lunes, 20 de enero de 2025

Poema involuntario

 


(Fotografía de Brian Day)


Como una sombra sin cuerpo
Se me hace presente su inocultable ausencia
Colma este instante que no acaba de empezar
Me vacía de mí
Todo lo invade, hasta el aire
Intrusa mi soledad
Ciega mis palabras que a tientas no ven
Adónde van
Silencia mi mirada una vez más
Mientras me adentro perdido me encuentro
Atestado entre lo que ha sido
Lo que tal vez aún ansío
Incluso lo no vivido…
Y pese a que no tengo ya a quien contarle
La inocultable presencia de su ausencia
Colma este instante que lejos está de terminar
Este poema involuntario que me sale
Y que no va a ningún lugar ni tiene vuelta atrás


lunes, 13 de enero de 2025

Lo desconocido (a modo de chöka) ---

 




Desconocido
Oculto tras lo real
Pone en duda
Si existe irreal
Y acaso a la par
Latente siempre
Sin jamás develarse
Ni poderse evitar




martes, 7 de enero de 2025

Transience tanka ---





Traza el humo
Inescrutables kanjis
En la tenue piel
Insondable del aire
Transparecen fugaces

 

jueves, 2 de enero de 2025

Tanka incierto (e intercambiable) ---

 





Antes la duda
Me provocaba preguntas
Y viceversa
Hoy todas las respuestas
Son, con certeza, inciertas



Antes la duda
Me provocaba respuestas
Y viceversa
Hoy todas las preguntas
Son, con certeza, inciertas





Bolsa de Gatos 1201/1210






1210. “El inventor Nikola Tesla es hoy reconocido a nivel mundial por sus contribuciones al diseño moderno del suministro de energía. Existen además muchas facetas suyas conocidas, entre las que destaca su amor por los animales, con los que convivió desde niño. En una carta incluso le agradece a Macak, su gato negro de la infancia, por ayudarlo a entrar en contacto por primera vez con la electricidad. Una noche Tesla acariciaba a su gato cuando notó que le salían ‘chispas’ de su pelaje y le preguntó a su padre sobre aquel interesante fenómeno, a lo que su padre le respondió: ’Es electricidad’, dejando una huella que durante años fascinó al inventor, quien de inmediato se inquirió si acaso no sería la naturaleza ‘un gigantesco gato’. La carta de Tesla titulada ‘Una historia de juventud’, según su biógrafa Margaret Cheney, iba dirigida a Pola Fotic, hija pequeña de Konstantin Fotic, el entonces embajador de Yugoslavia en Estados Unidos. En ella el inventor explicaba el cariño que desde niño sentía por los animales y le dedica un recordatorio a ‘un amigo muy especial’: el ‘imponente Macak, el gato más precioso del mundo’. Tesla relata que cuando tenía tres años se resguardaba en su casa de una tormenta de nieve junto a su gato, cuando de pronto, sintió el impulso repentino de querer acariciar su lomo y observó un hecho que lo dejó sin habla. ‘El lomo del gato resplandecía y al pasarle la mano saltaban crepitantes chispas que se oían por toda la habitación’. Esa misma noche Tesla notó que ‘Macak sacudía las patas como si caminara sobre una superficie mojada’ y en la oscuridad de la habitación se percató de que ‘un aura, similar al de la cabeza de los santos’, cubría el pelaje de su amado gato. Chaney culmina entonces en la biografía que desde ese momento no pasaría ni un sólo día sin que Nikola Tesla tratara de averiguar qué sería la electricidad, aunque sin dar con la respuesta.”(Extractado de una nota encontrada en infobae.com)





1209. ¡¡¡Felices Fiestas!!! Vaya este gran aporte de JLO del imperdible blog “Cuando el arte ataque” (https://ceaa.blogspot.com/) como expresión de mis sinceros deseos de gatuna celebración para Tod@s. Con todo lo que eso para mí significa. (CP)





1208. Tombili, el gato mascota del barrio Kadköy de Estambul, se paseaba por la zona con actitud llamativamente humana, para recalar siempre en el mismo bar. Tombili en turco significa “gordito”, dicho con afecto, y es hoy mundialmente conocido por una fotografía que lo muestra apoyado en el cordón de la vereda como si fuera una persona acodada en el mostrador de un bar. Tras la infausta muerte de Tombi, en el barrio se juntaron 20.000 firmas y el tan querido “gordito” fue inmortalizado en su sitio favorito, donde se sentaba a ver pasar el mundo, con una estatua en bronce del escultor local, Seval Şahin, oficialmente inaugurada por el alcalde del barrio, Başar Necipoğleído, el 4 de octubre de 2016, hasta que días después apenas, el 16 de noviembre, desapareció, se la habían robado, lo que causó una serie de protestas públicas por considerar el hecho como un atentado contra el patrimonio emocional popular. Tal fue el revuelo reinante que la noticia estuvo en todos los medios de comunicación, los niños en los colegios hicieron sus actos de reclamo, en el parlamento hubo sesión especial, se escucharon encendidos discursos para que pronto encuentren a los culpables: "Se robaron el monumento dedicado a nuestro Tombili. Fueron los enemigos de todo lo que es bello y todo lo bueno. Están entre nosotros, llenos de odio y violencia. Dolor y guerra es todo lo que proponen a la sociedad", hasta que un par de días después, por la mañana bien temprano, la estatua de Tombili apareció en el mismo sitio de donde la habían sustraído y donde desde entonces se le rinde homenaje para siempre.





1207. A antes de convertirse en Napoleón III, cuando en 1850 visitó el Castillo de Pierrefonds, Luis Bonaparte quedó impresionado por la desidia de quienes habían dejado que permanezca en ruinas durante más de dos siglos esa magnífica obra arquitectónica derrumbada alrededor del 1500. Cuentan que ni bien se convirtió en Emperador ordenó al arquitecto Eugène Emmanuel Viollet-le-Duc que restaurara el castillo. Viollet-le-Duc de inmediato se puso al frente de las obras diseñando en los planos un castillo de una magnificencia que impactó favorablemente en el ánimo de Napoleón III, sobretodo porque imponía respeto la inédita visión de concebir y plasmar el ornato de los tejados, frisos, cúpulas y columnas, y también para los jardines interiores, ventanas, decoración de pisos y molduras, con figuras de gatos. Es que Viollet-le-Duc amaba a los gatos con tal pasión que ideó que las alturas del castillo se vieran decoradas con medio centenar de estatuas de gatos ubicadas a determinada distancia, cada cual con su distintivo atributo y todos en diferentes poses. (Ilustran dibujos originales de Viollet-le-Duc para el Castillo de Pierrefonds)




1206. Gata gárgola. Estatua de una gata aferrando a su gatito con los dientes en uno de los tejados del Castillo de Pierrefonds, construido de 1393 a 1407, en Francia. Cabe destacar que el castillo fue en parte demolido alrededor del 1500 y que en tales condiciones, invadido por arbustos y pastizales, permaneció durante siglos, hasta ser reconstruido entre 1858 y 1885 por el célebre arquitecto gatófilo Eugène Emmanuel Viollet-le-Duc, por orden de Napoleón III.





1205. Gustav Klimt era un devoto amante de los gatos y una de sus fotografías más famosos, tomado en 1911 por Moritz Nähr, lo muestra acurrucando a un gato, uno de los muchos que “malcriaba” y consentía en su estudio vienés de la Josefstädterstraße. Obviamente los gatos creaban un gran caos en su estudio y un importante crítico de arte de la época, Arthur Roessler, dio detalles de esta curiosidad en uno de sus registros: “Una vez estaba sentado con Klimt, quien rebuscaba entre un montón de papeles, rodeado de ocho o diez gatos que maullaban y ronroneaban jugando o peleándose entre ellos hasta el punto que los papeles del estudio crujían, volaban, los mordisqueaban, y entonces le pregunté, perplejo, que por qué toleraba que los gatos, con tan extraños comportamientos estropearan cientos de sus dibujos y bocetos más hermosos. Con una sonrisa comprensiva, embelesada con sus traviesos gatos, Klimt me respondió: No, amigo, aunque arruguen o rompan este o aquel papel, no importa, son meros bocetos. Aparte, por más que orinen sobre ellos, ya sabe, usted. No existe mejor fijador que ése!“





1204. “Hay una larga historia de marineros con gatos como compañeros de barco. Algunos de ellos incluso dejaron registrado en sus bitácoras que sus gatos los ayudaron a navegar y a determinar el clima. Si un gato estornudaba significaba que iba a llover, si se mostraba juguetón que habría fuertes vientos y si lamía su pelaje a contrapelo quería decir que se acercaba una tormenta de granizo. Si bien los gatos estaban allí principalmente para controlar que no hubiera roedores que pudieran mordisquear en las alacenas los alimentos de la tripulación o los cargamentos de trigo, por ejemplo, la mayoría de los marineros aseguraban que traían buena suerte. Uno en especial figura en los anales de la navegación por esto mismo. Se trata de Tiddles, un gato negro que “protegió” a los portaaviones HMS Argus y HMS Victorious de la Royal Navy y viajó alrededor de 30.000 millas a lo largo de su documentada carrera, y que en 1940 fue nombrado Capitán Gato en honor a sus años de servicio siempre listo en el cabrestante de popa junto a la campana.” (Extractado de un artículo en infobae.com)





1203. El cuadro "Gato con máscara" de Robert Montenegro, realizado en 1943, presenta una notable composición con un gato siamés ubicado en primer plano. La silueta estilizada y elegante del gato y sus penetrantes ojos azules cautivan al espectador, mientras que detrás de él se asoma una máscara o rostro tan sereno como enigmático, tal vez inspirado en el arte precolombino o asiático. El contraste entre el vívido felino y la máscara inanimada crea una interacción convincente de vida y artificio. Montenegro, conocido por su participación en el movimiento modernista mexicano, a menudo exploraba temas de identidad y herencia cultural. El uso de tonos cálidos y terrosos en su pintura añade profundidad y riqueza, evocando la sensación de contemplación de un misterio. (Óleo sobre masonita de Roberto Montenegro, 1887-1968)





1202. Ernest Hemingway (1899-1961), ganador del premio Pulitzer, escritor, periodista, corresponsal de guerra, aventurero, fue un autoproclamado amante de los gatos. Hemingway se enorgullecía de su "colección de gatos" diciendo que nada le gustaba más que la sensación de tener a sus gatos entre sus pies. Llamándolos "fábricas de ronroneos" y afirmando que "un gato lleva a otro", el autor ya tenía más de 50 gatos mientras vivía en su famosa casa, Finca Vigia, en Cuba. Los visitantes de la casa han contado infinidad de historias de gatos en las mesas del comedor, el vestíbulo, la cocina, por todos lados, de respaldos de camas escritos: "ningún animal tiene más libertad que el gato", dejó dicho Hemingway con dedicación en For Whom the Bells Toll, mostrando que sus gatos disfrutaban de total libertad en cada habitación de la casa. Por lo demás, Hemingway siempre los alimentaba abundantemente con cajas de salmón y bebiendo con ellos, por las noches, una fusión que él preparaba con leche y whisky. Fue en Cuba que comenzó a “coleccionar gatos polidáctilos” (de seis dedos, a los que siempre consideró de buena suerte) que nacieron de una cruza regalo de unos marineros. Su gato más famoso tal vez haya sido uno blanco y negro llamado “Boise”, al que inmortalizó como personaje en la novela “Islas en la Corriente” y al que tiene en brazos en la foto que ilustra esta entrada. Con nombres como “Bola de nieve”, “Princesa de seis dedos”, “Pluma”, “Zane Grey”, “Clark Gable”, “Tío Wolfer”, “Furhouse”, “Christobal” y “Good Will”, Hemingway creyó en la perfecta individualidad de cada uno de sus gatos y gatas, profesando una profunda admiración por lo que solía llamar “la absoluta honestidad emocional del gato”. En la actualidad, en el Museo de la Casa Hemingway en Key West, Florida, viven decenas de gatos, se dice que en su mayoría polidáctilos descendientes de “Bola de Nieve”, todos cuidados y preservados en los términos que Hemingway dejó expresamente estipulados para bienestar de sus "esponjas de amor". (Extractado de "Un gato lleva a otro: Los muchos gatos de Ernest Hemingway” por Erin Knibb)




1201. En un lluvioso día de primavera, Miyu, una chica que vive sola en una gran ciudad, encuentra un gato acurrucado en una caja de cartón y se lo lleva a su casa. A ella como siempre le cuesta expresar lo que siente mientras en la convivencia el gato sigue de cerca sus torpezas y rutinas. Cada cual en su propio universo, darán a la vez el salto al mundo exterior, donde encontrarán a otros seres con distintos problemas, a veces nimiedades y a veces dramas. A todo esto otra chica, Reina, no reúne suficiente valor para presentarse a los exámenes de ingreso de la escuela de Bellas Artes y Aoi, quien vive atormentada por la muerte de su mejor amiga, van entrelazando sus historias al tiempo que sus respectivos gatos gravitan emocionalmente en sus vidas. “Ella y su gato” es una novela de historias engarzadas en torno a gatos recogidos de las calles. Fue escrita por Naruki Nagakawa sobre una idea del prestigioso director de animación Makoto Shinkai. https://www.librosdelarrabal.com.ar/



lunes, 30 de diciembre de 2024

Epígrafes (38) ---

 





¿Qué es el tiempo sino la eterna reanudación del momento?
O, decime qué hay entre cada sucesivo resquicio de tiempo?


domingo, 22 de diciembre de 2024

Así salieron (casi cuánticos y sin comas estos versos) ---


(La femme damnée, obra de Octave Tassaert, 1859)


Atiborrado estoy de vos de tu aroma tu mirada mojada
Bebiéndome tu cielo tu sed jugosa mana me embriaga
Tu lengua me paladea tus labios me sorben me tragan
Mientras me hundo adentro tuyo me derramo te inundo
Anego tu epicentro profundo libo tu voz tu boca amada
Nexo del universo tu sexo sabe a espuma dorada sala
Tu néctar aguaviva que sacia mi saliva tu deseo brama
El temblor de tus jadeos manoseo las palabras acaban


domingo, 15 de diciembre de 2024

Si confiara ---

 




Si confiara en la esperanza que tantas veces se me perdió
Por qué destinos o en cuál camino vaya a saber
Si confiara en las certezas del ayer
Y no recordara que fue gracias a la duda que finalmente supe creer
Si confiara en la historia que no hace más que contar lo que le conviene
Si confiara en mi memoria que suele pasar a mi lado sin siquiera reconocerme
Si confiara en la libertad mientras vivo encerrado entre sus rejas
Si confiara en la bondad humana como algo que no sea apenas una tregua
Si confiara en la paz como deseo y no como una adormidera entre tanta guerra
Si confiara en mi apariencia para validar mi presencia en un espejo
Y no supiera que recién estando cara a cara con mi ausencia es cuando reflejo
Si confiara en lo que siempre se ve que parecería que es igual
Si confiara en la verdad que dice decir toda la verdad y sólo tal verdad
Si confiara en la infalibilidad de la palabra no intentaría hacer poesía
Si confiara en mí todo el tiempo no escribiría más


miércoles, 11 de diciembre de 2024

La mirada se ve estallar ---

 




La mirada se ve estallar
En aguas del espejo
Y hecha añicos diseminarse
En miríadas de reflejos
Algo similar le sucede al Poeta
Quien se ve versionarse
Según se va percibiendo
Espejismo tras espejismo
Momento a momento
Si yo no soy, apenas voy siendo
En medio del insondable abismo
Que es epicentro de cada verso
Inmerso en una vorágine
De palabras ciegas sin imágenes
Mientras le plagio al silencio
Lo que en el aire dejó escrito
Flotando en suspenso
Eso que es desconocido
Porque aún no es ni ha sido
Y que espeja no refleja
Más que su fugaz presencia
Tan inmemorial como eterna


jueves, 5 de diciembre de 2024

Incluso esto que digo ---

 


(Homenaje a Dadá, obra de Luiz Philippe Carneiro de Mendonça)



Las certezas son propias de la infancia
Crédula e inmortal instancia que supimos
Quién más quién menos eternizar
Hasta que entendimos (si es que efectivamente pudimos)
Que nada es del todo cierto ni definitivo ni casual
Ya que la incertidumbre es siempre estable
A la par que inconclusa a cada momento
Por eso también la verdad es impermanente
Es decir está en permanente movimiento
Nunca llega a ser: está cambiando todo el tiempo
Incluso esto que digo ya no es así
Por haber estado demasiado quieto como concepto
Me refiero a los cuatro o cinco últimos versos



domingo, 1 de diciembre de 2024

Chöka evanescente ---

 




En su devenir
Irrefrenablemente
Se reanudan
El mañana y el ayer
Aunque no lo puedas creer
Ahora mismo
Tiempo evanescente
Constantemente
Más que un espejismo
Nunca dejará de ser



Bolsa de Gatos 1191/1200





1200. “¿Qué es lo que meditas? / cuando me ves así tumbado en el sofá / diagonal al espacio donde me siento / ¿fingiendo no mirarte? / ¿En qué piensa tu cuerpo elástico, alargado / pronto a venir hacia mí / ¿si te lo pido? / Las orejas contenidas en recovecos / las patas que reculan / lo que atraviesa ahora el blanco de tus ojos: / luna en cuarto creciente / ¿un prado claro? / Y cuando duermes, como en otras horas / qué sueños te transportan: / a la madre, la caza, la mano suave, el salto / perfecto y alto, muy delgado / Donde: la noche sin frío / que nos abrigará un día / y que será (sólo puede ser) igual” (‘Desnudo: estudio de la conmoción’, poema de Ana Luísa Amaral, poeta portuguesa ganadora del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de 2021, a quien la literatura, la igualdad de géneros, la ecología, los Derechos Humanos y los gatos mantuvieron siempre ocupada. Traducido por Nidia Hernández para https://tuplanetavital.org/)





1199. Yuri Knorozov fue un lingüista soviético que descifró la escritura maya tras varios años de trabajo en 1953. Yuri siempre tenía la costumbre de incluir a su gato siamés Asya como coautor de muchas de sus obras; sin embargo, sus editores siempre eliminaban esa mención. Yuri también solía usar esta imagen con Asya como su foto oficial de autor para ser publicada en sus trabajos, y se molestaba cada vez que sus editores la eliminaban. Según Yuri, su siamés Asya lo inspiraba, estimulando en él un estado de ánimo ideal para facilitar la concentración y captar de alguna manera telepática sus concretas intuiciones e instrucciones. Eso decía Yuri pero nadie le creyó. Sin embargo, el mundo científico tuvo que caer a sus pies tras su gran logro. Descifrar la escritura maya fue extremadamente difícil porque no había una 'Piedra Rosetta' para proporcionar traducciones a otros idiomas. Los únicos rastros que quedaban eran de estelas mayas (monumentos de piedra) que se repartieron sobre varias ruinas diferentes. Yuri Knorozov trabajó en condiciones de aislamiento en la Unión Soviética e hizo grandes avances sin poner un pie siquiera en América Central. Su descubrimiento fue rechazar la noción de que los glifos mayas se basaban en un alfabeto sino en un silabario de un conjunto de personajes escritos que representan sílabas. Cuando Yuri publicó su trabajo fue atacado y rechazado por varios académicos prominentes de la época, especialmente J. Eric S. Thompson, un erudito británico que creía que la escritura maya era antifonética y se basaba en principios ideográficos. Tampoco ayudó que Yuri publicara su investigación durante el apogeo de la Guerra Fría, cuando los eruditos occidentales se apresuraron a rechazar las obras de los eruditos soviéticos por el prejuicio de considerar que estaban contaminados por la ideología marxista. Le llevó décadas a Yuri Knorozov finalmente conseguir el reconocimiento que se merecía. Uno de sus primeros partidarios y defensores fue un profesor de antropología estadounidense en Yale llamado Michael D. Coe, quien más tarde escribiría: "Yuri Knorozov, un hombre que estaba muy distante del establishment científico occidental y que, antes de finales de los 80, nunca había visto una ruina maya ni tocado una inscripción maya real, sin embargo, contra todo pronóstico, hizo un magnífico descifrado moderno de la escritura jeroglífica maya.”





1198. “6 de noviembre pasado. En Villa Gesell ocho días pasaron sin aplausos. Los últimos y únicos, que acompañaron un rescate con vida, se habían oído diez horas después del derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik. Fue cuando sacaron de entre los restos de la torre a la única sobreviviente, María Josefa Bonazza. Esta mañana las palmas, condicionadas por la uniformidad de espesos guantes, volvieron a chocar repetidas veces sobre los escombros para celebrar el hallazgo de una gata, atrapada entre hierros y mampostería, con lesiones, pero en buen estado. Más sobrevivientes seguían buscando cuando escucharon ya no maullidos, sino tibios quejidos. Los bomberos, después de varios días de recuperar cadáveres, se reencontraron entonces con señales de vida. Y tras despejar pedazos de ladrillo encontraron a la gatita, que se llama Kiara, según trascendió.  Era la gata de Nahuel Stefanic, de 25 años, una de las siete víctimas fatales que tiene hasta el momento este siniestro que mantiene todavía a una persona desaparecida: Dana Desimone de 28 años…” (Extractado de una reciente crónica periodística.)





1197. Oliver Reed mimando a su gatito tabby (atigrado) al que le dio el nombre de su pieza musical predilecta, "Jardins sous la pluie", del compositor impresionista francés Claude Debussy. El célebre actor había encontrado a su gatito en la calle en una tarde lluviosa, de ahí el nombre que eligió para él. Cuentan que cuando murió en sus brazos la tristeza fue tan honda que canceló por una semana su participación en el filme para el que lo habían contratado.





1196. Behemot o Beguemot, también popularizado como Popota, es un gato siniestro que pertenece al séquito de Woland, protagonista de 'El Maestro y Margarita', la novela de Mijail Bulgakov. Beguemot (hipopótamo en ruso) es un gato diabólico que responde perfectamente a la imagen oscura medieval del gato sirviente del demonio según la tétrica mitología cristiana contra los gatos, depravado y enorme, negro como el hollín o como los cuervos, sarcástico y pendenciero que gusta mofarse de todo y de todos, y al que mejor sería perderlo que encontrárselo. (En la foto vemos el monumento que los evoca en un banco de plaza en Járkov, Ucrania -sitio que esperemos aún exista- con lugar en el centro para quien desee sentarse entre el autor Bulgakov y Behemot, su gato maldito.




1195. Mijail Bulgakov (15 de mayo de 1891-10 de marzo de 1940) fue un autor y dramaturgo soviético. Se inició como médico, pero abandonó la medicina por la literatura. Muchas de sus obras fueron críticas de la sociedad comunista y acabaron siendo prohibidas o sus ediciones desaparecidas. En 1930 directamente se le prohibió publicar y también se le negó la solicitud para abandonar la Rusia soviética. Bulgakov murió joven por una enfermedad renal y no llegó a ver ninguna de sus obras publicadas sin censura. Su novela más renombrada es 'El Maestro y Margarita', de la que se publicaron "partes corregidas" en la revista Moscú en 1966 y fue recién en 1969 que se la publicó completa una editorial de Frankfurt. 'El Maestro y Margarita' se considera una comedia negra satírica. En sus páginas El Diablo llega a la Unión Soviética, se presenta como el Profesor Woland, acérrimo crítico del libre pensamiento, junto a su cohorte satánica entre quienes destacan su asistente Fagoto y su gato negro parlante Behemoth, un enorme gato malvado que puede caminar en dos pies, declamar arrogante, y al cual le encantan las armas, jugar ajedrez, viajar en tranvía y beber vodka o coñac, sintiéndose un lord inglés. Se piensa que Bulgakov tomó simbólicamente el nombre para su gato de la figura bíblica Behemoth, la bestia del Libro de Job, monstruo creado por Dios en alusión a la eterna lucha entre el bien y el mal. La novela empieza narrando un sinfín de inconcebibles misteriosos episodios mientras el protagonista advierte que ha arribado a una época y lugar donde ya nadie cree ni en Dios ni en el Diablo. 'El Maestro y Margarita' es una de las cumbres narrativas del siglo XX. En sus páginas el autor logró plasmar sus ideas sobre el sentido de la vida y la historia, la libertad y el arte, el amor y la muerte. La novela es una denuncia tan genial como feroz sobre el régimen soviético de entonces.





1194. “Allí estaba el camión de la fruta, bajo una solanera de mucho cuidado, y desde el tejado estaba yo bajo la sombra del emparrado, con un ojo abierto y otro cerrado. Inés, era una joven chiquilla muy apañada, le gustaba hacer los recados para ayudar a su abuela y ese día, como muchos otros, con su bolsa se acercó al frutero. Vi como compraba uvas, plátanos, melocotones y una gran sandía, si casi era más grande que ella, pero el joven sé la puso en otra bolsa, le sería más fácil llevar toda la fruta de una vez. Di un salto para caer a su lado, cuando de repente observe que ella en un descuido la sandía dejaba en el suelo y está corría calle abajo. La pequeña Inés ni se percató de ello, yo aunque maullaba repetidamente, ella no me entendía, solo me acariciaba, por más que mis ojos cerraba y abría la niña solo reía. Cuando se dio cuenta de que su sandía había desaparecido corrió calle abajo como poseída, regresó toda compungida, sin saber dónde había ido a parar su rosada sandía. Me puse a pensar, algo he de hacer para que ella vea que la sandía en aquella esquina de la calle quedó escondida. Si mis maullidos no va a entender, tendré que hacer algo que juré a la bruja Herminia que jamás haría, pero creo que es un buen momento para saltarse esa regla y contentar a mi joven amiga. Cuando creí oportuno, me puse a sus pies y mientras acariciaba mi buen lomo, le dije con voz de barítono… —Inesita, no te asustes, tu sandía está en el rincón de la tía Anita, allí la podrás encontrar, baja rápido a ver porque si alguien al pasar la rescata ya jamás la verás. Inés, ni se inmutó, me dio un beso en el hocico y corrió, tanto corrió que casi pierde su coletero, y cuando vio la sandía solo supo decir: Mi sandia, Mi sandia, se parecía a E.T. Este gato parlanchín tendría su castigo por saltarse las normas, pero mereció la pena ver a la pequeña sonreír subiendo la cuesta con la sandía entre sus brazos. (“Un gato y una sandía”, lo escribió y aportó la foto de Cesar, su bello gato, Campirela en su recomendable fantástico blog https://campivampi.blogspot.com/)





1193. En 1983 Sam, el hijo de nueve años de Helen Brown, autora de varios libros sobre (sus) gatos, fue atropellado por un automóvil en una carretera de Wellington. “Días antes de su muerte Sam había quedado fascinado con una gatita negra nacida en casa de una vecina. ¿Puedo tenerla para mi cumpleaños? La llamaré Cleo”, cuenta Helen que exclamó su hijo, feliz. “Nuestras vidas se vieron destrozadas, nuestra devastada familia no tenía futuro, hasta que una semana después del funeral de Sam, la vecina apareció en la puerta de mi casa con la gatita que él había elegido en brazos y Rob, hermano mayor de Sam, la reconoció de inmediato y dijo ‘es la gatita que quería Sam, bienvenida a nuestra casa Cleo!' Desde ese momento de inflexión nos fue imposible imaginar cómo nuestra vida, pese a la ausencia de Sam, iba a comenzar a recomponerse y a sanar. De hecho así titulé mi libro de 2009: «Cleo, de cómo una pequeña gatita negra ayudó a sanar a una familia”» que ha sido traducido ya a 18 idiomas y vendido más de 2 millones de copias.”





1192. Ai Weiwei es un artista chino apasionado por los gatos. Tiene varios, “nunca me son suficientes”, rescatados de aquí y de allá, y lo acompañan constantemente en su trabajo e incluso suelen convertirse en protagonistas de sus obras. “Mis gatos se saben importantes”, le dijo hace poco en una entrevista al New York Times. “Siempre quieren dormir en medio de la cama o sentarse sobre mi hombro. Es que me alegran tanto la vida”. Su amor por los gatos es reflejo de lo que ha vivido: “Mientras yo crecía en Shihezi, China, en los años 60, no se veían familias con ‘sus’ mascotas, porque por supuesto el comunismo está en contra de cualquier clase de propiedad privada, y cualquier tipo de integración compasiva de un animal se consideraba censurable. Los animales sólo se valoraban como instrumentos de productividad, como en el caso de burros y caballos, o por su carne. Además, nadie tenía suficiente para alimentarlos… Pero con el tiempo los controles cedieron y para cuando construí mi estudio en Pekín en 2000 lo primero que quise fue que hubiera algo de vida allí, por lo que me conseguí un gato, y luego fui dejando mi puerta abierta a cuanto gato suelto anduviera cerca.”





1191. ¿Sus gatos son lindos o feos?... Son, para no ser tan subjetivos si no precisos, inclasificables, y tan únicos como lo es cualquier gato, y no te dejan indiferente además. Es imposible aquí mostrar la infinidad de gatos que ha creado. Googleen a Lola Dupre y sus gatos y verán. Fue muy difícil elegir uno para ilustrar esta entrada. De hecho, creo que se merecería una Bolsa de Gatos entera. Lola es una artista nacida en Argelia y radicada en Glasgow, Escocia, una maestra del collage y la manipulación gráfico-ilustrativa. Utilizando diversas técnicas crea retratos surrealistas y distorsionados de animales, personas y objetos, combinando elementos grotescos un muy fino sentido del humor. Ella comenzó su trabajo apenas con tijeras y pegamento PVA para cortar y volver a ensamblar meticulosamente imágenes fotocopiadas y fotografías antiguas en composiciones en capas. Más recientemente ha incorporado variadas herramientas digitales para perfeccionar aún más sus diseños y las personalísimas expresiones que logró en los mismos. Influenciada tanto por el dadaísmo como por la época victoriana y el Art Nouveau, Dupre explora la fluidez de la personalidad, la naturaleza fragmentada de la gestualidad y la complejidad humana en sus tiernas obras sobre gatos.


viernes, 22 de noviembre de 2024

Sunya’tanka ---

 





Lo imposible
Ocurre con frecuencia
Todo el tiempo
Lo posible se ausenta
O tiende a ya no ser



jueves, 14 de noviembre de 2024

Chöka instantáneo ---

 





Al ras del agua
En hebras instantáneas
Como la niebla
Silencia las miradas
Sobre islas de ausencias
Se disemina
Disgrega las palabras
Aún así, imprecisa
La memoria irradia


viernes, 8 de noviembre de 2024

Es lo que pasa con las ausencias ---

 



De reojo la vi, de pronto
Allí, como una sombra, al acecho
Parapetada detrás de un impreciso recuerdo
Que hacía días me inquietaba
Y no terminaba nunca de desolvidar por completo
Para que pudiera por fin aflorar
Y dejar de ser apenas una furtiva emanación
Un aislado enigma o un suceso incierto
Y para que pudiera yo primero estabilizarlo
Y luego enmarcarlo en un espacio-tiempo concreto
Para finalmente poderlo identificar y darle una entidad
Como algo ya pasado que fuera bueno, malo o neutro…

Pero es lo que pasa con las ausencias
Aparecen de un momento a otro reclamando su lugar
Donde más te duelen y cuando menos uno las espera
Ansiosas por volver a tener su presencia
Desconcentrándote cuando nada más querías garabatear un poema


viernes, 1 de noviembre de 2024

Tanka elegíaco ---

 




Lo impensable
Es el hecho desnudo
Que la poesía
Arropa con sonoras
Metáforas sin márgenes


Bolsa de Gatos 1181/1190

 




1190. “¡¿Qué son los gatos?! decía yo cuando entré como diputada. Soy recuriosa, me interesa todo: Gente, Hola y leo a Platón. La frivolidad es un gran descanso. ¿Qué es un gato?, empecé a preguntar. ‘Son chicas acompañantes, acompañan a los diputados’, me explicaron. Un día voy en el ascensor y descubro un gato –porque era un gato–. Bajo y grito ‘un gato, un gato’. El ascensorista empezó a buscar... Ahora veo gatos sentados en las bancas, antes eran acompañantes, después fueron asesoras y ahora son diputadas. Yo no digo que no estén porque uno puede educarse, ¿no? pero por lo menos que se formen. Los gatos nos invaden”. Elisa Carrió, en diálogo con el youtuber Rosendo Grobo, politólogo, hijo del zar de la soja Gusavo Grobocopatel, describió sin precisar nombres el paisaje del Poder Legislativo. Después de casi 26 años en el Congreso y a más de cuatro años de haber abandonado la política, la líder de la Coalición Cívica empezó a desandar el camino para volver al palacio.” ("Gatos”, en el Pirulo de tapa de Página12, por Elisa María Avelina Carrió, más conocida como Lilita, abogada, catedrática universitaria, constituyente y política argentina que se desempeñó como Diputada de la Nación y construyó y derrumbó varios partidos y alianzas políticas; polémico personaje de la argentinidad sociopolítica; en la foto publicada en Tweeter en agosto de 2016 junto a su gata Frida)





1189. “A principios de los años 30's del siglo pasado el actor y director de cine Charles Laughton llegó a Hollywood con su esposa, la actriz Elsa Lanchester, (célebre por su papel principal como 'La Novia de Frankestein'), y fue de inmediato contratado por los grandes estudios para realizar varias películas, aunque con el paso de las semanas, feliz como estaba atareado en sus labores, al regresar a su casa notó que su esposa se sentía sola mientras esperaba que desde algún proyecto teatral o de cine la convocaran, por lo que decidieron adoptar un gatito negro muy juguetón al que llamaron Nero (cabe destacar que por esos días Laughton interpretaba al alegre desquiciado Nerón en 'La Señal de la Cruz') y el que sería el primero de una larga lista de mininos que tendrían en su hogar. A partir de ese momento la pareja se hizo fanática de los gatos, iban a exposiciones gatunas, leían y estudiaban sobre gatos de diferentes razas; inclusive se dijo que Elsa influenció a Laughton para que consiguiera los derechos para montar un espectáculo basado en “Old Possum’s Book of Practical Cats” de T.S. Eliot, el cual no se concretaría por la inexplicable negativa del poeta. El director cinematográfico Jean Renoir cuenta en sus “Memorias” que a Laughton le decían cariñosamente «el gran gato», apodo del que se sentía orgulloso imitando maullidos y ronroneos entre los presentes como demostración. Los gatos fueron una constante en la vida privada y profesional de Laughton y Lanchester. Por ejemplo, en la película “This Land Is Mine”, dirigida justamente por Renoir, el gato que aparece allí es uno de los gatos del matrimonio gatero que conformaron Charles Laughton y Elsa Lanchester.




1188. María García García, murciana, nacida el 2 de febrero de 1950, más conocida como Bárbara Rey, fue la actriz, vedette, personaje mediático y presentadora de televisión española que durante los 80’s alcanzó cierta fama como símbolo sexual y aún más notoriedad cuando mantuvo una romántica relación clandestina con el rey Juan Carlos de Borbón, relación siempre negada por los involucrados pero de la cual recién por estos días se conocen unas confirmatorias escabrosas fotografías que vuelven a poner el tema sobre el tapete en España. Pero bueno, que esos asuntos corresponden a la esfera de su intimidad, en definitiva, y lo que aquí queremos destacar es que Bárbara es una orgullosa gatera irredimible como podemos apreciar en esta fotografía en su Instagram por cierto más políticamente correcta que aquellas que protagonizó en la cama junto el rey emérito Juan Carlos I, su hoy confirmado amante.





1187. «En el principio sólo existía un gran abismo llamado Ginnungagap y un árbol cósmico en el fondo, el Yggdrasil. Entre las raíces de este árbol había dos grandes reinos, uno de fuego llamado Muspell, y otro de oscuridad y niebla llamado Nifelheim. Entre ambos reinos estaba Hvergelmir, el gran caldero con agua burbujeante que alimentaba las aguas de los doce grandes ríos que flotaban en el gran abismo lleno de bloques de hielo. En el amanecer de la existencia llamas de fuego del reino de Muspell cayeron sobre los bloques de hielo formando gigantescas nubes de vapor que se elevaron del gran abismo formando los cuatro elementos, el espacio, un gran océano y la tierra, y dando origen a los mundos, bestias, hombres y dioses. Fue entonces cuando las hadas se reunieron en torno a su reina para elegir, entre todos los animales, uno que las representara y protegiera. Todas al unísono escogieron al gato noruego porque era grande, fuerte, musculoso y poseía un largo pelaje que las protegería de las grandes ventiscas polares. El tiempo fluía lentamente en estos nuevos reinos. Los dioses primigenios gobernaban el mundo de los vivos, y también el de los muertos, cuando la diosa nórdica de los Bosques de Noruega, Freyja, primera entre las Valkyrias, hija de Nerthus, la madre tierra, y esposa de Odín, montó en su carro a las puertas de su morada en Sessrumne e instó a sus blancos gatos Bygul (abeja de oro) y Trjegul (árbol de ámbar dorado) a que tomaran las riendas de su carro rumbo al norte, para poder atravesar las serpenteantes auroras boreales que iluminaban los cielos de esas mágicas tierras. Ensimismada en sus pensamientos, sin percatarse de que Thor, el dios del trueno, la seguía despechado por su amor no correspondido, decidido a mantenerla secuestrada en su palacio de Asgard. Pero lo que Thor nunca se ima- ginó fue que sus gatos Bygul y Trjegul iban a defender a su ama con garras y dientes, impidiéndole cumplir su propósito…» (Extraído de las “Leyendas Nórdicas”, ilustradas por Johannes Gehrts)





1186. "Francamente, si existe la reencarnación, sería maravilloso volver y vivir una vida como la que tienen y han tenido todos nuestros gatos: vivir cuidados y atendidos por personas como mi esposa y yo. Me jacto de esto y perdonen la franqueza." (Christopher Walken)





1185. Dora Maar luego de una de las sesiones de análisis que tuvo con Jacques Lacan. La imagen fue captada a fines de los 40’s o principios del 50. Dora había terminado una relación de nueve años con Pablo Picasso y Lee Miller, fotógrafa aprendíz de Man Ray, nada menos, le pidió si podía retratarla evocando aquellos turbulentos días. Estaban en el departamento de Dora en París. Ella acariciaba a su gato y detrás vemos su autorretrato a un costado de la chimenea y arriba uno de los míticos retratos que Picasso hiciera de ella.





1184. Kamwei Fong es un artista malayo que se hizo muy popular por sus divertidas y tiernas pero refinadas ilustraciones de gatos, las cuales quieren simbolizar la alegre visión del asombro infantil. Su estilo conmueve a través de un enfoque minimalista, centrándose en las cualidades expresivas de los ojos y no tanto las expresiones fáciles, con rotundas colas y tupidos pelajes. Utilizando principalmente tintas con micropigmentos negros, Fong les imprime vida a sus simpáticos personajes, en su gran mayoría gatos, imbuyéndolos de una tangible esponjosidad y reflejando a la vez un distintivo carácter.




1183. El actor y director de cine japonés Juzo Itami (1933-1997) con su inseparable gato Kogane-maru. En un ensayo en 1972 Juzo Itami escribió: "Me gustan tanto la dignidad que manifiesta el gato como las implacables formas que tienen de ignorarte. He convivido con gatos desde que nací. Más diría. No recuerdo momento de mi vida en el que no haya habido gatos a mi alrededor. De hecho ni puedo pensarme en una vida sin gatos".





1182. « ¡Qué dura es la vida del gato abandonado! Y más dura aún si se ha de fingir que uno es un gato cualquiera, y no uno que puede leer el pensamiento. Vaya, igual me he pasado un poco, pero sí capaz de evaluar a los bípedos por su aspecto. /////  Este que viene ahora es de los que piensa en dar gato por liebre. Poco de fiar. Mejor me escondo detrás… No, no hace falta. Se arrima a las jaulas de enfrente. Es más de perros que de gatos. Suerte para el perro que escoja; le hará falta. ///// Aquí me siento como las putas esas del barrio rojo, esperando que alguien las escoja. Bueno, con jaulas en vez de cabinas; nosotros esperando alguien a quien podamos hacer compañía; vaya en realidad también como ellas. ///// Esta bípeda que viene ahora sí que busca gato. Vaya, esta es desconfiada, de las que piensa que en todo tiene que haber gato encerrado; como yo. Esta no me dejará salir; mejor me escondo, así, detrás de un travesaño horizontal de la jaula. Aquí detrás no puede verme. Uff… Ya ha pasado. ///// Este que viene ahora… vaya, este no piensa nada. Tiene dificultades para pensar. Mejor no salgo del escondite. ///// ―Oiga joven. ¿Es usted de aquí ¿no?? Pues el gato de la jaula 7,66 se les ha escapado. Ahí no hay ningún gato, aunque se escucha reír a alguien. ///// Vaya, pues sí que pensaba. Era un matemático. En realidad, ya estoy harto de matemáticos, así que mejor haberlo evitado. ///// A ver esta que viene ahora, vaya… esta es de las que piensa que quien con gatos se acuesta, arañado se levanta. No me dejará subirme a la cama. No me descubro. ///// No sé para que me pongo aquí para que me escoja un bípedo, solo he conocido a una que valga la pena. ///// Este, vaya… Este es clarísimamente de los que piensa gato maullador, poco arañador. Nos hace de menos. Y anda que si espera que yo cace ratones. Seguro que no le gusto, pero tampoco me voy a mostrar. ///// Otro día más sin… ¡¡VAYAAA!! ¡Qué sorpresón! Ahora sí que aparezco, y hasta grito, aunque me descubra: ///// ―¡Alicia!... ///// ―¡Cheshire!... » (El Gato “Vaya”, escrito en la senda de Lewis Carroll por Gabiliante, publicado en su imperdible blog https://gabiliante.blogspot.com/ e ilustrado además por el dibujo original coloreado de John Tenniel para “Alicia en el País de las Maravillas”)





1181. El gato Larry es desde 2011 el 'jefe ratonero' de la residencia oficial del primer ministro del Reino Unido en el 10 de Downing Street, puesto al frente del cual atravesó ya varias administraciones. Como miembro del ejecutivo británico Larry cuenta con su propio presupuesto anual de 100 libras para alimentación y cuidados de su salud, aparte de recibir frecuentes regalos desde cada rincón del país. La tradición de contar con un 'jefe ratonero' para preservar el 10 de Downing Street de roedores y plagas viene desde que la residencia fue oficialmente destinada a albergar al primer ministro y su familia.