740. El libro “The Cats of Wildcat Hill” contiene
instantáneas realizadas por el maestro de la fotografía Edward Weston, además
de textos suyos y de Charis Wilson, su pareja y asistente. Son imágenes de los
numerosos gatos con los que convivían en la casa de Carmel, California, a la
que llamaron “Wildcat Hill”, en honor a los gatos silvestres que decidieron
quedarse con ellos cuando construyeron la casa en una parcela perteneciente al
padre de Charis. El libro fue publicado en 1947 por la editorial Duell, Sloan
and Pearce y es un clásico para los amantes de los gatos.
739 “Si logras que un gato te mire a los ojos / y
miras muy fijo en los suyos / y sientes que el oscuro ronroneo pasa a tu cuerpo
/ y vibra cuando respiras y ves que no es confuso / sino parte de tu piel y tu
mirada / y ves más fijamente y los colores de su iris van cambiando y brillan /
pero en el centro la pupila, alargada, crece y se entreabre / y te muestra sus
jardines, los rumores que lo inundan / los pliegues pequeñitos de las cosas que
son grandes y flexibles y misteriosos / y te llevan a otros mundos / con
colores y sonidos / sensaciones que no
sabías que existían / Pero si te asustas y cierras los ojos / pierdes el mirar
fijo y el ronroneo / y él parpadea y se cierra esa puerta / hasta que vuelvas a
lograr que un gato te mire a los ojos / y mires muy fijo en los suyos…” (“Poema
para Sergio Laignelet” de la poeta mexicana Roxana Elvridge)
738. Monsieur Verdoux es una comedia negra de
1947 escrita y dirigida por Charles Chaplin, en la que además interpreta a un
bígamo asesino serial de mujeres. Para acometer la composición del personaje,
Chaplin se inspiró en el tristemente célebre Henri Désiré Landru y, mientras
escribía el guión, se dio cuenta que debía contrastar la frialdad e indolencia
del siniestro asesino haciendo que se conmueva con algo, y qué mejor que con el
animal que a él más lo conmovía, el gato.
737. “Duermo desnudo, voy por la casa desnudo, me
baño desnudo, como mi gato Safita. Sólo me cubro cuando tengo ocasión con el
vellón de una llama cuando hace mucho frío. Y siempre duermo desnudo, por si
acaso me sorprenden para no tener que hacer esfuerzos…” (Soren Peñalver, poeta
nacido en Albudeite en 1950, en una entrevista en https://www.laopiniondemurcia.es/)
735. Decía Stendhal que lo que engancha del amor
es la incertidumbre y quizá sea eso lo que nos ata a ellos: que nunca sabemos
cuándo van a hacernos caso y cuándo van a ignorarnos. Son elegantes,
misteriosos, caprichosos, graciosos, cariñosos… Tal vez sea también que se
parecen mucho a los humanos. Pero ciertamente el amor y la pasión que algunos
sentimos por los gatos es difícil de explicar ya que, objetivamente, no son
muchos los motivos que nos dan. A ver, ¿cómo se explica la adoración por un ser
que te araña los sofás, te despierta cada día a las 6 y media de la mañana, y
ocupa el mejor lugar de la cama? Eso sólo puede ser amor. Amor verdadero.
(Pedro Zuazua Gil, filólogo asturiano autor de "En mi casa no entra un
gato")
733. “Prefiero el cine / Prefiero los gatos /
Prefiero los robles a orillas del río / Prefiero Dickens a Dostoievski /
Prefiero que me guste la gente a amar a la humanidad...” (Fragmento inicial de
“Preferencias” de Wislawa Szymborska, poeta polaca (1923-2012), socióloga, licenciada en filosofía, Premio de Literatura
de Cracovia 1963, Premio del Ministerio de Cultura de Polonia 1991, Premio
Goethe 1996 y Premio Nobel de Literatura 1996. En la foto su estatua en Kórnik,
su ciudad natal, deja en claro lo que ella sentía por los gatos.
732. “Perdón, me agarrás cocinando” dice Inés. El
olor a cebolla se siente por todo su departamento ubicado sobre la Avenida del
Libertador. “No estoy llorando, ¿eh? Es la cebolla” agrega. Tiene puesto un
delantal de cocina sobre el jogging y el buzo. Hace un rato llegó de su
habitual corrida por el Rosedal y ahora está cocinando para su hija Abril que
todavía no volvió del colegio. Inés Garland no se siente identificada con la
figura del escritor loco que está todo el día escribiendo… Luego, en plena
entrevista, mientras se explaya sobre
sus obsesiones literarias, se interrumpe, le pregunta a Manuel Bence Pieres, su
entrevistador: “Hay olor, ¿no? ¡La cebolla!” grita y sale corriendo hacia la
cocina. Lolo, el gato que le regaló a su hija, da vueltas por el living. Afuera
la lluvia cae sobre una Buenos Aires gris. “Viste que no se puede cocinar y
hacer entrevistas a la vez” dice cuando vuelve. “¡Lolo, bajá de ahí!”, le
ordena Inés al gato que ahora se subió a uno de los estantes de la biblioteca.
“Cuando hay invitados se asusta” dice Inés y se vuelve a sentar. El gato no le hace
caso… (http://elanacoreta86.blogspot.com)
731. “Los animales fueron imperfectos / largos de
cola, tristes de cabeza / Poco a poco se fueron componiendo / haciéndose
paisaje / adquiriendo lunares, gracia, vuelo / El gato, sólo el gato apareció
completo y orgulloso / nació completamente terminado, camina solo y sabe lo que quiere…” (Así comienza
la “Oda al Gato” de Pablo Neruda que Antonio Skármeta lee para su exitoso programa
“El Show de Los Libros” en la televisión chilena. (www.youtube.com/watch?v=D-LeIc7VKT8)