70. George Harrison amaba a los gatos. Josstick y Corky son tal vez los más
conocidos entre los muchos que tuvo. Pero fue Si-Fu Yow el que le inspiró la
canción “The Hottest Gong In Town”, uno de sus últimos éxitos.
69. "Gato y poeta son uno solo y poesía al mismo tiempo..." (Parafraseando a
Ana Cristina César)
68. “El Gato del Dalai Lama” es el nombre de la entretenida novela de
David Michie, pero que no tiene mucho que ver con el gato de Tenzin Gyatso,
decimocuarto Dalai Lama, actualmente exiliado en Dharamsala, en el estado de
Himachal Pradesh, en el noroeste de la India, en un monasterio donde pasa sus
días preparando sus conferencias, reparando viejos relojes, su hobby,
cultivando orquídeas o simplemente jugando con su gato, sí, pocas cosas lo
divierten tanto como jugar con su gato.
67. Freddie Mercury no se separó de sus gatos aún en sus últimos
momentos, en especial de ‘Delilah’, a la que le dedicó una canción: “Me hacés
reír cuando quiero llorar / Me das esperanzas / Pero de pronto me mordés / Sos toda garras / Está
todo bien / Soy tan feliz cuando te dormís a mi lado /
Acurrucada / Sos la niña de mis ojos / Aunque me enojo cuando te meás en mis
suite chippendale…"
66. “Cuando se dice que en Ulthar, más allá del río Skai, ningún hombre
puede matar a un gato, ciertamente lo creo, mientras lo veo revolcarse junto al
fuego del hogar. Porque el gato es críptico, y cercano a cosas misteriosas que
el hombre no puede ver. Es el alma del antiguo Egipto y portador de historias
de las ciudades ya olvidadas de Meroe y Ophir, y pariente de los amos de la
selva y heredero de los arcanos de la remota y siniestra África. La Esfinge es
su prima y él habla su misma lengua. Pero el gato es más antiguo que la Esfinge
y recuerda lo que ella ha olvidado.” (Los Gatos de Ulthar - Howard Phillips
Lovecraft)
65. "Adoro a los gatos, me gustan mucho. Y yo soy muy gata, una verdadera
gata, y adoro mis ojos, mi boca y mis piernas. Gusto mucho de mí. Y los gatos gustan de sí mismos". (Adriana Lima,
supermodelo de Victoria's Secret)
64. Hanna y Suri vivieron en casa veinte años y medio. Hanna había
nacido en mayo de 1986 y Suri en febrero del año siguiente. Hanna murió en
noviembre de 2006 y Suri en agosto al año siguiente. Vivieron, ahora me doy
cuenta, la misma cantidad de tiempo, veinte años y medio cada uno. Cuidaban de
mi hijo cuando volaba de fiebre por las noches, sentados en guardia como esfinges
inamovibles a cada lado, como esos chintes de piedra que custodian las entradas
de los templos en Mandalay o Ankor Wat. No hay día que no los recuerde. (CP)
63. ”Cuando juego con mi gata, quién sabe si no es ella la que me
utiliza para pasar el rato.” (Michel de Montaigne)
62. “Estaba leyendo en el umbral de mi casa en Nueva Jersey cuando un
gato de la calle empezó a refregarse entre mis piernas. Era hermoso, algo
arisco, pero de repente, por alguna razón, me rasguñó la mano y salió
corriendo. Al día siguiente, desperté con el brazo hinchado, tenía fiebre y una
línea roja de la muñeca hasta el codo. Lo que siguió fue una agitada jornada de
hospital entre sueros y antibióticos. El médico me dijo que me salvé por poco y que quedé alérgico a los gatos. Igual me trajo suerte el incidente porque unos
días después los Hermanos Coen convocaron a un casting para ‘Inside Llewyn
Davis’. Ni abrí la boca cuando me dieron a leer el guión. Iba a tener como
compañero durante gran parte de la película a un gato. Pero actuar con los Coen
era uno de mis sueños. Luego, ya en rodaje, con los seis gatos que trajeron al
set tuve muy buena química y de la supuesta alergia ni noticias”, dijo
Oscar Isaac en una entrevista en el Hotel Ritz-Carlton donde se alojó por el
estreno del film en el Festival de Cannes 2013.
61. "Nuestro gato tiene tres patas. La historia fue esta. Estábamos
de vacaciones en la playa. Mi esposa y uno de mis hijos habían ido a ver a un veterinario
para hacerle un control a nuestro perro cuando alguien irrumpió desde la calle
con el gato. Un coche lo había pisado y tenía una pata destrozada. El
veterinario hizo todo lo que pudo, pero el animal había perdido mucha
sangre. Fue entonces que mi hijo me llamó llorando y ni lo pensamos, alquilamos
un helicóptero y llevamos al gato a lo de nuestro veterinario en París. Lo
demás fue todo feliz. Lo hicimos parte de nuestra familia.” (Alain Delon)