80. Harto de Hollywood, de su fama y las mujeres, Errol Flynn solía
ufanarse de encontrar la paz en soledad a bordo de su yate Zaca, en compañía de
Bes Mudi, su inseparable gato siamés, su pipa y una importante provisión de
alcohol.
79. John Cage utilizaba un método muy 'cageano' para saber exactamente
qué composición o conferencia debía estrenar o editar. Dejaba en su mesa de
trabajo las partituras y desgrabaciones en cuestión, y era su gato el que lo
decidía recostándose encima, como al azar, o como Cage solía decir 'por gracia
y obra de la indeterminación'.
78. "Una tarde durante el rodaje de Like A Virgin sentí muy fuertemente
que en una de mis vidas pasadas fui un gato, un felino, algo así." (Madonna)
77. Al escritor de novela negra y ex presidiario Chester Himes, a quien apodaban "el Balzac de Harlem enamorado de los gatos", le costó mucho poder vivir de su obra, pero una vez que lo consiguió, harto ya del racismo de su país, viajó a París junto a su esposa Lesley Packard y sus gatos por un tiempo, para finalmente recalar junto al mar en Moraira, Alicante, donde construyó una casa en cuyo frente pintó en letras góticas "Griot", nombre de su último gato.
76. La sonda espacial New Horizons, lanzada por la NASA en 2006, acaba
de arribar a Plutón con la misión de explorar su atmósfera helada y sus lunas, en especial Caronte, transportando, además, las cenizas del
astrofísico norteamericano Clyde W. Tombaugh (amante de los gatos y las
estrellas por igual) quien en 1930 descubrió el planeta más lejano conocido y
la llamada "tercera zona" de nuestro Sistema Solar donde fueron
arrojadas.
75. Por aquel entonces ningún progenitor podía ver con buenos ojos las
veleidades danzarinas de un retoño así. Su padre, disgustado por las inclinaciones
de su vástago, lo mandó a buscar empleo como linotipista en imprentas en las
que se ponía a traducir los sonidos de las máquinas en pasos de baile, hasta
que lo terminaban echando. Su feroz autodidactismo, basado en aprender de la
circunstancia, de la naturaleza, de lo que la peripecia le pusiera delante,
hablaba de una indómita vocación, de una obstinada predestinación. Se fijaba
por igual en los trenes para reproducir su gama sonora o imitaba los saltos de
los gatos o la agitación de las ramas azotadas por el viento. Extravagante y
genial, adonde fuera Vicente Escudero iba sembrando sensibilidad. Aquí lo vemos
junto a su inseparable gato blanco Muso en su mítico estudio de Montmartre, ‘El
Gallinero Bohemio’, y con el peinado a base de goma de tragacanto que él mismo
elaboraba para disimular su calvicie.
74. Rita Lee escribió para un disco de Ed Motta un tema dedicado a su
gata Nefertiti. Nada nuevo en ella que siempre ponderó a sus mininos así:
"Bella mía, rara joya, diamante, rubí / Nefertiti, dulce fruta, guaraná,
açaí / Aroma a pachuli, mi amor, mi ángel querubín / Cenicienta de mi torre de
marfil / Cinta de mi Senhor do bom fim / Envolviéndose en mí / She´s my dream
team / Rosa diosa de mi jardín / Esmeralda eterna / Gyspy queen…"
73. Como epígrafe para ‘Riña de Gatos’ de Francisco de Goya y
Lucientes tal vez podríamos apelar a Francisco Umbral: “El más civilizado de
los animales puede volver al salvajismo en una semana..."
72. George W. Bush y la íntima relación entre el chiste y la verdadera
naturaleza enquistada en lo más hondo del inconsciente.
71. “Quisiera poder escribir algo tan misterioso como un gato...” (Edgar
Allan Poe)