230. “Morir, eso no se le hace a un gato / Porque, qué puede hacer un
gato en un piso vacío / Trepar por las paredes, refregarse contra los muebles /
Parece que nada ha cambiado y sin embargo ha cambiado / que nada se ha
movido, pero está fuera de lugar / Y por la noche la lámpara no se enciende /
Se oyen pasos en la escalera / pero no son ésos / La mano que pone el pescado
en el plato / tampoco es la que lo ponía / Hay algo que no empieza a la hora de
siempre / Algo no sucede como debería / Alguien estaba aquí, estaba siempre / y
de pronto se fue e insiste en no estar / Se ha buscado en los armarios, se han
recorrido las estanterías / se ha husmeado bajo la alfombra / incluso se ha
roto la prohibición de desparramar los papeles / Qué más se puede hacer /
Dormir y esperar / Ya verá, cuando vuelva / Ya verá, cuando aparezca / Se va a
enterar que esas no son maneras de tratar a un gato / Se irá hacia él como
quien no quiere / Despacito, con las patas muy ofendidas / Y nada de saltos ni
maullidos al principio". ("Un gato en un piso vacío" de Wislawa
Szymborska)
229. "Sólo extraño a los que ya no están conmigo", dijo
Giorgio Armani refiriéndose a su madre y a Sergio Galeotti, socio en los
negocios y en su vida sentimental. “Por eso ahora casi no salgo, asisto a muy
pocas recepciones y sólo quiero estar en casa con mi gato Ángel. No quiero ni
pensar cómo me sentiría extrañándolo. No, por favor”.
228. Joey Ramone amaba a los gatos, tanto que no recordaba no haber
tenido gatos. En sus últimos años era muy común verlo pasear por el Bowery, su
barrio neoyorquino, con un gato atigrado que había encontrado en la calle
durante una gira por Europa, mi gato europeo solía llamarlo, el que permaneció
a su lado hasta el final, cuando Joey se cansó de pelear contra su cáncer
linfático.
227. En su exitosa novela "La gata, Shozo y sus dos mujeres”,
Junichiro Tanizaki cuenta la historia de celos, traición y deseos de venganza
entre el protagonista, su mujer actual, su ex esposa y Lily, su gata. La trama
es bien simple: Shinako, la ex esposa, le solicita a Fukuko, la nueva mujer de
Shozo, que le permita quedarse con la gata Lily para poder sobrellevar la
separación. Pero Fukuko se niega, no porque sienta afecto por la gata sino
porque no desea concederle ninguna clase de consuelo a su odiada rival. Shinako
entonces confunde a Fukuko, haciéndole creer que su verdadera rival es Lily y
que mejor sería que investigara la turbia íntima relación entre Shozo y su
gata. Fukuko duda, pero termina exigiéndole a su esposo que, como prueba de
amor, se deshaga de su gata. A partir de ese momento, Shozo cae en una espiral
de angustia y ansiedad ante la posibilidad de no volver a ver a su amada Lily.
226. Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, fue
un maestro de la arquitectura, urbanista, escultor y pintor suizo nacionalizado
francés que amaba a los gatos, las guitarras españolas, las erres alargadas de
su firma, estudiar y proyectar en compañía de su gato, leer a Cervantes,
pelearse con Dalí, viajar con su gato, amigarse con Dalí, dibujar desnuda a
Josephine Baker con quien compartía la pasión por los gatos, añorar a su mujer
Ivonne y a su gata, nadar en mar abierto, desayunar leyendo el periódico y
acariciando a su gato, y no muchas cosas más.
225. La ambigua luz del horizonte azuloscuro / Sus dedos en mi espalda
pierden peso / Resbalan... / Mis ojos a punto de sucumbir / Dos látigos de luz
atraviesan el cristal de pronto: / Elegante. Majestuoso. Elástico / el gato negro
se desliza por el brillante filo del tejado / Mi amor duerme / Afuera, ese duende
golfo, aventurero, arrebata mis sueños / Me observa su silueta recortada / sobre
el mágico disco de la luna / Y se va... de a poquito, desdeñoso / llevando mi
desvelo en el espejo verde de sus ojos / La ambigua luz del horizonte torna
ahora azulceleste. / Desde el sueño unos dedos tenaces / se aferran a mi ternura
insomne / Tequiero - susurro quedito / Y mis labios destejen / entramados de sueños
en su piel. (Gato Negro, poema de María Socorro Luis, ilustrado con uno de los
Gatos Negros del acuarelista Endre Penovac)
224. “Mis libros en prosa son perros que crío y que después vendo para
poder mantener a mis gatos”, dijo el poeta Robert Graves.
223. "Mi esposa Georgianne Thon es directora de casting. Vivimos en
Connecticut con nuestros gatos. Decidimos no tener hijos, tenemos gatos y
hacemos películas. Eso es todo lo que necesitan saber sobre nosotros”.
(Christopher Walken)
222. El gato de Landrú apareció por primera vez en 1946 en la mítica
revista Don Fulgencio y está cumpliendo 70 años de vida. La Fundación que lleva
el nombre artístico de su creador, el dibujante Juan Carlos Colombres, prepara
varios homenajes para el gato que comenzó siendo apenas un invitado en las
tiras y que con el tiempo gravitaría con lenguaje propio en el humor gráfico
argentino en las recordadas publicaciones Tía Vicenta, Rico Tipo, Vea y Lea,
Somos, Mercado, Gente y en los diarios El Mundo y Clarín.
221. “El tiempo era cóncavo y protector para nosotros. Entrábamos en él
como Odín y Beppo, nuestros gatos, en los canastos y en los armarios, con la
misma inocencia y la misma ávida curiosidad para descubrir misterios. Ahora
estoy aquí, forjando un tiempo más allá del tiempo, donde usted recorre las
constelaciones y aprende el lenguaje del universo, donde usted sabe ya que la
poesía, la belleza y el amor son allí, por su intensidad, incandescentes.
(Fragmento del Epílogo a la edición francesa de “Atlas”, escrito por María
Kodama y extractado del sitio http://www.fundacionborges.com.ar/)
Me encantan los gatos y hace cuatro años, cuando empecé mi blog, en un lateral, bajo el título "Los escritores y sus gatos", puse fotos de muchos escritores con sus gatos: Cortázar, Capote, Sartre, Hemingway, entre otros.
ResponderEliminarDespués los saqué y subí fotos de escritores y sus hábitos a la hora de escribir.
Muy bueno tu post, también encontré a una querida poeta, María Socorro Luis, a quien sigo hace tiempo.
Un gusto pasar por tu espacio.
Saludos, Carlos.
Muchas gracias, Mirella S., y un gusto saludarte. Pasaré luego por tu blog donde seguramente encontraré, además, parte de tu sensibilidad e imaginación. María Socorro Luis no podía faltar en mi sección gatuna con uno de sus maravillosos poemas. Merece difundirse su obra.
ResponderEliminarGracias una vez más por tus palabras, Mirella S. Hasta pronto.
Maravillosa sección gatuna, Carlos:
ResponderEliminarEs que los gatos son grandes amigos de los escritores, sí.
Un beso grande
Ana
Gracias, Ana, ahora nomás, el 10 de diciembre, te invito a leer a una gran poeta amiga y un maravilloso soneto para su gato Suni.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
ResponderEliminarEncantada de verme en tu magnífica sección. Mil gracias, Carlos.
No podías no estar, Soco. Merecidísimo lugar de poeta. Mil gracias a vos...
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