480. Hoy Google
recuerda a Tsuguharu Léonard Foujita en el 132º aniversario de su nacimiento.
Foujita fue un notable pintor japonés-francés. "Soy un adorador de los
gatos como criaturas de excelsa personalidad y, puesto que están en mi atelier
por todos lados, adoro pintarlos junto a mí o entre mis desnudos. Son como la
representación de mi firma en mis cuadros”. En su “Libro de Gatos” Foujita
describió pormenorizadamente los variados coloridos pelajes y "las
expresiones distintivas de cada uno de sus muchos gatos de toda una vida”. En
la profunda convición de Foujita, el gato era un avatar, la corporización de
cualidades tales como la inteligencia, la sensibilidad, el misterio y la
independencia, valores que el artista siempre reivindicó. En su pintura, la
figura del gato fue como una metáfora de la asombrosa simplicidad y destreza de
su trazo con el pincel, semejante a los delicados movimientos del gato, lo que
permitía deslizar sus “líneas firmes y seguras, sin pasos en falso sobre la
tela.”
479. “Mi gato
Poe es mucho más que un animalito al que yo quiero. He puesto, he visto,
experimentado y proyectado tantas cosas mías en él que es como una bolsa de
terciopelo negro, como una caja antigua en la que he echado y echo diariamente
tantas cosas que sólo yo conozco, al punto de identificarme tanto con él, que lo
miro, lo amo, me entristece, me provoca piedad, ternura, desilusión,
remordimientos, como si fuera yo mismo quien camina, duerme, come y sufre en un
cuerpo de gato...” (Carlos Martínez Rivas, poeta nicaragüense nacido en
Guatemala)
478. La Princesa Victoria siempre tuvo
predilección por los gatos. Pero fue durante su reinado que ganaron popularidad sus anécdotas con su inseparable gata persa White Heather. Consta en los
Registros de la Corona que la gata acompañó a la Reina Victoria hasta en su
lecho de muerte y que la Guardia supo que su alteza había fallecido recién
cuando la escucharon rasguñar la puerta reclamando abandonar la habitación.
477. “The
Lovecats”, incluido en el recopilatorio Japanese Whispers, fue uno de los
sencillos más exitosos de The Cure. Robert Smith lo escribió luego de ver “Los
Aristogatos” de Walt Disney: “La forma en que cazamos, besamos / Nos deslizamos
por las calles mientras todos duermen / Volviéndonos inmensos y veloces /
Anchos y radiantes / Mordemos, rasguñamos / Y gritamos toda la noche / Vámos y
arrojemos todas las canciones que conocemos / Dentro del mar, tú y yo / Todos
estos años y nadie se enteró / Te lo mostraré en primavera / Es algo terrible /
Te extrañamos gritaron los gatos del amor…”
476. Elsa
Morante es una escritora de difícil clasificación, desapegada de todo, hasta de
un estilo, excepto de sus gatos, a los que amó desde niña más que a nada en el
mundo y de los que siempre se sintió inseparable. Autora desde los 18 años,
huyó de su casa para vivir de las crónicas y artículos que le editaban los
periódicos. Conoció a Alberto Moravia en una cervecería de la bohemia romana en
1936 y se casaron en 1941. Mantuvieron una relación casi siempre dramática,
tormentosa, pero congeniaban como los antifascistas y amantes de los gatos que
eran. El verdadero drama vendría luego con la separación definitiva: más
doloroso que cualquier reparto de bienes iba a ser "repartirse los
gatos", por lo que Moravia tuvo que marcharse solo y dejárselos a Elsa que
aceptó la separación pero no quiso saber nada con separarse de ninguno de sus
gatos.
475. El 28 de
junio de 2009 la acuarela "Ratón y gato con lámpara" del maestro
chino Qi Baishi fue vendida en casi 5 millones de yuanes durante la 18ª edición
de la subasta China Guardian Quarterly Auction. En la obra se ve a un ratón en
lo alto de un soporte del que cuelga una lámpara. Debajo, expectante, hay un
gato. La simpleza de la composición retrata la tensión del momento. La
inscripción de Qi Baishi resulta inquietante: “Anoche encendí la lámpara y me fui a dormir
temprano, pero como soy pobre y casi no tenía aceite, cuando el gato trepó por
el soporte la luz se extinguió”.
474. Qi Baishi,
maestro chino pintor de acuarelas y tallador, (1864-1957), convivió toda su
vida con gatos, pero nunca le dio nombre a ninguno “porque hubiera sido
imposible recordar a tantos…”
473. Extractado
de "Krugman’s Posthumous Nobel", la columna escrita por Donald Luskin
en el National Review del 14 de octubre de 2008: «Lo más probable es que el comité
para el Premio Nobel de Economía, así como ig noró deliberadamente la esquizofrenia
de John Nash en 1994, haya decidido ahora pasar por alto el extremismo político
transgresor de Paul Krugman cuando declara con total desparpajo que sus teorías
económicas se vieron desde siempre influenciadas por la cotidiana relación que
tiene con sus gatos.»
472. “Mi viejo
amaba a los gatos y jamás tiró a ninguno por ninguna ventana como leí por ahí
en un tabloide. De hecho, cuando su gata Alice murió fue la primera y única vez
que lo vi llorar desconsoladamente”, dijo Sean Lennon sobre “su viejo” John.
471. "La
forma en que nos comportamos con los gatos aquí abajo determina el estatus que
tendremos en el Paraíso." (Robert A. Heinlein)