Acaricia el agua
Imaginate, querido John, los sueños
Si pudiera describir la mirada
Contarte su proceso, su recorrido sutil
Su travesía de bólido o de flecha instantánea
Lanzada a través de esa inasible
Desnuda sustancia que es el aire
En el que los fragmentos de las formas
Imperceptiblemente se arremolinan
Como piezas de un entramado
O rompecabezas
Convergiendo en lo que es tu visual
Ya como un objeto, un fenómeno o un paisaje
Aunándose, como la encarnación de lo que ves
Sobre la superficie de lo que es cualquier imagen
Bob te salve Violeta
Gracias A La Vida llena eres de magia
Vendimias y Parras
De versos y universos repletas
El lenguaje es contigo
Te ha dado el eterno sagrado sonido de los infinitos significados
Y cada estentórea sabia metáfora ausente de vacío
Donde nada más se logra ver
Lo que puede ser oído
Bendita tú éres, entre todas las mejores
(Elizabeth Cotten, Ma Rainey, Joni Mitchell, Mercedes
Sosa, Amy Winehouse, Billie Holiday)
Y bendito es el fruto de tu Arte
El sur del blues
Santa Violeta, madre de la canción
Ruega por nosotros, "Hermosos Perdedores"
Ahora que es la hora en que tu voz
Con su ciencia poética nos vuelva mejores
Más humanos, sin violencias ni rencores
Y tan sensibles, tiernos e inocentes
Como Nicanor, Neil Young, Caetano, John
Lennon, amén de Leonard Cohen
Genji deseaba a la doncella
Dormida en la penumbra
Tras los postigos la espiaba
Bañada de luz de luna
Desnuda como una perla
Mientras afuera la noche cálida
Su fragancia paseaba
A través del bosque
En el silencio colmado de cigarras
Como una flor pálida
En sueños temblaba la doncella
Salpicada de gemas del rocío
Radiantes como estrellas
En lágrimas sus pestañas anegadas
Semejaban juncos en la orilla
Ni que fueran de agua sus ojos
Se derramaban por las mejillas
Genji deseaba a la doncella
Deseaba beber del dulce
Aire de su respiración agitada
Ser quien ahora la amaba deseaba
Al tiempo que, si no era él
Con indómito resentimiento
Aborrecía a quien fuera que ella soñaba