafa aprendíz de Man Ray, nada menos, le pidió si podía retratarla evocando aquellos turbulentos días. Estaban en el departamento de Dora en París. Ella acariciaba a su gato y detrás vemos su autorretrato a un costado de la chimenea y arriba uno de los míticos retratos que Picasso hiciera de ella.





1184. Kamwei Fong es un artista malayo que se hizo muy popular por sus divertidas y tiernas pero refinadas ilustraciones de gatos, las cuales quieren simbolizar la alegre visión del asombro infantil. Su estilo conmueve a través de un enfoque minimalista, centrándose en las cualidades expresivas de los ojos y no tanto las expresiones fáciles, con rotundas colas y tupidos pelajes. Utilizando principalmente tintas con micropigmentos negros, Fong les imprime vida a sus simpáticos personajes, en su gran mayoría gatos, imbuyéndolos de una tangible esponjosidad y reflejando a la vez un distintivo carácter.




1183. El actor y director de cine japonés Juzo Itami (1933-1997) con su inseparable gato Kogane-maru. En un ensayo en 1972 Juzo Itami escribió: "Me gustan tanto la dignidad que manifiesta el gato como las implacables formas que tienen de ignorarte. He convivido con gatos desde que nací. Más diría. No recuerdo momento de mi vida en el que no haya habido gatos a mi alrededor. De hecho ni puedo pensarme en una vida sin gatos".





1182. « ¡Qué dura es la vida del gato abandonado! Y más dura aún si se ha de fingir que uno es un gato cualquiera, y no uno que puede leer el pensamiento. Vaya, igual me he pasado un poco, pero sí capaz de evaluar a los bípedos por su aspecto. /////  Este que viene ahora es de los que piensa en dar gato por liebre. Poco de fiar. Mejor me escondo detrás… No, no hace falta. Se arrima a las jaulas de enfrente. Es más de perros que de gatos. Suerte para el perro que escoja; le hará falta. ///// Aquí me siento como las putas esas del barrio rojo, esperando que alguien las escoja. Bueno, con jaulas en vez de cabinas; nosotros esperando alguien a quien podamos hacer compañía; vaya en realidad también como ellas. ///// Esta bípeda que viene ahora sí que busca gato. Vaya, esta es desconfiada, de las que piensa que en todo tiene que haber gato encerrado; como yo. Esta no me dejará salir; mejor me escondo, así, detrás de un travesaño horizontal de la jaula. Aquí detrás no puede verme. Uff… Ya ha pasado. ///// Este que viene ahora… vaya, este no piensa nada. Tiene dificultades para pensar. Mejor no salgo del escondite. ///// ―Oiga joven. ¿Es usted de aquí ¿no?? Pues el gato de la jaula 7,66 se les ha escapado. Ahí no hay ningún gato, aunque se escucha reír a alguien. ///// Vaya, pues sí que pensaba. Era un matemático. En realidad, ya estoy harto de matemáticos, así que mejor haberlo evitado. ///// A ver esta que viene ahora, vaya… esta es de las que piensa que quien con gatos se acuesta, arañado se levanta. No me dejará subirme a la cama. No me descubro. ///// No sé para que me pongo aquí para que me escoja un bípedo, solo he conocido a una que valga la pena. ///// Este, vaya… Este es clarísimamente de los que piensa gato maullador, poco arañador. Nos hace de menos. Y anda que si espera que yo cace ratones. Seguro que no le gusto, pero tampoco me voy a mostrar. ///// Otro día más sin… ¡¡VAYAAA!! ¡Qué sorpresón! Ahora sí que aparezco, y hasta grito, aunque me descubra: ///// ―¡Alicia!... ///// ―¡Cheshire!... » (El Gato “Vaya”, escrito en la senda de Lewis Carroll por Gabiliante, publicado en su imperdible blog https://gabiliante.blogspot.com/ e ilustrado además por el dibujo original coloreado de John Tenniel para “Alicia en el País de las Maravillas”)





1181. El gato Larry es desde 2011 el 'jefe ratonero' de la residencia oficial del primer ministro del Reino Unido en el 10 de Downing Street, puesto al frente del cual atravesó ya varias administraciones. Como miembro del ejecutivo británico Larry cuenta con su propio presupuesto anual de 100 libras para alimentación y cuidados de su salud, aparte de recibir frecuentes regalos desde cada rincón del país. La tradición de contar con un 'jefe ratonero' para preservar el 10 de Downing Street de roedores y plagas viene desde que la residencia fue oficialmente destinada a albergar al primer ministro y su familia.


miércoles, 23 de octubre de 2024

El óptico sonido de Thelonious Sphere Monk ---

 


(Thelonious, obra de Martel Chapman)



Cada nota es el fugaz epicentro del que emergen
Como esferas, en ecos concéntricos
Andanadas de otras notas que como gotas de lluvia acribillan
Las calmas aguas de un estanque
Efervesciendo su límpida inmóvil superficie en silencio
Al menos yo veo eso
Mientras las memorables notas del piano de Monk astillan el aire
Diseminando su sonido óptico
Tan hipnótico como virgen, inalterable.





Thelonious Monk - Live At Berliner Jazztage (1969)








lunes, 14 de octubre de 2024

Chöka trabalenguaje ---

 


(Obra de Egil Paulsen)


Desconocido
Es lo que no ha sido
Una síntesis
Entre lo que existe
Y no es posible ver
Lo que se teme
O quién sabe si será
Más un promedio
Entre lo que es sin estar
Y lo que aún no hay


Bolsa de Gatos 1171/1180

 




1180. "El simple hecho de tenerles a mi lado echándose la siesta me hace sentir acompañada. Se llaman Molly y Otis 'por culpa' de Miley Cyrus y Rob Zombie. Siempre he sentido un amor profundo por los perros, pero un día apareció un gatito que necesitaba casa y me enamoró. Era 2015 y yo trabajaba muchas horas, prácticamente todo el día, en un home studio que había montado en una pequeña habitación de un piso en el centro de Madrid, así que después de convivir ya tanto nos entendemos a la perfección, sabemos darnos nuestros espacios, hablamos mucho. Molly suele despertarme por las mañanas para que le dé su comida, aunque podría no hacerlo, ya que tienen un comedero automático que les da la ración correspondiente. Otis es muy cariñoso, le encanta estar calentito, suele pasar el día asomado a la ventana tomando el sol y puede estar 30 minutos ronroneando sin parar”. (“Los gatos de Bely Basarte”, artículo encontrado en https://www.infolibre.es)





1179. Disco de Dave Van Ronk, Inside. Nacido en Brooklyn, Van Ronk (1936 - 2002) se mudó a Greenwich Village en su adolescencia para en 1957 grabar baladas, viejos blues y spirituals. Ya tenía un puñado de grabaciones para el legendario sello Folkways de Moses Asch cuando conoció a Bob Dylan a comienzos de los 60's. Van Ronk fue particularmente prolífico en esa década grabando y lanzando más de una docena de álbumes como parte del círculo de artistas folk que incluía al propio Dylan, Ramblin' Jack Elliot, Phil Ochs y varios más. En la tapa de este disco que hoy evocamos aparece un gato saliendo de un bar como símbolo de lo que fue su vida real en la que siempre tuvo un gato cerca. De hecho, en la película “Inside Llewyn Davis” de los Hermanos Joel y Ethan Cohen que evoca los días de folksinger de Van Ronk en el Village, donde lo apodaban "El Alcalde" de MacDougal Street, lo hacen ir y venir atravesando el gélido invierno de Nueva York con su gato, teniendo que pasar las noches en apartamentos prestados y dando conciertos en bares para lograr algún reconocimiento.





1178. "La inundación de Biesbosch en 1421", obra de 1856 del pintor holandés Sir Lawrence Alma-Tadema. Esta pintura retrata una historia conmovedora y por qué no heroica ocurrida durante la inundación de la región de Biesbosch en los Países Bajos, un desastre natural histórico que azotó ese lugar en el siglo XV dejando cientos de muertos. Según la leyenda holandesa, mientras las aguas arrasaban todo a su paso, un gato blanco y negro fue avistado entre las aguas turbulentas manteniéndose a flote sobre el respaldo de una cama para salvar a un bebé plácidamente dormido en ella. El gato, en un acto de extraordinario temple, balanceaba su cuerpo para equilibrar el respaldo y así poder evitar que el bebé cayera al agua. Esta historia es parte del folklore local y ha sido transmitida de generación en generación como símbolo de esperanza y valor ante la adversidad.





1177. La escritora argentina Cecilia Palmeiro, una de las fundadoras del movimiento feminista latinoamericano ‘Ni Una Menos’, comparte su vida con gat@s desde hace 25 años. Cuenta que convivir con ell@s la volvió antiespecista y vegana. Dice: “L@s gat@s nos recuerdan la parte sujeto de todos los seres vivos y su derecho al buen vivir. Para las feministas, l@s gat@s son el índice de insubordinación de quienes no se someten ni aceptan el dominio humano egologofalocéntrico colonial capitalístico. Son la fuerza de la naturaleza en rebeldía, la promesa de redención y sanación del mundo. Tal vez por eso l@s gat@s fueron masacrados durante la quema de brujas junto con sus compañeras humanas, atribuyéndoles poderes satánicos. L@s gat@s no registran el antropocentrismo y desprecian las normas del mundo humano, volviéndolas extrañas para nosotres mismes. En ese sentido, l@s gat@s, como especie que fue deviniendo de compañía, nos permiten ensayar una salida de la relación de dominio con la naturaleza y vivir nuevos vínculos de horizontalidad creativa y colaborativa para la vida en común”. (Extractada de https://www.pagina12.com.ar)





1176. A Timo Berger, quien recaló en Buenos Aires hace unos años vaya a saber cómo, le encantan los gatos (pese a que le tiene alergia a su pelaje) y tanto le atraen que para exorcizar su trauma escribió “Katzentagebuch” o “Diario de gato” en el que empieza relatando: “Carola de Tirol encalló acá, vive en una pensión, en una pieza húmeda con una mesa plegable, con cucarachas y gatos a cagar. El inodoro siempre está tapado, por todos lados hay goteras..." Un libro escrito en el lenguaje de los pibes con los que el autor alemán se juntaba por las noches en cualquier calle porteña, un libro divertido para ser leído sin parar, un libro que merecería tener masividad aunque con suerte lo encontrarán en las mesas de saldos y ofertas, un libro en cuya solapa la editorial reseña: “Timo concibió especialmente su libro como un diario para los amantes de los gatos. Contiene un año repleto de vivencias entre gatos; son 190 páginas de anécdotas para recordar en cualquier momento.”





1175. "Si usted quiere concentrarse profundamente para escribir, o incluso para hacer algún trabajo de papeleo, tiene que tener un gato. A solas con el gato en la habitación donde trabaje invariablemente lo verá subirse a su escritorio. La luz de la lámpara le proporcionará calor y  gran placer. El gato se acomodará y se quedará quieto, con esa serenidad que escapa a toda comprensión y que gradualmente lo invadirá a usted mientras todos los elementos movilizadores o inquietantes que le impiden la concentración se irán apaciguando hasta devolverle a su mente el autodominio perdido. No hará falta que mire al gato todo el tiempo. Su simple presencia será suficiente. El efecto que tiene un gato en la capacidad de concentración es extraordinario y muy misterioso" asegura la novelista británica Muriel Spark.





1174. “Hoy me distraje mirando a mi gato. Con decoro, porque él es distante, discreto y sabe callar. En verdad, le anduve alrededor y recordé a Lord Byron: ‘el gato posee belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, coraje sin ferocidad; todas las virtudes del hombre sin sus vicios.’ Una semblanza menos cínica que la de Ambrose Bierce: ‘Gato. Suave autómata indestructible preparado por la naturaleza para recibir patadas cuando las cosas van mal en el círculo doméstico.’ Al mirarlo entiendo que los gatos se vuelvan invisibles cuatro veces al día, y si ellos quieren nadie puede verlos de guardia baja, empobrecidos de lluvia y madrugada. Al tiempo de atenuar su exhibición cualquier gato se hace etéreo, inatacable, y su corazón late en una verdad lejana y superior. Ya deberíamos saber ese misterio. Mi gato se llama Fidel y revive al escuchar música en mi falda; sigilo al distenderse, sutileza ajena a la gravedad, reflejo de mi espejo, cuerpo imperceptible. Al oir el Pugliese yumbeado de ‘Negracha’ o ‘La Cachila’ Fidel conmueve su pelaje y pierde su mirada lejos. Eso me anima un poco, aunque al Piazolla de ‘Verano Porteño’ mi gato no lo disfruta. Fidel, es música con esencia y te hace ver a Buenos Aires desde el cielo, le digo pero él ni se entera. Y me apena porque aún no aprendió que el tango es una catarsis nostalgiosa y absurda, que de pronto irrumpe cabalgando un silbido para hablarnos muy quedo, despacito, de nuestras plenitudes, sin testigos. Porque el tango es el vino a solas, el sueño demolido, la mirada de esa piba que a ráfagas retorna y a contraluz de todo pensamiento se adueña del momento. Fidel, el tango es en voz baja. Nos trabaja por adentro su rasguido de viola misteriosa si los gnomos del recuerdo nos llegan de costado, versallescos, o cuando los olvidos olvidados retornan de rebrote y se apropian al fin de nuestro cuerpo. Por eso el tango en alta voz y teatralero es una grosería de recién venido; sin una confesión a solas cada tanto o deschavarle a otro un ‘vos sabés cómo fueron las cosas’, sería una música más, carnestolenda. En cambio, siempre nos vuelve el tango y no perdona... Aunque ¿cómo contarle a un felino sin necesidades el enigma tanguero de los derrotados, cigarrillo de lenta ceniza meditada, reloj de insaciable desgarro? En cambio, oyendo el ‘Concierto Número Cuatro de Mozart’ Fidel se hace una fiesta. Levita leve y ligero, gato definitivo que se convierte en dos sílabas sin cuerpo y vuela oyendo el sólo de corno de Dale Clevenger. Y ya es bueno decirlo sin jactancias: mi gato tal vez sea un atigrado cualunque cabezón y sin prosapia pero su gusto musical lo diferencia. Cualquier felino puede ser un amante a hurtadillas, merodeador de habitaciones sin apenas proyectar su sombra, clandestino de hacer silencios a su antojo y llevar en sus ojos el secreto de la libertad, aunque sin pedantería, ninguno supera a Fidel para disfrutar a Mozart en mi bemol mayor.“ (“A mi gato le encanta Mozart”, gran relato de Eduardo Pérsico, jubilado autónomo y escritor argentino, con siete libros publicados, como él gustaba presentarse.)





1173. “Si les parece familiar es porque lo es“ aseguró Sarah Jessica Parker cuando los periodistas en conferencia de prensa le preguntaron por el gatito llamado Shoe en la serie “And Just Like That”, secuela de “Sex and the City”, ya que corría el rumor de que la afamada actriz, confesa loca por los gatos, se había llevado “sin permiso” del set donde filmaban al mencionado gatito para luego, rebautizado como Lotus, presentarlo junto a sus otros dos gatos, Smila y Rémy, como nuevo integrante de la familia Parker-Matthew Broderick, con quien ella está hace tiempo felizmente casada.





1172. “Jueves, 16 de agosto de 1946. Querido letrado: Como me dijo usted el otro día ‘la persecución de los escritores es la historia de Francia’.  En efecto, es nuestro deporte nacional, como la guerra es la industria nacional de los alemanes. He señalado algunos nombres de escritores exiliados, ahorcados, flagelados, etcétera, por diversos pretextos. (Nunca faltan pretextos.) Villon (fue ahorcado); Rabelais (¡escapó de la hoguera por un pelo!); Voltaire (padeció exilio); Chénier (la guillotina); Chateaubriand (fue condenado a muerte y posteriormente exiliado); Descartes (exiliado y muerto en Suiza); Béranger (fue encarcelado); Émile Zola (exiliado); Jules Vallés (exiliado); Romain Rolland (exiliado); Baudelaire, Rimbaud, Verlaine, Flaubert (recibieron diversas condenas); Chamfort (suicidado antes de la ejecución); León Daudet (condenado y posteriormente exiliado); por último, Calvino (¡exilio en Ginebra!); ¡y otros cien más de menor renombre! Le recomiendo encarecidamente a mi pobre mujer Lucette y a mi adorado gato Bébert, Querido letrado. Nada, salvo la muerte, debe separarnos. Yo soy menos digno de pena que ellos en verdad. ¡Por caridad! Su fiel Destouches”, escribió Louis-Ferdinand Céline (Destouches) en sus “Cartas desde la cárcel”.





1171. María Dolores Rivero Hernández, conocida cariñosamente como "Lolita Pluma", fue una señora muy querida por toda la gente de Las Palmas de Gran Canaria que se convirtió en un personaje popular, "La loca de los gatos" la llamaban, lo que para ella era un orgullo. Había nacido en 1904, su escuela fue la calle; nunca se separaba de su vieja caja de cartón siempre repleta postales y de chicles Adam's americanos de varios sabores para venderles a los turistas; también vendía flores multicolores de papel y vivía rodeada de gatos que jamás la dejaban porque les procuraba alimento y los colmaba de cariño y ternura, y hasta veterinario les conseguía. Vivió en el Parque Santa Catalina dándoles de comer a cientos de gatos hasta convertirse en una verdadera atracción coincidiendo con el boom del turismo. Su imagen viajó por toda Europa, tanto que hoy sus fotografías reposan en miles de albumes familiares junto a sus inseparables gatos. Lolita Pluma falleció el 21 de febrero de 1987 y causó tanta pena que pronto el pueblo la extrañó, por lo que le levantaron su estatua junto a sus amados gatos, sitio obligado de los turistas hoy para fotografiarse. (Extractado de http://historiascanarias.blogspot.com.ar)


martes, 8 de octubre de 2024

Strictly dreamed tanka ---

 




Vagan sin rumbo
Las lunas y los días
Ni penas quedan
Me rodean ausencias
Que nunca vi siquiera



(Fotografías de André Kertész)