Silencio, lenguaje inasible
Sombra invertida, distante
Desvaneciéndose incesante
En su invisible constante esplendor
No hay tal contradicción
Cuando todo se calla
Suena el silencio imperceptible
Que
no es otro que el mismo
Unánime
sonido de siempre
De
forma imposible
Quiero pronunciar el silencio
Sustancia
de la palabra
Que
existe aún antes del verbo
Voz
blanca de inmensidad
Que
nunca nadie podrá hacer callar
Observaciones:
Mientras
uno habla o suena una canción
Un
sector del espacio sonoro se llena
Quiero
decir, esos intersticios de tiempo
Comienzan,
terminan
Tienen
determinada duración
En
cambio el silencio es constante
No
deja de sonar ni por un instante
Lo
escuches o no
Está
allí, omnipresente
Diseminándose
Como
sustrato de todo
Contraindicaciones:
Si
el silencio fuera un color sería el blanco
Hay
quien lo imagina desprovisto
La
nada, un territorio silente
Pero
no es ningún fin ni ninguna muerte
Sino
lo que existe, latente
Digamos
que no es un reflejo
Sino
un espejo anegado de imágenes
Sin
forma ni márgenes
Un
abismo de luz, un estanque de quietud
Es
tibio, ni frío ni ardiente
Pero
quema, como la nieve
Consideraciones
finales, o no tanto:
Cuando
pienso en el silencio pienso
En
un desierto
Hasta
donde te alcanza la vista
Aunque
algunos lo ven
Como
un campo de neblinas
O
como un muro inamovible, monumental
Y
hasta como un pavo real que se abre
Depende
quién así lo ve, tal cual
Su
presencia intemporal
Se
esconde detrás de un disfraz de transparencia
Reino
de la impermanencia
Silencio,
silencio, es el silencio que se manifiesta