Si tuviera a mi marido al lado, él podría comentarte muy bien esta entrada, amaba la música, tenía un oído extraordinario y, cuando se jubiló, aprendió solfeo, decía que era una de sus asignaturas pendientes. A mí, el escuchar blues, me hace sumergir en un mundo de añoranza y melancolía, y me arrastra a viajar a otros lugares y revivir momentos de otro tiempo en que he sido muy feliz. Cariños. Kasioles
Muchas gracias, Kasioles. Maravilloso comentario y no menos maravillosa evocación. Algo de eso es justamente el blues que no imagina sino que más bien evoca y eterniza tiempos, vivencias, sentimientos... Estoy seguro que esa música y esos blues te conectan con esos tiempos-vivencias-sentimientos que permanecen muy hondo en vos, inalterables en el sentido de indestructibles, es decir eternos.
Viva el blues clásico, el fundacional, el que creó un mundo! ¿Qué fue primero, el mundo, o los bluesman ya estaban ahí esperando? Es que escuchas un blues clásico y parece que el mundo está formándose en ese momento:
"Háganse los blues", dijo Blind Willie McTell, y se unieron en un coro infinito Blind Blake, Charlie Patton, Bessie Smith, Mississippi John Hurt, Robert Johnson...
Muchas gracias, Adriana... Debería subir algo alguna vez de los bluseros argentos que nos abrieron los oídos (y la cabeza) a los maestros bluseros, no?
La gata de Olga Orozco fue regalo de Alejandra Pizarnik, para más datos.
Si tuviera a mi marido al lado, él podría comentarte muy bien esta entrada, amaba la música, tenía un oído extraordinario y, cuando se jubiló, aprendió solfeo, decía que era una de sus asignaturas pendientes.
ResponderEliminarA mí, el escuchar blues, me hace sumergir en un mundo de añoranza y melancolía, y me arrastra a viajar a otros lugares y revivir momentos de otro tiempo en que he sido muy feliz.
Cariños.
Kasioles
Muchas gracias, Kasioles. Maravilloso comentario y no menos maravillosa evocación. Algo de eso es justamente el blues que no imagina sino que más bien evoca y eterniza tiempos, vivencias, sentimientos... Estoy seguro que esa música y esos blues te conectan con esos tiempos-vivencias-sentimientos que permanecen muy hondo en vos, inalterables en el sentido de indestructibles, es decir eternos.
ResponderEliminarAbrazo grande!
Muy original esta entrada, me encanto todo.
ResponderEliminarSiempre un placer visitarte, amigo.
Besos y feliz lunes.
Muchas gracias. Un placer el blues como un placer tu visita, María. Besos, abrazos y felices tiempos por venir...
ResponderEliminarViva el blues clásico, el fundacional, el que creó un mundo!
ResponderEliminar¿Qué fue primero, el mundo, o los bluesman ya estaban ahí esperando? Es que escuchas un blues clásico y parece que el mundo está formándose en ese momento:
"Háganse los blues", dijo Blind Willie McTell, y se unieron en un coro infinito Blind Blake, Charlie Patton, Bessie Smith, Mississippi John Hurt, Robert Johnson...
Muchas gracias, Juan. Sentimos igual... Y siguen las firmas, dicen hasta (hoy) Jack White...
ResponderEliminarUyyyy entre el blues y Olga Orozco me hice una panzada!!!
ResponderEliminarUn abrazo querido Carlos.
Muchas gracias, Adriana... Debería subir algo alguna vez de los bluseros argentos que nos abrieron los oídos (y la cabeza) a los maestros bluseros, no?
ResponderEliminarLa gata de Olga Orozco fue regalo de Alejandra Pizarnik, para más datos.
Abrazo agradecido una vez más Adriana!
l
ResponderEliminarAy,Carlos. Me muero por un blues lentito en la mas luminosa soledad...
Buenas noches
Skip James y Son House, tus preferidos de aquí en más, Soco... Abrazo!
ResponderEliminarPreciosooooooo haiku:
ResponderEliminarQué buena idea...
Besos
Ana
Muchas gracias, Ana. Como suelo repetirme sin ninguna originalidad: así salió.
ResponderEliminarAbrazo. Besos.