sábado, 1 de junio de 2019

Bolsa de Gatos 531/540




540.Recién llegado a Buenos Aires Witold Gombrowicz mostraba su desprecio por los poetas, pero amaba con sus modales displicentes a los gatos que rondaban las viejas pizzerías del barrio de Palermo…” (“Los gatos” de Carlos Peirano en http://www.cavila.cl)




539. «Hace unos años escribí en esta misma página acerca de un breve libro de Sylvia Molloy llamado “Desarticulaciones”. El artículo apareció junto a una notable foto de ella, el pelo corto canoso, casi punk, junto a uno de sus gatos. Fue escrito luego de leer su libro en un avión rumbo a la Universidad Brown, donde me la iba a topar, quizás, en un seminario. Le temía, me habían dicho que era anti-narrativa, densa, odiaba todo lo anglo, lo americano, lo imperialista, lo pop. O sea, me sentí en la mira, acosado. Me parecía que era algo así como la enemiga y que no teníamos nada en común. Nunca la había leído. Sólo le temía y estaba lleno de prejuicios. Al final no me la topé ni la conocí ni asistí a su conferencia. » (Artículo de Alberto Fuguet para http://www.quepasa.cl)




538.En algún momento del día, cada día, a media tarde suele ser, llueva o truene, ellos y yo tenemos nuestra cita, ellos, digo, algunos de mis gatos, puesto que tengo varios, vienen adonde me recuesto, dormito un rato, pienso otro poco, entre sueños, y alisto mi voz, a capella, mientras ellos ronronean sobre mí, me dan calor y me estimulan a mejorar mi voz, y a mejorar también yo, en todo sentido. Ustedes me entienden…” dijo Aaron Neville, cantante de soul y pop estadounidense. 




537. «El matrimonio nunca me atrajo. He preferido vivir en comunión e intimidad con mi casa grande, mi taller, mis obras y mis gatos... Un hombre que me haga de amante y otro que sea más bien mi amigo. Así siempre me ha funcionado. Eso sí, que no me falten mis gatos», respondió tajante Leonor Fini, pintora, novelista, diseñadora de vestuario, escenógrafa de teatro, artista argentina practicamente desconocida en Argentina. 




536. “Narrado por el mismísimo Orson Welles, “A Soft Self Portrait” es un peculiar documental-autorretrato de Salvador Dalí, bastante dañino para la salud mental de cualquiera, aunque no por ello carece de interés. En él vemos a este gran artista surgir de un huevo gigante que eclosiona junto al mar, así como pronunciando un inglés que hace parecer a Franco alumno de Eton, dando rienda suelta a su creatividad en toda clase de artes plásticas, gesticulando ante la cámara como el personaje que incomprensiblemente aún no ha interpretado Jim Carrey y, en un momento cumbre, tocando el instrumento musical definitivo: un Katzenklavier o Piano de Gatos del que existen algunas descripciones del Siglo XVII, aunque no hay constancia de que se llegara a fabricar realmente...” (Para leer completo en https://www.jotdown.es/2016/07/piano-gatos-dali-otros-instrumentos-imposibles/)




535. “El gato gordo ante su plato / hace rato que sueña al parecer / devora en leche y en escabeche ratones a placer / más es posible que, tigre libre vaya vagando, cuando / erguido y furtivo, oye un rugido / van riñendo y bramando / sus enjutos y ajados congéneres / guardando en su guarida del Este / para fiesta de bestias / gente gorda y mullida. / El enorme león grandulón / cimitarra afilada en la garra / y sangrientos e hirientes dientes en la quijada / el leopardo pardo, aquel que apresa por sorpresa / veloz, cayendo en vuelo del cielo al suelo / fugaz, voraz, feroz / junto al gemir de la jungla / juegan ahora lejos, fieros animalejos / y él, manso y sin reflejos / el gato ante su plato / hace rato que vive holgada vida / Pero jamás olvida.” ("Gato”, poema de J.R.R. Tolkien (1892-1973), con la ilustración imaginada por Alan Lee para el personaje gatuno de la saga Tolkien: Tevildo, el maligno Príncipe de los Gatos)




534. Ang Kiukok (1 de marzo de 1931 - 9 de mayo de 2005), notable artista filipino de origen chino amante de los gatos. Se cumple hoy un nuevo aniversario de su fallecimiento.




533. Cierta vez un grupo de jóvenes poetas visitó en su casa a Giuseppe Ungaretti, de quien se decía que era un viejo cabrón, para escucharlo hablar sobre poesía. La charla apenas se iniciaba cuando inesperadamente Ungaretti se incorporó a los gritos, furibundo: “No me interesa la poesía, me aburre, o es que acaso no están enterados: los gatos son poesía…” y abandonó la charla sin despedirse siquiera.




532. “¿Que cómo defino yo la magia? ¿No le parece mágica mi gata? Los gatos son mágicos.” (Leonora Carrington, artista surrealista inglesa nacionalizada mexicana)




531. “A los judíos no les gustan mucho los perros. Debe ser porque los perros te ladran, te persiguen, te muerden. Y hace ya mucho tiempo que a los judíos les ladran, los persiguen y los muerden, por lo que prefieren a los gatos. Bueno, no sé qué pensarán los demás judíos, pero mi dueño dice siempre eso...” Así comienza ‘El gato del rabino’ del prolífico escritor y dibujante de comic Joann Sfar, en la foto junto a Imhotep, su gato, su inspiración. 


4 comentarios:

  1. Me ha encantado tu entrada, amigo Carlos, será porque yo soy una enamorada de los gatos... Ahora mismo tengo cerca al mío... Solo con verle ya existe la magia y la paz.

    Mil besitos con cariño y feliz noche.

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  2. Me encanta lo que me contás, Auroratris, y que prueba que de vos también extraen esa magia y esa paz.

    Abrazos y besos, amiga!!

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  3. Me he divertido con esta entrada y no porque los gatos sean mi pasión...
    no me desagradan , pero no muero por ellos , aunque ellos sí les encanta estar conmigo, es algo extraño eso...pero tengo gatos amigos, que llegan a mi patio a acompañarme un rato...quizás escapan de los perros y cuando voy a visitar a mi hermano, que él sí tiene alma de gato, sus animalitos se acurrucan a mi lado...bueno creo que uno no puede negar la conexión, aunque estoy convencida que los gatos jamás han dado su alma al ser humano , ellos no son como los perros , al final ellos abandonan...son libres y desagradecidos jejeje

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  4. Interesante reflexión, amiga, aunque no comparto su conclusión, pero igualmente la respeto porque lo verdaderamente objetivo es la subjetividad de cada cual, ya humano o gato, libre y no complaciente como bien has advertido... Para qué me darían su alma si no la necesito?

    Abrazo grande.

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