viernes, 1 de febrero de 2019

Bolsa de Gatos 491/500




500. El compositor francés Michel Legrand, tres veces  ganador del Oscar de la Academia de Hollywood,  falleció el pasado 26 de enero en París. Michel era un amante de los gatos. No en vano, cuando su compañía discográfica le propuso lanzar al mercado la compilación “Around the World” en 4 discos, quiso que una foto suya muy querida apareciera en la portada, foto que le fuera tomada durante el rodaje de “Cleo de 5 a 7” de su amiga la cineasta Agnes Varda, otra enamorada de los gatos. 




499. En su libro sobre los gatos el estudioso Fernánd Mery no duda en calificar a las varias piezas para gatos escritas por Maurice Ravel como “verdaderas obras maestras de armonía imitativa de los gatos”. Aunque le fascinaban sobretodo los siameses, Ravel amaba a todos los gatos, los recogía de las calles y promovía su adopción, hablaba incluso con ellos “en gato” y aseguraba que podía entender lo que le respondían.




498. "…Sólo atino a decirle a Simón que su madre no se lleve al gato. Me oigo la voz desencajada, histérica: «Decile que es mío, que es mi herencia. Decile que es un gato gay...» Simón se ríe y con la voz ya más normal me dice: «La madre no quiere al gato, imbécil. Te manda saludos…»” Fragmento de “El común olvido”, la novela de Sylvia Molloy, en la foto junto a su gato Oscaár, así se pronuncia)




497. “San Jerónimo en su estudio” del pintor siciliano Antonello da Messina (1430-1479), hoy exhibido en la National Gallery de Londres. El artista pretende demostrar con su imagen que en los conventos y monasterios medievales apreciaban la compañía de los gatos. No fueron pocos los pintores de los siglos XV y XVI que vieron al gato como un ser sensible y buen compañero de místicos o filósofos y no como un criatura diabólica al servicio de las brujas. (En imagen un fragmento de la obra de Antonello da Messina, en cuyo ángulo inferior izquierdo pintó la silueta de un diminuto y sereno gato)




496. “La región es Cornualles, en el extremo suroeste de Inglaterra. El lugar más conocido es Land’s End, la punta occidental de la isla, donde las rocas y acantilados oponen férrea resistencia al Atlántico incesante. En esta pequeña pueblo, al final de la empinada calle Causeway Head, hay una tienda Oxfam de libros viejos y ropa de segunda mano, y allí, los martes y los viernes, atiende una mujer de 87 años, brillante como una navaja y ágil como un gato, es Lady Katharine Tait, más conocida en su juventud como Kate Russell, la única hija mujer, y único descendiente vivo, del escritor, matemático y filósofo Bertrand Russell: mi ídolo, mi dios. A Kate, en esta hermosa casa aislada en el Fin de la Tierra, la acompaña una joven gata ciclotímica que en vez de maullar hace un ruido extraño como de pato que grazna, o como de estornudo o de sonido de enfermo de asma o enfisema. Ella, sin ganas de darle, le dice Cat, apenas eso...” (Héctor Abad, escritor colombiano, sobre Lady Kate Russell Tait)




495. “Ágata, mi bella Ágata. Nunca te entregaste del todo pese a tu docilidad. Naciste espíritu libre, y lo conservaste siempre. Ni siquiera tenías edad para perderlo o dominarlo. Mirándote me reconocía en ti. Esa hembra aparentemente indolente, que no se deja poner collar, pero que vuelve siempre cuando necesita ternura, dulce, callada y mansa. Eras una rubia hermosa, de aspecto delicado, ágil y valiente. Te recuerdo trepando al peumo de un salto, desde muy pequeña. Tu impulso explorador no conocía la palabra miedo, y si te lo encontrabas lo enfrentabas…” (Fragmento inicial de la conmovedora despedida que Alís le dedicó hoy en su blog a Ágata, su bella gata. La conmovedora carta completa y las imágenes que eligió para ilustrarla pueden encontrarlas en https://micajonde-sastre.blogspot.com/2019/01/agata-mi-bella-agata.html)




494. “El gato pone una pata / en la realidad / y luego la otra / cauteloso / en el misterio / desde donde nos mira / con un solo ojo / como diciendo / estoy aquí / pero enseguida vuelvo” (Poema del libro “Un día, un gato” de Juan Lima“




493. Juan Lima hizo este libro fuera de todo molde incluyendo poemas e ilustraciones suyas y de Diego Bianchi, Isol, José Muñoz, Mandana Sadat, Gusti, Elenio Pico, también de Ayax Barnes, Paul Klee y hasta de algún anónimo artista egipcio. (Reseña sobre “Un día, un gato” aparecida en Página12)




492. Boris Vian adoraba a los gatos. En su literatura aparecen por todos lados, como en este fragmento de “Jaleosas Andadas”: «El amor -dijo Antioquio- es una cosa extraña. Sí, -dijo El Mayor- tienes razón. No lo había pensado. Y las mujeres -dijo Antioquio- son como los gatos. Sí, -dijo El Mayor- gritan mientras te besan. No quise decir eso -dijo Antioquio- no. Quise decir que son dulces superficialmente. ¿Estás diciendo - exclamó El Mayor- que ellas sólo tienen sensibilidad exterior… » Boris Vian amaba también tocar música. “Blues para un gato negro” trata sobre un gato pendenciero caído en una alcantarilla tras una humillante derrota sufrida frente a un gallo. Un cuento extraño, sádico y terriblemente triste que muestra que detrás de su creatividad e ingenio, sus juegos de palabras intraducibles (dicen que hay que leer a Boris Vian en francés), sus ironías y guiños pesados, fue un hombre que vivió enfrentando sus dolencias y sentimientos de frustración, acechado por la muerte, pero siempre rodeado de música y de gatos durante su breve vida de 39 años como novelista, poeta, dramaturgo y periodista, además de ingeniero y músico virtuoso ejecutante de varios instrumentos.




491. Hace tiempo que Penélope Cruz viene demostrando su compromiso con diversas causas solidarias y sumándose ahora a PETA, la organización de personas por el trato ético hacia los animales, aporta su imagen para una campaña (en la que aparece junto a su gato atigrado) para que la industria de la moda desista de seguir  utilizando las pieles de los animales. 

2 comentarios:

  1. Fabulosa tu bolsa de gatos, Carlos:

    Qué placer más grande recorrer todas estas historias y anécdotas.

    Como sabes adoro a los gatos. Son seres increíbles y maravillosos.

    Un beso grande
    Ana

    ResponderEliminar
  2. Estamos hermanos también en ese sentimiento, Ana.

    Abrazo una vez más agradecido.

    ResponderEliminar