600. “Para el
gato, un cascabel / Para el ratón, una trampa / Para el querer, una puerta /
Para el sueño, una ventana.” (Poema del libro “José Bergamín para niños”)
599. Alan Moore,
escritor y guionista de cómics reconocidos por la crítica y popularmente
aclamados como Watchmen, V de Vendetta, From Hell y The League of Extraordinary
Gentlemen, aparece mencionado en el notable artículo de Lorena Caraballo,
“Biografía del Gato de Cheshire”: «Lewis Carroll no fue el único célebre autor
que ha conocido al singular personaje llamado El Gato de Cheshire. El icónico
escritor de cómics y también inglés Alan Moore se topó con él por primera vez
en su juventud al consumir ácido lisérgico y se cree que lo inspiró justamente
a valerse de las historietas como formato para su obra...» (https://digopalabratxt.com/2015/03/13/biografia-del-gato-de-cheshire-por-lorena-caraballo/
598. Siguiendo
la antigua tradición de rendirles culto a los gatos, Winston Orrillo, poeta traducido
a una docena de idiomas ha publicado el “2do libro de Benita”, una muestra de
devoción y afecto a su gata y a la poesía. El nuevo poemario se suma a los veinte
anteriormente publicados y acaba de ser presentado en el Instituto Raul Porras
Barrenechea de Miraflores por Julio Benavides, editor de Vicio Perfecto, junto
a los más elogiosos comentarios de los escritores Eduardo Gonzáles Viaña, Eldi
Toro y José Beltrán. Al hacer uso de la palabra Benavides aseguró que se
trataba de una obra mágica y gatuna, y no dudó en calificarla como una de las
mejores del año 2016. Asimismo destacó que siendo testigo de la convivencia con
su gata pudo constatar que el poeta trata a sus poemas con el mismo amor y
cuidado con que la trata a ella.
597. Patti
Smith, su hijo Jackson recostado en la cama
con su guitarra y su hija Jesse con uno de sus gatos en brazos,
fotografiados para una de las famosas series con celebrities de Annie Leibovitz
en St. Clair Shores, Michigan, en 1996.
596. “Los poemas
que abdican despiertan en casas rojas, habitadas por gatos de la guarda y la
sombra de escritores que desgajaron la miseria, se entregaron al techo
inmaterial de los versos y al malditismo (Rimbaud, Ginsberg, Martín Adán). De
sus domicilios destartalados llegan al hogar de paredes encendidas, donde la
voz poética los alimenta y les da de beber. Ellos se hacen felinos. Todos al
mismo tiempo se transforman en un gato hambriento que despierta a su dueña por
la noche. Los poemas que abdican desposeen vocablos programáticamente y sin
concesiones; es decir, mastican versos propios y ajenos hasta hacerlo un bolo
solitario que desaparece en su boca…” (Fragmento de “En un mundo de
abdicaciones” de Victoria Guerrero Peirano, escritora peruana)
595. “El
maullido de un gato en la noche / antes de morir / el maullido de un gato, su
histérico adiós / ¿Qué secreto, qué extraño y banal misterio / nos oculta la
vida en ese grito atroz? / ¿Cómo mirar después su lugar en la sombra / las uñas
de la muerte, la piel de la impotencia? / Tantos años compartiendo el destino
que es ahora / una cesta vacía / derrotados zarpazos, unos ojos borrados / el
absurdo de todo, enigmas y despedidas”. (Poema de Juan Luis Panero. En la foto
junto a su gato Gatulo en Torroela de Montgri en los 80’s)
594. Eugène
Delacroix admiraba de los gatos su presencia, su figura, su andar, sus
estilizados armoniosos movimientos, su evidente espiritualidad, y tanta
admiración le causaban que les dedicó infinidad de estudios, además de decenas
de pinturas y dibujos de gatos y otros felinos. (En imagen su “Estudio de Seis
Gatos”, 1830)
593. "Quiero
salir de tuiter y ser productiva, pero claramente los gatos traidores estos no
me dejan…” dijo el 30 de noviembre de 2015 la actriz, guionista y directora argentina Malena Pichot
en https://twitter.com/malepichot/status/671390963101794304
592. Una
entrevista a Aída Carballo (1816-1985) salió publicada el domingo 11 de febrero
de 1979 en el suplemento cultural del diario Convicción. Julio Ardiles Gray y
Ernesto Schoo la habían gestionado durante largos meses y enviaron a una joven
cronista de la sección Artes y Espectáculos para que la realice. En casa de
Aída su hermana abrió el portón e invitó a la cronista a sentarse en un banco
de plaza que había en el patio lleno de gatos. La cronista esperó allí un buen
rato, los gatos comenzaron a rodearla, a restregarse por sus piernas, se subían
a su regazo, mientras dos ojos negros seguían la escena a través de las
celosías de una de las piezas que daban al patio. La espera de la cronista se
prolongó todavía más hasta que oyó la voz de Aída detrás de las celosías: “Mis
gatos te quieren. Bienvenida". La entrevista se desarrolló luego con
normalidad. Aída contó su historia como grabadora, dibujante, ilustradora,
ceramista y maestra de pintores, toda una vida dedicada al arte y a sus gatos.
Habló con franqueza, con su reconocido vocabulario rico en matices. No le
escapó a ningún tema, habló de sus internaciones psiquiátricas sin omitir los
diagnósticos, las terapias que recibió, lo que es la vida en esos lugares, y
también habló de los gatos que fueron en su vida su real compañía. (Aída
Carballo y su gato, interpretados por Rubén Darío Acosta en la muestra del
Centro Cultural El Cántaro 2019)
591. En varias
de sus obras el crítico literario y académico francés Frédéric Vitoux hace
suyas las palabras del escritor norteamericano Ira Lewis: "El perro
piensa: me alimentan, me protegen, me aman; deben ser dioses. El gato piensa:
me alimentan, me protegen, me aman; debo ser su dios. El perro es modelo de
creyente. El gato es emblema de lo divino.”
A veces lucen su atuendo de encajes y puntillas los
fractales
Pespuntean la desnudez del aire con sus vaporosas filigranas
Otras semejan muecas y perfiles entre el verdor del
follaje
Y oleajes de nubes inflamándose ante el promontorio
de la mirada
Se ven también entre los arabescos del agua bordada
de espuma Nítidamente los veo arremolinarse en los vitraux de las catedrales Se hace inexpresable su detección en lo que labra mi lenguaje
Vienen a mi mente como los tejidos de crochet que
hacía mi madre
Suenan en los mandalas con sus intrincados místicos
designios
Y a veces hasta me parece vislumbrarlos e incluso oír sus
atisbos En Kandinski, Paul Klee, Pollock, Hokusai y casi todos los cubismos
Y entre las palabras de los poemas jazzeros que tanto admiro...
590. Este es un
detalle de 'Proverbios Flamencos', pintura de 1559 y actualmente exhibida en el
Museo del Prado en Madrid, detalle conocido como Proverbio Nro. 90 de los 118
proverbios que Pieter Brueghel El Viejo distribuyó en los diferentes sectores
de su ya célebre cuadro. Con cada proverbio (en este: quien lleva armadura le
pone el cascabel al gato; las armas le dan coraje incluso al cobarde) Brueghel
pretendió aludir descriptivamente a los proverbios populares de Flandes del S.
XVI. La referencia pertenece a Italo Sordi de Milán, como consta en 'La obra
pictórica completa de Brueghel' de Editorial Noguer-Rizzoli, Barcelona 1968,
páginas 94-95. (Si desea ver en detalle cada Proverbio https://www.literatuurgeschiedenis.nl/middeleeuwen/spreekwoorden.html)
589. “No
recuerdo el contexto, pero me quedó fijada en la memoria la música de aquel
artículo. Era de Néstor Luján y hablaba de la muerte de su gata, que
acostumbraba a estar a su lado mientras escribía. Aunque Néstor nunca perdía
aquel punto cáustico, síntoma inequívoco de su inteligencia, aquel artículo
respiraba una intensa emoción por la pérdida de su compañera. En aquel momento
pensé que tenía que ser muy valiente para expresar, con tanta desinhibición, un
sentimiento que sólo podemos entender los que vivimos con estos pequeños y magníficos
felinos. Tenía que ser valiente y, al mismo tiempo, estar conmocionado.
Ciertamente, debe de ser difícil para mucha gente entender que la muerte de un
animalito que durante años nos ha acompañado por la vida nos entristezca tanto,
y algunos lo deben de considerar una frivolidad. Sin embargo, para los que
hemos aprendido a conjugar el verbo convivir con estas pequeñas vidas que, sin
el lenguaje de las palabras, nos dotan de una gramática entera de estimación,
su pérdida nos deja abatidos. Yo acabo de perder a una de mis gatas…”
(Fragmento inicial de “Mi artículo sobre
la muerte de mi gatita”, conmovedor relato subido por Pilar Rahola a su Facebook el 8 de enero de
2014)
588. Manuel
Mujica Lainez disfrutaba escribir sobre gatos, ponerles nombres y dibujarlos, e
incluso también felinos como tigres y leones que luego le regalaba a sus más
dilectos amigos adornados con dedicatorias y aforismos. Cuando murió su amado
compañero Balzac, Manucho dibujó un azulejo para su tumba ubicada en los
jardines de su residencia en Cruz Chica, provincia de Córdoba. La dedicatoria
perfilada sobre el lomo de Balzac afirma: "Aquel que posea un gato, tiene
placer para rato. Su famosa indiferencia es elegancia y es ciencia."
587.“Lucas pasa más tiempo en casa desde que
murió Agata. Ella le enseñó la calle. Ella, su hermana menor, tan ágil, tan
lista y tan precoz para morir. Quizás ella siempre supo que no duraría mucho y
por eso era tan inquieta, y como Lucas ahora sale menos, pero hizo amigos
cuando salía con Agata, vienen a verlo a casa. En el día pasan más
desapercibidos, pero en la noche… jóvenes como son… ya se sabe: juguetones,
ruidosos. Me sobresaltan en medio de la noche los pasos corriendo sobre el
tejado. Carrera para aquí. Carrera para allá. Suenan tan fuerte que temo que
puedan asaltarnos. Me tranquilizo cuando miro a Lucas. Él apenas sacude
levemente una oreja, suspira y sigue durmiendo plácidamente. Al calor de mis
piernas.” (“Lucas”, por Alís Gómez, texto encontrado en su blog
https://micajonde-sastre.blogspot.com)
586. Como parte
del "Proyecto de Arte Federal del New Deal", la poeta y pintora Emily
Barto (1896-1968) recibió de la Comisión Directiva un pedido para que diseñe y
realice un mural en el hall central del Hospital Fordham de la Ciudad de Nueva
York. Su gato atigrado volvía a ser su inspiración, luego que Emily compusiera
una conocida canción infantil de su época:"Había una vez un hombre chueco
/ Que caminó una milla chueca / Y se encontró seis peniques chuecos / Al lado
de una columna chueca / Y se compró un gatito chueco / Que atrapó a un ratón
chueco / Y así vivieron felices, todos chuecos / En una pequeña casa chueca."
(Emily Barto pintando su mural “Cuento de Animales”, incluido en Artful Cats
por Mary Savig y publicado en los Archivos del Arte Americano del Smithsonian
Institute.)
585. Mientras
propagaba su enseñanza en el Japón feudal del siglo XIII, Nichiren Daishonin, el
Buda Original, explicó en el Gosho “Las Espadas del Bien y del Mal” qué sintió
al ser perseguido por el shogunato de Kamakura: “Pueden compararme con una
polilla que se lanza a volar sobre el fuego o con el ratón que se pasea delante
de un gato. Soy como un animal que sabe que está en peligro pero no mide las consecuencias,
y arriesgo mi vida en un acto de elección consciente…”
584. “Offenbach,
mi gato, es un animal feliz: sus exigencias son bien pocas y, aparte de una
comida en la mañana y otra al final de la tarde, no exige otra cosa que lo que
él mismo da a granel: cariño, una mano pasada por la cabeza y el lomo, una
cepillada ocasional: atención. Pero a pesar de su humanización y de su
reclusión hogareña, la vida de Offenbach está atemperada a los ciclos animales
y universales: él y el cosmos son la misma cosa, y el gran abismo creado por la
conciencia humana es franqueado por Offenbach todos los días con una sencillez
admirable: el estoicismo animal es tan natural como la respiración."
(Fragmento de “Offenbach y El Universo” de Guillermo Cabrera Infante)
583. “Cat People”,
dirigida en 1942 por Jacques Tourneur , película de terror estadounidense que
baja línea sobre la mala fama que desde siempre le han hecho a los felinos en
general y al gato en particular de ser oscuros y traicioneros por naturaleza. En
la trama la protagonista se convierte en pantera sin embargo el afiche de la
película usa la figura de un simple gato negro de gesto diabólico. No en vano
la película culmina con los versos que el poeta John Donne compuso para sus “Holy
Sonnets”: «Lo oscuro es traidor de la noche eterna, mi mundo / Pero ambos, la
noche y el traidor deben morir…»
582. “El gato se
apoya sobre mí / Me dice la mañana / Antes de poner el éxodo / De mugre en el
lavabo de la cara / Antes de revolver con pan salvado el tuco / El gato camina
marrón y blanco / En el lomo tiene un triángulo cobrizo / Y es de felpa / Mientras
la cuchara de madera aprueba / El volumen sangrado del tomate / El gato enrosca
gentil su cola / Con ojos dilatados dice: / Hoy te estás quedando sin amigos.”
(Poema de María Lucesole encontrado en la web)
581. “Hay gatos
como talismanes por todos lados en Casapueblo…” asegura Mario Markic en el
programa “Un artista de dos costas”, emitido por la señal de cable TN, durante
la recorrida que hizo de la vida y obra de Carlos Páez Vilaró por su
casa-museo.