martes, 11 de noviembre de 2025

Vive en mi olvido ---

 


(Lake, obra de Gerhard Richter)


El cielo debajo
En el lago se refleja
Sus inmóviles aguas espejan
La noche quieta y azul
Sin estrellas

 
La luna vaga el silencio
Como yo entre estos versos
A tientas
Por más que fueras alguna vez
Ni siquiera recuerdo bien
Quién eras


Sombríos resplandores
Irradian en esta nocturnidad
Un árbol caído
Como tantos sueños míos
Vive en mi olvido
Lo que fuera que fuimos
Hayamos o no ocurrido
Vive en mi olvido


martes, 4 de noviembre de 2025

La palabra deviene en viento

 




La palabra deviene en viento
Y lo que tal vez pudo haber expresado
Es apenas un intento
Sujeto al inmutable cambio y a la inevitable adaptación
O deterioro de su sentido y significado

 
La palabra deviene en viento
Discurre al son de un mismo espaciotiempo
Y cuando logra preñar una voz o posarse en un relato
Lo que fuere que haya querido expresar
Ya no es lo que será ni lo que sea que haya expresado

 
La palabra deviene en viento
Es cierto que a veces logra definir
Una sensación pasajera o un momento determinado
Pero me pasa seguido que digo algo y rápido
Me doy cuenta que ni siquiera alcancé a expresarlo

 
La palabra deviene en viento
Un organismo que está siempre vivo y en viaje
Fluyendo en suspensión como el propio lenguaje
Que incluye lo inexpresable y que, aún no manifiesto
Es sólo una emanación sin ningún paisaje


La palabra deviene en viento
Nuevas preguntas en lugar de las ya viejas respuestas
Debiera soplarnos al oído tan infiel impreciso instrumento
Además de llevarse bien lejos tantas meras certezas
Ciegos enfoques, sagradas verdades y demás inventos




(Dos vesiones de “La voz de los vientos, obras de René Magritte, 1928)



Bolsa de Gatos 1301/1310

 




1310. Romain de Tirtoff (1892-1990), conocido por el seudónimo Erté (el cual aludía a la pronunciación francesa de sus iniciales), fue un artista y diseñador nacido en Rusia, amante de los gatos y reconocido por un curriculum de veras notable. Erté fue ampliamente valorado como el artista más influyente del movimiento Art Déco y como diseñador del siglo XX en diversos campos como la moda, la joyería, la ilustración, las artes gráficas, el vestuario y la escenografía para cine, teatro y ópera, además de la decoración de interiores. Criado en San Petersburgo, previo a la revolución bolchevique se trasladó a París donde colaboró brevemente con el modisto Paul Poiret. Luego se convirtió en diseñador de vestuario, trabajó para la revista de modas estadounidense Harper's Bazaar,  empezó a diseñar para el Folies-Bergère de París y de allí en más no paró hasta vestir a las grandes estrellas que aparecían en los musicales estadounidenses como las Ziegfeld Follies y los Scandals de George White. Ya en los 60’s, incansable y creativo, hasta produjo litografías, serigrafías y esculturas en chapa metálica. Su autobiografía, "Cosas que recuerdo", se publicó en 1975. Para redondear, no debemos dejar de consignar que atribuyó siempre su inspiración a la paz y contención que le daban sus gatos.





1309. La mejor medicina tiene cuatro patas y ronronea. En la misteriosa Clínica Kokoro, el Dr. Nike receta gatos como remedio para el corazón humano. ¿Puede un felino curar el corazón roto de una geisha, devolverle la luz a una madre triste o sanar las heridas de un joven fracasado? “Te receto un gato”, escrito por Syou Ishida, es un bestseller japonés que conquistó el mundo con su ternura y sabiduría felina. Encuéntralo en todas las librerías. Pero antes te dejo aquí una reseña de esta gran novela; “¿Quién imaginaría que la cura perfecta ronronea?  La misteriosa Clínica Kokoro se encuentra en un oscuro y escondido callejón de Kioto. Sólo pueden encontrarla quienes más lo necesitan. Aquí el tratamiento que se prescribe no incluye medicamentos, sino ¡gatos! Una receta que, aunque al principio desconcierta, tiene el poder de cambiar vidas. Bajo la guía del excéntrico Dr. Nike y la malhumorada enfermera Chitose, los pacientes llegan buscando una solución para sus respectivas afecciones: un joven quiere recuperar la alegría tras perder su empleo, un hombre desea encontrar paz en su casa y en el trabajo, una madre deprimida anhela reconciliarse con su hija, una diseñadora desea liberarse de su ideal de perfeccionismo y una geisha intenta superar una gran pérdida. Mientras enfrentan sus propios conflictos estos personajes descubrirán que los compañeros felinos que les fueron presciptos, nada más con un poco de ternura y sensibilidad pueden ser la fuente de consuelo y sabiduría que necesitan. El libro postula que a veces para sanar necesitas amor y la compañía de un gato. Divertida, tierna y profundamente humana, esta exitosa novela, ganadora del Premio Kioto a la Mejor Novela, nos invita a redescubrir las pequeñas simples cosas de la vida que pueden curar el corazón humano.






1308. “Borghesia" (Burguesía en español) es el título de una obra de 1977 de Natalia Ginzburg, novelista, ensayista, traductora y dramaturga que ha escrito siempre contra la opresión fascista. La historia cuenta sobre una solitaria viuda, Ida, quien adquiere y luego se la pasa perdiendo por donde sea que va a sus gatos siameses (nítida metáfora) mientras busca a alguien que mitigue su soledad en medio de las confusiones emocionales de la vida de la década del 70 cuando las normas sociales comenzaron a relajarse. Es una novela corta centrada temáticamente en la vida familiar y las relaciones humanas, abordando conflcitos como la pérdida, la soledad, la búsqueda y el intento de empatizar y relacionarse en un contexto de transformación social.






1307. El gato Bobby Kertanegara, mascota del presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, cuenta ahora con escolta oficial asignada por el Estado. Así lo confirmó el viceministro de Estado, Juri Ardiantoro, en declaraciones recogidas por South China Morning Post, luego de que surgieran críticas en redes sociales por el trato preferencial dispensado al pequeño felino. “La protección del Estado no sólo se limita al presidente, sino también a sus bienes personales”, justificó Ardiantoro, subrayando que, al ser propiedad del mandatario, Bobby tiene derecho a servicios estatales, incluida su custodia. El felino, adoptado en 2017 tras ser encontrado en los alrededores del Palacio de Merdeka, ha ganado notoriedad nacional e internacional. Incluso participó recientemente en un desfile por el Día de los Amantes de los Gatos, donde apareció caminando sobre una alfombra celeste siendo escoltado por oficiales de policía, imagen que se volvió viral y generó opiniones divididas. Con más de 591 mil seguidores en su cuenta de Instagram, Bobby se ha convertido en una figura mediática y símbolo inusual del nuevo estilo presidencial en Yakarta. Pongan Bobby Kertanegara en Google y verán los honores que se le rinden en el Palacio presidencial indonesio.(Noticia del 21 de julio de 2025  en https://mediosrioja.com.ar/)





1306.  El ingenioso Arthur Thiele (1860-1936) fue un genial ilustrador alemán cuyas postales de gatos colmaron de alegría los comercios de toda Europa. Thiele fue uno de los artistas de postales más prolíficos de su época y sentía una especial predilección por los felinos. Sus gatos antropomórficos son muy particulares y reconocibles al instante. Vestidos con chalecos, vestidos y gafas, montan bicicletas, beben champán, tocan instrumentos y se meten en todo tipo de divertidas situaciones. Dichas ilustraciones eran ricas en detalles y técnicamente precisas, con un ojo puesto siempre en la textura del pelaje, la expresión facial y la anatomía felina, no estaban meramente adornadas, y capturaban el curioso equilibrio entre la elegancia y lo misterioso que exhiben los gatos. La obra de este gran artista celebraba esa contradicción, mostrando que los gatos pueden ser distinguidos y traviesos, inteligentes y caóticos a la vez. Muchas de sus postales fueron producidas por la editorial alemana Paul Fink Verlag y siguen siendo preciadas piezas de colección... Si encuentras una, considérate afortunado. Son pequeñas cápsulas del tiempo de encanto felino y valen mucho dinero, claro.





1305. La cantante irlandesa Enya vive en el Castillo Manderley en Killiney, Irlanda, y es conocida por su estilo de vida reservado y en compañía de alrededor de una docena de gatos, su predilección en la vida, como ella misma definió. Su hogar antes conocido como Castillo Victoria y Castillo Ayesha es una mansión victoriana donde reside alejada de los reflectores, lo que ha contribuido a enfatizar el aura de misterio que envuelve su performance artística. Su vida transcurre rodeada de sus gatos y con la compañía ocasional de sus colaboradores musicales, la familia Ryan, y algunas visitas familiares poco frecuentes. Enya nunca se casó ni tuvo hijos y adquirió el castillo con el objetivo de disfrutar de la paz y la tranquilidad de vida que ella tanto valora y necesita junto a sus gatos, lejos del bullicio y la exposición mediática, a pesar de su éxito y bienestar.





1304. “Miradas cómplices / Abrirán nuevas ventanas / De universos gatunos”, precioso Haiku ilustrado con la dulce imagen de su nietecita Amalia abrazando a su atigrada gata Kona, nos comparte Milena, Poeta y responsable del sensible impecable blog https://chymundaendanza.blogspot.com/





1303. "El Gato con los Peces Rojos", obra de 1910. El amor por los gatos se reflejó también en el arte de Henri Matisse. Esta es una de las piezas más icónicas de su estilo fauvista, famosa por sus colores puros e intensos y por su énfasis en el dibujo de las formas simplificadas para crear un impacto emocional.





1302. Henri Matisse, uno de los grandes maestros del arte pictórico moderno de principios del siglo XX, fue un adorador amante de los gatos. Algunos de sus más conocidos mininos fueron Minouche, Coussi y una gata negra a la que llamaba "mi pulga", "ma puce" en francés, lo que también significaba llamarla "mi amada". En su vejez,  ya bastante impedido de andar, al artista francés le gustaba trabajar en su cama y, rodeado de sus gatos, inventarles juegos y darles brioche por las mañanas. (En la foto Matisee con su Ma Puche, “su pulga o su amada”)





1301. Alejandro Jodorowsky dijo en una ocasión: “Lo gatos te enseñan sin decir una sola palabra, te muestran cómo vivir en paz con vos mismo. Ellos jamás se exigen estar siempre haciendo cosas. Descansan cuando lo necesitan, se estiran con placer y se alejan de lo que no les hace bien. Saben estar consigo mismos sin culpa ni ansiedad. Porque a veces basta con respirar, soltar lo que pesa y darnos permiso para cuidarnos y ser tal como somos. Así hacen los gatos.”



jueves, 30 de octubre de 2025

Mirando atrás ---



(Una ilustración simil Magritte)


Mirando atrás
A los ojos de tu recuerdo
Que pese al tiempo no envejece
Intacto permanece
Como el olvido
Al que nuestro destino
Ya para siempre pertenece
Mirando atrás
En el sopor de este instante
Mientras la tarde
Como un manto cae lentamente
Sobre el paisaje
En el que la bruma
Como una nube se arrastra
Vaporosa se despeña
Ladera abajo del cerro
Donde la luz tropieza
Se desploma, se apaga
Ensombreciendo los colores
Silenciando las formas, las miradas
La persistencia de tu ausencia
Como una presencia letal
Mirando atrás
La última vez
Que de ahí en más se pareció
A cada inalterable momento después
Cuando la soledad nos vino a buscar
Y la abrazamos sin dudar
Ni saber
Que era el espejo del nadie se puede esconder
Cuando no nos quedaba tiempo
Para lo que jamás pudimos ser
Cuando lo nuestro se convirtió
En apenas algo que fue
Mirando atrás
Tu voz en el adiós
Diseminándose
Como un desierto de silencio entre los dos


miércoles, 22 de octubre de 2025

Tanka de versos móviles (para rearmar) ---

 





Nada en la luz
Riela en mi mirada
Un pez de plata
Rasga la piel del agua
Sus escamas irradian


martes, 14 de octubre de 2025

Tankas encadenados de cuando me da por llover ---

 



A veces lluevo
De vez en cuando tengo
Ganas de llover
Y lluevo lo que puedo
No siempre lo que quiero
Lluevo por dentro
Como llora el cielo
Qué puedo hacer
No me puedo contener
Y me largo a llover
En aguacero
Pero apenas un rato
Después y contra
Todos los pronósticos
Soy muy capaz de llover
Días enteros
Me la paso lloviendo
Gotas de lluvia
Desbordan de mis ojos
Por mis mejillas ruedan
Y de mis labios
Colgando suspendidas
Temblando gotean
Como de un alero
Hasta que ya no lluevo




miércoles, 8 de octubre de 2025

Chöka shēn ---






 

Lo indecible
Es esa insondable
Instancia real
Que ninguna imagen
Podrá jamás enmarcar
Como tampoco
Palabras que lo puedan
Siquiera delinear




(Obras de Maribel Nazco)


miércoles, 1 de octubre de 2025

Kalpa's tanka ---

 


(Obra de Aniela Sobieski)



Antes del Tiempo
Miríadas de kalpas
Transcurrieron...
Ni había nacido yo
Desde que te quiero



Bolsa de Gatos 1291/1300

 




1300. Aunque la mayoría lo conoce por crear The Office o por su ingenio en las entregas de premios Oscar, en Clowder lo conocemos por algo aún más importante: ama a los gatos. Ricky Gervais compartió su vida con una gata siamesa llamada Ollie, quien se convirtió en la más grande estrella de su mundo. Ollie fue un regalo de su pareja Jane y rápidamente se convirtió en su fiel compañera. A menudo la llamaba su mejor amiga, y sus redes sociales estaban llenas de fotos con ella haciendo precisamente lo que mejor hacen los gatos: relajarse y lucir majestuosa. Cuando Ollie falleció en 2020 Ricky habló abiertamente de su dolor. Le escribió un sentido homenaje llamándola una amiga dulce, gentil y hermosa. Quedó claro para cualquiera que lo viera que su vínculo era profundo y lleno de amor. Ricky comparte hoy su vida hogareña con una nueva compañera felina llamada Pickle. Tras perder a Ollie no estaba seguro de poder abrir su corazón de nuevo, pero Pickle lo cambió todo. Es juguetona, intensa, de gran personalidad, y rápida-mente se ha convertido en el centro de sus prioridades, como antes Ollie. Ricky comparte a menudo en las redes fragmentos de su vida juntos mostrando que el amor que sentía por Ollie se continúa en Pickle. (En imagen Ricky con la recordada Ollie)





1299.  Este gato de porcelana fue diseñado y realizado en algún momento del 1700 en China y años después exportado a Europa donde le fueron colocados ojos de brillantes y un taburete dorado a pedido de Madame de Pompadour, la amante principal del Rey Luis XV entre 1745 y 1751, famosa por su influencia en la corte francesa y su ascendencia sobre el Rey, además de su pasión por los gatos. El gato de porcelana, cabe destacar, pertenece a la colección oficial del Museo Getty.





1298. “Dicen que tengo síndrome de Diógenes. No sé si será verdad, pero no puedo evitar recoger los gatitos callejeros o los libros tirados delante de los contenedores de basura. Me parece un sacrilegio tirar la cultura, la historia o todo lo que puede hacer pensar al ser humano. Y sí, hoy me he encontrado al pie del plátano de jardín, unos niños. Me han dicho que son maniquíes y que estaban esperando a que los recogiera el camión del punto limpio, pero yo he visto en esos niños, los que mueren en cualquier guerra injusta de las muchas que hay en este mundo absurdo y egoísta y me los he llevado a casa para vestirlos, darles de comer y dejarlos después de asearlos y ponerles ropita, en una cama de sábanas limpias. Puede que me crean una vieja loca. Puede que tenga algún síndrome de esos modernos. Ahora le ponen nombre a todo, pero no se habla del dolor ni se le pone nombre, a eso que sienten los padres que pierden a sus hijos de manera tan injusta que son las guerras, la muerte o el hambre. Eso nos lo dejan para que lo veamos como si se tratara de un moderno juego, luego nos cuentan lo que algunos quieren que creamos y todos apagamos la televisión y nos vamos a la cama tras la película.” (“Vieja loca”, microrrelato publicado el viernes 5 de septiembre de 2025 en https://misrelatosyotrascosas.blogspot.com, el muy recomendable blog de Nani Canovaca, autora de la novela “Soledad y Olvido van de la mano” de reciente aparición. En imagen vemos a María Dolores Rivero Hernández, más conocida como Lolita Pluma, una querible “Vieja Loca” que dedicó gran parte de su vida a recoger, cuidar, alimentar y hacer atender por veterinarios a los gatos callejeros de la zona del parque Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria, , cuyos vecinos tanto la valoraron y echaban de menos que hasta le hicieron una estatua que es hoy atracción turística y cita obligada de miles de gateros de todo el mundo.)





1297.  Los gatos deambulan por las historias de Murakami como lo hacen por la vida real: silenciosos, inesperados y a menudo dando la sensación como de que ven algo invisible. Nacido en Kioto en 1949, Murakami es uno de los autores más célebres de Japón, conocido por novelas como «Kafka en la orilla», «Crónica del pájaro que da cuerda al mundo», «1Q84» y varias más. Su escritura fusiona lo cotidiano con lo surrealista y los gatos suelen aparecer en los momentos clave. No siempre son centrales en la trama, pero nunca aleatorios. A veces hablan, a veces desaparecen, a veces conducen a los personajes a una mayor profundidad en la memoria o el misterio. Murakami en entrevistas ha descrito cómo disfruta de la independencia y presencia de sus gatos, especialmente durante su serena y solitaria labor. En otra oportunidad evocó que alimentar a los gatos callejeros cuando sale de paseo forma parte de su rutina cotidiana. Para él los gatos no son metáforas sino compañeros en el fondo de su conciencia, casi la atmósfera en la que se mueven sus personajes. Si alguna vez has sentido que un gato sabe más de lo que dice, o que su silencio encierra algo significativo, encontrarás eso mismo en las páginas de cualquier libro de Haruki Murakami.





1296. Bob Dylan en el Indian Neck Folk Festival de 1961, rodeado de músicos de la escena folk de la época. Un detalle curioso se cuela en la foto: es un gatito siamés sobre el hombro de Jack Parmley. Dylan era conocido por detectar fragmentos de la vida cotidiana para luego transformarlos en canciones. Pues bien, aquí tienen uno, años después de esta escena, en “Like a Rolling Stone” Bob mencionaría a un "diplomático que llevaba un gato siamés en el hombro". Aunque la línea no se refiere a Parmley, es un nítido ejemplo de cómo él usaba imágenes de lo que ocurría a su alrededor para incluirlas en sus letras. (Fragmento de Like a Rolling Stone: “Ah, nunca te interesaron las muecas de los payasos y malabaristas que hacían trucos para vos / Jamás entendiste que no eran para nada buenas / No debiste dejar que otros recibieran las patadas que eran para vos / Solías subirte a corceles cromados con tu diplomático / llevando en sus hombros un gato siamés / ¿Viste qué duro fue descubrir que él no era lo que parecía / y que se llevó todo lo que pudo robarte? /¿Cómo se siente estar a la deriva / sin dónde caerte muerta / como una piedra rodante?”)





1295. Tama, la gata calicó de la estación de trenes de Kishigawa, en la prefectura de Wakayama en Japón, salvó a su línea de la quiebra y se ganó así su fama, convirtiéndose en la empleada felina más conocida del mundo. Cuenta su historia sintetizada que en el 2007 su pequeña estación de trenes de una zona rural atravesaba serias dificultades económicas y que estaba a punto de cerrar. Fue entonces cuando tomaron la brillante decisión de nombrar a Tama como jefa de estación oficial, con gorra y uniforme, para cumplir la misión de ser adorable con todos los pasajeros sin excepción. Turistas de todo Japón acudían en masa, cuando hicieron correr la simple noticia a través de la oficina de comunicación de la estación, y un verdadero fenómeno impensado ocurrió, ya que todos querían conocer a Tama, la gata trabajadora, y la línea ferroviaria en crisis experimentó un aumento masivo de pasajeros en un 17% en su primer mes e iría creciendo de ahí en más, salvando literalmente a la estación de su cierre... Cuando Tama falleció el 22 de junio de 2015 miles de personas asistieron a su funeral y fue ascendida póstumamente a "Honorable Eterna Jefa de Estación" e incluso le construyeron un santuario con forma de gato en su honor, instituyendo a futuro que la estación mantendría el puesto y servicio inaugurado por Tama y que sería cubierto por un plantel de gatas. Nitama, Santama y Yontama son algunos de los nombres de las gatas que vienen estando a cargo. Es por esta razón que la estación de trenes de Kishikawa será siempre reconocida como la estación de Tama y sus gatas sucesoras.





1294. Utilizando tinta negra sobre papel absorbente, Endre Penovác deja que la pintura se desborde y se extienda de forma natural, otorgando a sus gatos una presencia nebulosa y sobrenatural. Sus contornos son suaves, sus ojos vívidos y sus cuerpos parecen flotar entre la forma y la sombra. Su obra no intenta encasillar a los gatos. Nos invita a verlos como son: seres esquivos, alertas y siempre medio como en otro mundo. Con apenas pinceladas Penovác captura no sólo la apariencia de los gatos sino también cómo se comportan en diferentes ámbitos. 





1293. Nacido en 1956 en Bačka Topola, un pequeño pueblo del norte de Serbia, Endre Penovác es un pintor húngaro conocido por sus etéreas envolventes pinturas de gatos en tinta y acuarela. Perteneciente a la minoría étnica húngara de la región de Vojvodina, Penovác aún vive y trabaja en el mismo pueblo donde nació. Tras estudiar en la Academia de Bellas Artes de Novi Sad desarrolló un estilo sereno y potente que ha captado la atención internacional. Si bien pinta una gran variedad de temas, incluyendo paisajes rurales y animales de granja, son sus retratos de gatos los que le han dado su merecido reconocimiento.





1292. “Sólo me importa el resplandor / Es el momento de gato / Hubo de todo y no hubo nada / Y es inútil repetírtelo / Sólo un sigilo intrascendente / Una acción obvia / Qué buen pasillo de quietud / Es un paisaje entre islas tan tibias / Tan desnudas de todo...” (Fragmento de la letra de “El gran doblez”, tema que Spinetta publicó en “Don Lucero”, su álbum de 1989. Sobre qué se lo inspiró, El Flaco, junto a su recordado gato Lobo en la foto, dijo en una entrevista: “Observar a los gatos, que tienen mucho de humanos, me disparó este tema que habla de una consciencia dual en la que se establece el sigilo como método de placer. El deslizarse de los gatos es para mí como un paisaje entre islas para el regocijo”. 




1291.  Joyce Carol Oates es autora de cerca de 60 novelas además de cuentos, poesía, ensayos, obras de teatro y un par de volúmenes de memorias. Oates es también reconocida como una defensora guardiana de los gatos. En 2015 escribió un poema que The New Yorker le publicó titulado "Jubilate: An Homage in Catterel Verse" en honor a su gata Cherie. El poema destaca con versos metafóricos las garras amasadoras de Cherie en su vientre, la aparente distancia que muestra ante lo que la rodea y el desafío de comprender la sensibilidad felina. La presencia de Oates en redes sociales (X, en especial) incluye publicaciones públicas frecuentes sobre sus gatos. En el Cuestionario Proust  de Vanity Fair ella identificó su idea de la felicidad absoluta como "despertar con un gato ronroneando junto a mi cabeza sobre la almohada", además de su pasión por escribir. Incluso en ocasiones publica consejos y recomendaciones como la comida orgánica sin cereales como necesaria para los gatos mayores o con todo derecho quisquillosos. Además, aunque los gatos no son el centro de sus ficciones siempre están presentes, puesto que desempeñan un papel constante y amoroso en su vida e imagen pública. 


viernes, 26 de septiembre de 2025

Desiderata’s chöka ---

 





Luz de silencio
Traza en mi mirada
Las formas aún
Vírgenes, inanimadas
Jamas antes detectadas
La inespacial
Sustancia increada
Su inescrutable
Radiante sonoridad
Alumbrando lo que vendrá


miércoles, 17 de septiembre de 2025

Lo que no es ---





 (Early Salvador Dalí)


Lo que no es
Al fin y al cabo una emanación que aún no pudo ser
Existe a la vez
Que aún no es
Como una luz en silencio
Su sonora nitidez
Existe como algo que eventualmente podría o no suceder
Algo que algunos se ufanan en desestimar
Al tiempo que con tal aseveración
No hacen más que ratificar
Su existencia como instancia potencial
Lo que demuestra que siempre está por verse
Si existe lo que no es posible
En otras palabras
Si acaso los imposibles son posibles
Si no será que durante siglos
Lo que no es
Viene siendo
En su devenir
Desde el epicentro mismo del vacío
Algo que se demora en suceder
Como este poema que por ahora sólo es
Una luz en silencio
Intentando delinear
Con sonora nitidez
Las formas inanimadas y los versos
Intentando encender
Las miradas increadas y el lenguaje
Para que tal vez lo que no es
Tenga posibilidades de ser



martes, 9 de septiembre de 2025

Gaza

 




Oh, mi amor
Qué sé yo qué se hace con Gaza
Qué sé yo si hay algo que podamos hacer
Después de lo que hicimos con Gaza
Hicimos lo mismo que vemos que pasa
Su ya casi inexistencia
Por acción u omisión
En eso tuvimos participación
Nos compungimos apenas por un rato
Cuando nos enteramos
Pero después nos olvidamos
Y cada cual a lo suyo
Así lo permitimos
Nosotros lo hicimos
Quién puede declararse inocente
O hacerse el distraído
Quién dice haber estado ausente
O va a hacerse el desentendido
Vivimos lo que ha sucedido
Oh, mi amor
Si algo pasa hoy en este mundo es que nada pasa desapercibido
Si algo pasó con Gaza es lo que nosotros hicimos

(Poema escrito antes de que dejáramos de hablar de Gaza)


martes, 2 de septiembre de 2025

Advertencia ---

 




Llega un día que caes en la cuenta que soñar
O incluso haber cifrado demasiadas esperanzas
(Además de irreversibles pérdidas de tiempo)
Fueron disimulados encubiertos actos de cobardía
Al constatar (a buen entendedor) que te entretuviste
Y que con eso no hiciste más que dejar meramente pasar
Infinidad de oportunidades para animarte a hacer lo que debías
 


Bolsa de Gatos 1281/1290

 




1290. Leonora Carrington, pintora surrealista tan inglesa como mexicana, en su estudio con su gato. «Los gatos me hablan, los escucho. Son más límpidos que los humanos», dijo alguna vez. (Fotografía de Emeric “Chiki” Weisz)





1289. James Mason y su esposa Pamela Kellino fueron devotos amantes de los gatos. Los medios de comunicación informaban con frecuencia de su afición gatera y de la colección de gatos que llegaron a tener en sus hogares, ya en Surrey o en Beverly Hills. Las historias de los felinos de la famosa pareja se hicieron tan populares que en 1949 los Mason publicaron un libro titulado "Los gatos en nuestras vidas". James, que era también artista plástico, aparte de multipremiado actor, lo ilustró con dibujos y pinturas. Actualmente es un título difícil de encontrar y bastante caro entre los coleccionistas. En sus páginas relataban historias divertidas y muchas veces conmovedoras sobre los gatos que habían tenido y amado tanto. Baby, Lady Leeds, Whitey, Zeke, Toppy, Sharon, Nibbler, Sadie y Flower Face fueron sólo algunas de las ‘musas maulladoras’ que inspiraron a Mason y Pamela a escribir el libro cuyo lanzamiento mereció exhibirlos en plena tarea en la portada de la célebre revista Life.





1288.  “¿Piensan los gatos? / Dicen que los gatos no piensan, / pero eso es difícil de creer. / Como no pueden hablar, / ¿cómo puede alguien saberlo? / Lo cierto es que Gatito, / cuando orina en la almohada, / se esconde rápidamente: / sabe que ha hecho algo mal. / Y si la comida está caliente, / antes de comer, / la toca con mucho cuidado con la pata para comprobarlo. / Sólo cuando la temperatura de la comida es normal / viene por fin a comer. / ¿Y puedes explicarme cómo supo que se enfriaría?” (Poema del Poeta gatero Ferreira Gullar con su siamés Gatito)




1287. Julius Adam II (1852-1913), fue un artista alemán especializado en la pintura protagonizada por animales, en especial sus admirados gato. Julius estudió pintura desde muy niño, dedicándose en sus primeros trabajos principalmente al paisaje antes de volcarse a pintar animales. Al iniciar el siglo XIX los retratos con gatos se pusieron de moda y Adam tuvo un éxito rotundo pintando gatos, tanto que llegó a ser conocido como Julius «Gato» Adam. Aquí lo vemos en su famoso autorretrato de 1911 con sus propios gatos.





1286. El maestro de la meditación de Lingdok, un pequeño pueblo del noreste de la India, 1972. Conocido como el Gomchen, título que significa "el gran meditador", este monje celibe de 87 años vivía en retiro en una cabaña aislada en el bosque, acompañado solo por un joven asistente y un gato. Totalmente sordo y dedicado por completo a la contemplación, pasaba horas en meditación y vivía de las ofrendas de los peregrinos, las que compartía con su gato, porque nunca debían faltarle por ser una divinidad a su cargo, y a veces con su discípulo, como parte de su instrucción para que aprenda, por ejemplo, sobre la abundancia y la privación.





1285. "Hace 14 años heredamos un gatito de meses. Mis hijos y mi mujer se entusiasmaban con  tenerlo en casa. Yo con más congelado sentido práctico me resistía. Nunca me habían gustado demasiado esos bichos. Impredecibles. Un verano por hacerme el langa con una muchacha que gustaba mucho de ellos había alzado a uno en el puerto de Olivos y el muy mierda me había clavado las garras a la altura del codo. Cené haciéndome el distraído toda la noche con el brazo inflado como popeye pero a rayas. Yo soy de los perros, decía, no me jodan a mí con los gatos. Gato marrón. Alguna vez un pintor me había dicho que si mezclás todos los colores de la paleta da marrón, color caca me había dicho. No compraba jamás de los jamases ropa marrón, por ejemplo. El gatito encima era marrón. Caca pura. Chocolate decían mis hijos buscandole la imagen positiva. Si entra un gato salgo yo, dije un poquito sobreactuado de más. Pero se ve que ya había fayuteado tantas amenazas yo que ni pelota me dieron. O vieron la oportunidad de algún buen trueque. Me dejaron bautizarlo para ver si me ponían más frufrú. Le pusimos Fausto. Yo me sentaba a escribir, venía y se me sentaba arriba el hinchapelotas. Yo lo bajaba más o menos delicadamente. Y el pesado volvía. Como yo estaba mucho en casa me tenía de abrigo. ¿Qué soy, una estufa yo acá, carajo…?  Resulta que acá se van todos y encima me lo banco yo todo el día al animal. Me di cuenta al final que era más fácil dejarlo hacer lo que quisiera, má sí, querés subirte, subite cabeza de termo. Cada tanto lo acomodaba para que no fastidie. Por lo menos es suavecito sentía. Todos los días lo mismo. Eso. Y frotarse la cabeza contra mi oreja. Y ronronear. Y eso de tocarte la mano con la patita. Y uno no es de fierro tampoco. Cuando unos meses después la familia me escuchó decir en la mesa “mi gatito” hicieron silencio compasivo. Nadie se rió, pero yo no soy ningún tonto, eh. Escribí todas mis últimas obras con Fausto a cuestas. El tipo entendía la mierda esta de la dramaturgia. Cuando se sentaba encima de un borrador  era claro que me lo estaba curando. Fue el curador de cada borrador impreso. Este sí, este no. Cuando se levantaba aburrido y se iba al balcón yo entendía con claridad que no valía la pena seguir haciendo fuerza y me iba con él. Si yo regaba él seguía con atención de espectador fascinado el recorrido del agua que drenaba la maceta, y yo me colgaba pensando en la importancia de no perder el hilo del conflicto eje.  A veces la cosa no avanzaba; y el tipo se ponía a maullar. Yo sabía: rompía la hoja, hacía seis bollos y jugamos un rato al metegolentra en la puerta de la cocina. A la vuelta siempre se me ocurría algún otro recursito salva escena. Era tan práctico todo en el bicho que me hacía pensar a cada momento en la limpieza de las estructuras, en la belleza de las elipsis, en lo bueno de ir al grano. Hace un par de meses se enfermó. Los riñones. Estaba viejo y muy flaco. Lo llevábamos a la veterinaria, le pasaban suero y levantaba de nuevo unos días. Anteanoche llovía fuerte. Pidió salir al jardín, le abrimos, y él que le disparaba al agua como a la peste, él que no se alejaba nunca de los límites del territorio que alguna vez había meado, se fue caminando medio errante bajo la tormenta y se internó en el terreno lindero. Lo salimos a buscar con paraguas y linternas y lo encontramos acurrucado en el quincho de un vecino. Comprendimos que había llegado la hora. Se iba para terminar la vida alejado, ese atavismo raro y poético de los gatos. Ayer murió. Hice un pozo tal vez demasiado profundo en el jardín y lo enterramos. Le planté unos helechos serruchos. Yo lagrimeé, mi mujer lloró. Ella dice que como yo lloro poco sufro el doble, y debe tener razón. Pero puedo escribir, que al final es catarsis también. Y despedirme en letras. Cada uno hace lo que puede. Chau Fausto, Chau coautor. Hoy salimos a caminar y a la vuelta lo extrañamos al entrar a la casa. Me saqué el ponchito marrón que enrollo sobre el abrigo marrón, que me calzo sobre mi camisa marrón (todos los que me conocen saben de esta manía monocromática que vaya a saber cómo me ha agarrado a mí desde hace varios años, si hasta medias marrones tengo en la fotito, sentado sobre mi sillón marrón). Agarré la compu para seguir con la obra que me desvela pero no, salió esto". (Mauricio Kartun, dramaturgo y director de teatro)





1284. “Somos grandes gatos, tu e eu. / Por isso, dormitamos no sofá / a ouvir a imitação da chuva / que o filtro do aquário faz ressoar na sala. / Gostamos de estar assim, / horas e horas, tentando / acalmar a bravura do relógio. / Porque a paz não é bem a paz, / mas apenas a ausência da guerra.” (“Pax simulata”, en portugués, para que con la traducción no perdamos su bella musicalidad original, poema de Luís Palma Gomes, en la imagen, junto a sus piernas, vemos dormitando a su gata que no se deja fotografiar, publicado el 27 de junio de 2025 en su muy recomendable blog poético personal https://arvorecomvoz.blogspot.com/)





1283. “Los amantes de los felinos evangelizan a minorías intensas. Las personas que nunca han tenido animales en sus vidas no sólo no comprenden sino que suelen plantear que es absurdo amar a esas criaturas indómitas, autosuficientes, de temperamento independiente, impermeables a las amenazas, desobedientes por naturaleza. El filólogo y periodista asturiano Pedro Zuazua Gil confiesa que nunca fue un gran animalista hasta que apareció Mía, una gata blanca y marrón claro, y se convirtió en un apasionado padre primerizo hipocondríaco. «En una de las múltiples ocasiones en las que se subió a la mesa, no sé cómo intenté bajarla y se me resbaló de las manos, cayendo al suelo. No le dio tiempo a girarse antes del golpe y, al levantarse, cojeaba ostensiblemente… Mía iba caminando con la patita derecha en el aire y se notaba que le dolía mucho. Mi primer pensamiento fue que la había dejado coja para siempre. Por mi mente pasaron infinidad de gatos y perros a los que había visto con una pata en cabestrillo. Pobre Mía, había ido a parar a la casa de un tipo que a las dos semanas la había convertido en una gata lisiada», recuerda el autor de “En mi casa no entra un gato”, un libro delicioso, una bocanada de oxígeno y carcajadas en este mundo pandémico.” (Por Silvina Friera para Página12 – Suplemento de Cultura y Espectáculos del 16 de julio de 2020)





1282. Aunque tras la pandemia pudo confesar que mató a sus queridos diecisiete gatos a escopetazos durante una de sus penosas demenciales crisis por drogas, Ozzy Osbourne hizo servicios públicos para PETA, como este en el que imputa la crueldad oculta tras la práctica de quitarles sus garras a los gatos. “La desungulación de las garras en los dedos de los gatos es una horrible imbecilidad. Si tu sofá es más importante para vos que la salud y la felicidad de tu gato, ¡no mereces tenerlo! Cómprale un rascador a tu gato; no lo mutiles más”, lanzó Ozzy para esta campaña. Por más que los malinformados puedan pensar que es una simple manicura, la desungulación es en realidad una práctica dolorosa. Sin sus garras como primera línea de defensa, los gatos se sienten tan inseguros que tienden a morder con más frecuencia como forma de autoprotección. Incluso los gatos adiestrados pueden orinar y defecar fuera de su caja para hacer sus necesidades y tener otros comportamientos agresivos cuando les cortan las uñas. Adicionalmente, como información, sepan que en el verano de 2019 el gobernador Andrew Cuomo hizo historia cuando Nueva York se convirtió en el primer estado de EE.UU en prohibir la desungulación de gatos. Los que buscan proteger sus muebles más que a sus mininos pueden consultar sobre las maneras humanas de evitar que los gatos los arañen para estirarse las uñas en el libro de Ingrid Newkirk, Presidenta de PETA: "250 acciones que puedes hacer por tu gato”, entre ellas no cortarles sus uñas.





1281. Instantáneas gatunas – El 22 de julio pasado falleció en Jordans, Reino Unido, Ozzy Osbourne, mítico cantante de rocanrol y líder de Black Sabbath. Así fue recordado en las redes por sus seguidores gateros.