Algo así... Me levanté con eso en la cabeza. Tal vez por efecto de tu última entrada. Tanto que hasta estuve a punto de ilustrar esta entrada con la obra de José Manuel Ballester. Genial.
Ah, los sueños! Creo que fue Shakespeare quien dijo que estamos hechos del mismo material con que se tejen los sueños. Claro que también dijo que la vida es un cuento, contado por un idiota, lleno de ruido y furia.
Si te refieres a los sueños del dormir, no hay mentira porque ahí están, son reales, pero esa realidad no se puede palpar, ¿no?
ResponderEliminarAlgo así... Me levanté con eso en la cabeza. Tal vez por efecto de tu última entrada. Tanto que hasta estuve a punto de ilustrar esta entrada con la obra de José Manuel Ballester. Genial.
ResponderEliminarGracias, Marian.
Está muy bien la fotografía que has traído... con esa niebla.
ResponderEliminarSí, no?
ResponderEliminarLa niebla siempre da un aire de misterio.
ResponderEliminarSí, y ya mismo recuerdo un gif de un bosque con niebla que me llevé de tu blog...
ResponderEliminarBuen gif aquel.
ResponderEliminarAh, los sueños! Creo que fue Shakespeare quien dijo que estamos hechos del mismo material con que se tejen los sueños. Claro que también dijo que la vida es un cuento, contado por un idiota, lleno de ruido y furia.
ResponderEliminarúltimamente tengo pesadillas
ResponderEliminarlos sueños son mis realidades
un abrazo cuidate
Cierto, Juan. Y ambas hechas de tiempo, a la larga el gran hacedor. Muchas gracias.
ResponderEliminarNada más real que el sueño, querida Mucha. Irreal está resultando la realidad últimamente. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo puede ser mentira un sueño que se palpa... Que se vive... Que habita en uno mismo... No... No puede ser irreal...
ResponderEliminarUn placer leerte de nuevo, fui pata atrás porque no tienes nuevas publicaciones.
Un beso.
Si algo es verdad es el sueño, no? Hasta expone lo que negamos o deseamos ocultar. Incluso lo disfraza con interpretaciones.
ResponderEliminarGracias, María.
Besos.