sábado, 1 de febrero de 2025

El mejor poema

 


(The Anatomy of Melancholy, Self Portrait de Laura Makabresku)



El mejor poema es el que no se puede escribir
Aquel para el cual no alcanzan las palabras
Ni las justas ni las inexpresables ni las sagradas
Por lo que no queda otra que tratar de inventarlas
Y esperar que sean de las que logran aunar voz y mirada
 
 
 
El mejor poema es aquel que ante un hecho poético cierto
-Y pese a que uno pueda devanarse los sesos
Trazando aunque más no sea un verso que pudiera definir
Eso que enmarcará para siempre lo que quiso decir-
Nada más le verá refulgir la faceta de lo que es aún incierto
 
 
 
El mejor poema es aquel que todavía no escribí
Ya porque a las musas no les presté atención
O porque perdí el tiempo o porque no se me ocurrió
O porque existe más allá de la sinrazón como musitó
Rimbaud en su fatal despedida antes de volverse al sol
 
 
 
El mejor poema es aquel que será el próximo
Pero que espero pruebe que no existe tal cosa como “el mejor”
Puesto que allí está el maldito error, la mera idea o noción
De que sólo en el éxito o el acierto reside la perfección
Sin entender que el mejor poema es apenas una primera versión


Bolsa de Gatos 1211/1220

 




1220. Esta pintura de Nathaniel Hone, hoy expuesta en la National Portrait Gallery de Londres, retrata a la bella Catherine Maria 'Kitty' Fisher, una famosa cortesana británica del siglo XVIII. Un aspecto destacable es que el cuadro incluye un gatito tratando de agarrar un pececito de una pecera, un guiño visual que juega con el apodo con el cual llamaban en ese momento a la protagonista, Kitty Fisher, en español “gatito pescador”, y una clara alusión a su actividad en aquel año de 1764.




1219. Es que ser turco indica que eres amante de los gatos. Juegos Olímpicos de París 2024. Yusuf Dikeç, 51 años, participante en la disciplina de Tiro con Pistola de Aire, brindó una clase magistral en la competición por equipos mixtos con un par de tapones en sus orejas, una postura relajada y una vista de águila que le valió la presea plateada. El suboficial retirado de la Gendarmería Turca, nacido en la provincia de Kahramanmaraş, al sur del país de medio oriente, se convirtió en sensación, por lo que los usuarios de las redes sociales investigaron su historia y descubrieron algo que los conmovió aún más: el medallista olímpico es, como buen turco, un amante de los gatos, de los cuales asegura haber aprendido, con nada más observarlos a diario, equilibrio y concentración.





1218. El papel que desempeñaban los gatos en la vida cotidiana de los egipcios era sumamente importante y contribuyó con su deificación. Los antiguos egipcios eran agricultores que en sus graneros acumulaban cereales para vivir en los tiempos de siembra. Los gatos monteses africanos cazaban a los roedores invasores que comían sus cultivos. También protegían a los egipcios del diario peligro de las serpientes, por lo que pronto se dieron cuenta de lo mucho que necesitaban a los gatos y comenzaron un proceso de domesticación que evolucionó hasta vincularlos con sus creencias religiosas. Según Jaromir Malek, autor de “El gato en el Antiguo Egipto”, los egipcios deificaron al gato dándole la forma y el estatus de la diosa Bastet durante la dinastía XXII, alrededor del 975 a.C. Bastet era una de las deidades más importantes, la diosa de la protección, la fertilidad, la maternidad, el bienestar y la felicidad. Su culto duró más de 1000 años y alcanzó su apogeo en el período ptolemaico, 332-330 a.C. Cada año se llevaba a cabo la celebración anual de la Diosa Bastet en la localidad de Vouvastis donde los egipcios exhibían sus representaciones de sus sagrados gatos en estatuas y murales. El historiador griego Heródoto explica que el pueblo egipcio era particularmente sensible a los asuntos relacionados con los gatos. Han quedado registrados rituales de luto tras la muerte de un gato e incidentes de venganzas, por ejemplo, contra quienes osaban hacerles daño. Los gatos eran además momificados para que accedieran al más allá.





1217. El maestro francés de ajedrez Alexander Alekhine llevaba a “Chess”, su inseparable siamés, a todas partes. Aquí aparecen en esta fotografía de 1936 en una de las míticas partidas entre Alekhine y su frecuente rival, el maestro holandés Max Euwe, quien tras las inapelables derrotas solía pretextar ser alérgico a los gatos, buscando que el siamés de Alekhine sea retirado del escenario y pese a que en el estatuto de la competición no existía cláusula ni regla alguna que avalara su pretensión. 




1216. 'La Electrizante Vida de Louis Wain' es la película de 2021 dirigida por Will Sharpe. Cuenta la extraordinaria historia del genial artista británico Louis Wain, interpretado por Benedict Cumberbatch. Claire Foy interpreta a su amada esposa Emily en tanto Olivia Coleman es la voz en off que narra. Will Sharpe y su director de fotografía, Erik Alexander Wilson, redimensionan el uso de la luz, el color y demás elementos visuales para comunicar la visión del mundo de Wain. “Tratamos de contar su vida desde sus ojos” dice Sharpe. “Cuando tuve mi primer contacto con el guión no sabía nada sobre Wain. Conocía sus ilustraciones pero nunca me había parado a pensar en quién las había concebido y realizado. La gente en Gran Bretaña especula con que fue él quien hizo que los gatos se vieran como animales domésticos, fue su obra la que provocó ese cambio. A mí, sin embargo, lo que me interesaba era Wain como ser humano más que como figura o artista histórico. La etapa de su obra más apreciada por el mundo artístico es esa última en la que pintaba gatos psicodélicos y caleidoscópicos, gatos cada vez más surreales o abstractos.” La película es sin duda recomendable, por muchas razones, pero también porque cuenta con la participación de Nick Cave, protagonizando al extraordinario autor visionario H.G. Wells, amigo y defensor de Louis Wain y su memorable obra. En la foto promocional de la referida película la pareja que encarna a Louis y Emily posan con el gato negro y blanco que protagonizó al Peter que fuera adoración de los Wain en la vida real.





1215. Tras ser diagnosticado con esquizofrenia, el trabajo de Louis Wain se volvió más estridentemente colorido y sus gatos antropomorfizados de siempre tuvieron expresiones más enigmáticas y hasta inquitantes; incluso algunos diseños debido a su visión y enfermedad son hoy considerados una mirada de avanzada para el Pop Art, el comic y la psicodelia. Tal fue la notable contribución al arte de la ilustración de este verdadero artista que terminó recluido en sus últimos años en el Hospital Psiquiátrico Napsbury del condado de Hertfordshire, establecimiento en cuyos jardines pululaban los gatos, lo que le permitió fallecer cerca de los seres a los que tanto amó y a quienes se dedicó a retratar. Años después, la historia de este genio de la ilustración se narraría para la posteridad en la película de 2021 "La Electrizante Vida de Louis Wain". 





1214. Louis Wain (5 de agosto de 1860 - 4 de julio de 1939) fue un artista británico famoso por sus tan personales como extravagantes ilustraciones de gatos, su gran pasión y predilección desde la cuna. Nacido en 1860 en Londres fue uno de los seis hijos de una familia con antecedentes de enfermedades físicas y mentales. El propio Wain nació con labio leporino y padeció problemas de desarrollo, aunque muy pronto mostraría una descomunal capacidad para el dibujo y las ilustraciones. Cuando Wain tenía 20 años su padre falleció y las responsabilidades económicas de la familia recayeron en él como hermano mayor. Antes de intentar valerse como ilustrador profesional trabajó como asistente de profesor, hasta que en 1883 se casó con Emily, una mujer que, además de ser el amor de su vida, adoraba tanto como él a los gatos. La felicidad matrimonial sería completa cuando, poco tiempo después, Wain recibiera el encargo de ilustrar el libro infantil "Madame Tabby's Establishment", una historia sobre una Escuela de Modales para mininos. Sus ilustraciones tuvieron gran suceso de inmediato y Wain en seguida creó “Kitten's Christmas Party” para la edición navideña de Illustrated London News. Lamentablemente la buena fortuna por sus logros se vería oscurecida por el fallecimiento de su amada esposa Emily tras varios meses de enfrentar un virulento cáncer. Esto lo sumió en una honda depresión luego de la cual le diagnosticaron esquizofrenia, la que a su vez le hizo perder su carrera como ilustrador. Pero igual Wain continuaría con su pasión de siempre dibujando gatos por el resto de su vida…





1213. Mohamed Aziz tiene 72 años y es el librero más famoso del mundo. Vive en Rabat, Marruecos, la llamada ‘ciudad de los gatos’, y vende libros en un país donde el 30% de la población no sabe leer, lo que implica un acto de amor para con su ciudad, la literatura de su país y el mundo. Huérfano desde los 6 años, Aziz tuvo una vida difícil; ni siquiera pudo terminar el colegio porque los libros de texto eran demasiado caros para él. A los 15 años, en 1963, comenzó su carrera de librero con tan sólo una estera extendida bajo un árbol con 9 libros. Ahora su librería tiene cientos de libros y él pasa sus días inmerso en sus lecturas, devorando historias en compañía de sus gatos. “Es mi venganza con mi infancia y pobreza”, dice. “He leído más de 4.000 libros en árabe, francés, inglés o español, lo que significa que he vivido más de 4.000 vidas. ¡Todo el mundo debería tener esa oportunidad! Sólo necesito un almohadón y un libro para disfrutar el momento”. Cuando una vez le preguntaron por qué dejaba los libros afuera, donde podían ser robados, respondió que “los que no saben leer no roban libros, y los que saben leer no son ladrones”. Además tiene gatos guardianes de los roedores que podrían mordisquearles los libros. “Por lo que no necesito más compañía”.





1212. Victor Hugo adoraba a los gatos. Aunque no habló mucho de ellos en su obra, siempre tuvo gatos y les dio un lugar importante en su vida. “Dios creó al gato para darle al hombre el placer de acariciar un tigre”, supo decir. Afirman que fue su gato Chanoine quien inspiró esta famosa frase de Hugo que en todo momento lo consideró un miembro más de su familia. Champfleury (Jules Husson, su verdadero nombre), escritor y también amante de los gatos, escribió un libro titulado “Gatos: historia, costumbres, observaciones y anécdotas” que fue su mayor éxito. Se hizo amigo de Victor Hugo y escribió sobre Chanoine, al que conoció durante una visita a su residencia: “En el centro había un gran dosel rojo, sobre el cual estaba sentado un gato que parecía estar a la espera que le rindan pleitesía los visitantes. Un enorme collar de pelo blanco destacaba como la capa de un canciller sobre su vestimenta negra. El bigote era el de un magiar húngaro y, cuando el animal avanzó hacia mí majestuosamente, mirándome con ojos llameantes, comprendí que el gato había inspirado al poeta y que esos ojos reflejaban los grandes pensamientos que llenaban toda la casa. Chanoine fue el gato abisinio efigie que acompañaba a Victor Hugo quien, como atento y dedicado abuelo, le obsequió a su nieta su primer gatito al que llamó Gavroche. (Texto extractado de www.micetto.com y aportado, junto con la imagen de la British Library de Londres con la rubrica de Victor Hugo, por Livy, mi muy inspiradora amiga y administradora de un blog que muchos en la blogosfera seguimos extrañando: http://moinonplusosi.blogspot.com/)





1211. Cuando cuando era apenas un artista comercial en Nueva York durante los años 50, Andy Warhol tuvo varios gatos siameses a los que les permitía andar y hacer lo que quisieran, incluso con sus trabajos artísticos. De hecho, en 1959, publicó una parodia de libro de cocina, 'Wild Raspberries', y lo mandó a la imprenta con las huellas de las patas de los siameses marcadas en los originales. Nadie puede decir exactamente cuándo empezó su amor por los gatos en general o aquella inicial obsesiva debilidad por los siameses. La primera referencia puede encontrarse en la carta que le escribió a Truman Capote, la cual así rubricaría al final: '¡De parte mía y de mis gatos!'. En el punto máximo de su tutela de gatos Andy Warhol llegó a tener 26. A todos excepto a uno los llamó 'Sam'. Al otro lo llamó 'Blue Pussy'. En imagen vemos la cubierta original que tuvo '25 Cats Name Sam and One Blue Pussy'.