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(Man Ray) |
La noche es una mariposa
De alas tan frágiles
Como las horas
Hilvanadas con hebras de luz de luna
Y pespunteadas con sombras
Coloreadas con el jugo de moras
Que mana de su boca
De oscuridad alada
Que vuela
Desplegando su indecible poesía
Hasta los confines de la eterna fugacidad
Que la transforma en día
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...horas
ResponderEliminarhilvanadas con hebras de luz de luna
...eterna fugacidad
que la transforma en día.
Te superas día a día. Noche a noche.
bellísimo tu texto
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias, Juan, salió en la noche transformándose en día. Y esa imagen del Man Ray (de las primeras luces surrealistas) lo redondeó todo.
ResponderEliminarGracias, Mucha. Salió en medio de un tenso día eleccionario aquí.
ResponderEliminarTe decía que no podía entrar a tu blog, cosa que luego subsané afortunadamente. Gracias de nuevo.
Que lindo!
ResponderEliminarLe diste a tus letras el romanticismo justo, la delicadeza óptima, donde la noche y el dia forman un maridaje perfecto.
Besos Carlos.
La metafísica hecha poema:)
ResponderEliminarMe gusta tanto que me la voy a llevar, sin permiso, claro.
Gracias, Adriana. Salió así. Sólo quité´la palabra efímera en "de alas tan frágiles y efímeras como las horas" porque me di cuenta que redundaba con eso de la "eterna fugacidad". Y me gustó más.
ResponderEliminarGracias, Marian. Todo tuyo. Un verdadero honor.
ResponderEliminar"Los confines de la eterna fugacidad" El juego filosófico que da esta frase, con algo tan cotidiano como las noches y los días.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Ning. A mí me sale jugar (intentar) poéticamente con las palabras. A veces de eso sale algo. Abrazos.
ResponderEliminarPues desde que te leo parece que has conseguido uno detrás de otro (no porque yo te lea, entiéndeme, sino porque todo todito lo que te he leído, está genial)
ResponderEliminarMás que agradecido, Ning. Sigamos jugando juntos esos juegos de la mente, como dice John. Pero el genio es trabajo, decía alguien, Picasso era? Y lo mío, en general, os lo juro, sale, como decimos por aquí, sale con fritas, a veces, otras no.
ResponderEliminarIgualmente te digo, ojalá tuviera (te envidio) la frescura y fluidez de tu prosa.
Yo no he escrito un poema en mi vida. No sé. No tengo ese don. Y que se desengañen todos, el arte no se aprende. Puedes mejorar la técnica, aprender la perspectiva, conocer estilos para adentrarte e identificarte con algunos, pero has de nacer con ello.
ResponderEliminarNo es un mérito. Es como el que nace guapo de narices, o listo como un lince. Vamos, que se es o no se es.
Sí, fue Picasso quien dijo que la inspiración te pille trabajando. Y estoy completamente de acuerdo. Lo de crear es una tarea a la que debes dedicar (en mente al menos) las 24 horas del día. Bueno, dejemos unas 6 para roncar.
Es un placer, cambiando de tema, poder "charlar" así con gente encantadora.
Gracias a ti.
He hecho una cosilla con tu poema, está entre "los holas y los adioses" por si lo quieres tener.
ResponderEliminarLlévatelo pronto si te gusta... porque me lo quitan de las manos (quiero decir, que yo pongo y quito y quito y pongo según me dé)
(Es gratis:)
Lindo poema.
ResponderEliminarTe felicito.
Un abrazo.
mar
Con todo gusto, Marian, pero súbelo que no lo encuentro...
ResponderEliminarGracias, Mar. Luna es la de Zapallar... Abrazo.
ResponderEliminarPero estar... está. Mejor que subir hay que bajar.
ResponderEliminarBellísimo, Marian. Inspiradísima composición y fotografía. Redondita como la luna, como la noche y el día.
ResponderEliminarIs a pleasure!
ResponderEliminarYo prefiero el día.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Azzul, de recorrida por tus blogs a ver adonde me quedo...
ResponderEliminarQué belleza...
ResponderEliminarAlucinante cada verso...
Un fuerte abrazo
Felicitaciones
Una noche maravillosa a la que volver como refugio.
ResponderEliminarUn beso