630. En youtube
se puede ver al múltiple campeón de automovilismo, el español Fernando Alonso, conversando en un video con
su gata Cleo, con la que no pasa todo el tiempo que él quisiera debido a su muy
exigente profesión, pero por la que se desvive cuando no está en plena temporada
de competición porque, según sus propias palabras, “es alguien que realmente se
alegra de verme…” (Extractado de
https://www.topgear.es de noviembre de 2017)
629. “Los gatos me hacen feliz con sólo
verlos, al instante siento necesidad de acariciarlos, aún a aquellos que
encuentro por las calles y que todos me dicen que no debería…" (Lisa Loeb,
cantante estadounidense)
628. Retrato de
Louise Vernet niña, óleo sobre lienzo actualmente exhibido en el Museo del
Louvre, muestra a la hija del pintor Horace Vernet, sobre un paisaje de tonos
oscuros sosteniendo en su regazo un enorme gato atigrado. Esta composición
pintada entre 1818 y 1819 reúne todas las características de la pintura
romántica de Théodore Géricault.
627. “Pasé por
la mueblería de unos amigos y ahí me lo regalaron. El gatito me encantó, era un
pomponcito chiquito y la mamá era también blanca, sólo que de pelo más largo y con
un ojo celeste y el otro verde. Y así llegué con el gatito a la casa de la
calle Maipú. Lo bauticé "Pepo", porque en aquellos años me gustaba un
jugador de fútbol que se llamaba Reinaldi, y al que le decían "la Pepona".
Al principio al señor (se refiere a Borges) no le gustaba el gatito, y cuando
se fueron conociendo más, y se hizo amigo de Pepo, lo empezó a llamar
"Beppo" y terminaron siendo muy compañeros. Cuando el señor estaba
sentado, el gato siempre estaba a su lado tirado a los pies. Precisamente había
un cuadro en la librería La Ciudad donde el señor está sentado en una silla y
Beppo en el suelo a sus pies. Cuando venían periodistas a la casa a hacerle
alguna nota o tomarle fotografías, Borges les decía «No se sienten en el lugar
de Beppo». El gato era travieso, y en más de una ocasión hubo que buscarlo
adentro de los bolsos de los visitantes, porque se metía ahí…" cuenta
Epifanía “Fani” Úveda, viuda de Robledo, correntina, sirvienta como la llamaba
doña Leonor Acevedo y a la que Borges llamaba criada, sobre la historia del
célebre gato del gran escritor argentino. (En la foto, “Fani” con
"Beppo". Reseña sobre la mítica mucama de Borges por Alfredo Serra)
626. “El gato
blanco y célibe se mira / en la lúcida luna del espejo / y no puede saber que
esa blancura / y esos ojos de oro que no ha visto / nunca en la casa, son su
propia imagen / ¿Quién le dirá que el otro que lo observa / es apenas un sueño
del espejo? / Me digo que esos gatos armoniosos / el de cristal y el de
caliente sangre / son simulacros que concede al tiempo / un arquetipo eterno /
Así lo afirma, sombra también / Plotino en las Enéadas /¿De qué Adán anterior
al paraíso / de qué divinidad indescifrable / somos los hombres un espejo
roto?” (“Beppo”, poema de Jorge Luis Borges. En la foto retratados por Julie
Méndez Ezcurra)
625. Alejandro
Grassano es músico, pintor, actor, fotógrafo y terapeuta. Fue fácil identificar su casa al llegar al barrio. Ya
desde la vereda se escuchaba su piano.
Luego, cuando el sonido se apagó, él salió tranquilo en compañía de su gata,
con un cigarrillo negro dorado sin prender en la mano izquierda, y mientras
Sara maullaba como aproximando algún dato para la entrevista que le haría,
paseándose entre las piernas de Alejandro… (Extractado de https://www.eldiariodelarepublica.com)
624. Nacida en
Wilmington, Carolina del Norte, Stoya es una modelo devenida en porno star que
usa las redes sociales para divulgar, más que sus beldades y destrezas
amatorias o determinados aspectos de su participación en la industria del sexo,
su armoniosa convivencia con sus gatos, mostrando cómo los peina o les corta
las uñas, cómo los alimenta, juega con ellos o los lleva de visita al
veterinario, lo que ha provocado el descontento de sus numerosos seguidores en
Instagram, obligándola a bloquear a los más groseros y a rechazarles sus
pedidos de amistad o de invitación para frecuentarla, dejándoles en claro en
todo momento sus objetivos y necesidades en la vida. "¿Si me interesa el
amor de un hombre o una mujer? ¿Si quisiera casarme, tener hijos y formar una
familia? Sinceramente no, amigos. No pierdan su tiempo ni me hagan perder el
mío. No hay nada que me colme más que el sincero amor de mis gatos.”
623. “He
observado a un perro, un perdiguero inteligentísimo. Cuando la alfombra en la
que dormía se arrugó y se volvió incómoda para echarse en ella entendió que su
incomodidad estaba fuera de él, en la alfombra, es decir en la posición en la
que estaba, de modo que siguió desgarrando a dentelladas la alfombra,
tironeándola y retorciéndola, gruñendo todo el tiempo, gimiendo y suspirando
para que alguien acuda en su ayuda, pero nunca logró estirar la alfombra por él
mismo. Con cualquier gato eso ni tan siquiera hubiera ocurrido. Un gato conoce
perfectamente bien su cuerpo y todo lo que existe afuera de él lo tiene
calculado. A un gato nunca se le ocurriría corregir el mundo exterior,
acomodarlo a su propia comodidad, y tal vez eso sea así porque los gatos viven en
otro mundo, a la par, y por lo tanto, si algo anduviera mal con su cama,
calcularían el espacio donde quieren acostarse y si no encajaran irían a
hacerlo a otro sitio.” (“Tertium Organum” de Piotr Demianovich Ouspensky, 1878-1947,
filósofo y escritor esotérico ruso)
622. El actor
cómico y guionista Manuel Burque convive con sus preciosos gatos, Bufanda (la
gatita negra) y Ernesto (el atigrado), que son "los reyes de su hogar…"
y así lo ha publicado en @manuelburque en Instagram.
621. “Está
fresco / de esa frescura que tienen las manos de los bebés / tanto que entre
las tuyas quieres darles calor / Los gatos del barrio rondan ya la carnicería /
y la mujer del segundo piso / la de pelo ondulado / sus enormes tetas ha
apoyado / sobre el borde de la ventana / desde la cual contempla la noche…”
(Fragmento de “Paseo Nocturno” de Nazim Hikmet, poeta y dramaturgo nacido en
Salónica, en el Imperio Otomano, y considerado por Occidente como el más
importante de la lengua turca del Siglo XX)
ResponderEliminar“es alguien que realmente se alegra de verme…”
Aún estando de acuerdo, sentí pena por Fernando Alonso diciendo esta frase. Como si no tuviera más gente que realmente se alegre de verlo... Escucho mucha decepción en esa frase.
Los demás los había comentado. Éste se me pasó
Abrazo
Anche io amo moltissimo i gatti. Da quando mio figlio ne ha adottata una, ancora di piu!!!!
ResponderEliminarArticolo molto ben delineato, molto gradito e piaciuto...
UN sorriso per te, Carlos,silvia
Will, se alegra de verme, a su manera, pero lo que sí hace es buscar el hueco adecuado a su cuerpo, aunque eso requiera cambios en los demás. Me encanta esta bolsa de gatos, yo soy de las que ven uno por la calle y le persigo como Alicia tras el conejo blanco, no tengo remedio.
ResponderEliminarMil besitos para ti, amigo mío.
Que buena sección
ResponderEliminar:)
ahora comprendo aquello que escribió Alís dedicado a tu gaterío
un beso
ResponderEliminarYo se que los gatitos lucen lindos, pero no se porque
les tengo miedo, he visto cuando se enfurecen parecen
el demonio jaaaaaaa.
Besitos dulces
Siby
Sentí lo mismo al leer la frase de Fernando Alonso en el sitio que destaco al final, Alís, pero al parecer el tipo es un solitario, melanco irredimible, soberbio perfeccionista y desconfiado del ambiente superprofesional y competitivo en el que se mueve (y en el que no tiene amigos, sólo competidores), por lo que con su gato, así de simple, se ha conectado afectivamente...
ResponderEliminarAbrazo gatuno, amiga!!
Mark Twain ha detto che chiunque amasse i gatti era incondizionatamente suo amico. Mi sento lo stesso, Silvia.
ResponderEliminarAbbraccio gatto, amica.
Me identifico absolutamente con tu comentario, Auroratris. Una vez más, por cierto.
ResponderEliminarAbrazo más que grande!!
Los gatos más que pasión son para mí religión, MaRía. Me pone feliz que te agrade esta sección.
ResponderEliminarAbrazo gigante.
Algunos gatos son un poco nerviosos, otros bastante huraños, conocí incluso varios trastornados, pero te garantizo, Siby, que los hay de toda clase, como ocurre con las personas...
ResponderEliminarAbrazo y besos, amiga.
Bueno, sin querer queriendo me.situo en una colección de gatos de tejados que hay dos que están de habitantes en mi casa en el techo, se pasean como Juan porsu casa...no se a que se deberá eso que se allegan a mi casa y me.ponen nerviosa cuando caminan, parecen una persona...
ResponderEliminarLo bueno que no.han.entrado a casa ratones....
Como.siempre muy interesante este recuento...
Abrazos.
Está sección de gatos que sigo fervientemente me parece fascinante, Carlos.
ResponderEliminarAhora mismo mi gatito está encima de mí ronroneando
Los gatos son adorables. No cambiaría a mi gato por ningún otro ser.
Enhorabuena por esta "religión" que suentes por los gatos.
Un abrazo gatuno
Lo bueno es que confían en vos, por eso andan sobre tus techos... además de correrte los ratones bien lejos. A eso llamo yo una relación productiva, Meulen.
ResponderEliminarMuchas gracias, tantas como abrazos.
Absolutamente, Ana, fuimos gatos en alguna otra vida, no puedo probártelo, pero confía, sé lo que digo.
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga, infinitas. Abrazos gatunos, claro.
Qué buena colección! Una bolsa en la que hay que invertir. ¿Editarás un libro con todos esos episodios de colección?
ResponderEliminarSeguramente Garfield o Cat Stevens estarían muy contento por ello, y para Alf sería como leer la carta de un restaurante.
Repito: No te olvides del cuento de Hemingway (quizás ya apareció por acá)
Abrazos amigo Carlos!
Me han sugerido la idea, Ana Muela Sopeña, gran amiga y poeta, pero no sé, tal vez...
ResponderEliminarVendrá el cuento de Hemingway, no tengas dudas. Gatero si los hubo.
Muchas gracias Frodo siempre por tanto aliento e inspiración!!