Si la eternidad no fuera una letanía
Una astilla de un instante
Que tarda nada
En evaporarse
Lo que una bocanada
De tu aliento
Lo que un fragmento
Del aire
Ése armazón que nos envuelve
Y que es invisible sustento
De lo que vos y yo somos
Al mismo tiempo
Instantes distantes
Que viajan ligeros
En la brisa del silencio
Como panaderos
Por el mismo cielo