Alado instante
Oscila en suspensión
Rasga la siesta
Liba la flor
Corcovea en medio del verdor
Del follaje
Casi un vahído del color
Es su plumaje
De tonos cálidos en verano
Y en otoño, fríos
Aleteando dentro mío...
Tiene alas el instante
Semeja un colibrí
Muchas veces lo oí zumbar
Y de reojo lo ví vibrar
Sin moverse de su lugar
En algún punto impreciso del aire
Hola, Carlos!
ResponderEliminarBelissimo y filosófico poema. Hablas de aves, pero estabeleces comparações com atitudes humanas.
Apreciei mucho la pintura.
Besos y bon fin de semana.
Muchas gracias, CÉU, te extrañaba. Magritte es tan grande!
ResponderEliminarAbrazos!
Genial comparar el instante con el colibrí
ResponderEliminar"...de reojo lo ví vibrar...
En algún punto impreciso del aire"
Muchas gracias, Juan. A veces salen (y vuelan) las cosas...
ResponderEliminarMe encanta cuando dices:"Tiene alas el instante y forma de colibrí"
ResponderEliminarSeguro que, por ser los instantes inasibles y tan minúsculos, los comparas con esos pequeñísimos pájaros que vuelan incansables libando de flor en flor.
Si yo pudiera detener los instantes, si por un momento los asiera entre mis manos, arrancaría sus alas para detener los momentos felices de mi vida que aún añoro con ansiedad.
¡Bonita tu forma de versar los instantes!
Te deseo un buen fin de semana con tu familia.
Cariños.
kasioles
Muchas gracias, Kasioles. Alguna vez escribí que la poesía es la instantánea revelación sobre la realidad del instante. Creo mucho en eso. Son instantes de detección o captación que permanecen inalterables y por lo tanto eternos en un poema. Lo mismo nos pasa a todos con nuestra cosas, lo mismo te pasa a vos, amiga, con sentimientos y recuerdos y alegrías y sinsabores que permanecen inalterables (instantes que existen en el reino de la mente) tan tuyos y de nadie más, tan inolvidables, como partes del poema o la historia que estás (de alguna manera escribiendo) viviendo...
ResponderEliminarTe mando un abrazo grande. Y gracias de nuevo.
En muchas tradiciones, las plumas de Colibrí son atesoradas por sus cualidades casi mágicas. Se dice que el Colibrí trae amor como ninguna otra medicina puede hacerlo, y su presencia trae alegría al observador. Para los Mayas era un animal sagrado.
ResponderEliminarTu poema endulza y magnifica...es pluma y magia en cada verso!
Besos querido Carlos.
Muchas grscias, Adriana, y tengo entendido que más al norte, entre los navajos, hopis y shoshone, por ejemplo, el colibrí es devocionado como un ser más allá de lo animal. En mi jardín están siempre, pero muy pocas veces puedo detectar su presencia. Son parte del tiempo pero apenas se logra captarlos por instantes. Nunca se posan para que los pueda admirar, fluyen constantemente, son impermanentes. A veces tan sólo los escucho vibrar o rasgar el aire. Sólo cuando liban en alguna flor es posible verlos con total nitidez, en suspensión. Son mágicos también.
ResponderEliminarMuchas gracias de nuevo Adriana, Abrazo gigante.
***Alado instante que oscila
ResponderEliminarEn suspensión***
Instantes mágicos y llenos de vida y altos vuelos, así te percibo, así te siento cuando te leo entre versos.
Un placer leerte, amigo poeta.
Muchos besos.
Muchas gracias, María, un placer que estés allí, siempre alentándome. Me gustó escribir los versos que vienen a mi mente cuando veo un colibrí. Son intentos de describirlo (de alguna manera) como metáfora del instante.
ResponderEliminarMuchas gracias de nuevo, María poeta amiga. Abrazos y besos.
Es verdad, los instantes tienen alas y vuelan, como el colibrí. Precioso poema. Abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias, Alicia... y, cosa rara, me siguen gustando la mayoría de sus versos.
ResponderEliminarAbrazo.
ResponderEliminarPrecioso poema, colmado de magia, lirismo y significado. Enhorabuena y abrazo, Carlos.
Muchas gracias, Soco, amiga. Los instantes tienen alas y van y vienen revoloteando a nuestro alrededor sin permanecer ni desaparecer "ni por un instante..."
ResponderEliminarAbrazo agradecido una v más...