(Obra de Hiroshi Sugimoto)
Es una luz desnuda
La ausencia
Una presencia desierta
Una luz que no pinta, vacía
La inmensidad de su apariencia incierta
Como un voraz entramado de niebla
O de sombra que se derrama
Y que devora, engulléndose a sí misma
Plegándose hacia adentro, sin centro
Como un origami de silencio
Magnífico poema. Se nota que sale de dentro y vuela solo.
ResponderEliminarMucha gracias, Juan. Así sale. Ojalá ocurriera más seguido...
ResponderEliminarUna bella manera de escribir "ausencia"
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Carlos.
Gracias, Adriana. La ausencia como una emanación. Un intento de describirla. De qué dependerá poder hacerlo? A veces, sólo a veces es posible.
ResponderEliminarAbrazo!
No pienses en eso
ResponderEliminarmedita tu alma y podrás cambiar
y sin olvidarla renacerás a otra realidad ...
la maravilla de tú hoy
sin ausencias...
No vale la pena extrañar
sino volver a vivir aunque haya habido ausencias...Fascinante tu texto
Gracias, Mucha. Sí, tiene algo que me gusta mucho. Un beso.
ResponderEliminarFabuloso poema, Carlos:
ResponderEliminarUn poema que realmente te ha salido pleno, sin fisuras. Inspiración en tus versos.
Se nota que no ha sido construido sino que ha salido así, como un hilo conductor. Sólo te ha hecho falta tirar del él...A veces la poesía es como un ovillo. Se tira del extremo y luego tienes el ovillo entero.
Abrazos
Ana
Muchas gracias, Ana. Tú lo has dicho: salió... Y aunque he utilizado alguna vez una expresión similar, creo que el último verso tiene tu influencia, cosa que te agradezco en el alma.
ResponderEliminarABrazos.
Enhorabuena, Carlos:
ResponderEliminarUn poema pleno,en el que cada verso es una certeza. Te elevas.
Abracísimo.
Gracias, Soco. Voy y vengo, me elevo y desciendo, es como un proceso. Algo me trae versos que prosperan (también de los otros), algunos apenas asoman el hocico y vuelven a esconderse. En todo caso cuando logro asirlos, cuando salen los subo, como evidencia de ese proceso.
ResponderEliminarAbrazo agradecido.
Precioso poema Carlos.
ResponderEliminarUna luz desnuda, pero aún así brilla en la desierta ausencia,
Plegándose hacia adentro, para reflexionar en el silencio y renacer con más fuerza.
Un abrazo.
Ambar
Y en una noche tranquila, absorbiendo ese silencio, has sentido muy adentro el vacío de la ausencia que devoraba recuerdos.
ResponderEliminarUn bello poema, lleno de dulces metáforas, que salen de un corazón que siente.
Lindo, lindo.
¡Cuánto sé yo de ausencias!
Cariños.
Kasioles
Gracias, Ambar. Qué bueno que sientas así. Me impresiona tu frase (todo un verso realmente) "brilla en la desierta ausencia", verso que me vino a la cabeza cuando estaba escribiendo este poema y no sé por qué no quedó... pero así es cuando sale un poema, no?
ResponderEliminarUn abrazo. Y gracias de vuelta.
Sí, cada vez más siento que es así, Kasioles, por lo menos a mí me pasa así: salen, o no salen. Y tiene mucho que ver eso que decís también, "si se siente".
ResponderEliminarEs que somos también nuestras ausencias, Kasioles, tal vez me salga algo con eso. Te mando un gran abrazo.
La influencia de la poesía oriental, sobre todo japonesa, china, surcoreana y vietnamita siempre enriquece nuestros versos.
ResponderEliminarTu último verso tiene esa influencia oriental:
origami de silencio
Es muy hermosa esta expresión, esta metáfora.
Se une el mundo material del papel doblado (papiroflexia u origami) con el mundo inmaterial del silencio.
Entonces, al conseguir la unión entre lo material y lo inmaterial obtenemos el equilibrio y la vibración del infinito.
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Un beso
Ana
La intención fue esa, claro, la ausencia es una condensación de lo material-inmaterial, dura y pesada y a la vez inasible, pero como te decía, aunque me ha salido utilizar el término "origami" antes, creo que esta vez me la influencia fue tuya con uno de tus poemas.
ResponderEliminarComo sea, gracias una vez más, Ana.
Por favor, quita ese "me" cuando refiero tu influencia...
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