Quizá sea el haiku lo más apropiado para esta poeta torturada. Es curioso, esta mañana he leído en un diario de aquí un reportaje sobre una enfermera (no me he quedado con el nombre, intentaré mirarlo luego) que receta a sus pacientes (con depresiones, con cánceres terminales...) poemas. Genial.
Quizá sea el haiku lo más apropiado para esta poeta torturada.
ResponderEliminarEs curioso, esta mañana he leído en un diario de aquí un reportaje sobre una enfermera (no me he quedado con el nombre, intentaré mirarlo luego) que receta a sus pacientes (con depresiones, con cánceres terminales...) poemas. Genial.
Poemas que curen, que alivien, que alienten, que esperancen. Comparto. Genial.
ResponderEliminarLa benefactora se llama Deborah Alma.
ResponderEliminarDependerá de qué poetas, que me sé de alguno...
ResponderEliminarEl haiku fantástico.
Qué persona tan interesante Deborah Alma. Nada está perdido!
ResponderEliminarGracias, Gato. Lo de Alma seguro se hace extensivo al jazz.
ResponderEliminarMenos es siempre más.
ResponderEliminarEl arte más íntimo. Suscribo.
ResponderEliminar