viernes, 26 de mayo de 2023

Cuando ---

 





Cuando leo poesía le bajo el volumen a las palabras
Y abro de par en par la mirada...
Cuando escribo trato de elegir voces que se vean
Para no acallar las sonoras instantáneas
Que pudiera haber detectado y pretendo se lean siempre nuevas



miércoles, 24 de mayo de 2023

Feliz Cumple, Bob

 




Felices primeros 82, BOB, y gracias una vez más
Por hacer siempre algo permanentemente nuevo












viernes, 19 de mayo de 2023

Tanka para las olas (2) ---

 



  

Danzan las olas
Esbeltas se elevan
Al son del viento
Sus gráciles siluetas
Desnudas reverencian






sábado, 13 de mayo de 2023

Tanka para las olas (1) ---

 






Contra las rocas
Se estrellan las olas
Una tras otra
Astillan la espuma
Hacen añicos el mar




jueves, 11 de mayo de 2023

Epígrafes (33) ---

 


(Obra de Thor Lindeneg)


Un verso es un intento de hacer eterno un momento
El cual a cada relectura será invariablemente nuevo



martes, 2 de mayo de 2023

Otro tanka para Sessy ---

 




Duerme alerta
Como una esfinge
Custodia la siesta
Irradia su blancura
Bajo las azaleas






Bolsa de Gatos 1001/1010





1010. En su libro ‘Céline secreto’, la viuda del autor de ‘Viaje al fin de la noche’ recuerda a Bébert, el gato que acompañó a la pareja en su huida de Francia en tren: “Bébert nos salvó la vida. Me sentía tan desolada que me hubiera dejado morir sólo para que mi gato viviese. Era él quien nos creaba un pequeño hogar, un corazón que latía”. Céline había firmado panfletos antisemitas durante la Ocupación y huyó a Dinamarca donde alternó la cárcel con viviendas precarias hasta que pudo regresar a su país. En algún momento adoptó un perro y solía escribir con él atado a su cintura para que no devorase a Bébert, que siempre estaba vigilante. “Bébert vivio con nosotros ese pedazo de historia, totalmente inmóvil en la mochila, sin pedir comida ni bebida, como abstraído dentro de sí mismo pero en contacto directo con la atrocidad del mundo”, cuenta la viuda de Céline. En estos momentos, otros gatos (en Gaza, en Siria, en África, en Ucrania) contemplan con sus ojos esa atrocidad y ofrecen a sus dueños algo parecido a un hogar en la intemperie” concluye Patricio Pron en su artículo para https://elpais.com/ (En la foto Louis-Ferdinand Céline con Lucette-Destouches y Bébert)





1009. “El gato Cascabel lo acompaña en casa los domingos que Antonio López pasa pintando. «Yo vivo el domingo en los demás, en mis hijas que nos visitan, en mis nietos que no van a la escuela» cuenta con sencillez y parsimonia el Maestro mientras acaricia a un gato al que nos presenta como Cascabel y al que le dedica todo el rato apelativos tiernos y cariñosos, como Mini. «Los animales no hacen cosas distintas los domingos, sólo el hombre lo ha reglamentado así, porque el hombre necesita poner orden en el tiempo», reflexiona.” (Fragmento de un artículo sobre el gran pintor hiperrealista y escultor español Antonio López García aparecido en https://www.abc.es/)





1008. “¿Por qué inventé ese personaje y por qué mi fascinación por los animales, específicamente los gatos? La respuesta es de índole autobiográfica. Amo a los gatos y no me fue muy difícil construir ese personaje, ni siquiera su psicopatía. Una colega me dijo que la presencia de los gatos en la novela es una suerte de homenaje a los felinos, y a mí me gusta esa idea. De hecho, empecé a escribirla cuando murió una gata que adoraba. Si bien había amado a muchos animales, el dolor que me produjo me impactó en varios sentidos y, como me sucede a menudo, para huir de un dolor o de un miedo, me sumerjo en la escritura.” (Fragmento de una entrevista a la escritora Romina Doval sobre su novela “Presa suelta” en https://www.agenciapacourondo.com.ar/)





1007. “El Sr. Lear se hizo de un gato que entró de cabeza por la chimenea /en una fría tarde de invierno mientras dormían las caléndulas / Como un rayo se tiró en el sillón esparciendo muchas cenizas /¿Será el nuevo deshollinador? / No veo el escobillón. Pensó Lear / Quien raudo salió hacia la iglesia a preparar el bautismo / llevando una liebre y un mirlo para salir de padrinos / El Sr. Lear lo bautizó Foss y ni él sabe bien porqué / Tal vez porque es parecido al resoplido de un tren / Así fue que este gato loco le trajo buena fortuna / mientras cuida las cenizas hasta después del panqueque con mermelada de tuna / Es que una noche tormentosauna centella le quemó la cola / Ya no puede espantar mosquitos y se parece a una ampolla / Ocurre que ese golpe eléctrico lo iluminó de por vida / escribiendo sobre las cenizas con su cola como pluma extrañas rimas caseras / tales como: ‘una vieja de Corfú se tragó una linterna / y ahora ella es como un faro que ilumina Ciudad del Cabo / Esta eléctrica vieja de Corfú’ / Cuando el Sr. Lear vio eso no entendió ni un pepino / pero en un cuaderno lo copió y con tinta china lo ilustró / Todos los días sobre cenizas anotaba nuevas rimas /Entonces Lear le asaba un arenque o una corvina / Para escribir tonterías había que estar mal de la cabeza /pero entre arenque y arenque publicó un libro el Sr. Lear / Tuvo un éxito inmediato / los niños adoran los disparates / Así es que fueron famosos viajando por todas partes / Foss nunca se molestó en perseguir un ratón / Dormita sobre un almohadón y come lucio con jamón / Ni Lear ni Foss tienen idea de lo que escriben y publican / Todo sea por un arenque y bollos de mantequilla” (“Todo por un arenque (Foss)”, poema del poeta de Venado Tuerto  Marcelo Ajubita, incluido en su libro inédito "Los gatos estrafalarios” y encontrado en http://campodemaniobras.blogspot.com/)





1006. Además de la música John Cage tenía otras dos pasiones: las setas y su gato negro Losa. Se sabe que tuvo otro gato negro antes, llamado Skookum, pero un operario que arreglaba algo en su piso lo dejó escapar. El compositor se lo tomó tan mal que un amigo suyo llegó a decirle que debía quizás volver «a la escuela zen». Losa, de nombre completo Losa Rimpoche Taxi Cab, y Cage disfrutaban asustando a las visitas primerizas. Losa se movía por el ático con una caja de cartón que Cage le ponía encima y el invitado exclamaba inevitablemente: «¡Tiene miedo, no puede salir!» Pero Losa instantes después alzaba el borde de la caja, salía por debajo y le lanzaba una mirada desdeñosa a la visita antes de retirarse a un lugar tranquilo a descansar… (Extractado de un artículo en https://gatosyrespeto.org/





1005. El 13 de abril de 1963, a bordo del 'Louis Lumiére', Pepe Fernández emigra definitivamente a París. Durante años las noticias de Juan Rodolfo Wilcock le llegan desdde lejos. Pero sabe que en Italia su amigo se ha convertido en un personaje sorprendente. Escribe en italiano, ha adoptado a un chico, Livio Bacchi Wilcock, y ha estrenado una obra de teatro, ‘Brasil’, en el Festival de Spoleto. Una princesa ha dado para él una recepción en su palacio y Wilcock ha llegado con su gato en brazos diciéndole al lacayo que no puede quedarse porque no tiene con quién dejar al animal, cosa que se comprende porque ese gato se las trae. En sus memorias, ‘Un gran porvenir detrás de mí’, Vittorio Gassman cuenta que cierta vez Gigi Proietti fue a Velletri a visitar a Wilcock en su casa vacía casi sin muebles pero "llena de pequeños misterios". Wilcock era el traductor de Ricardo III de Shakespeare puesto en escena por Luca Ronconi y Proietti quería hablarle de una traducción del Fausto de Marlowe. "Wilcock exponía sus ideas con voz calma -escribe Gassman- cuando un gato cruzó la habitación diciendo claramente: `Me voy porque ustedes me aburren´, mientras el escritor continuaba hablando imperturbablemente. Al cabo de un instante, Gigi no pudo más y preguntó estupefacto: `Pero, acabo de ver pasar un gato, ¿no? Sí, sí, es mi gato. Me imaginaba pero, ¿habla?... Y Wilcock dijo secamente: Sí, pero no siempre..." (El país de Juan Rodolfo Wilcock. Extractado de La Nación–Cultura del 29 de junio de 2003)





1004. El gran poeta romántico ingles John Keats, autor del Endymión (1818), es el primero de los convocados a esta antología sobre poetas amigos de los felinos domésticos. Keats es autor además de una oda repleta de un intenso e irónico humor inglés dedicada al gato de la señora Reynolds, madre de su amigo y también poeta J. H. Reynolds. Sus versos, que lo muestran pleno de conocimientos y empatía con los gatos, se publicaron diez años luego de su muerte. Se dice, y no es una leyenda urbana porque infinidad de fotografías lo prueban, que desde entonces en el cementerio romano donde fue sepultado se ven gatos cuidando la tumba del joven autor del Hyperión (1819) fallecido de tuberculosis el 23 de Febrero de 1821 con apenas 26 años. A continuación la obra en cuestión: Oda al Gato - "¡Gato! Tú que has dejado atrás el gran climaterio / a cuántas ratas y ratones habrás exterminado en tu vida! / ¿En cuántos bocados? / Contempla con tus lánguidos y brillantes ojos verdes / aguza tus aterciopelados oídos / pero, te ruego, no me claves las uñas que ocultas / y enaltece tu dulce maullido / contándome tus embates sobre tantos peces, tiernos polluelos, ratas y ratones / No, no bajes tu mirada / no te lamas tan delicadamente las garras / porque a pesar de tus ronroneos y resuellos / y de que hayas perdido ya tu cola / y que las criadas te hayan corrido a patadas / tu pelo sigue tan suave / como el día aquel cuando tan joven penetraste la ventana / y quedaste por completo salpicado de astillas de vidrio.” (Extractado de https://www.catanddogtank.com/)





1003. Louis Coulon, apodado 'Padre Coulon', fue un trabajador de Montluçon y representante del sindicalismo francés amante de los gatos. Fue popular por tener una de las barbas más largas del mundo (3m 35cm) además de ser una figura icónica de la fotografía de principios del siglo XX.





1002. La periodista Gabriela Carchak cuenta “me pasé la vida diciendo que los gatos eran unos seres inmundos, hasta que aparecieron ratones en mi casa y le tuve que tocar el timbre a mi vecina pidiéndole con mi peor cara de asco: ¿Me prestás el gato? Encima, soy alérgica a su pelo. Así llegó Jazmín a casa, pero me inmunicé en 15 días. Yo, que odiaba a los gatos, ahora duermo con ella, que se lleva bárbaro con mi golden retriever. Sólo una cosa tiene en contra: ¡Cuando no estoy en casa la extraño un montón!” (Encontrado en http://divinosgatos.blogspot.com.ar)




1001. Cuentan que Bohumil Hrabal (1914-1997) falleció tras caer por la ventana de la habitación del hospital donde había sido internado mientras (dicen algunos) estaba dándole de comer a unas palomas, aunque hay quienes perjuran que eran unos gatos del tejado, como fuere, sólo una sensibilidad como la suya pudo destinarlo a una muerte así, entregado a la humana honda tarea de amar y cuidar a los animales. Hrabal fue un novelista tan extraordinario como diferente, a quien el éxito jamás se le subió a la cabeza. Cuando el régimen prosoviético que gobernaba Checoslovaquia le censuró sus publicaciones a raíz del éxito de sus “Trenes rigurosamente vigilados” de 1964, él se limitó a seguir concentrado en su tarea dde escritor sin preocuparse del vanitas vanitatum de publicar, mientras en un cajón iba acumulando sus grandes obras maestras: “Yo que he servido al Rey de Inglaterra”, “Una soledad demasiado ruidosa”, “Personajes en un paisaje de infancia” y varias más que iban y venían pasando de mano en mano en ediciones piratas. Fue cuando el Club Pen lo animó a presentarse tras el cambio que Hrabal rechazó la iniciativa y respondió que bastante tenía ya con cambiarse a sí mismo como para intentar ponerse a cambiar el mundo. Bohumil Hrabal fue un humilde y tierno hombre amante de los animales, muy particularmente de los gatos, a los que les dedicó un libro imprescindible en su literatura “Mi gato Auticko", editado en 2016 por Galaxia Gutenberg con la deliciosa traducción al español de Monika Zgustova.