580. “A esta
hora, las tres de la mañana / la vida pareciera suspendida / ausente,
silenciosa / entre paréntesis / ovillada en sí misma, adormecida / como la gata
en el sillón del living…” (Fragmento del poema
“Las tres de la mañana” de Pablo Anadón, en la foto junto a su gato
Baudelaire)
579. En su
cuento “Gato” Fleur Jaeggy describe: «La forma en que un gato observa a la
mariposa sobre la que finalmente caerá, la forma calculadora, minuciosa, fría,
subrayo fría, como es la actitud de todo cazador.» Jaeggy luego explica sobre
su literatura: «Escribir es apropiarse del otro, como copiar la caligrafía de
tu amada es dominar a tu amada.» Jaeggy ama a los gatos y dice finalmente:
«Siempre escribo con esta Remington al mismo tiempo que siento que mi gato
Tsanga siente lo que escribo con cada tecla…»
578. Esta
“señora escritora”, filósofa y republicana convencida llegó a convivir con más
de dos docenas de gatos, lo que le costó una denuncia de un vecino fascista
mientras vivía en Roma, por la que se vería luego obligada a abandonar la
ciudad eterna para afincarse, en otra nueva etapa de su itinerante exilio, esta
vez en Suiza. Sus gatos más conocidos fueron Tigra, Blanquita, Rita, Pelusa y
Lucía. Como dato de color cuentan que su tumba en el cementerio de Vélez,
Málaga, emplazada entre un limonero y un naranjo, es la única frecuentemente
visitada por gatos de todas las razas y pelajes.
577. Charles Dickens
tenía una gata llamada Wilhelmina, a la que le gustaba meterse entre sus
papeles mientras trabajaba, acuciado por las fechas de entrega a su editor,
hasta altas horas en la madrugada. Dickens disfrutaba la compañía de
Wilhelmina, a la que había llamado William, hasta que, descubierto el error,
tuvo que rebautizarla, y solía contar anécdotas, en sus cartas por ejemplo,
sobre lo mucho que ella lo divertía, e incluso resaltaba lo inteligente que
era, refiriendo que en varias ocasiones, adormilado sobre sus papeles la
descubrió intentando apagar con su patita la llama de la vela que iluminaba su
escritorio de trabajo.
576. "Se
debe tratar al gato como lo que es, un ser no ordinario y a menudo más elevado
que el resto.” (Elizabeth Peters, escritora estadounidense)
575. Stanley Kubrick lo sentía como a un hijo,
no dudaba en asegurarlo, se reconocía parecido a su gato, Leo se llamaba y,
cuando falleció, de inmediato abandonó la pre-producción de “Full Metal Jacket”
y se fue a un hotel para estar solo todo un fin de semana.
574. “Pues he de
alabar a mi gato Jeffrey. Pues confunde a los poderes de la oscuridad con su
eléctrica piel y sus ojos cegadores. Pues confunde al Diablo, que es muerte, al
saltar nervioso de vida en vida. Pues al amanecer ama al sol y el sol le ama.
Pues pertenece a la tribu del Tigre. Pues si el Gato es el Querubín, el Tigre
es el Ángel. Pues tiene la sutileza y el bufido de la serpiente que por bondad
suprime. Pues no causará destrucción si se le alimenta bien, ni escupirá sin
ser provocado. Pues ronronea agradecido cuando Dios le dice que es un buen
Gato. Pues instruye a los niños en la benevolencia. Pues toda casa está
incompleta sin él y el espíritu no se siente del todo bendecido. Pues al huir
de Egipto los hijos de Israel, el Señor habló de gatos con Moisés. Pues cada
familia se llevó al menos uno consigo. Pues los Gatos Ingleses son los mejores
de Europa. Pues es el cuadrúpedo más limpio en su uso de las zarpas delanteras.
Pues su destreza en la defensa es un ejemplo del inmenso amor de Dios. Pues es
la más rápida de las criaturas. Pues es tenaz en la defensa de su territorio.
Pues es una mezcla de gravedad y ligereza…” (Fragmento de “Jubilate Agno”
escrito por Christopher Smart para su gato Jeffrey, ilustrado en un comic por
Paul Bommer y traducido por Jordi Doce quien en su blog reseña sobre «el poeta
inglés apodado "Kitty Smart", rara avis del Siglo XVlll que escribió
el referido poema al final de su vida, cuando vivía confinado en un manicomio y
sólo algunos amigos, entre ellos Samuel Johnson y Henry Fielding, sabían de él.
“Jubilate Agno” es un canto de alabanza a Dios a la vez que al mundo fenoménico
en el que su gato Jeffrey, que lo acompañó en su confinamiento, tiene un lugar
de honor...» - Extractado de http:// jordidoce.blogspot.com/search/label/gatos)
573. “Una noche
llegó piel y huesos a mi puerta / mojado apaleado temeroso / era un gato blanco
bizco rabón / lo dejé entrar lo alimenté / fue uno más en la casa / desarrolló hacia
mí cierta cariñosa confianza / hasta que un buen día un conocido / estacionando
en mi cochera / pasó con su auto por encima del gato blanco bizco rabón /de
inmediato llevé lo que quedaba de él a un veterinario que dijo / «no hay mucho
para hacer… dale estas pastillas… / su espinazo está aplastado / pero fue
aplastado anteriormente y de algún modo logró sanar / si sobrevive no volverá a
caminar / mira estas radiografías, le metieron un escopetazo / mira estos
puntos oscuros, son perdigones enquistados… / además, alguna vez tuvo una cola y
alguien se la cortó… / me llevé el gato a casa / era un verano caliente, uno de
los más calientes en décadas / puse al gato en el piso del baño / le serví
agua, sus pastillas / no deseaba comer ni beber agua / yo sumergía mi dedo en
el agua / le humedecía la boca, el hocico y le hablaba / ese verano no fui a
ningún lado / pasé muchos días de ese verano en el baño, hablándole /
acariciándolo suavemente / él me miraba con esos ojos que se le entrecruzaban /
mientras tanto pasaban los días / una tarde realizó su primer movimiento / arrastrándose
con sus patas delanteras / (las traseras no querían moverse) / y llegó así hasta
el rincón donde yo había preparado su cama / se arrastró un poco más y se dejo
caer en ella / fue para mí como el sonido de un clarín presagiando la victoria
posible… (Así comienza “La historia de un sufrido hijo de puta”, poema de
Charles Bukowski, que puedes seguir leyendo en https:// heraldodejoselobo.wordpress.com/2017/10/19/charles-bukowski-la-historia-de-un-sufri do-hijo-de-puta/
572. Adelina me ha dejado su aporte entre los
comentarios en mi Bolsa de Gatos 551/560. “En el Antiguo Egipto, si un gato
familiar moría, todos los miembros de la familia se depilaban las cejas en
señal de duelo.” Tal consideración y devoción sentían los egipcios por los
gatos. Noten cómo lo definió Adelina, “un gato familiar”. Todo dicho. (La pintura que muestra a los
gatos en una escena familiar egipcia es de Edwin Long y data de 1874. El blog de
Adelina es https://sakkarah-2.blogspot.com)
571. Disco
sinfónico de Frank Zappa con la London Symphony Orchestra Vol. II, bajo la
batuta de Kent Nagano y con su adorado Marshmoff en la foto de la portada.
Según cuentan Zappa llamó a su gato Marshmoff cuando Diva, la hija menor del
músico, empezaba a hablar y no podía pronunciar la palabra “mushroom”
(champiñón) y le salía algo parecido a “marshmoff”. (Encontrado en https://gatosyrespeto.org)
Osservazioni variegate e significative sulle quali porre profondi pensieri.
ResponderEliminarUn caro saluto, Carlos,silvia
ResponderEliminar¿Cómo se me pasaron las bolsas de gatos?
Con cada uno me aparecen comentarios, no sé elegir. Sí te diré que aluciné completamente con el texto de Christopher Smart. Me emocionó enormemente.
Abrazo con maullido
Feeling a peaceful with cats :)
ResponderEliminarBig hugs!
Qué bonitas historias nos has dejado, amigo mío. Para mí un gato es un alma digna de respetar. Su inteligencia traspasa y hasta se le puede escuchar.
ResponderEliminarMil besitos más para tu noche.
Adoro diffondere le diverse sfaccettature dei nostri amati gatti, Silvia.
ResponderEliminarGrazie mille per averlo apprezzato.
Muchas gracias, Alís, encontré el poema de Smart en el blog de Jordi Doce, notable poeta y traductor. A mí también me fascinó...
ResponderEliminarAbrazo fascinado.
I like your sensitivity to cats, Evi.
ResponderEliminarHug bigger and bigger, my friend.
Los gatos protagonizan mucho de mi tiempo, Auroratris. Me pone feliz que los definas tan adorable, lúcida y bellamente.
ResponderEliminarAbrazos siempre amiga!!
Hermosa entrada. Se la leo a mi gata y coincide conmigo.
ResponderEliminarAbrazo
Muchas gracias, Horacio. Una foto tuya con tu gata y subo algunos de tus grandes textos a este rincón gatuno...
ResponderEliminarAbrazo grande.
Ya había leído parte de estos gatos...como decía antes,ellos me inspiran respeto...porque tienen que ver con lo desconocido , tienen ojos para ver lo que yo no veo...y más
ResponderEliminarNo soy de gatos , pero me buscan, seguro porque como soy algo bruja de seguro que ellos me han descubierto, no puedo negar su instinto jijiji...
Como digo siempre , capaz que cuando me llegue la vejez de vieja ya me pondré a vivir con un gato, para que vigile los rincones...nunca se sabe que se filtra en las esquinas de tu casa...etc. etc...
Ven, vigilan y dispersan las malas energías, dicen, los gatos...
ResponderEliminarMuchas gracias Meulen!!
Me encantna los gatos, aunque yo no tengo, y me ha resultado muy interesante y bonito leer tantas anécdotas sobre ellos. Un beso enorme.
ResponderEliminarMuchas gracias, Adelina, por tus palabras y por integrar con tu aporte (sobre el gato en la vida familiar egipcia; entrada nro. 572) esta sección gatuna.
ResponderEliminarAbrazo una vez más agradecido.
Qué hermosas historias sobre gatos, Carlos:
ResponderEliminarDeberías publicar un libro con todas estas historias y anécdotas. Desde luego yo lo compraría.
Un beso enorme
Ana
Muchas gracias, Ana. Cada vez más me gusta esta sección que me permite aprender cada vez más sobre los gatos...
ResponderEliminarAbrazos y besos, amiga!!