(Fragmento de una
fotografía de Pedro Luis Raota)
En la piel del agua
Una piedra quiebra la calma
De la inmóvil ciega superficie del espejo
Donde la imagen se hunde
Sin llegar a ser reflejo
Abriendo ecos concéntricos
Hasta los márgenes del silencio
De tus más bellos poemas, Carlos.
ResponderEliminar"La piel del agua", qué bonita expresión. El agua, efectivamente, tiene "piel".
ResponderEliminarUn físico, o un profesor de física, inmediatamente lo asimilaría con la "tensión superficial" del líquido, pero eso es jodida deformación profesional.
"Ecos concéntricos". Yo diría ondas, pero yo no soy poeta, esa es la gran diferencia.
Pero sí, acaba reflejándose en los márgenes del silencio.
ResponderEliminarMagnífico poema, Carlos. Breve, pero no nesita decir más.
ResponderEliminarBienvenida alguna deformación profesional, Charlie. Porque no lo haces para impresionar, sino porque se te apodera lo que te gusta:) De paso, aprendemos.
ResponderEliminarEl poema de Carlos es toda una clase de física... poética.
ResponderEliminarEs más, me lo llevaré y lo pondré en algún sitio que conocemos, dentro de algún tiempo.
ResponderEliminarCon permiso de Carlos, claro.
ResponderEliminarTiene algo mitológico (Narciso.. Eco)
ResponderEliminarY Esos márgenes del silencio, como precursores de la vuelta a la calma...
Entre lo que digo, pienso, sueño y callo...la poesía, siempre la poesía gana.
ResponderEliminarMe encantó Carlos, abrazos y regalo:
Decir, hacer
Entre lo que veo y digo,
Entre lo que digo y callo,
Entre lo que callo y sueño,
Entre lo que sueño y olvido
La poesía.
Se desliza entre el sí y el no:
dice
lo que callo,
calla
lo que digo,
sueña
lo que olvido.
No es un decir:
es un hacer.
Es un hacer
que es un decir.
La poesía se dice y se oye:
es real.
Y apenas digo
es real,
se disipa.
¿Así es más real?
Idea palpable,
palabra
impalpable:
la poesía
va y viene
entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
La poesía
siembra ojos en las páginas
siembra palabras en los ojos.
Los ojos hablan
las palabras miran,
las miradas piensan.
Oír
los pensamientos,
ver
lo que decimos
tocar
el cuerpo
de la idea.
Los ojos
se cierran
Las palabras se abren.
Octavio Paz
Muchas gracias, Marian. Sinceramente no sé de qué depende. Me repito pero es real: a veces salen, a veces las antenas están dañadas y ni receptionan ni transmiten. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Un poco lo que decía: en mi vida siquiera garabatee un verso como ése. Ni cerca estuve. Vi la foto de Raota, el fragmento de la foto, y escribí lo que me salió y que habitualmente me sale sobre cosas que me atraen como el silencio, los espejos y cosas que ocurren en un instante (una piedra hundiéndose sin siquiera llegar a reflejarse) y que uno intenta y ojalá siempre pudiera capturar, sólo que a veces no sale.
ResponderEliminarPor lo demás, todo tuyo, Juan, lo que vos digas. Yo, agradecido. Ya el sincero aliento de ustedes es importantísimo para mí.
ResponderEliminarY lo mismo para vos, Adriana. Muchas gracias. En una conferencia Borges dijo que la poesía sucede. Es verdad. Y a veces no viene o pasa de largo y no la captás.
ResponderEliminarMonumental Octavio Paz y cada uno de tus regalos que son como abrazos, Adriana, alentadores e inspiradores.
Hasta los márgenes del silencio, Marian, siento que expresa misterio y que describe o condensa la intención del poema.
ResponderEliminarLo que no significa que pueda explicarlo, claro.
ResponderEliminarPor otro lado, Juan, o tal vez el mismo: estoy leyendo sobre tensión superficial de los líquidos. La física es poesía. Te debo otra.
ResponderEliminarUna cosa, Carlos y disculpa: ¿José Luis Raota no es Pedro Luis Raota?
ResponderEliminarTenés toda la razón, Juan. José Luis es hijo de Pedro Luis y la información contenida en el JPG era incorrecta. Figuraba como parte de la serie Luces y Sombras, pero dicha serie pertenece a Pedro Luis. Ya mismo lo corrijo. Muchas gracias.
ResponderEliminarCada verso de tu poema encierra una gran sensibilidad.
ResponderEliminarNo creas que se me va a olvidar tan fácilmente: "En la piel del agua...
Ha sido un placer venir a visitarte hoy.
Cariños y buen fin de semana.
kasioles
Es precioso lo que has escrito, Carlos.
ResponderEliminarEsos márgenes del silencio, los que a veces tanto hablan y nada callan.
Un placer venir a tu blog.
Un beso.
Muchas gracias, Kasioles, el placer es todo mío, leerte y degustar tus recetas. Un hallazgo realmente, Muy agradecido.
ResponderEliminarSí, el silencio es eso que nadie puede callar, María. Muchas gracias.
ResponderEliminarYa mismo me paso por tus blogs que se perciben profundos y escritos con particular sensibilidad. Otro beso para vos.
Mil gracias por visitar mi blog, y te quedes en él, para mí es un honor, y por supuesto yo ya no pierdo la pista del tuyo desde que entré aquí, porque me encanta.
ResponderEliminarMás besos.
en la piel de la vida tu vida se enriquece dia a día
ResponderEliminarabrazos con luz para vos
Gracias otra vez, María.
ResponderEliminarAbrazos tuyos son luz, Mucha. Gracias.
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