160. “Soy un adicto a los gatos. Lo admito. No puedo ver uno abandonado
en la calle, hacerme el distraído y dejarlo allí sin hogar. Muchas veces he
salido por las noches a buscarlos para que vivan conmigo hasta poder
encontrarles un lugar. En este momento en mi departamento que afortunadamente
es bastante amplio tengo 42 gatos. ¿Querrías uno?”, le preguntó Jesse
Eisenberg a su entrevistador en el estreno de la película La Red Social.
159. Martin Eder suele representar situaciones idílicas en las que lejos de
utilizar una ambientación bucólica tradicional traslada sus imágenes a una
galaxia kitsch-imaginaria, logrando combinar su impresionante técnica hiperrealista
con escenas surrealistas. Llama además la atención su fascinación por el mundo
animal en general y por el de los gatos en particular, en su mayoría
gigantescos, peludos, lo que le permite aunar lo clásico y lo kitsch, lo
realista y lo surrealista, lo ideal y lo terrenal en su obra. (Guiem Alba para
Playgroundmag.net)
158. “Lentamente vi avanzar por la alameda a mi inolvidable anciana
madre acompañada de su gato, sus pavos reales y su perro. La relación que
existía entre mi madre y estos animales era verdaderamente poco común y quedaba
expuesta mientras la escoltaban, revelando cada cual su naturaleza profunda. El
gato iba adelante, altivo, los pavos reales detrás, uno a cada lado, vistosos,
y el perro en la retaguardia, guardián”. (George Ivánovich Gurdjieff)
157. Entre las varias obras que Maurice Ravel compuso para sus gatos se
destaca el “dueto para gatos” de su pieza “L'enfant et les sortiléges”, cuyo
argumento fue escrito por Sidonie-Gabrielle Colette, su gran amiga y también
fanática de los gatos. (Nótese que Ravel incluye a su gata Mouni en la dedicatoria de su fotografía)
156. “Me hice conocida con ET, pero mi primer protagónico fue para la
película ‘Los Ojos del Gato’, basada en la novela de Stephen King. Después vino
la adolescencia, una etapa divertida pero complicada en la que todo ese
asunto de las drogas y la búsqueda del placer y el conocerse sexualmente,
aparte de la falta de padres, vivir al límite y todo eso me perturbaron
bastante, y no quedé bien de la cabeza. En aquel tiempo tuve además mi primer
gato y lo quería tanto y estaba tan loca que llegué a pensar que no iba a poder
soportar que se muriera, o peor, que yo me muriera antes que él, y entonces le
pedí a mi representante que si eso llegaba a pasar debía darle de comer mis
cenizas, así al menos algo de mí seguiría viviendo en mi gato por un tiempo.
¿Ven que estaba mal de la cabeza?" (Drew Barrymore)
155. "Se convierte en compañero de tus horas de pesar y melancolía,
se queda en tu regazo veladas enteras, feliz de estar con vos, ronroneando
satisfecho, desestimando a los de su propia especie. A los gatos les fascina
el silencio, el orden, la quietud, y ningún sitio los seduce más que el
escritorio de un hombre de letras. Es una difícil tarea ganarse el afecto de un
gato. Será tu amigo si siente que sos digno de su amistad, pero no tu
esclavo”. (Theóphile Gautier)
154. El célebre coreógrafo ruso George Balanchine estudiaba a los gatos buscando
asimilar sus movimientos y destrezas. En
la fotografía lo vemos entrenando a Mourka, la gata bailarina a la cual le
dedicó su coreografía “La Chat” en 1927.
153. Aunque Ripley no lo crea, aquí vemos a Mourka, la gata bailarina de
George Balanchine, en un ensayo de la coreografía de 'Serenade' en 1935. Para
más información sobre Mourka, tómense un minuto y no se pierdan de visitar http://nazarinasociacion.org /2015/10/08/el-gato-mourka-el-coreografo-y-la-bailarina/
152. Elizabeth Taylor escribió en su diario íntimo: "Mi perra Dalilah está enamorada de mi gato Fang. No sé qué
hacer. ¿Acaso es malo eso? ¿Debiera preocuparme?"
151. “El admirable gato, de la nariz a la cola, casi horizontal, capaz
de colarse por el agujero de un ratón. Su rígida horizontalidad no excluye la
perfección de la forma de gato no explicita”. (Palabras del autor francés Jean
Genet en el prólogo de “El Atelier de Alberto Giacometti”, publicado por la
Fundación Proa)