EL RECUERDO NUNCA
DEJA DE VOLVERSE OLVIDO
Es un espejo a oscuras el olvido
Silenciado de
imágenes y sonidos
Perdura como un recuerdo dormido
O un instante de un sueño perdido
EL INOLVIDABLE RECUERDO NUNCA
DEJA DE VOLVERSE INDELEBLE OLVIDO
Sí y ojala tuviesemos la capacidad de solo recordar lo bueno.
ResponderEliminarMis cariños para ti y una linda semana.
Besosssssssss
mar
Eso sera ideal, Mar, pero tendremos que seguir lidiando con lo real, lo irreal e incluso lo surreal. Que de todo eso está compuesta la vida. Besos...
ResponderEliminarMe gusta, especialmente, "El olvido, un espejo que permanece a oscuras"
ResponderEliminarLa memoria es selectiva, tanto para los buenos recuerdos como para los malos. Los buenos los suele hacer todavía más buenos:) Pero renunciar a los malos recuerdos (mientras no supongan un trauma) supondría, quizá, no ser como somos. La clave está en saber asimilarlos, sin obsesionarse, lo mismo para los buenos. Claro que, la clave está en encontrar la clave de la clave para conseguirlo:)
Pero una buena catarsis, de vez en cuando, no viene mal.
ResponderEliminarMe dejas pensando una vez más, Marian. Pero agreguemos que la memoria, además de selectiva, desvirtúa. Yo traté de jugar con los versos que me salían recordando aquello de Borges (mi memoria se parece tanto al olvido) y el resultado tiene algo de catarsis y está a la vista.
ResponderEliminarGracias, como siempre.
Quizá la memoria y el olvido sean hermanos, aunque se lleven mal. Olvidamos lo que queremos olvidar, aunque la memoria sigue ahí guardando cosas como en un buen disco duro, para sacarlas cuando menos lo esperas.
ResponderEliminarSí, pretendemos olvidar y creemos que olvidamos, hasta que aquello regresa, cuando menos te lo esperás y (a veces incluso) donde más te molesta.
ResponderEliminarSe advierte además un mecanismo psicológico en el proceso de olvidar-desolvidar. Olvidamos, nos alejamos de algo, pero para regresar. El olvido es algo nunca resuelto.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuscar olvidar (los malos recueros) no se puede lograr forzadamente. Es mejor que caigan en el olvido (pero quedándonos con lo que nos han enseñado, pues lo malo enseña mucho y no se puede despreciar, es muy útil para no tropezar en la misma piedra, p.e.), y la única manera de conseguirlo es enfrentándose a los recuerdos crudamente, sin engañarnos e ir asimilándolos, (muchas veces... asimilándonos:) -la catarsis-) Los malos recuerdos tienen que cicatrizar bien (no falsamente), si no es así, siempre serán heridas que sangrarán de vez en cuando.
ResponderEliminarDe cierta forma me recordó a "Funes el memorioso" hay recuerdos que hasta fragancias despiden y olvidos tan presentes que se tornan invisibles.
ResponderEliminarImágenes estupendas y tus letras llenas de música.
Besos.
Impecable, Marian. No sólo estoy de acuerdo, qué puedo agregar, excepto que se me ocurre que tal vez haya que saber olvidar (y recordar), de alguna manera haya que dominar la capacidad de olvidar (y recordar) como si fuera una disciplina o una forma de arte que no cualquiera puede ejercer...
ResponderEliminarMuchas gracias, Adriana. Quise con esas imágenes enfatizar o ayudar a expresar lo que intentaba decir, contar algo a la par de mi intento por copiar esa cosa tan borgeana (en estos días borgeanos) que tanto admiro y que me parece insuperable, mejor dicho, como el horizonte al que sé que no voy a llegar... Besos para vos también.
ResponderEliminarHay recuerdos que matan hay olvides que viven
ResponderEliminarEs muy bueno eso, Mucha. Qué agregar? Gracias.
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