lunes, 4 de agosto de 2025

Bolsa de Gatos 1271/1280

 




1280. «Les he observado mucho y he también comprobado el increíble dandismo del gato, que sólo quiere estar limpio, componer buenas figuras y que le dejen en paz. El gato no quiere a nadie y me apasiona [...] El gato parece todo menos un analfabeto. Tiene aspecto de estar de vuelta, de habérselo leído todo hace mucho tiempo [...] Escribir en la intimidad, con la noche fuera, furiosa, y unos gatos cerca. No creo que ni en Ámsterdam ni en el universo haya mayores fórmulas de felicidad.» (Pasajes de “Diario de un escritor burgués” de Francisco Umbral, en la foto con su gato Ramón, por ‘Gómez de la Serna’, claro)





1279. Para el Budismo el gato representa la dimensión espiritual, por lo cual se promovía en antiguos ritos que los difuntos fuesen enterrados junto a un gato vivo pero con un ingrediente extra: a la tumba se le añadía un agujero para que pudiesen escapar; así, cuando el felino emergía del sepulcro, se consideraba que el alma del muerto ya estaba fusionada con la del gato. No obstante, en el mismo mundo budista se considera al gato como un ser insolente, pues junto a la serpiente, fueron los únicos del reino animal que no se conmovieron ante la muerte de Buddha. Todo esto nos conecta con una de las novelas más celebradas y magistrales de Yukio Mishima, “El Pabellón de oro”, la cual narra el desenlace trágico de un templo quemado por un monje budista, libro que de forma muy poética y visceral discurre sobre el significado de la fealdad y la belleza. La novela reproduce un famoso Koan (forma breve similar a la parábola que sintetiza una paradoja y una moraleja) el cual es considerado en el mundo búdico como una de los más complejos y que alude a Nansen matando a un gato, además de ser tan breve que podemos citarlo completamente: «Un día un gato entró a un templo. Provocó tal interés entre los monjes que, de inmediato, comenzaron a disputárselo. El maestro Nansen decidió arreglar la cuestión, separó a los monjes, tomó al gato y le acercó una hoz. «Si alguno de ustedes da una buena respuesta, pueden salvar al gato» —les dijo.  Como ninguno de los monjes habló, Nansen mató al gato. Más tarde Joshu —el primer discípulo— volvió y Nansen le contó lo que había pasado. Joshu se quitó las sandalias, las puso sobre su cabeza y se fue. Nansen se quedó pensando que, de haber estado ahí en el momento del juicio, Joshu hubiera salvado al gato. » (Artículo encontrado en https://ellectorestepario.blogspot.com/- En la foto, un Yukio muy joven, siempre con gatos)





1278. Gabriela Mistral amó tanto a sus gatos que una vez en pleno frenesí gatuno  confesó su íntimo sentimiento: “Tener gatos debiera ser una obligación en esta sociedad”. El más popular de sus michis fue su siamés Jazmín, al que apodaba «generalito». En una esquela escrita el 29 de julio de 1954, desbordada de ternura, podemos dimensionar el estado que exteriorizaba por su siamés, tratándolo como a su hijo: «¡Ah! Hijo mío, acabo de tirar la última caja de cartón con la que juegas y estoy comenzando a pensar que soy humana.»





1277. Room 8 fue un gato de la zona de Echo Park, California, que una vez entró deambulando como si nada en un aula en 1952 en la Escuela Primaria Elysian Heights de dicho vecindario y allí se quedó. La historia cuenta que a partir de entonces vivía en la escuela durante el año escolar y desaparecía durante los veranos para regresar al reanudarse las clases. Esta rutina continuó sin interrupción hasta mediados de la década del 60 y se hizo famosa, al punto que los canales de noticias enviaban sus cámaras a principios de año esperando el regreso del gato. Tan querido era Room 8 que llegó a recibir regalos y cartas de los estudiantes y vecinos, y hasta apareció en un documental titulado “Big Cat, Little Cat” y en el libro infantil “A Cat Called Room 8”. La revista Look publicó sobre él un artículo de tres páginas, “Room 8: The School Cat”, firmado por el fotógrafo Richard Hewett en noviembre de 1962, y Leo Kottke le compuso una canción instrumental titulada “Room 8” que incluyó en “Mudlark”, su álbum de 1971. Finalmente, cuando Room 8 falleció se había hecho tan querido que su obituario se publicó en los más importantes periódicos y los estudiantes recaudaron fondos para su lápida. Hoy está enterrado en el Parque Conmemorativo de Mascotas de Los Ángeles en Calabasas, California. 





1276. "Miss Mary", óleo y témpera sobre cartón y madera terciada, realizado en 1926 y expuesto en el Museo Leopold. La "Miss Mary" desnuda contempla satisfecha su propio reflejo en un pequeño espejo de mano. La observa una figura masculina, con los rasgos del artista autorretratándose, y también un gato siamés en el borde inferior de la representación. El felino no sólo sirve como firma de Hanns Ludwig Katz ["Katz" significa "gato" en alemán] sino que simboliza además la vanidad del deseo femenino, con ciertas connotaciones libertinas. Dado que el encuentro entre artista y modelo sigue una tradición histórico-estilística, Katz incluyó deliberadamente referencias a la época en el moderno corte de pelo que nos muestra a una Miss Mary encarnando el tipo de ‘nueva mujer’ surgido en la década de 1920, aparte de la mirada claramente lasciva del artista, amante de los gatos, téngase incluso en cuenta. Katz, de ascendencia judía, se enfrentó a la prohibición de trabajar tras la llegada al poder de los nacionalsocialistas y fue sometido a vigilancia adicional debido a su interés en las políticas de izquierdas. Sus obras fueron consideradas ejemplos de "arte degenerado" y una de ellas se presentó en la exposición homónima de 1937. Katz finalmente emigró a Johannesburgo, Sudáfrica, en donde falleció en 1940.





1275. Natalia Oreiro cumplió 48 años el pasado lunes 19 de mayo y lo celebró de una manera distinta y muy emotiva. Como ella mismo contó a través de las redes sociales, adoptó a Milonga, una gata callejera que “los eligió”, según sus propias palabras. Tras la polémica que generó en las redes hace una semana por un clip que la tenía como protagonista en donde le rechazaba una foto a un fan, la actriz vivió un cumple en familia, con mucha alegría y un regalo muy especial. “Cumplí años y el regalo más lindo es esta gatita callejera. Le pusimos Milonga y no puede más de mimosa”. El nombre Milonga puede referirse al género musical folclórico de ritmo vivo, como así también al lugar donde se reúnen las personas para bailar tango, vals y milonga. Luego de compartir varias fotos y videos a modo de presentación, Natalia contó la historia de Milonga: “Después de un mes de preguntarnos si tendría familia, de alimentarla y cuidarla, hoy entendí que nos eligió. Bienvenida Milonga”. Natalia disfrutará ahora de una compañía especial junto a su marido Ricardo Mollo y su hijo Merlín Atahualpa. Milonga ya es parte de su familia.





1274. 1. Gato andino (Leopardus jacobita) fue descubierto en 1865 por Emil Lichtenstein. Vive entre los 3000 y 5000 metros de altura tud. Puede alcanzar hasta 60 cm el cuerpo y 45 cm la cola. 2. Gato herrumbroso (Prionailurus rubiginosus), quien primero lo registró fue Edward Turner Bennett en 1831. Vive en bosques húmedos y zonas rocosas de India y Sri Lanka. Es uno de los felinos más pequeños del planeta, con apenas 35 a 48 cm de largo. 3. Caracal (Caracal caracal) fue clasificado en 1776 por el naturalista alemán Johann von Schreber. Vive en África, Medio Oriente y Asia Central. Puede medir hasta 1 metro su cuerpo sin la cola y pesar hasta 20 kg. 4. Yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi) fue descripto en 1803 por el naturalista francés Étienne Geoffroy Saint-Hilaire. Vive entre México y el norte de Argentina. Tiene cuerpo alargado y pelaje uniforme, alcanzando un tamaño de 65 a 85 cm más una cola de 30 a 50 cm. 5. Gato de cabeza plana (Prionailurus planiceps) fue visto por primera vez en 1827 por Nicholas Aylward Vigors y Thomas Horsfield. Vive en el sudeste asiático, puntualmente en Tailandia, Borneo y Sumatra. Es un felino semiacuático que puede medir hasta 50 cm, con una cabeza inusualmente aplanada y hocico corto. 6. Gato dorado asiático (Catopuma temminckii) Fue anotado en 1827 por el zoólogo Nicholas Aylward Vigors, en honor al naturalista holandés Coenraad Temminck. Vive en el sudeste asiático, desde Nepal hasta Sumatra. Puede llegar a medir hasta 1 metro de largo. 7. Tigrillo o margay (Leopardus wiedii) fue avistado en 1821 por Heinrich Rudolf Schinz. Vive en las selvas tropicales de América Central y Sudamérica.  Mide entre 45 y 80 cm y su cola es larga. 8. Manul o gato de Pallas (Otocolobus manul), quien lo clasificó en 1776 fue Peter Simon Pallas, quien lo estudió en sus expediciones por Asia Central. Vive en las estepas frías y montañosas de Mongolia, Rusia y el Himalaya. Mide unos 50-65 cm con una cola gruesa de hasta 30 cm. 9. Gato serval (Leptailurus serval) fue registrado por Von Schreber en 1758. Se mueve por el África subsahariana, Puede medir hasta 100 cm de largo y es famoso por sus largas patas y saltos singulares. (Gatos Salvajes)





1273. “El día de ayer te despedimos y fue uno de los más difíciles y tristes de mi vida. Fuiste mi primer gato, nuestra inspiración para dar pie a nuestro  emprendimiento, fuiste la llave para rescatar a muchos gatitos de la calle y la alegría en mi familia. Estoy segura de que por tí yo jamás volví a ser la misma. Gracias por todas las risas que me diste, por cada ronroneo, por enseñarme a quererte, por todo tu amor, tu lealtad y la serenidad con que tomabas la vida. No sé cuántas vidas me faltan, pero en cada una de ellas espero encontrarme contigo. Pispita 2010-2025 - PD. A Pispita la adoptamos cuando tenía año y medio de edad, la recogimos de la calle y venía preñada sin nosotros saberlo, éramos ignorantes en el mundo felino. Tristemente, por eso no tenemos fotos de cuando era bebé.” (Encontrarlo en la cuenta Pispita Shop de Facebook fue para mí pura emoción)





1272. “The Private Life of a Cat” (La vida privada de una gata) es un documental mudo que incluso ni música tiene, una pequeña obra de arte con tiernos momentos y otros muy cómicos. Los protagonistas son: Él, un gato blanco, y Ella, una gata atigrada que debió tener algún antepasado persa. El documental dura exactamente 22 minutos en los que vemos la relación entre Él y Ella, el nacimiento de cinco gatitos (4 blancos y un atigrado) en primerísimos planos, cómo los cuida Ella y la curiosidad de Él. En un momento dado, Ella decide transportar a los gatitos desde la caja donde nacieron hasta una chimenea que no se usa y sólo sirve de decoración. Durante el traslado, Él observa todo desde el sofá, intrigadísimo, pero sin ayudar. Poco después en las acciones, aunque debieron pasar ya unos días, Él enseña a los gatitos a trepar, y como siempre pasa en cualquier camada se ve que hay uno o dos más listos que los demás. Ella contempla las lecciones de Él a una cierta distancia, casi podría decirse que con orgullo. El documental aparece dirigido por Alexander «Sasha» Hamid, que efectivamente la rodó y se ocupó del montaje final, pero quien lo planificó y produjo fue su mujer, Maya Deren, una obsesa amante de los gatos, poeta, ensayista y cineasta vanguardista. Se rodó en 1944 en Nueva York, en el piso donde vivían Maya y Alexander rodeados de gatos, tal cual el sueño que toda la vida tuvo Maya. En los 22 minutos del documental hay poquísimos carteles, aparte de los títulos identificatorios para Él y Ella, en los que podemos leer «Al cabo de dos meses», «Ella empieza a buscar un lugar para la familia», «¡Cinco! Ahora la familia necesita comida y descanso», «Al cabo de dos semanas» y finalmente «Un sitio mejor para aprender a andar», más el The End del documental. 





1271. Maya Deren, su verdadero nombre fue Eleanora Derenkowsky, nació en Kiev, Ucrania, el 29 de abril de 1917, hija única de Marie Fiedler y Solomon David Derenkowsky, quien le enseñaría desde muy niña la pasión por los gatos. En la foto vemos a Maya a los 9 años con un gato en brazos. La familia emigraría pronto a los Estados Unidos, en 1922, y a poco de llegar, el padre acortó el apellido a Deren y se afincaron en el estado de Nueva York, más precisamente en Siracusa, en cuya Universidad Maya estudiaría, a la par de comenzar a escribir sus primeros ensayos y poemas, hasta descubrir el cine y convertirse en una cineasta vanguardista creando, ante la falta de canales de distribución para sus películas experimentales, Creative Film Foundation, en Greenwich Village, donde vivió siempre junto a su marido Alexander «Sasha» Hamid, rodeados de gatos, en un ambiente frecuentado por artistas, bohemios e intelectuales.


2 comentarios:

  1. Me encanta tus gateríos, por todo lo que aprendo pero, por encima de todo, por el amor que destila. No sólo las historias y sus protagonistas, sino el tuyo que las has recopilado...

    No sé si estoy de acuerdo con eso de que no aman, creo que lo hacen a su manera. Las mías tienen sus rituales, cuando suena el despertador vienen corriendo a la cama, aunque ya hayan comido, y se tumban a tu lado.. a veces pasan a tu lado y se enroscan en las piernas... hay algo de amor ahí, ¿no? No son perros, claro, no es incondicional...

    Tampoco sabía lo de Buddha, pero no me extraña, es que un gato para conmoverse necesita mucho. ¿Seguro que a Buddha le gustaba que el mundo se conmoviese? Los mismo los gatos son los único que cumplieron con la etiqueta...

    Lo de Room 8 me ha recordado a uno en el pueblo de un amigo. Sólo aparecía por casa cuando llegaban a pasar el verano, todo puntualidad y con su mejor traje, sólo le faltaba esperar con las llaves para abrir la puerta a los invitados a *su* casa...

    Y, mira que casualidad, aquí tengo a la tigresa llorando porque es la hora de salir al jardín a ver si todo sigue en orden...

    Un abrazo

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  2. Muchas gracias, amigo. Es que soy de religión gatuna.
    Claro que nos aman. Porque nos comprenden demasiado. Lo del gran escritor Umbral corre por su cuenta. Se lo respeté porque cuando lo profirió andaba dolido y cascoteado por lo de la muerte de su hijo, creo.
    Mishima fue un estudioso del gato. En cuanto al Buda creo que seguramente le gustaría que todo fluyera naturalmente, es decir que pasara (Efecto) lo que debería (Causa) pasar...
    La de Room 8 es una historia que me fascinó, como la que me contás de ese gato del pueblo de tu amigo... Sencillamente me apasiona saber de gatos. Tengo hasta el momento material para por lo menos 5000 entradas del Gaterío. Lo que no sé es si tendré tiempo para publicarlas.
    Un mimo para tu tigresa, una deidad, verdad?, y un gran abrazo para vos!!

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