miércoles, 24 de julio de 2024

Ajá... ---

 


(Arte por IA)



En la belleza no hay perfección
Sino apenas un minucioso acomodamiento
Una mera distribución de atributos y proporciones
Como no hay verdad
En la siempre malintencionada realidad
Ni pausa alguna en el tiempo ni discontinuidad
Ni precisión en la memoria que a mi lado suele pasar
Sin reconocerme jamás
Ni tampoco bondad en la paz
Que nada más ha sido una adormidera insuflada
Por los poderes de turno para reinar
Ni hay secreto en lo desconocido
Ni destinos por los que aún andamos perdidos
Ni certeza en ninguna respuesta
Excepto esta: la belleza es la libertad de miradas
Las cuales están compuestas
Por todas las formas, incluidas las inanimadas.



(Arte por AI)



viernes, 19 de julio de 2024

Simil haikus ---


 



Adonde vayas
El tiempo que te lleve
Llegarás a hoy
Adonde vayas
El espacio que cruces
No saldrá de hoy



jueves, 11 de julio de 2024

Dejo constancia (16) ---

 


(Fotografía de Erik Johansson)



Escribir inevitablemente te obliga a manosear
Cuando no plagiar
Lo que fue tu primigenia detección
Que en poco luego se asemeja
Al verso o sentencia que al papel lográs trasladar


Por eso siempre trato de ir al verso
En puntas de pie
Para que no se vaya a escapar
Y para acariciarlo mansamente después
Como a un dulce impreciso recuerdo
Al que de ninguna manera quisiera arruinar


Ya que el verso como el agua tiene la piel de cristal
Ya que al recuerdo
Si no le das tiempo a volverse nítido
Lo podés desvirtuar...
Con lo cual nada más terminará ofreciéndote
Una mera insignificante versión de lo que fue real


lunes, 8 de julio de 2024

Epígrafes (37) ---

 


(Fotografía de Gilbert Garcin)



La sabiduría debiera ser insaciable y saber por lo tanto
Resistir la tentación de saciarse con meras verdades...



martes, 2 de julio de 2024

El momento ---

 


(Obra de René Magritte)


Hay veces que siento como que el momento está incompleto
Como inacabado, en pleno desarrollo o crecimiento
Y que podría contener aún más hechos de los que contiene
Aún más fenómenos o sucesos podrían caberle dentro
Si lograra uno extender sus límites o meramente ampliarlos
No sé si soy claro: porque no es tan fácil poder explicarlo
Es como si de pronto el momento me quedara suelto
Demasiado flojo de todos lados, casi como un traje holgado
Y es entonces cuando inequívocamente experimento
Como si su contextura física real fuera de una inmensidad
Tan inabarcable como imprecisa, ilimitada pero no infinita
Aunque potencialmente pudiera ser también pequeñita
Del tamaño de una piedrita o una partícula de polvo, ínfima
Y tanto que otras veces pareciera como que el momento
No tuviera ni el más mínimo espacio para respirar siquiera
Puntualmente como ahora… este mismísimo momento
Que sin moverse ni un ápice permanece, ensimismado
Engulléndose dentro de su propio infinitesimal laberinto
Hasta llegar a ser un momento ya irreversiblemente extinto


Bolsa de Gatos 1141/1150

 




1150. «Es una maravilla despertarte con los tres gatos alrededor» El salón de Iago Herrerín está presidido por una enorme fotografía de un león, pero Labai, Trece y Vinny no parecen especialmente impresionados por tan espléndido pariente salvaje. Pasan la mirada sobre él con la misma indiferencia desdeñosa que dedican a los periodistas, esos dos humanos latosos que se han atrevido a irrumpir en su casa sin su permiso. Tiene que pasar un rato para que los gatos persas del jugador del Athletic vayan revelando sus diferentes personalidades: Labai, que es el marrón y el más joven, se acerca y se tiende panza arriba, justamente convencido de que nadie podría desperdiciar esa oportunidad de acariciar su suavísimo pelaje; Vinny, gris y el mayor de los tres, también acaba cediendo a la curiosidad, pero lo hace con precaución, desconfiado, listo para alejarse con uno de esos saltos ingrávidos que son la envidia de cualquier portero de fútbol; Trece, la altanera gata blanca, ni siquiera se molesta en levantar la cabeza y sigue dormitando en una silla, con majestuoso desinterés. (Fragmento de la entrevista de 2016 a Iago Herrerín, portero del Athletic aparecida en https://www.elcorreo.com)





1149. “Si te gustan los gatos y no has estado ausente de las redes sociales en los últimos años, seguro que te has reído alguna vez con alguna de las tiras gatunas del genial ilustrador español José Fonollosa. José publica desde el año 2010 el webcómic y cómic MIAU, en el que narra las aventuras domésticas de una pareja con gatos. Desde entonces el éxito cosechado y la demanda del público han hecho ver la luz a cuatro cómics más (Más MIAU, Guía Gatuna, Toñin, Ultragato) además de un recopilatorio y un libro ilustrado (Todo Miau y Citas de Gatos, respectivamente). Este autor tiene la suerte de poder inspirarse desde el sofá observando a sus propios gatos (Belfi, Rufa y Toñín) que le proporcionan suficientes situaciones hilarantes que él sabe plasmar con maestría en unos trazos simples pero muy expresivos. Si vives con gatos es difícil no empatizar con los gags que José dibuja en sus cómics, expresados a veces con ironía, en otras veces con ternura y en algunas incluso generando consciencia para su protección.”





1148. “Como tras los mullidos ves tres gatos / a su trisagio erótico ceñidos, / saltar por los tejados, aguerridos / como otros d ‘ Artagnan, Porthos y Athos, / pasas a depender, no de insensatos / pensamientos ajenos repetidos / ni de tu larga deuda de descuidos / sino del paso de estos gatos gratos. / El primero te quita de lo humano / sin llevarte por eso a lo divino; / el segundo te anima la sonrisa; / con el tercero, piensas, de la mano, / más cabal, de la cola del felino: / ¿a qué, no siendo humanos, tanta prisa?” (“Gatos “, soneto de la poeta uruguaya Ida Vitale, Premios Miguel de Cervantes, Internacional Alfonso Reyes y FIL de Literatura en Lenguas Romances, entre otros.





1147. “Yo tenía un gatito negro y ella era la primera vez que sentía roncar a los gatos. Como era muy manso, se lo acerqué y él empezó a roncar. Y ella sintió una cosa extraña, lo vi en sus ojos, como... este... el rumor de algo que sería el gato, pero que iba más allá del animal. Ya se sabe que el gato está entre el cielo y la tierra. Más entre las estrellas... Entonces yo le acerqué y sintió ese ronquido y ella cambió la expresión, con una emoción extraña, como si hubiera sentido el rumor, ¿sabe?, de las esferas del cosmos. Yo reproduje en un poema esa expresión suya, de palidez, casi de pavor cósmico, ¿sabe?, porque no decían otra cosa sus ojos… Es decir la sorpresa ante ese ronquido porque eso tenía referencia a algo extraterrestre, el rumor cósmico, el rumor que podrían hacer, dice por ahí Edgar Allan Poe, a determinada altura, la rotación de los astros, ¿me entiende?... Hacen una especie de rumor sobre todo cuando se van acercando a la atmósfera de cada planeta, de cada estrella... Es muy posible que se sienta el ruido del girar... Y entonces ese rumor de esos mundos, donde cada puntito que vemos, más que ser el centro de una constelación es el centro de un sistema, ¿no?, se siente... Y yo recordé ese cuento de Poe, "La aventura sin par de Hans Pfaall”, y después otros autores ya han hablado de ese rumor... Es decir que no es el silencio del espacio absoluto de Pascal, sino el rumor de la rotación de las esferas celestes, no sólo de las estrellas cercanas sino aún más allá de ellas". Bueno, esos poemas están incluidos en ese libro, y son los que más he trabajado... aunque no sé si se puede hablar en el sentido de trabajo. Son cosas que han salido, diremos así, y que han necesitado salir… La única explicación, justificación de un poema, es que responde a una necesidad, ¿me entiende?, una necesidad de lo más universal, la misma que tiene la tierra en dar una florcita, un tallo de hierba, o de un insecto de pasearse entre las briznas... la mismo". (Fragmento de “El rumor del cosmos”, entrevista de Mario Alarcón Muñiz al gran poeta y traductor entrerriano Juan L. Ortíz [Juan José Saer no dudó en considerarlo «el más grande poeta argentino del siglo XX»] aparecida en https://www.autoresdeconcordia.com.ar/)





1146. “Uma es mi gata, o mejor dicho: yo soy su humana”, cuenta la periodista y escritora argentina Florencia Etcheves. “Quienes sabemos de gatos tenemos muy clara esta diferencia. Los gatos nos eligen, nunca pero nunca es al revés… Uma me sigue como si fuera un perrito, se para en dos patas para pedirme que la levante, sólo ronronea entre mis brazos y conoce como nadie el hueco exacto de mi pecho en el que su cuerpo entra como si fuera a medida. Eso creo: Uma y yo estamos hechas a medida. Me lamió las lágrimas cada vez que me encerraba en el baño a llorar por la muerte de mi papá; cuando me fracturé la pierna, estuvo 60 días apoyada en el lugar exacto del dolor, ni arriba, ni abajo: en el punto justo en donde mi rodilla se había hecho añicos; se recostó horas y horas pegadita a mi computadora mientras yo tecleaba poseída mis novelas; veranos de reposera al sol; inviernos de sillones y mantas; cientos de yogures compartidos –de la misma cuchara, sí– y litros de restos de sopa. Uma adora la sopa porque los gatos saben ser felices y no hay nada más feliz que una buena sopa.”





1145. La periodista y escritora Florencia Etcheves, que es considerada en la red social Twitter como la monarca de las locas de los gatos, asume: "Pertenezco al grupo de las cat people. Soy fanática de los gatos, es el animal que más me gusta y les atribuyo condiciones mágicas. Uno no elige al gato y, cuando uno es elegido por una criatura tan maravillosa, no puede negarse de ninguna manera. No recuerdo vivir sin un gato. Mi madre siempre me cuenta que la primera palabra que dije no fue 'papá ni mamá' sino 'gata'. Yo dormía en la cuna con mi gata pese a las quejas del pediatra. Ahora tengo tres gatos y medio ya que Tomás O'Malley es de los vecinos de mi cuadra. Le puse ese nombre en honor a los Aristogatos y viene al mediodía y por las noches a comer", dice Florencia, un caso único de edipo felinesco. (En la foto Florencia niña, siempre con gatos. Extractado de infobae.com)





1144. Si miraste alguna vez por un largo rato directo a los profundos inquietantes ojos de un gato estarás de acuerdo en que Casey Weldon pintó en sus obras el hipnótico efecto de mirar con amor a un gato. Casey nació en el sur de California y se formó en el Art Center College of Design en Pasadena. Su primer estudio lo abrió en Las Vegas, Nevada, para luego mudarse a Nueva York donde reside actualmente convertido en un icono de la cultura pop moderna y mereciendo la definición de los críticos que consideran su obra como «surrealismo post-pop». Pero lo que más lo distingue son sus pinturas de gatos con 4 ojos en muy diferentes situaciones cotidianas. Casey tiene adoración por los gatos y al margen del cuidado detalle y realismo con el que trabaja, su obra es impecable y de una innegable personalidad.





1143. “Tens de entender os gatos, / por que razão andam arredios / e te arranham as mãos / como se vissem o diabo. / Tens de entender os gatos, / o seu coração insuflado de borboletas, / o corpo a querer descolar para os céus / com asas de caranguejo. / Os gatos são anjos caídos, / impedidos de matar mais que distraídas moscas. / Máquinas tão perfeitas, como tu e eu, / condenados à insignificância da boa de companhia. / Todos queremos ser piores do que somos, / mas felizmente fracos demais para o mal que desejamos.” (“Gatos”, poema posteado el 29 de abril de 2024 por Luis Palma Gomes en su blog https://arvorecomvoz.blogspot.com. Lo publicamos en portugués para disfrutar su natural sonora calidad. En la foto, como Luis mismo me dijo por mail, con su gata Sissi adormecida sobre él “representando a intimidade e o conforto que os gatos nos fazem sentir.”





1142. La ilustradora María Hesse comparte su vida con dos gatas hermanas de madre. Leonora es la mayor, tiene tres años y medio, y Patti es un poco más chica. Sus nombres provienen de su admiración por la pintora Leonora Carrington y la cantante y poeta Patti Smith. No tienen parecido físico ni de carácter. “Leonora es de color claro y es mi pegatina, tenemos una conexión increíble. Patti es de color oscuro y es menos cariñosa, distante, asustadiza y muy dependiente de Leonora. Pero dentro de sus rarezas es entrañable. Se llevan muy bien y son las reinas de la casa. Todo lo mío es de ellas.” (Artículo encontrado en https://www.abc.es/)




1141. “Los ricos tienen marcas de etiqueta en los trajes. Las personas felices tienen pelos de gato en sus ropas.” (Audrey Hepburn)