Esta es la tercera vez que intento dejarte un comentario, lo minimizo para volver a leer lo que has escrito y, al poco, me desaparece. Está claro que lo mío no son los avances tecnológicos, he llegado tarde a esta asignatura. Mi intención era decirte que, si ya de por sí es difícil lograr que un poema tenga musicalidad, aún prescindiendo de la métrica y rima, lograr un haikú que te llegue al corazón, me parece que es para nota. No he contado si tus versos tenían cinco o te has pasado de siete sílabas, lo que sí sé es que tus metáforas son preciosas, yo me quedo con ISLA DE LUNA Y OJO DE NÁCAR. ¡PRECIOSOS TODOS! Cariños. kasioles
Mis preferidos también, Kasioles. Muchas gracias. Lo que ocurrió fue que salieron así, de cabo a rabo, y esta vez no quise modificarlos ni adomodarlos para hacerlos encajar como en un puzzle para luego de contarles las sílabas. Por eso son casi haikus. Y me gustó que suene así: Casi haikus.
Respecto de los inconvenientes respecto de la tecnología, nunca es tarde, porque no existe tal cosa como nunca. Te mando un gran abrazo y el agradecimiento de siempre.
“Querido amigo: ¿usted no ve como todo lo que sucede es siempre un comienzo? ¡Y comenzar, en sí, es siempre tan hermoso! Deje que la vida le acontezca. Créame: la vida tiene razón en todos los casos”
Nada de "casi", "pedazo de" haikus, no me sea usted tan modesto, aunque a lo mejor en alguno de ellos la suma de sílabas no sea la que se supone que debe ser, nos las he contado, ni falta que me hace. Hasta los clásicos se tomaban algunas licencias con los haikus, de modo que...
Muchas gracias, Adriana. Me demolió y me reconstruye la frase de Rilke que por supuesto no conocía. Palabras mayores, inimitables. Besos y gracias de nuevo.
Muchas gracias, Juan. Es que también me gustó inventarle una categoría, que debiera ser considerada: casi haikus, tiene mucha libertad, es alentadora.
Lo que me gusta cada vez más de los haikus es que a veces, por más sencillos que parezcan, no salen, y no salen aunque lo intentas, de modo que me causa gran felicidad que salgan, indómitos diría. Algo así.
Muchas gracias, Maru, y a mí me alegra que pasan las horas y me gustan cada vez más. También me alegra que consideres espiritual a este espacio. Otro para vos.
Muchas gracias, Soco. Sí que suena bien la pretendida denominación. Lo que me gustó realmente, y todavía me gusta, es que salieron (como me gusta decir) o mejor dicho fluyeron de algún lado, sin explicación.
Esta es la tercera vez que intento dejarte un comentario, lo minimizo para volver a leer lo que has escrito y, al poco, me desaparece. Está claro que lo mío no son los avances tecnológicos, he llegado tarde a esta asignatura.
ResponderEliminarMi intención era decirte que, si ya de por sí es difícil lograr que un poema tenga musicalidad, aún prescindiendo de la métrica y rima, lograr un haikú que te llegue al corazón, me parece que es para nota.
No he contado si tus versos tenían cinco o te has pasado de siete sílabas, lo que sí sé es que tus metáforas son preciosas, yo me quedo con ISLA DE LUNA Y OJO DE NÁCAR. ¡PRECIOSOS TODOS!
Cariños.
kasioles
Mis preferidos también, Kasioles. Muchas gracias. Lo que ocurrió fue que salieron así, de cabo a rabo, y esta vez no quise modificarlos ni adomodarlos para hacerlos encajar como en un puzzle para luego de contarles las sílabas. Por eso son casi haikus. Y me gustó que suene así: Casi haikus.
ResponderEliminarRespecto de los inconvenientes respecto de la tecnología, nunca es tarde, porque no existe tal cosa como nunca. Te mando un gran abrazo y el agradecimiento de siempre.
Bellísimos!
ResponderEliminarLa vida siempre aconteciendo...
Besos Carlos.
“Querido amigo: ¿usted no ve como todo lo que sucede es siempre un comienzo? ¡Y comenzar, en sí, es siempre tan hermoso! Deje que la vida le acontezca. Créame: la vida tiene razón en todos los casos”
Rainer Maria Rilke
Nada de "casi", "pedazo de" haikus, no me sea usted tan modesto, aunque a lo mejor en alguno de ellos la suma de sílabas no sea la que se supone que debe ser, nos las he contado, ni falta que me hace. Hasta los clásicos se tomaban algunas licencias con los haikus, de modo que...
ResponderEliminarMe quedo sobre todo con el primero. Genial.
Muchas gracias, Adriana. Me demolió y me reconstruye la frase de Rilke que por supuesto no conocía. Palabras mayores, inimitables. Besos y gracias de nuevo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Es que también me gustó inventarle una categoría, que debiera ser considerada: casi haikus, tiene mucha libertad, es alentadora.
ResponderEliminarLo que me gusta cada vez más de los haikus es que a veces, por más sencillos que parezcan, no salen, y no salen aunque lo intentas, de modo que me causa gran felicidad que salgan, indómitos diría. Algo así.
Gracias de nuevo.
bello, bello.
ResponderEliminarCariños
mar
Gracias, Mar, siempre ahí...
ResponderEliminarBellas y sentidas tus dulces palabras Carlos, me alegro de pasar por este tu espacio espiritual. Un abrazo.
ResponderEliminarMaravillosos haikus, Carlos:
ResponderEliminarTienen la virtud de asombrar.
Son sutiles, suaves, eufónicos y elegantes.
Enhorabuena
Un beso
Ana
Muchas gracias, Maru, y a mí me alegra que pasan las horas y me gustan cada vez más. También me alegra que consideres espiritual a este espacio. Otro para vos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
ResponderEliminarTienen algo, sí, como vos decís, se ven bien, suenan bien, y tal vez también como una misma atmósfera de melancolía los tres...
Un beso una vez más agradecido.
No hay nada mejor que poner alma y poemas a la vida
ResponderEliminarBellísimo irrefutable pensamiento, Mucha. Otro más, mejor dicho. Un gran abrazo.
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ResponderEliminarPreciosos, Carlos
Sobrecoge la profunda belleza que cada uno encierra.
Y me parece maravilloso que los llames casi haikus. Suena estupendo.
Abrazotriple
Muchas gracias, Soco. Sí que suena bien la pretendida denominación. Lo que me gustó realmente, y todavía me gusta, es que salieron (como me gusta decir) o mejor dicho fluyeron de algún lado, sin explicación.
ResponderEliminarAbrazo triple y besos, y gracias de nuevo.