30. Andy Warhol con Sam, uno de sus veinticinco Sam, quiero decir, gatos,
puesto que a todos los llamaba Sam.
29. Antes de ser la amada musa de Salvador Dalí, aún antes de ser la primera esposa de Paul Éluard y mucho antes de ser Elena Ivanovna Diakonova, Gala aprendió de los gatos el silencio y jamás nadie le sacó una sola palabra sobre el asunto.
28. Salvador Dalí y Philippe Halsman crearon esta imagen en algún momento de 1948. Buscaban capturar el efecto de suspensión-detenimiento y, luego de un arduo día de trabajo, lograron esta instantánea, 'Dalí Atomicus', para la cual varios asistentes se encargaron de lanzar baldes de agua y una docena de gatos. Como dijo Philippe: "Luego de veintiocho tomas quedó satisfecho mi deseo de perfección. Salvador, mis asistentes y yo estábamos completamente mojados y exhaustos, mientras que los gatos lucían impasibles y secos, como si nada hubiera pasado."
27. El gato es un ser misterioso, guarda más misterios en su mente de los que nos podemos imaginar. (Sir Walter Scott)
26. Louis-Ferdinand Céline: “Siéntese, y perdone el desorden, pero es cosa de mi gato Bébert, que lo revuelve todo. Ahí lo tiene, echado sobre su estante preferido. A veces pienso que escribo sólo para él, y más ahora que soy un maldito. Francia es muy cruel con sus escritores. ¿No lo sabía? Es curioso para un país que mima la cultura. Pero aquí hay que morirse para ser rehabilitado. Al contrario que con el resto de los mortales, un escritor huele mejor cuando por fin está muerto y ya no puede opinar. ¿Pero usted venía para eso? Para que le narrase el viaje al fin de la noche.
25. Cuando Carlos Monsiváis enfermó de gravedad, las recomendaciones del
médico incluyeron que sus gatos ya no se cobijaran en su regazo, que no
retozaran sobre su escritorio entre sus papeles y que no durmieran más en su cama.
Costó mucho hacérselo entender a Monsiváis, pero la consigna fue tajante y el
escritor, ya muy debilitado, no pudo evitar que sus allegados la obedecieran.
Con el pasar de los días Monsiváis extrañaba a sus gatos y ellos también
resentían su ausencia, en especial Miau Tze Tung, un ejemplar joven con la
energía de una bomba nuclear que se las ingenió para meterse por una
ventanita del baño para poder ver a su amigo enfermo ya conectado a un
tanque de oxígeno.
24. "Es una alegría enorme, claro. Estaba aquí en mi casa con mis dos gatos, que se llaman Monsi y Vais, por supuesto muy alborotados con la noticia, y junto a mis tres hijos también”, le dijo Elena Poniatowska a la Agencia France Press cuando la llamaron para entrevistarla tras haber ganado el Premio Cervantes 2013.
23. En ‘Las muchas vidas de John Lennon’, el biógrafo Albert Goldman cuenta: “Cada mañana John entregaba a sus asistentes una lista con encargos para satisfacer las necesidades de sus gatos. Si en algún momento no veía a alguno, los llamaba por intercomunicador para que se lo buscaran. Varias veces tuvieron que tocar a la puerta de algún vecino para finalmente encontrarlo en un armario o debajo de alguna cama. John era un tipo fiaca, pero cortaba la exquisita ternera y el costoso hígado en minúsculos bocados para sus gatos, y los peinaba con dedicación mientras instruía a sus asistentes para que los trataran como a reyes del antiguo Egipto.”
22. Joaquín Sabina: "No babean por huesos, los gatos / pero suelen abrigarle el silencio a las viudas / y estirarse en la alfombra y bostezar / como si hubieran heredado el sol / y dormir arzobispales / y cazar una mosca haciendo ochos". Joan Manuel Serrat: "Tenía diez años y un gato / peludo, funámbulo y necio / que me esperaba en los alambres del patio / a la vuelta del colegio..."