La amarilla voz que al llegar el otoño pinta los árboles
La plateada voz que el bandoneón de Piazzolla despliega
en origamis
La carmín que en verano rechina la rosa china de mi
jardín
La azul que anega mis ojos ensoñados en Erik Satie
La voz menta que en la penumbra acaricia cada perfil de
tu aroma
La indeleble voz que nutre los versos de William
Blake
La voz blanca que se filtra entre las quebradas melodías
de Billie Holiday
La negra voz que tiembla en la llama de la vela que
pincela tu desnudez
La lila que mana del tenor de Coltrane rondando
Central Park West
La dorada que a ráfagas dispara James Marshall Hendrix con su
guitarra
La verde esperanza que luce la mina de vida
disipada de la que habla Cortázar
La cobriza voz que Robert Johnson le instila a sus
acordes color carretera
La marrón que entibia la corriente de los diez mil
ríos Ganges
La ceniza que jadea grismente entre el arisco olvido y la mansa muerte
La insondable voz que le da vida a las inanimadas formas aún sombrías
La violácea voz que brota del crepúsculo que en naranja se abre como una flor
La voz con la que inexorablemente modula sus emociones la luz es el color...
Colores que pintan nuestros días, cada uno con su esencia, y qué coloreada has pintado esta entrada con tus versos, me ha encantado.
ResponderEliminarMe quedo con esta frase que me ha gustado mucho con el color que le has pintado :
***La negra que tiembla en la llama de la vela que pincela tu desnudez***.
Un placer haber estado aquí.
Besos enormes y feliz día, amigo mío.
Muchas gracias, María. Raras coloreadas imágenes emotivas me han salido. Y así nomás las he subido.
ResponderEliminarSí, esa es tal vez también mi preferida. Besos y abrazos querida amiga.
Que maravilla!
ResponderEliminarEs que la luz lo puede todo, no digo que no existan sombras, pero éstas son acaso otra expresión de la luz.
Te dejo un abrazo Carlos.
Alaba al mundo herido
y la pluma gris perdida por un mirlo,
y la luz delicada que vaga
y desaparece
y regresa.
Zagajewski
Con lo del color me acorde del Principito,
ResponderEliminar. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de tí. Y amaré el ruido del viento en el trigo…
EL ZORRO LE DIJO...GANO POR EL COLOR DEL TRIGO.
Mis cariños para ti y una linda tarde.
mar
Muchas gracias, Adriana. Tanto estoy de acuerdo con eso que decís (las sombras como otra expresión de la luz) que no me parece loco que tal vez nos preguntemos si acaso todo no fue exactamente al revés y resulta que la luz siempre existió... sólo que en un momento, por alguna razón, "se hizo la sombra".
ResponderEliminarAbrazo y gracias de nuevo, Adriana.
Bellísimo siempre El Principito, Mar, tal vez el comienzo literario de muchos de nosotros, no?
ResponderEliminarAbrazo grande.
Solamente leo el título y me digo: esto va a merecer la pena.
ResponderEliminarEfectivamente la merece. Genial, te salió redondo.
Maravilloso Carlos, una forma sencilla y erudita de nombrar los colores que percibimos. Tú evidentemente los percibes de esta forma tan sutil y especial. Te felicito. Un fuerte abrazo y sigue escribiendo así.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Tan nítido como lo dices, salió. Me gusta pensar que el color dice y que incluso lo que decimos tiene color. Me gusta pensar que somos manifestaciones del tiempo y de la luz. Por qué no?... Hijos del matrimonio entre El Tiempo y La Luz.
ResponderEliminarMuchas gracias, Maru. A veces se percibe y a veces se quiere creer que así es. De nuevo... Lo que decimos tiene un color definido, nosotros mismos tenemos color y no uno sino varios según vamos siendo y cambiando de estados (por ejemplo) de ánimo o de opinión.
ResponderEliminarAbrazo agradecido.
No te falta nada, Luz, Color y Voz.
ResponderEliminarClaro y bellemente nos lo cantas Carlos, con esa suave voz de tonos de luz en toda su gama de reflejos.
Sin olvidar las emociones que se agitan al recordar a los grandes.
Piazzolla, Blake, Holiday, Coltrane, Hendrix y el resto, nos dices con tus letras que la vida es bella.
Leerte hoy por la mañana me alegra el día, ya repasé el ronroneo mimoso de de esos preciosos gatos.
Un abrazo.
Ambar
Muchas gracias, Ambar. Sí, las emociones tienen un color definido, bien preciso, son del color que ninguna otra emoción tiene, y a veces incluso todo lo tiñen o, como un buen barniz, hasta resaltan el verdadero color que uno experimenta y que nadie más advierte.
ResponderEliminarNo hay como levantarse en invierno entre el tibio ronroneo de tus gatos.
Abrazo grande, Ambar, muy agradecido.
Desde aqui sigo repasando y disfrutando de tus letras, un gran abrazo amigo Carlos.
ResponderEliminarAmbar
Muchas gracias de nuevo, Ambar...
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