1150. «Es una maravilla despertarte con los tres
gatos alrededor» El salón de Iago Herrerín está presidido por una enorme fotografía
de un león, pero Labai, Trece y Vinny no parecen especialmente impresionados
por tan espléndido pariente salvaje. Pasan la mirada sobre él con la misma
indiferencia desdeñosa que dedican a los periodistas, esos dos humanos latosos
que se han atrevido a irrumpir en su casa sin su permiso. Tiene que pasar un
rato para que los gatos persas del jugador del Athletic vayan revelando sus
diferentes personalidades: Labai, que es el marrón y el más joven, se acerca y
se tiende panza arriba, justamente convencido de que nadie podría desperdiciar
esa oportunidad de acariciar su suavísimo pelaje; Vinny, gris y el mayor de los
tres, también acaba cediendo a la curiosidad, pero lo hace con precaución,
desconfiado, listo para alejarse con uno de esos saltos ingrávidos que son la
envidia de cualquier portero de fútbol; Trece, la altanera gata blanca, ni
siquiera se molesta en levantar la cabeza y sigue dormitando en una silla, con
majestuoso desinterés. (Fragmento de la entrevista de 2016 a Iago Herrerín,
portero del Athletic aparecida en https://www.elcorreo.com)
1149. “Si te gustan los gatos y no has estado
ausente de las redes sociales en los últimos años, seguro que te has reído
alguna vez con alguna de las tiras gatunas del genial ilustrador español José
Fonollosa. José publica desde el año 2010 el webcómic y cómic MIAU, en el que
narra las aventuras domésticas de una pareja con gatos. Desde entonces el éxito
cosechado y la demanda del público han hecho ver la luz a cuatro cómics más
(Más MIAU, Guía Gatuna, Toñin, Ultragato) además de un recopilatorio y un libro
ilustrado (Todo Miau y Citas de Gatos, respectivamente). Este autor tiene la
suerte de poder inspirarse desde el sofá observando a sus propios gatos (Belfi,
Rufa y Toñín) que le proporcionan suficientes situaciones hilarantes que él
sabe plasmar con maestría en unos trazos simples pero muy expresivos. Si vives
con gatos es difícil no empatizar con los gags que José dibuja en sus cómics,
expresados a veces con ironía, en otras veces con ternura y en algunas incluso
generando consciencia para su protección.”
1148. “Como tras los mullidos ves tres gatos / a
su trisagio erótico ceñidos, / saltar por los tejados, aguerridos / como otros
d ‘ Artagnan, Porthos y Athos, / pasas a depender, no de insensatos /
pensamientos ajenos repetidos / ni de tu larga deuda de descuidos / sino del
paso de estos gatos gratos. / El primero te quita de lo humano / sin llevarte
por eso a lo divino; / el segundo te anima la sonrisa; / con el tercero,
piensas, de la mano, / más cabal, de la cola del felino: / ¿a qué, no siendo
humanos, tanta prisa?” (“Gatos “, soneto de la poeta uruguaya Ida Vitale,
Premios Miguel de Cervantes, Internacional Alfonso Reyes y FIL de Literatura en
Lenguas Romances, entre otros.
1147. “Yo tenía un gatito negro y ella era la
primera vez que sentía roncar a los gatos. Como era muy manso, se lo acerqué y
él empezó a roncar. Y ella sintió una cosa extraña, lo vi en sus ojos, como...
este... el rumor de algo que sería el gato, pero que iba más allá del animal.
Ya se sabe que el gato está entre el cielo y la tierra. Más entre las
estrellas... Entonces yo le acerqué y sintió ese ronquido y ella cambió la
expresión, con una emoción extraña, como si hubiera sentido el rumor, ¿sabe?,
de las esferas del cosmos. Yo reproduje en un poema esa expresión suya, de
palidez, casi de pavor cósmico, ¿sabe?, porque no decían otra cosa sus ojos… Es
decir la sorpresa ante ese ronquido porque eso tenía referencia a algo
extraterrestre, el rumor cósmico, el rumor que podrían hacer, dice por ahí
Edgar Allan Poe, a determinada altura, la rotación de los astros, ¿me entiende?...
Hacen una especie de rumor sobre todo cuando se van acercando a la atmósfera de
cada planeta, de cada estrella... Es muy posible que se sienta el ruido del
girar... Y entonces ese rumor de esos mundos, donde cada puntito que vemos, más
que ser el centro de una constelación es el centro de un sistema, ¿no?, se
siente... Y yo recordé ese cuento de Poe, "La aventura sin par de Hans
Pfaall”, y después otros autores ya han hablado de ese rumor... Es decir que no
es el silencio del espacio absoluto de Pascal, sino el rumor de la rotación de
las esferas celestes, no sólo de las estrellas cercanas sino aún más allá de
ellas". Bueno, esos poemas están incluidos en ese libro, y son los que más
he trabajado... aunque no sé si se puede hablar en el sentido de trabajo. Son
cosas que han salido, diremos así, y que han necesitado salir… La única
explicación, justificación de un poema, es que responde a una necesidad, ¿me
entiende?, una necesidad de lo más universal, la misma que tiene la tierra en
dar una florcita, un tallo de hierba, o de un insecto de pasearse entre las
briznas... la mismo". (Fragmento de “El rumor del cosmos”, entrevista de
Mario Alarcón Muñiz al gran poeta y traductor entrerriano Juan L. Ortíz [Juan
José Saer no dudó en considerarlo «el más grande poeta argentino del siglo XX»]
aparecida en https://www.autoresdeconcordia.com.ar/)
1146. “Uma es mi gata, o mejor dicho: yo soy su
humana”, cuenta la periodista y escritora argentina Florencia Etcheves.
“Quienes sabemos de gatos tenemos muy clara esta diferencia. Los gatos nos
eligen, nunca pero nunca es al revés… Uma me sigue como si fuera un perrito, se
para en dos patas para pedirme que la levante, sólo ronronea entre mis brazos y
conoce como nadie el hueco exacto de mi pecho en el que su cuerpo entra como si
fuera a medida. Eso creo: Uma y yo estamos hechas a medida. Me lamió las
lágrimas cada vez que me encerraba en el baño a llorar por la muerte de mi
papá; cuando me fracturé la pierna, estuvo 60 días apoyada en el lugar exacto
del dolor, ni arriba, ni abajo: en el punto justo en donde mi rodilla se había
hecho añicos; se recostó horas y horas pegadita a mi computadora mientras yo
tecleaba poseída mis novelas; veranos de reposera al sol; inviernos de sillones
y mantas; cientos de yogures compartidos –de la misma cuchara, sí– y litros de
restos de sopa. Uma adora la sopa porque los gatos saben ser felices y no hay
nada más feliz que una buena sopa.”
1145. La periodista y escritora Florencia Etcheves,
que es considerada en la red social Twitter como la monarca de las locas de los
gatos, asume: "Pertenezco al grupo de las cat people. Soy fanática de los
gatos, es el animal que más me gusta y les atribuyo condiciones mágicas. Uno no
elige al gato y, cuando uno es elegido por una criatura tan maravillosa, no puede
negarse de ninguna manera. No recuerdo vivir sin un gato. Mi madre siempre me
cuenta que la primera palabra que dije no fue 'papá ni mamá' sino 'gata'. Yo
dormía en la cuna con mi gata pese a las quejas del pediatra. Ahora tengo tres
gatos y medio ya que Tomás O'Malley es de los vecinos de mi cuadra. Le puse ese
nombre en honor a los Aristogatos y viene al mediodía y por las noches a
comer", dice Florencia, un caso único de edipo felinesco. (En la foto
Florencia niña, siempre con gatos. Extractado de infobae.com)
1144. Si miraste alguna vez por un largo rato
directo a los profundos inquietantes ojos de un gato estarás de acuerdo en que
Casey Weldon pintó en sus obras el hipnótico efecto de mirar con amor a un
gato. Casey nació en el sur de California y se formó en el Art Center College
of Design en Pasadena. Su primer estudio lo abrió en Las Vegas, Nevada, para
luego mudarse a Nueva York donde reside actualmente convertido en un icono de
la cultura pop moderna y mereciendo la definición de los críticos que
consideran su obra como «surrealismo post-pop». Pero lo que más lo distingue
son sus pinturas de gatos con 4 ojos en muy diferentes situaciones cotidianas.
Casey tiene adoración por los gatos y al margen del cuidado detalle y realismo
con el que trabaja, su obra es impecable y de una innegable personalidad.
1143. “Tens de entender os gatos, / por que razão
andam arredios / e te arranham as mãos / como se vissem o diabo. / Tens de
entender os gatos, / o seu coração insuflado de borboletas, / o corpo a querer
descolar para os céus / com asas de caranguejo. / Os gatos são anjos caídos, /
impedidos de matar mais que distraídas moscas. / Máquinas tão perfeitas, como
tu e eu, / condenados à insignificância da boa de companhia. / Todos queremos
ser piores do que somos, / mas felizmente fracos demais para o mal que
desejamos.” (“Gatos”, poema posteado el 29 de abril de 2024 por Luis Palma
Gomes en su blog https://arvorecomvoz.blogspot.com. Lo publicamos en portugués
para disfrutar su natural sonora calidad. En la foto, como Luis mismo me dijo
por mail, con su gata Sissi adormecida sobre él “representando a intimidade e o
conforto que os gatos nos fazem sentir.”
1142. La ilustradora María Hesse comparte su vida
con dos gatas hermanas de madre. Leonora es la mayor, tiene tres años y medio,
y Patti es un poco más chica. Sus nombres provienen de su admiración por la pintora
Leonora Carrington y la cantante y poeta Patti Smith. No tienen parecido físico
ni de carácter. “Leonora es de color claro y es mi pegatina, tenemos una
conexión increíble. Patti es de color oscuro y es menos cariñosa, distante,
asustadiza y muy dependiente de Leonora. Pero dentro de sus rarezas es
entrañable. Se llevan muy bien y son las reinas de la casa. Todo lo mío es de
ellas.” (Artículo encontrado en https://www.abc.es/)
1141. “Los ricos tienen marcas de etiqueta en los
trajes. Las personas felices tienen pelos de gato en sus ropas.” (Audrey
Hepburn)