950. “Un gato se asoma por debajo de un coche. De
pronto, sale de su escondite, se escabulle silenciosamente unos metros más allá
y empieza a restregar su pelaje moteado contra la pared de ladrillo rojo. ¿Lo
notaste? Eso es amor…” nos dice Iris Murdoch, o, en palabras de Isabel a su
cuñado Edmund, protagonista de The Italian Girl: “¿Ves ese gato? Hasta hace
poco yo no lo podría haber visto. Ahora existe, está ahí, y mientras está ahí,
yo no estoy; simplemente lo veo y lo dejo ser… Así es cómo uno, de pronto, es
capaz de ver el mundo y amarlo, así es cómo uno se sale de uno mismo”. Haciendo
eco del pensamiento de Simone Weil, esa mística heterodoxa y peculiar que
inspiró a Murdoch, podemos decir que amar es prestar atención y, por lo tanto,
que amar tiene algo de llamado y algo de conocimiento a la vez. El amor es una
especie de deber epistemológico, deber que cimbra a los personajes de esta
escritora irlandesa heterodoxa y peculiar. Al leer sus novelas tienes que
prestar atención a las acciones de los personajes y a sus impulsos internos,
tienes que prestar atención a las palabras sencillas y potentes del narrador, a
la ironía, a veces devastadora, a veces graciosa, que rezuman sus situaciones
dramáticas y disparatadas. El gesto más sencillo y sin importancia puede ser el
fundamento del amor. ¡Tienes que prestar atención! (José Terán,
profesor universitario y creador de Cultura Mínima, escribió “El gato de
Iris Murdoch” para https://minimonecesario.com.mx/)
949. El escritor chileno Enrique Lafourcade
presentó ayer martes su nueva obra “Puro Chile es tu gato azulado” en la que
con su humor e irreverencia acostumbrados muestra la amplia variedad de gatos
presentes en la obra de poetas como Delia Domínguez, Jorge Tellier y Pablo de
Rockha, entre otros. En esta oportunidad Lafourcade se refirió al nuevo Premio
Nacional de Literatura, Volodia Teitelboim, de quien también destacó sus
características felinas: “Volodia es un gato esencialmente bueno y manso, un
gato muy domesticado. Mire que no reconocer que Josef Stalin se portó mal
durante el socialismo; tiene que estar muy domesticado. Ese es el único
reproche que yo le hago a Volodia” manifestó el autor de “Palomita Blanca” y
“La Fiesta del Rey Acab”. (Nota publicada sobre el escritor galardonado, en la
foto junto a Miel, su gato, el miércoles 4 de Septiembre de 2002 en
cooperativa.cl)
948. Sylvester Stallone y su esposa Jennifer
Flavin, padres de tres hijas ya grandes,
acaban de celebrar sus 25 años de casamiento, Bodas de Plata, pese a la
revolución que en su hogar viene causando la nueva integrante de la familia a
toda hora obsesionada por conseguir la atención y los mimos del dueño de casa,
lo que ha provocado los razonables celos de su esposa e hijas. Resulta que la
gatita Mabel se desespera por lamer y besar el cuello de la estrella de Rocky,
incluso mientras duerme, debido a que el actor decidió empezar a ponerse una
nueva marca de colonia que, según aclaró, de ninguna manera está dispuesto a
dejar de usar porque se perdería los mimos de su adorable Mabel. (Encontrado en
https://world.bemoo.xyz/)
947. Esta emblemática obra de 1928, "Gato y
Pájaro", es actualmente exhibida en el Museo de Arte Moderno de Nueva
York. Fue realizada en óleo y tinta sobre un lienzo enyesado y finalmente
montada sobre una tabla de 38,1 x 53,2 cm. Paul Klee, su autor, fue uno de esos
artistas a los que cuesta encasillar. Definir o etiquetar su trabajo es casi
imposible puesto que encontró inspiración en el expresionismo, el cubismo y el
surrealismo. Klee buscó y logró siempre utilizar la línea, la figura y el color
por sí mismos, más que como mera representación del mundo “haciendo visibles
sus más íntimas convicciones”, y este cuadro es un perfecto ejemplo de esto: los
elementos reflejan más el interior de la mente del gato que una ilustración
fidedigna. El pájaro se encuentra en la cabeza del felino sugiriendo sus
apetitos y fantasías. ("Los pintores obsesionados con los gatos",
extractado de un artículo de https://www.vice.com/)
946. “¿Por qué los ojos del gato relucen en la
oscuridad? Porque poseen un mecanismo de ampliación de imagen en la parte
posterior de los ojos. Se trata de una capa llamada ‘tapetum lucidum’ que
literalmente significa ‘alfombra brillante’ y que actúa como un espejo detrás
de la retina reflejando la luz hacia las células retinianas para que el gato
pueda ver incluso con una ínfima cantidad de luz. Por esta razón los gatos
detectan movimientos y localizan sendas u objetos en la semioscuridad que
resultan por completo invisibles para nosotros los humanos. Cabe aclarar que
pese a esta eficiente habilidad no es cierto que los gatos puedan ver en la
oscuridad total. En una noche negra sin luna se les dificulta la visión, por lo
que pasan a guiarse por los sonidos y los olores que son captados por sorprendente
la sensibilidad de sus bigotes y ya no por la vista.” (Desmond Morris nos
desasna sobre este asombroso y extremadamente sensible ser que es el gato en
“Observe a su gato”, libro que que me aportó Volarela, poeta y escritora cuya
lectura pueden disfrutar en https://volarela.blogspot.com/)
945. Brassens le decía Gato a sus gatos. No los
nombraba porque no los llamaba, dejaba que se acercaran a él si les apetecía y,
por la foto, no es difícil deducir que le estaban a cada rato encima. “El gato
tiene un alma soberana, es ante todo independiente, por lo que rechazará a
cualquier amo que se le quiera imponer. Escoge con quién quiere vivir y será su
amigo fiel hasta la muerte, sin bajezas ni servilismos, de igual a igual.”
Cosas como estas decía de los gatos Georges Brassens.
944. El escritor japonés Jirō Osaragi
(1897-1973), según testimonios de familiares y amigos, llegó a tener y a
alimentar en su residencia de Kamakura a cerca de 500 gatos. La razón fue una
sola. Desde muy chico se había prometido que jamás le cerraría la puerta de su
casa a un gato que necesitara alimento, cuidados o refugio.
943. La actriz de 'The Vampire Diaries' está muy
triste por la muerte de su gata. Era su mejor amiga, la rescató de la calle y
estuvieron juntas 19 años, pero este último fin de semana tuvo que decirle
adiós a “Lynx” para siempre. Nina Dobrev hizo pública la noticia el sábado
pasado, agradeciendo a sus fans por el apoyo. Luego publicó en Instagram una
hermosa sesión de fotos donde aparece en momentos muy personales, como
recostada en un sofá acariciando a su minina. “Para mi dulce ángel…me diste
tanta alegría, tantas caricias, innumerables besos. Aún recuerdo cuando te
traje a casa, tenías el tamaño de una taza de té. Eras tan graciosa y tierna, y
supe, desde el momento en que te vi, que vos eras mi alma gemela. Nuestro viaje
juntas comenzó y fuimos inseparables; crecimos en Toronto, luego fuimos a
Atlanta y viajamos por todo Estados Unidos, siempre juntas, incluso vimos el
Gran Cañón... Nuestro último capítulo fue en Los Ángeles” posteó. (“Nina Dobrev
perdió a su mejor amiga” por Lucía Alejandra Celis Fídhel)
942. “Cuidado con el poder de las palabras” me
dijeron una vez. Buen consejo. Una puede perderse entre extrañas acumulaciones
de letras, volando a lomos de dragón o descubriendo el latido del corazón
humano. Y no es nada fácil volver. Por eso escribo. Porque creo en esa magia
que desorienta al Tiempo y a la Oscuridad. Mis cuentos han aparecido en
revistas digitales de fantasía y ciencia ficción, y en algunas antologías en
papel. Y hace poco me animé a publicar un libro de relatos. ¿Qué más? Nací en
Mendoza, en invierno. Amo la montaña, viajar y los gatos. Mi sueño es recorrer Argentina
en motorhome, escribiendo, leyendo y sacándole fotos a mis gatas Wata y Winter
en diferentes paisajes...” dijo la escritora y docente Gisela Lupiañez.
941. “A mis gatos Zelda y Sammy los miro a los ojos y me doy cuenta que son alguien, no algo. Alguien que merece atención y respeto, por el sólo hecho de ser seres vivientes, lo que por supuesto incluye a todos los animales, los de la selva, los de granja, todos…” (James Franco)
Anch'io amo tantissimo i gatti, e non è escluso che nel tempo ne possa adottare uno. Cari saluti, Carlos,silvia
ResponderEliminarUna maravillosa recopilación gatuna que me viene al pelo porque yo, como Stallone, recién adopté una preciosa gatita de 2 meses.
ResponderEliminarAbrazos.
Es maravilloso tu mundo gatuno y le pones a veces unas reflexiones que son una joya, me quedo con "así es cómo uno, de pronto, es capaz de ver el mundo y amarlo, así es cómo uno se sale de uno mismo".
ResponderEliminarUn beso
No hay caricia más sincera que la de un gato... hasta su compañía es motivo de alegría.
ResponderEliminarMil besitos más, amigo mío ♥
Son dioses. Un abrazo fuerte y feliz día. Gracias por estas joyas.
ResponderEliminarMuy buenos hallazgos de historias de gatos, aunque lo de los ojos que brillan en la noche me remite a momentos no muy agradable que viví siendo niña y me asustaba mucho eso... Gracias
ResponderEliminarGracias por esta nueva Bolsa de gatos. Ya lo dije, leo cada gaterío y es un placer repasarlos todos juntos.
ResponderEliminarMe muero con "Mabel" jajaja
Genial los dichos de Brassens.
En el patio de mi casa, de seguir así mi "Plato comunitario", pronto habrá tantos gatis como en la casa de Osaragi jaaa
Y para no alargar más ¡espectacular! el párrafo 950
Beso y que disfrutes del domingo porteño
A algunos de los que conforman esta parte de la bolsa (en la que invertís cada tanto) no sabía que eran gateros.... ¡y qué buena está la cara del gato de Antonhy Hopkins ahí al costado!
ResponderEliminarAbrazazo de gol a boca
Me trajiste a la mente "El gato del rabino". Cuentos que solía contarle a mi hijo.
ResponderEliminarTambién tuve una gata, era del color del caramelo, y muy salvaje; una gata-tigre me dijo el veterinario que nunca pudo con ella. La llamé Caramel, pero no logró endulzarse ;).
Abrazo gatuno, Carlos.
Atrayente y muy completo espacio. Hay mucho trabajo de búsqueda y recopilación y, sobre todo, un afecto sobresaliente por nuestros bien amados felinos caseros.
ResponderEliminarSalud.
Jirō Osaragi cumplió su palabra, y ya sabemos que los gatos se lo cuentan todo. Sonrío.
ResponderEliminarConocí a una señora que se juntó con una veintena. Decía que cuando abría la puerta se la colaban y la daban penita.
Como siempre, una gozada tu bolsa de gatos.
Abrazo, Carlos.