Tardan todavía unos instantes
En integrarse
Como imagen
Los diversos elementos que lo componen
Como imagen
Los diversos elementos que lo componen
Recién entonces cala en tu mente
Y puede verse y confirmarse
O no
Como un hecho poético
Tal es el natural funcionamiento
Pienso en una crisálida en su apogeo
O en el insondable territorio adonde el viento
Se lleva los ecos
En los aterciopelados pliegues de las sombras
Pienso en las crines que galopan en el fuego
En la conversión del vino en sangre
O en la eterna elemental
Deriva existencial de la forma del aire
Sucesiva, inasible y transparente
Como la del tiempo
O como la que de pronto cala en tu mente
Cuando hace eclosión
Y no sabés de dónde viene
Ni adónde va a ir a dar ese verso
(Imágenes de Gilbert Garcin que parecen integrarse o rimar con la obra de Man Ray)
Tus versos van a dar a nuestro corazon y vienen de tu alma poeta. Abrazo
ResponderEliminarQué hermoso comentario, Alicia. Muchas gracias. Traté de aludir al proceso en el que un verso eclosiona en tu cabeza y no sabés´(yo al menos no sé, casi nunca sé) adónde va a ir a dar o de dónde viene... Muchas gracias de vuelta.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Misterioso poema que emerge de un alma romántica y soñadora. Siempre un placer pasar por tu espacio Carlos, un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Maru, por tu alentador comentario y por el placer de tu visita.
ResponderEliminarOtro para vos.
Qué delicia de poema, Carlos:
ResponderEliminarAsí es el misterio de la poesía. Poema y poeta se adentran en un territorio no cartografiado y nunca saben lo que sucederá hasta que el poema termina. Todo un enigma.
Me ha encantado tu poema
Enhorabuena
Un beso
Ana
Muchas gracias Ana, generosa amiga. Hay poetas que tienen muy claro todo en cuanto al poema que quieren o necesitan escribir. En mi caso, sin que signifique sentirme del todo poeta todo el tiempo, muy pocas veces sé lo que quiero o necesito escribir. La mayor parte del tiempo me la paso yendo detrás de la eclosión de un verso...
ResponderEliminarMuchas gracias de nuevo Ana!!!
Es cierto que no se sabe a dónde van ni donde vienen los versos, y es que cuando la inspiración se apodera de nosotros... escribimos... volamos... pero no sabemos hacia qué rumbo tomará el final, mientras tanto vamos plasmando los latidos dejándonos llevar por la musicalidad de las palabras y sonidos pintando una imagen con las letras, y así las vamos meciendo hasta parirlas desde la mente, y es que somos una caja de sorpresas, y a veces, nos preguntamos si nosotros hemos sido capaces de escribir eso y es que tan solo nos hemos dejado llevar por los latidos del corazón.
ResponderEliminarLa verdad es que venir a leerte, es disfrutar de tus versos, pero también me haces reflexionar sobre el contenido, así que doblemente es un placer, amigo mío.
Feliz tarde y muchos besos.
Eso es lo bueno de un poema, que "no sabés adónde va a dar, ni de dónde viene"
ResponderEliminarMuchas gracias, María. Dylan suele preguntarse eso mismo que tan bien explicas, amiga. Admiro al poeta que sabe de antemano lo que tiene para decir. Yo, la mayoría de las veces no tengo idea si tengo algo para decir. Viene o no, esa es la cuestión.
ResponderEliminarMuchas gracias de nuevo por el placer de tu aliento querida amiga-poeta!
Absolutamente, Juan. Uno a lo sumo es un canal. Muchas gracias!
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