viernes, 4 de enero de 2019

Bolsa de Gatos 481/490




490. "Si un hombre ama a los gatos no necesito saber más nada sobre él, desde ese mismo momento tal hombre es, incondicionalmente, mi amigo". (Mark Twain)




489. Postal de Louis Wain, quien amaba tanto a la Navidad como a los gatos. “La Navidad es como un baile en una fiesta de gatos”, le gustaba decir.




488. “Soy un gato, aunque no tengo nombre todavía. No sé dónde nací. Mi primer recuerdo es un lugar húmedo y umbrío donde me pasaba el día maullando sin parar. Fue allí donde por primera vez tuve ocasión de poner mis ojos sobre un espécimen de raza humana...”' Así comienza la novela «Soy un gato» de Natsume Sōseki, auténtico hito de la literatura japonesa, verdadera sátira sobre la burguesía Meiji que a pura imaginación y con corrosivo humor recorre las peripecias de un gato filósofo en medio de la disparatada fauna de seres humanos con la que le ha tocado convivir, todos miembros de la políticamente correcta clase media urbana tokiota. 




487. “Se puede querer más a los gatos que a las personas…”, asegura Manuel Burque Hodgson, actor y guionista español de teatro, cine y televisión.




486. JUEGO: ¿Puedes ver al gato? No hagas trampa. Sólo después de encontrarlo o de desistir lee lo que sigue, LA SOLUCIÓN: Sí, arriba, a la derecha, casi en el ángulo.  Ahí está. Abre su boca y tiene dos orejas, pero no pico… Ahora, sé sincero. ¿Lo habías encontrado?




485. “Prefiero la soledad junto a mis gatos, la prefiero antes que las fiestas o los eventos artísticos. Estar con mis gatos jugando en casa, eso deseo”. (Anna Magnani)




484. “La Última Cena” de Pietro Lorenzetti, fresco de la Basílica de Asís, pintado entre 1315 y 1319, en el que vemos la célebre escena en un pabellón hexagonal, con los apóstoles rodeando a Jesús, y al lado una escena que retrata las labores cotidianas en una cocina mientras un perro lame las sobras de un plato y un gato descansa sereno, misterioso y distante de ambas situaciones.




483. “Lo sabemos: son extraterrestres, vienen del espacio exterior y dominarán el mundo. Están entre nosotros desde hace tiempo, ocupando nuestras camas y nuestras alfombras. Y, sobre todo, tienen toda una ciencia a cuestas. Sí: la ciencia de los gatos. Uno de los misterios de la vida felina es su imparable amor por las cajas: les resultan irresistibles y no pueden verlas sin desear estar dentro. ¿Será que les sale el salvaje que llevan en su interior y la usan como escondite para sorprender a sus presas? No necesariamente; las investigaciones indican que un entorno cerrado (como el de las cajas) disminuye mucho los niveles de estrés en los gatos y hasta les mejora las interacciones futuras con otros gatos o incluso con esos otros bichos bobos, los humanos. Pero no sólo de cajas viven los gatos: podemos encontrarlos en la bañera (vacía, claro), en bolsas, cajones y hasta en zapatos. Así como les encanta el calor (parece ser que sus preferencias están por encima de los 30°C), además de dormir al sol, un buen refugio cerrado les puede brindar una temperatura de lo más agradable…” (Así comienza el imperdible artículo escrito por Diego Golombek para La Nación que puedes seguir leyendo en  https://www.lanacion.com.ar/1783406-ciencia-felina )






482. “Lo que me encantó de Londres fueron sus tranquilos gatos rayados por todos lados, algunos dormidos plácidamente en la puerta de los negocios y carnicerías, con la gente teniendo que pasarles por arriba para poder ingresar, otros retozando al sol en las vidrieras pese a los rugidos de los coches, autobuses y tranvías. Londres debe de ser la tierra de los gatos, abundan sobre las cercas de St. John Wood donde las ancianas amorosas los alimentan con cariño, como mi madre alimenta a mis gatos…” (Jack Kerouac)




481. “La gata entra en la sala donde estamos reunidos / No es de Angora, no es persa / Ni de ninguna marca prestigiosa / Más bien exhibe en su gastada pelambre / Toda clase de cruces y bastardías / Pero tiene conciencia de ser gata / Por tanto pasa revista a los presentes / Nos echa en cara un juicio desdeñoso y se larga / No con la cola entre las patas: / Erguida como penacho o estandarte de guerra / Altivez, gatidad / Ni el menor deseo de congraciarse con nadie / Duró medio minuto el escrutinio / Dice la gata a quien entienda su lengua: / Nunca dejes que nadie te desprecie” (“Gatidad”, poema de José Emilio Pacheco)

sábado, 22 de diciembre de 2018

¿Cuántas vidas me quedan después de vos? ---


(Fotografía de José Ángel García Landa)



El gato no rima con el mar
Sí con la luna
Sí con tus ojos
Sí con tu cadencia al caminar

El gato rima con la sombra que huye
Del color
Tiene la excelsa sinuosa forma de tu voz
En el adiós

¿Cuántas vidas me quedan después de vos?


martes, 18 de diciembre de 2018

Idénticamente distinto ---





Uno es casi los otros
Le ocurren casi las mismas cosas
Siente casi diferente respecto de todo
Es idénticamente distinto a cualquiera
Lo que incluye la posibilidad
Cada vez más cierta
De que un día llegue a descubrirse
Casi que no del todo real
O disimulado en quien siempre quiso ser



martes, 11 de diciembre de 2018

Uno escribe






Uno escribe siempre lo mismo
Sencillamente porque no ha logrado aún escribirlo
Escribe lo que cree que tiene para decir
Aunque no alcance a decirlo  
Escribe para cincelar contradicciones
Y dar forma a sus sentimientos
Para que en sus palabras resuene lo que ha percibido
Para no tener que vérselas con el olvido
Uno escribe sin saber
En un intento de ser lo que ha escrito...


Así como cada momento 
En cada monótona versión de sí mismo
Lleva inherente su destino
Uno escribe sin saber
En un intento de ser eso que ha escrito



viernes, 7 de diciembre de 2018

Otros haikus sueltos ---





En tu mirada
Entreveo los ecos
De mi silencio


Un tenue rumor
De pájaros anida
Entre las ramas


Llora la lluvia
Lágrimas se engarzan
En tus pétalos


Quiebra el aire
Un pájaro herido
En mi memoria


Tímidas sombras
Desnudas se ocultan
Entre las hojas


(Gustave Caillebotte – Lluvia, 1875)


lunes, 3 de diciembre de 2018

No siempre ---


(Fotografía de Edward Honaker)



A veces no es hoy
A veces en mí no estoy
A veces no sé ir
A veces mejor no voy
A veces te creo
A veces lo intento
A veces te deseo
A veces me miento
A veces es cierto
A veces estoy incierto
A veces no siento
A veces te quiero
A veces tengo miedo
A veces me muero
A veces no...
No siempre soy


sábado, 1 de diciembre de 2018

Soy tu espejo ---




Soy tu espejo
Y me veo en tu mirada
Acaso como una instantánea encerrada
En tu mero reflejo
Soy tu espejo
De alguna manera también tus ojos
Tu testigo, tu coartada
La imprecisa frontera entre lo que creés y lo que soñás
La difusa inmóvil superficie
En la que a diario te probás infinidad de máscaras
Pensando de qué lado estoy
Cegado por lo real
Y sin saber quién es cuál
Mientras en mí momentáneamente soy vos


Bolsa de Gatos 471/480




480. Hoy Google recuerda a Tsuguharu Léonard Foujita en el 132º aniversario de su nacimiento. Foujita fue un notable pintor japonés-francés. "Soy un adorador de los gatos como criaturas de excelsa personalidad y, puesto que están en mi atelier por todos lados, adoro pintarlos junto a mí o entre mis desnudos. Son como la representación de mi firma en mis cuadros”. En su “Libro de Gatos” Foujita describió pormenorizadamente los variados coloridos pelajes y "las expresiones distintivas de cada uno de sus muchos gatos de toda una vida”. En la profunda convición de Foujita, el gato era un avatar, la corporización de cualidades tales como la inteligencia, la sensibilidad, el misterio y la independencia, valores que el artista siempre reivindicó. En su pintura, la figura del gato fue como una metáfora de la asombrosa simplicidad y destreza de su trazo con el pincel, semejante a los delicados movimientos del gato, lo que permitía deslizar sus “líneas firmes y seguras, sin pasos en falso sobre la tela.”




479. “Mi gato Poe es mucho más que un animalito al que yo quiero. He puesto, he visto, experimentado y proyectado tantas cosas mías en él que es como una bolsa de terciopelo negro, como una caja antigua en la que he echado y echo diariamente tantas cosas que sólo yo conozco, al punto de identificarme tanto con él, que lo miro, lo amo, me entristece, me provoca piedad, ternura, desilusión, remordimientos, como si fuera yo mismo quien camina, duerme, come y sufre en un cuerpo de gato...” (Carlos Martínez Rivas, poeta nicaragüense nacido en Guatemala)




478. La Princesa Victoria siempre tuvo predilección por los gatos. Pero fue durante su reinado que ganaron popularidad sus anécdotas con su inseparable gata persa White Heather. Consta en los Registros de la Corona que la gata acompañó a la Reina Victoria hasta en su lecho de muerte y que la Guardia supo que su alteza había fallecido recién cuando la escucharon rasguñar la puerta reclamando abandonar la habitación. 




477. “The Lovecats”, incluido en el recopilatorio Japanese Whispers, fue uno de los sencillos más exitosos de The Cure. Robert Smith lo escribió luego de ver “Los Aristogatos” de Walt Disney: “La forma en que cazamos, besamos / Nos deslizamos por las calles mientras todos duermen / Volviéndonos inmensos y veloces / Anchos y radiantes / Mordemos, rasguñamos / Y gritamos toda la noche / Vámos y arrojemos todas las canciones que conocemos / Dentro del mar, tú y yo / Todos estos años y nadie se enteró / Te lo mostraré en primavera / Es algo terrible / Te extrañamos gritaron los gatos del amor…”




476. Elsa Morante es una escritora de difícil clasificación, desapegada de todo, hasta de un estilo, excepto de sus gatos, a los que amó desde niña más que a nada en el mundo y de los que siempre se sintió inseparable. Autora desde los 18 años, huyó de su casa para vivir de las crónicas y artículos que le editaban los periódicos. Conoció a Alberto Moravia en una cervecería de la bohemia romana en 1936 y se casaron en 1941. Mantuvieron una relación casi siempre dramática, tormentosa, pero congeniaban como los antifascistas y amantes de los gatos que eran. El verdadero drama vendría luego con la separación definitiva: más doloroso que cualquier reparto de bienes iba a ser "repartirse los gatos", por lo que Moravia tuvo que marcharse solo y dejárselos a Elsa que aceptó la separación pero no quiso saber nada con separarse de ninguno de sus gatos.




475. El 28 de junio de 2009 la acuarela "Ratón y gato con lámpara" del maestro chino Qi Baishi fue vendida en casi 5 millones de yuanes durante la 18ª edición de la subasta China Guardian Quarterly Auction. En la obra se ve a un ratón en lo alto de un soporte del que cuelga una lámpara. Debajo, expectante, hay un gato. La simpleza de la composición retrata la tensión del momento. La inscripción de Qi Baishi resulta inquietante: “Anoche encendí la lámpara y me fui a dormir temprano, pero como soy pobre y casi no tenía aceite, cuando el gato trepó por el soporte la luz se extinguió”. 




474. Qi Baishi, maestro chino pintor de acuarelas y tallador, (1864-1957), convivió toda su vida con gatos, pero nunca le dio nombre a ninguno “porque hubiera sido imposible recordar a tantos…”




473. Extractado de "Krugman’s Posthumous Nobel", la columna escrita por Donald Luskin en el National Review del 14 de octubre de 2008: «Lo más probable es que el comité para el Premio Nobel de Economía, así como ig noró deliberadamente la esquizofrenia de John Nash en 1994, haya decidido ahora pasar por alto el extremismo político transgresor de Paul Krugman cuando declara con total desparpajo que sus teorías económicas se vieron desde siempre influenciadas por la cotidiana relación que tiene con sus gatos.»




472. “Mi viejo amaba a los gatos y jamás tiró a ninguno por ninguna ventana como leí por ahí en un tabloide. De hecho, cuando su gata Alice murió fue la primera y única vez que lo vi llorar desconsoladamente”, dijo Sean Lennon sobre “su viejo” John.




471. "La forma en que nos comportamos con los gatos aquí abajo determina el estatus que tendremos en el Paraíso." (Robert A. Heinlein)

sábado, 24 de noviembre de 2018

Los amarillos de Van Gogh ---











Un fulgor adormecedor y tibio
Como un sol otoñal
Oro encendido derramándose
Por campos de trigo
Un vino doradovioláceo crepuscular
Cielos incendiándose hasta el delirio
Ya por ajenjo o por dedalera púrpura
Es el color de tu dolor
Ébrio de furor, violento de ternura
Un oleaje de fuego es tu corazón
Amo cada versión del amarillo
Con que resaltas tus pinturas
Vincent van Gogh











jueves, 22 de noviembre de 2018

Y así va todo, como si nada ---


(Imagen de Bernhard Handick)



Uno es tiempo y la vida es cambio
Tantos sueños y destinos han pasado
Cambié de memoria y de caminos
Cambié de dientes y de sabor de helado
Cambié de superhéroes y de voz
De conducta y de marca de fasos
Cambié de colegios y de gurú
Cambié de norte, también de sur
Cambié de extremos, cambié de lado
Y hoy ando más o menos como de costado
Cambié de ayer y de olvidos
De barrio pero no de amigos
Incluso los que se fueron todavía están conmigo
Cambié de dioses y de dudas
De rostro e ideas, no de principios
Cambié de espejos y de mí tantas veces
Que no recuerdo haberme visto
Más que en tu mirada
Uno es tiempo y la vida es cambio
Y así va todo, como si nada 


viernes, 16 de noviembre de 2018

Haiku in ---





Es el silencio
Un espejo que grita
Su fiel reflejo


jueves, 15 de noviembre de 2018

Se llora solo ---




Se llora solo
Nada es más íntimo y personal
Como un ritual
Porque llorar
Es tener que vérselas con uno mismo
Porque no existe otro abismo real
Del cual regresar
Se llora solo
Como el cielo llora su llanto que sala el mar
Como los árboles en la quietud de la noche
O los pájaros en el ocaso del día
Se llora solo
Con la mirada rota, en silencio
Sin lágrimas
O como lloran tus lágrimas
Dejándote un gusto a beso triste en la boca
Se llora solo
Como se nace
Y aunque no te acuerdes
Como tantas veces antes
Se llora solo
Como se muere
Se llora solo


domingo, 11 de noviembre de 2018

Tanka para el gran Poeta San Juan de la Cruz ---






Reza poemas
Su sonora mirada
San Juan en la Cruz
Cierra los ojos para ver
La música callada



jueves, 1 de noviembre de 2018

No hay palabra que no sea una imagen






No hay palabra que no sea una imagen
Que no tenga un color, una textura
Una forma sonora que se configura
En una inequívoca verbal impresión
Durante su lectura o su pronunciación
No hay palabra que no sea una imagen
Que no sea un origen constante
Un inasible caligrama de aire
Una voz instantánea pero cambiante
En tanto tiende a resignificarse
No hay palabra que no sea una imagen
Interrogante (por ejemplo) delinea
Como un jeroglífico o un garabato
Que al instante se corporiza en una altiva
Elegante sinuosa cola de gato
No hay palabra que no sea una imagen


Bolsa de Gatos 461/470




470. "Los gatos tienen como propósito enseñarnos que no todo en la naturaleza posee una función." Eso dicen Garrison Keillor y Frederika von Stade en “Songs of the Cat”, cuya portada es ilustrada con la famosa litografía “Mi Gato Favorito” de Nathaniel Currier.




469. Carlos Eduardo Robledo Puch, "El Ángel" cuyos crímenes acaban de ser hechos película, el desalmado incurable, como lo calificó el reconocido forense Osvaldo Raffo ante la nueva reciente posibilidad de que fuera liberado, preso desde 1972 por el asesinato de once personas, el que se ofreció como “patriota” para combatir en la Guerra de Malvinas en 1982, el que contestó en 2009 ante la comisión que lo evaluaba para conmutarle la pena: “Si me dejan libre voy a matar a Cristina Kirchner", el mismo que hoy, ante la alarmante ola de inseguridad que padece el conurbano bonaerense se propuso “para dar una mano y terminar con el delito”, aceptó fotografiarse para una entrevista en un diario con su gata Kuki: “Ojalá hubiera querido a alguien como quiero a esta gata”, dijo, y no permitió más preguntas.




468. “Un día de verano, hace ya 12 años, mi hija Elisa sacó un gatito recién nacido de debajo de un coche. Si no hubiera estado famélico, desesperado de hambre, habría sido tan mono como un muñeco de peluche. Su madre no lo alimentaba porque creía que no saldría adelante y le daba zarpazos cuando intentaba acercarse a mamar con el resto de la camada. Elisa me lo trajo a casa y dije que no, que de ninguna manera, que no quería un gato. Ella aparentó resignarse, pero pasaban los días y el gato seguía apareciendo por el patio, protegido y mimado por mis tres hijos, que lo alimentaban a escondidas, hasta que un día vi salir a mi marido de la cocina con un cuenco lleno de leche rebajada con agua y capitulé. Si nos lo quedamos, les dije, vamos a hacer las cosas bien. Lo llevamos al veterinario, lo vacunamos, empezamos a alimentarlo como corresponde, y ahora, aparte del gato callejero más mimado del hemisferio norte, es nuestro Negrín, un animal especial, único en el mundo, inteligente, elegante, independiente y limpísimo. Cuando me voy de viaje me lo reprocha igual que una persona y al volver se frota con todos los demás mientras me dedica una mirada retadora, y después tarda dos días en perdonarme.” (Almudena Grandes en una entrevista publicada en elpaissemanal.elpais.com)




467. “Todas las tardecitas, mi gata mira, sentada en la ventana, a su nueva amiga. Pero ella no imagina que hay un espejo, ni sabe que esa gata… es su reflejo.“ (Caligrama de Haizea Menéndez encontrado en la web)




466. En Tallahassee, allá por 1870, cuando comenzaba a instaurarse el concepto de circo tal cual lo conocimos en el siglo pasado, dos emprendedores buscavidas, Adam Forepaugh y Reginald Sedgmore, entrenaron gatos y ratones para el espectáculo itinerante “Mousetown Circus" en el que se hizo muy popular el show del gato Mr. Peebles que subía y bajaba una escalera, pisando en cada escalón en donde un ratón permanecía inmóvil durante la actuación, sin dejarse vencer, además, por la tentación de darse un verdadero festín de ratones...



465. Hay gatos en muchas obras de Picasso. En 1941, durante la ocupación alemana a París, pintó uno negro en el retrato de su amante y compañera artística Dora Maar. Hoy es una de sus más importantes obras. En mayo de 2006 fue subastada por Sotheby's en US$ 95 millones, convirtiéndola en la segunda pintura más cara de la historia hasta ese momento.



464. Alan Hovhaness falleció en Seattle en el año 2000. Su sexta esposa, la soprano Hinako Fujihara, desde entonces dirige la discográfica que edita sus obras en cuyo catálogo destacan diez composiciones dedicadas a los seres que lo fascinaron desde niño, los gatos: 1) Nº 84#1 “Black Pool of Cat” (Voz y piano) de 1950. 2) Nº 253 “Spirit Cat” (Soprano, vibráfono y marimba) de 1971. 3) Nº 263 “Night of a White Cat” (Clarinete y piano) de 1973. 4) Nº 274 “Three Sasa Songs” pieza integrada por tres canciones, dos de ellas dedicadas a los mininos: “Where’s My Cat?” y “Melancholy Cat” (Soprano y piano) de 1973. 5) Nº 301 "Fred the Cat, Flies To Heaven" (Sonata para piano) de 1977. 6) Nº 315 “Songs for High Soprano and Piano” que incluye la composición “Strange Little Cat” de 1978. 7) Nº 345 “Catamount” (Sonata para piano) de 1980. 8) Nº 366 “Hiroshige’s Cat Bathing” (Sonata para piano) de 1982. 9) Nº 368 “Tsugouhara Fujita’s Sleeping Cat” (Sonata para piano) de 1982.




463. “Por la casa / inefablemente / circulan ojos de oro / vibra en oro el placer / su oscura silueta de Dios sutil / indescifrado / Por la casa / el mito imperecedero / se acerca cálido / blando aquí / en brazos / viajero de un tiempo sin tiempo / sagrado” (Orides Fontela, poeta brasilera)



462. "En esta singular caravana había un niño pequeño sin padre ni madre que sólo tenía un gatito negro al que cuidar. La plaga no había sido generosa con él, más le había dejado esta pequeña y peluda cosa para mitigar su dolor; y cuando uno es muy joven puede encontrar gran alivio en las vivaces travesuras de un gatito negro. De esta forma el niño, al que la gente oscura llamaba Menes, sonreía más de lo que lloraba mientras se sentaba a jugar con su gracioso gatito en los escalones de un carro pintado de manera extraña..." (Fragmento de "Los gatos de Ulthar" de Howard Phillips Lovecraft)




461. "Los dos piojosos" de Giacomo Ceruti (1698 -1767), también conocido como Pitocchetto (pequeño mendigo), pintor barroco del norte de Italia, retrataba en sus cuadros de grandes dimensiones a mendigos, gente humilde y marginales, famoso además porque desdeñaba de los motivos religiosos tan interpretados por entonces. En esta pintura uno de “los dos piojosos” acaricia en su regazo a un gatito que parece sentirse a gusto entre personas socialmente despreciadas en esa época. Cabe agregar que esta no es la única obra en la que Giacomo Ceruti pintó gatos.