240. Siempre se dijo que Benito Mussolini (y personajes de la historia
como Genghis Kahn, Adolfo Hitler, Julio César, Alejandro Magno o Napoleón
Bonaparte) padecieron Ailurofobia, trastorno psicológico que provoca el miedo
incontrolable e irracional hacia los gatos, aunque no parece que eso sea del
todo cierto, a juzgar por la serie de fotografías que la célebre Revista Life
publicara del Duce con su gato en 1932 y, más aún, si damos crédito al
testimonio de su hijo, Romano Mussolini, que en sus memorias niega que su padre
odiara o le tuviera miedo a los gatos, aparte de contar anécdotas como cuando
el dictador fascista optó por sentarse en una silla para no molestar la siesta
de su gato persa, apoltronado en su sillón favorito.
239. Freddie Mercury amaba a los gatos. Esta es una de las últimas
fotografías que le tomaron en la mañana del 24 de noviembre de 1991 en el
jardín de su casa de Kensington, en Londres. Hoy se cumple un nuevo aniversario
de su fallecimiento, horas después de esta foto junto a su gato Oscar, esa misma noche, en su habitación, en paz, rodeado de sus
gatos, su pareja y amigos.
238. “Sí, tengo muchos gatos, pero no es importante cuántos. Algunas personas me
los dejan porque creen que uno más no cuenta. Otras me escriben cartas
horrendas imputándome por qué en vez de cuidar gatos no me dedico a ayudar a la
gente”. La actriz Sandy Dennis amaba leer, pintar con acuarelas, cocinar y
cuidar a sus gatos antes que trabajar en cine o teatro. Murió el 2 de marzo de
1992 a los 54 años, dejando todos sus bienes a sus 33 gatos y creando el ‘Sandy
Dennis Memorial Animal Care Fund’ para ser admistrado por Frank Dennis, su hermano
menor, en el 120 West 45th Street de la
ciudad de Nueva York.
237. Mimi´s Dada Cat Manifesto es un recomendable libro para niños que
recrea el surgimiento y auge del dadaísmo a través de los ojos de Mimi, una
gata callejera amiga de las cucarachas y las palomas. Su autora es Shelley
Jackson y fue editado en 2010 por Clarion Books.
236. “Los gatos tienen lo que quieren: admiración, un sueño infinito y
compañía, pero sólo cuando la quieren”. (Rod McKuen, cantante y compositor de
los más populares en la década del ’60)
235. “Por un instante me quedo solo mientras se levanta una ventolera
que sube desde la playa a la colina, contemplando esa mancha blanca diminuta
bajo la cual se pudren los huesos de Vicente Huidobro. Después siento algo que
me jala del pantalón. ¿El fantasma de Huidobro? No, son los gatos de Nicanor
Parra., seis o siete gatos vagabundos que cada tarde vienen al jardín del más
grande poeta vivo de la lengua española a comer de su comida. Como yo, sin ir
más lejos”. (Roberto Bolaño)
234. “Contemplas la belleza de las horas / con tus ojos de gato
afortunado / y sabes que no estás abandonado / pues te abrazo muy fuerte cuando
lloras / Eres un vigilante de la noche / me defiendes de sombras en lo oscuro /
custodias lo importante, lo más puro / tu maullido es tan suave como un broche
/ Adoras descansar en el balcón / y jugar al yoyó por los pasillos / al tiempo
que bostezas sin sonido / Cautivas con tus iris de pasión / mientras muerdes
despacio tus palillos / y respiras tranquilo sobre el nido”. (“Con tus ojos de
gato”, poema de Ana Muela Sopeña)
233. “Los gatos no tienen nombre, ¿no?, dudó Coraline. No, asintió el
gato. Ustedes las personas tienen nombres porque no saben quiénes son. Nosotros
en cambio sí sabemos quiénes somos. Por eso no necesitamos nombres. (Neil
Gaiman en su novela “Coraline”)
232. Robert Crumb se inspiró en su adorado gato Fred y sus relaciones con las
gatas del vecindario para crear al personaje del ya clásico del comic, Fritz
the Cat, el que años más tarde, con dirección de Ralph Bakshi, se convertiría
en el primer largometraje de animación en recibir la calificación X en los
Estados Unidos.
231. “Los alemanes aman a los perros, de acuerdo con su idiosincrasia.
Por la misma razón, los franceses amamos a los gatos”. (André Gide)
ResponderEliminarMe quedo con el poema de Ana; es precioso.
Dos abrazos
Uno para ella, otro tal vez para mí y un tercero para vos. Gracias, Soco.
ResponderEliminarGracias, Soco y Carlos, por vuestras palabras.
ResponderEliminarMuy agradecida a ambos...
Besos a montones
Ana
Gracias a vos, Ana, por querer estar en mi Bolsa de Gatos...
ResponderEliminarY coincido con Soco!