Templando el encordado del viento
Como efervesciendo
La siento como si alguien
Un envoltorio de celofán
Mientras en mi afán por describirla
Se estruja la luz
Y gime la tarde
Nada me cuesta imaginarla que cae
Lagrimeando el aire
860. “Tras los ciclos de Pier Paolo Pasolini y
Luis García Berlanga, la Zinemateka de Azkuna Zentroa cierra la programación de
2021 con una retrospectiva de Jean-Pierre Melville, otro de los directores
imprescindibles del cine europeo. Las diez películas programadas en este ciclo
recorren la trayectoria cinematográfica del cineasta, uno de los fundadores de
la Nouvelle Vague y máximo exponente del cine polar francés y de la resistencia
francesa. «Misántropo y orgulloso, mitómano y obsesivo, independiente hasta la radicalidad,
amante de los gatos, la noche y el jazz», tal y como lo describe el historiador
cinematográfico Carlos Aguilar Gutiérrez, de Melville se suele decir que ha
sido el realizador europeo más americano de cuantos se dedicaron a la
realización de películas ‘negras’. Por ello, su legado es una filmografía de
culto y referencia para muchas y muchos de los directores de cine
contemporáneos. La singular obra del cineasta consagró la carrera de actores
como Alain Delon, Lino Ventura o Jean-Paul Belmondo, recientemente fallecido,
convirtiéndoles en referentes de la Nouvelle Vague en particular y del cine
francés en general…” (Extractado de (Jean-Pierre Melville en la Zinemateka – “Los
gatos, la noche y el jazz” - https://www.azkunazentroa.eus/)
859. “Gatos guardianes de libros. Ese
protagonismo tienen Cusco, Demetrio y Café en ‘Helena de Buenos Aires’, la
librería de Elena Padin en el microcentro porteño. En todos los casos los
gatitos mansos, afectuosos y habituados a la interacción con humanos cumplen un
doble rol: cuidan los libros de las mordeduras de los roedores y seducen a los
compradores de libros antiguos, siempre que no se trate de alérgicos o fóbicos
a los felinos. «Desde tiempos remotos los gatos y las lechuzas han vivido entre
manuscritos y libros, sobre todo por higiene y para preservarlos, pero luego el
hombre les atribuyó el don de la sabiduría», cuenta Elena Padin.” (Extractado
de la nota aparecida el 30/10/2019 en el suplemento de cultura de clarín.com)
858. Terenci Moix, seudónimo de Ramón Moix
Meseguer, fue un escritor español en lengua castellana y catalana, hermano
mayor de la también escritora, poeta y editora Ana María Moix, siempre ha
sentido pasión por Egipto y por la mitología entorno al mundo de los gatos,
tanto que nombró a todos sus gatos como dioses o faraones. Aquí con Isis y
Smenkaré.
857. «Empecemos con gatos. Los gatos están por
todas partes en internet. Dan lugar a los memes más mémicos y los vídeos más
adorables. ¿Por qué gatos y no perros? Los perros no se acercaron a los humanos
en la antigüedad suplicando vivir con nosotros sino que los domesticamos. Los
hemos criado para que sean obedientes. Aceptan de buen grado que los eduquemos
y son predecibles. Trabajan para nosotros. No estoy en contra de los perros. Es
estupendo que sean leales y de fiar. Los gatos son distintos. Llegaron y medio
que se domesticaron a sí mismos. Y no son predecibles. Los videos de perros más
populares suelen mostrar lo bien adiestrados que están, mientras que los videos
más extraordinariamente populares protagonizados por gatos son los que revelan
comportamientos raros y sorprendentes. Los gatos son inteligentes, pero no la
mejor opción si lo que queremos es un animal en cuyo adiestramiento se pueda
confiar: si vemos en internet un circo de gatos, lo que nos conmueve es que los
gatos claramente están decidiendo si hacer el truco que han aprendido o no
hacer nada o pasearse entre el público. Los gatos han hecho lo que parecía
imposible: se han integrado en el mundo moderno de la tecnología sin renunciar
a ser ellos mismos, y siguen siendo los que mandan. No existe riesgo de que un
meme furtivo, diseñado mediante algoritmos y pagado por un turbio oligarca
secreto se haya hecho con el control de nuestro gato. Nadie controla a nuestro
gato: ni nosotros, ni ninguna otra persona. ¡Cómo nos gustaría tener esa
certeza no solamente respecto de nuestros gatos sino sobre nosotros mismos! Los
gatos en la red son nuestro sueño y nuestra esperanza para el futuro de las
personas en internet. Por otra parte y aunque nos encantan los perros no
queremos ser como ellos, al menos en cuanto a las relaciones de poder con los
demás, y tememos que Facebook y similares nos estén tratando de convertir en
perros. Ese libro trata sobre cómo ser gato, cómo seguir siendo autónomos en
un mundo en el que estamos siendo constantemente vigilados y en donde nos
espolean en uno u otro sentido unos algoritmos manejados por algunas de las
empresas más ricas de la historia que no tienen otra forma de ganar dinero más
que consiguiendo que les paguen para modificarnos el comportamiento...»
(Extracto del prólogo de “Diez razones para borrar tus redes sociales de
inmediato” de Jaron Lanier)
856. “A imagen de mi gato equilibrista en la
cornisa no se basta - menos esta torpe idea de escribir un texto sobre
estéticas audacias - aunque le conmine a entrar con tentadores artilugios - él
insistirá en retar a su abismo de siete pisos - y yo en mi insuficiencia por
asirle…” (Versos de Eleonora Requena en https://lamajadesnuda.com/)
855. Anahí de Cárdenas venció al cáncer, pero
antes, durante la pasada cuarentena por el Covid-19 diversos medios de
comunicación siguieron de cerca su lucha y aporte para una efectiva
concientización de la población, como podemos apreciar en la siguiente nota periodística
publicada el 27 de marzo del 2020 en https://rpp.pe/. "La actriz Anahí de
Cárdenas es una de las figuras que se ha animado a realizar pequeños videos
para mostrarle a sus seguidores cómo es vivir la cuarentena cuando se tienen
gatos en casa. Anahí, que desde noviembre del año pasado lucha contra el cáncer
de mama, compartió un clip en el que canta rodeada de sus gatos. Asimismo la
artista utiliza el hashtag #YoMeQuedoEnCasa para hacer hincapié en que todos
debemos cumplir con el aislamiento social…”
854. En su letra “Dejarlas partir” Fito Páez enumera de manera arbitraria y por momentos críptica ciertos elementos de gran peso simbólico en su vida: “La moneda en la vida de Juan / Chico Buarque, los lentes, la estatua de sal / el suicida y su gato irreal / Lo que fue, lo que es, lo que ya no será / Si pudiera explicar, si pudiera explicar / Lo hice para quebrar, lo hice para quebrar / lo hice para quebrarme a mí…” (Encontrado en el sitio https://gatopardo.com)
853. “Los gatos tienen la misma expresión cuando
miran fijo a una polilla que cuando ven venir a un asesino con un hacha” dijo
Alphonse Bertillon, oficial de policía francés que en 1888 estandarizó el
procedimiento para fotografiar y registrar en un archivo a los criminales e
individuos sospechosos arrestados para permitir una rápida identificación a
partir de las fotos de prontuario, oficialmente denominadas como fotos de ficha
policial o mugshot, por el término del argot angloparlante, que no es otra que
la clásica imagen de la cintura para arriba de frente y perfil con el
respectivo número de encausado. (El fotomontaje que ilustra a Alphonse
Bertillon en plena labor con un detenido, mientras un gato lo observa, fue
encontrado en la web)
852. "Es una pregunta habitual en casa. Por ejemplo, al empezar y al acabar las vacaciones de verano, con las maletas y las bolsas ya cargadas en el coche, bien para ir o para volver de Calafell. ¿Dónde está el gato? Nos miramos como tontos unos segundos, luego lo buscamos por toda la urbanización, agitando el saco del pienso. Nada, ni rastro del gato. Lo mejor es tomárselo con calma y esperar; pero puede tardar horas, e incluso días, en dignarse a volver. Así que pasado el rato descargamos el coche y deshacemos algunas bolsas, las justas para prepararnos algo para cenar, quizá también para desayunar…" (¿Dónde está el Gato? por Juan Marsé. Pueden leer artículo completo en http://triunfo-arciniegas.blogspot.com/)
851. Gato de porcelana. El famoso tango "A
media luz" de Carlos Lenzi (letra) y Edgardo Donato (música) menciona al
animal en versión virtual y simbólica. "Viejos tangos de mi flor / y un
gato de porcelana / pa´que no maúlle al amor..." Tango de 1925. El
escenario es una casa de citas de la que se dan dirección y teléfono, la
célebre dirección de la Avenida “Corrientes 348, segundo piso, ascensor “ en
donde la "media luz" inunda cada rincón y momento y donde "hay
de todo" de lo que es requerido en esos lugares, con una mención sutil y
ligera de cocó (cocaína) en un ambiente ornamentado con un gato de porcelana.
Muy fina descripción del lugar, momento y personajes universales en una ciudad
cosmopolita y en expansión creciente como la Buenos Aires del primer cuarto del
siglo XX. (http://troqueladoitalo.blogspot.com/
(Poeta surreal Benjamin Péret en Erwin Blumenfeld
style)
850. Silvina
Ocampo contó que vio a Jorge Luis Borges abrir una vez una puerta en la
Biblioteca Nacional y preguntarle al gato que ahí vivía: “¿Se puede entrar?” o
que si el gato estaba sentado en su silla Borges sencillamente elegía otra en donde
ponerse a trabajar… (En la foto de Carlos Pesce para la revista Siete Días del
5 de abril de 1978 Borges muestra la misma solícita actitud ante su célebre
gato Beppo en su casa)
849. “Adoro a los gatos. Son de las pocas
criaturas que no se dejan extorsionar por sus dueños.” (Umberto Eco)
848. “Los gatos negros - En la misteriosa Irlanda
precristiana, la de los druidas recitadores de la Sabiduría del Arcano, los
llamados Ollave, Maestros de la Poesía, existió un famoso santuario-cueva, en
el cual moraba una delgada gata negra. Sentada en una enorme silla-trono de
piedra, altiva e iracunda daba respuesta a todos aquellos que temerosos y respetuosos
atrevíanse a inquirirle por el futuro que les aguardaba. Entre los celtas de la
Verde Erin, los gatos gozaron fama de animales proféticos. Antiguamente, en
Escocia e Inglaterra, cuando las parejas celebraban nupcias, encontrarse con un
gato negro en la puerta de casa simbolizaba un matrimonio feliz y próspero. En
la Edad Media en especial en Europa,
empieza la creencia de que los gatos negros son muy cercanos a las brujas. La
iglesia fomentó esta idea, por lo que las personas temían hasta la mirada de
estos felinos, ya que podría hechizarles. La tenencia de un gato negro era
motivo suficiente para quemar a alguien en la hoguera. Por otra parte, la quema
de los gatos de color negro era una de las principales actividades en las
noches de San Juan. Creencia que se continúa con la conocida cacería de las
brujas de Salem, donde se creía que estas se transformaban en gatos negros.”
(El lunes 25 de octubre pasado J.P. Alexander publicó esta y varias otras
imperdibles leyendas en su recomendable https://enamoradadelasletras.blogspot.com)
847. “Uno no puede imaginarse tirándole un hueso
quinientas veces a un gato y que venga luego babeando con el hueso. Los gatos
van completamente a su aire, son seres libres, además de muy domésticos; ocupan
la casa de una manera que tú acabas siendo su siervo y mendigando que te
quieran un poquito. Son absolutamente superiores…” admitió alguna vez Joaquín
Sabina en un reportaje.
846. “Los gatos bostezan porque asumen que no hay
nada que hacer…” (Casi un haiku de Jack Kerouac)
845. El escritor y poeta polaco Józef Wittlin
nació en 1896 en Dmytrów, Galitzia, en los confines del Imperio, pero pronto la
familia se trasladó a Lvov, Lemberg en aquel entonces, paradigma de la broma cartográfica
de una Europa oriental de líneas oscilantes. Educado en el seno de una familia
de origen judío 'asimilada' y de lengua polaca, apenas aprendió unas pocas
palabras en yíddish para utilizarlo exclusivamente para comunicarse con sus
gatos. “Nuestras conversaciones son verdaderamente edificantes, pero
estrictamente reservadas, y respecto de sus tópicos o contenidos nos hemos
prometido discreción...” (https://instytutpolski.pl/)
844. “El hombre que está asomado a la ventana
envidia a la mujer que, en el jardín de la planta baja, canturrea ante la
mirada atenta del gato. Qué feliz es, piensa el hombre. Ignora que la mujer no
es feliz: con excepción del gato, acaba de perder todo lo que amaba, y sospecha
(alguna vez lo ha leído) que los gatos se apartan de la desdicha. Moriría si el
gato también la abandonara. Por eso, ante la persistencia de la mirada de él,
no para de cantar y se ríe de cualquier cosa. El hombre de la ventana le
envidia la alegría porque no advierte el simulacro. El gato sí lo advierte.
Recela de esta actitud incongruente de la mujer. ¿Por qué no se largará a
llorar de una buena vez como desea? La observa un momento más, a la
expectativa: ha vivido momentos muy lindos con ella. La mujer, consciente de la
mirada del gato, hace una divertida pirueta de baile. Sin duda le ocurrió algo
extraordinario, piensa el hombre de la ventana. No hay nada que hacer, concluye
el gato, ya no es confiable. Alarga infinitamente su cuerpo gozoso, se da
vuelta y, sin volver la vista atrás, salta la medianera y se va para siempre.”
(“Mujer con gato” de Liliana Heker. Publicado en “Cuentos reunidos” de 2016 por
Editorial Alfaguara)
843. “Carlos
Alonso y Guillermo Roux. Mano a mano. Se mandan dibujos como cartas. Cada uno
espera en silencio la enigmática respuesta del otro. En una caja de madera
viajan de Unquillo a Martínez, de Martínez a Unquillo, un retrato, un jarrón
con flores, un gato… y media página en blanco. Dibujos a medio camino que el
destinatario debe terminar. Ese es el juego. Sólo unas pocas reglas que han ido
acordando silenciosamente, como caballeros. En apenas un gesto, el respeto de
hacer espacio al otro. Roux se retrata en media hoja. Alonso le pinta un
paisaje. Y así va tomando forma el ejercicio. En los primeros trabajos sus
autorretratos dialogan. Pero pronto la obra mancomunada va corriéndose del eje
de su propia anécdota, y nacen obras integradas, que parecen hechas por un solo
artista: Rouxalonso o Alonsoroux. Se van entendiendo cada vez mejor. Se unen en
el papel las líneas y colores de una y otra mano... Sus vidas fueron por
caminos paralelos. Ahora llegan a una esquina común: el arte sin compromisos.
Ya nada es tan importante como la pintura en sí. Le han sacado la mayúscula.
Roux y Alonso viven la fiesta de una pintura libre de mandatos, movimientos,
grupos, ideas. Quedan la destreza y el placer...” (Extractado de la reseña de
presentación del notable trabajo de estos artistas argentinos en
https://mariapaulazacharias.com/)
842. “Era uma vez uma vez / um gato siamés / Por ser muito engraçadinho / é chamado de Gatinho / Além de ser carinhoso / ele é muito curioso / Nada se pode fazer / que ele não deseje ver / Se alguém mexe na estante / está lá no mesmo instante / Se vão consertar a pia / está ele lá de vigia / E o resultado é que quando / viu seu dono concertando / a tomada da parede / meteu-se, com tanta sede / a cheirar tudo que – nhoque! / levou um baita choque! / E pensa que ele aprendeu? / Mais fácil aprendia eu! / Mantém-se o mesmo abelhudo / que quer dar conta de tudo.” (“O Gato Curioso”, poema del escritor, dramaturgo, traductor, cronista y crítico de arte brasileño Ferreira Gullar, publicado en portugués para que no pierda su sonoridad)
841. Claude Cahun fue una pionera queer o persona
no binaria, poeta, ensayista, andrógina, novelista, periodista, simbolista,
individualista por excelencia, fotógrafa, activista, idealista, soñadora y
amante de los gatos, única y diferente a la vez. Entre 1948 y 1953 trabajó una
serie con sus últimos autorretratos. “El camino de los gatos” la llamó. Para
Claude el gato era símbolo de libertad e independencia. Tal vez por eso toda su
obra (su cuerpo incluso, su mente y personalidad) son un constante
cuestionamiento de la realidad y sus apariencias. El gato representa el intercesor
entre lo visible y lo que es invisible, quien tiene acceso a mundos sensoriales
desconocidos y al mismo tiempo recónditos pero inherentes a cada ser. El gato,
en definitiva, fue el ser con el que ella se identificaba, el que más se le
parecía o al que más se quiso parecer. (En la fotografía Claude Cahun junto a
su gato Kid)