Alguna vez soñé que era real
Y que para no perder tal condición
Lo único que tenía que hacer era no despertar
Y así anduve un tiempo metido en mi sueño
Tanto hace de eso que ya ni recuerdo
Y no es que la haya pasado mal
Viví todos mis deseos
Hasta llegué a pasar de un sueño a otro a mi antojo
No tengo frustraciones ni remordimientos al respecto
Pero el problema es que ahora no puedo reconocer
Si soy real o me sueño
Digamos que estoy en medio de un momento irresuelto
Por lo que necesito tu opinión o tu consejo
¿Y qué es sueño y qué es real? Seguramente no lo sabremos nunca, y quizá mejor así.
ResponderEliminarTal cual, Juan. Seremos reales? Seremos soñados? O nos soñaremos y existimos en paralelo? Ojalá.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Para poder dormirme, cuento ovejitas. Las ocho primeras saltan ordenadamente por encima del cerco. Las dos siguientes se atropellan, dándose topetazos. La número once salta más alto de lo debido y baja planeando. A continuación saltan cinco vacas, dos de ellas voladoras. Las sigue un ciervo y después otro. Detrás de los ciervos viene corriendo un lobo. Por un momento la cuenta vuelve a regularizarse: un ciervo, un lobo, un ciervo, un lobo. Una desgracia: el lobo número treinta y dos me descubre por el olfato. Inicio rápidamente la cuenta regresiva. Cuando llegue a uno, ¿logrará despertarme la última oveja?
ResponderEliminarAna María Shua (La Sueñera)
Muchas gracias, Adriana. Qué agregar?... Genial.
ResponderEliminarAbrazo!
La vida es un sueño que dura un determinado tiempo.
ResponderEliminarSe sueña cuando se duerme y también cuendo se está despierto, cuando fabricamos en nuestra mente aquel espacio de paz y descanso que deseamos.
Un abrazo.
Ambar
Muchas gracias, Ambar. O será que desde "aquel espacio de paz y descanso que deseamos" nos soñamos. Quiero creer que es posible.
ResponderEliminarAbrazo agrande.