La poesía revela la eternidad del instante
Su instantánea mirada
Le abre la jaula al lenguaje
Desamarra las palabras aún increadas
Echa a volar sus visionarias imágenes
Pletóricas de formas inanimadas, salvajes, sagradas
En el intento de enmarcar la pulsión fugaz
Y sin embargo inalterable
Atisbo animal insondable
Que eternamente dentro nuestro
Asoma su hocico
Para enseguida nomás volver a ocultarse
Entregándonos al impermanente inspirador silencio
de donde todo viene y asimismo va
Pulsión poética
ResponderEliminarTemporal
Impensable
Instantánea edad
Fugaz pero inalterable
Atisbo de eso que es insondable
Que apenas se asoma
Para volver a ocultarse
Hermosa manera de explicar lo difícilmente explicable.
"La poesía es también
ResponderEliminarLa instantánea revelación
Sobre la eternidad del instante."
Certera definición de la poesía.
Gracias, Gato. Sale así. Tengo que poder hacerlo fluir con más imágenes...
ResponderEliminarQuería dedicárselo a Octavio Paz. Lo escribí mientras la lectura de "Piedra de Sol", en un volumen con un análisis de Pere Gimferrer que deberé releer y releer.
ResponderEliminarMe alienta tu comentario.
Con tu permiso voy a pasar tu enlace a un amigo poeta.
ResponderEliminarUn honor. De nuevo agradecido.
ResponderEliminarO un poema que se vuela
ResponderEliminarCuando lo pienso...
Eso es lo que me ocurre a mí muchas veces cuando simplemente... pienso:) Entonces me doy cuenta de la eternidad de un instante, fugaz, pero inalterable.
Tengo la mala costumbre de profanar versos:) Sobre todo si son buenos, y mezclar versos de distintos poemas y autores.
ResponderEliminarMuy buena costumbre, no hay tal profanación, porque un poema que termina recién empieza, porque continúa en quien algo sintió. Muy agradecido, Marian.
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