(Fotografía de Hiroshi Sugimoto)
Callo mi silencio
Veo con voz ciega
Nada hay que quede lejos o cerca
Mucho menos afuera
La noche se saca la venda
Y, en espejo
Se ve de seda
Mis gatos encienden sus ojos
Entre las calas
Detrás de las azaleas
El vino me manosea el alma
Alguna que otra oculta pena
Al tiempo que mi mano garabatea
Versos dispersos que no serán poema
Sombras en el aire
Flamean como negras banderas
Sobre esa pátina de oscuridad sin estrellas
Que se derrama del cielo
A veces pasa que las palabras huyen
Sin saber decir lo que veo
me gusta lo que escribes con el silencio de palabras
ResponderEliminarMuchas gracias, Mucha, así salió anoche. Un abrazo.
ResponderEliminar"Callo mi silencio
ResponderEliminarVeo con voz ciega"
"El vino me manosea el alma
Alguna que otra oculta pena"
"A veces pasa que las palabras huyen"
Te has pasao! Huyen, pero tú las atrapas al vuelo.
Genial.
Me gusta Carlos, este decir todo que espera. El vino me manosea el alma, es genial sencillamente, porque es muy sentido. Un abrazo grande!
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan. Así salió mientras garabateaba versos y sensaciones... veía con la voz ciega porque no encontraba palabras que describieran. Fue un rato apenas. Bastante más me costó encontrar alguna imagen para ilustrar el intento.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen. Fue anoche, mientras tomaba vino con amigos captaba imágenes y escuchaba esos versos en medio de la conversación que manteníamos entre risas... Me gustó escribirlo y me gusta contarlo. Tanto como ese vino. Gracias de nuevo!
ResponderEliminarLÍRISMO HECHO POES{IA. EXCELENTE!!
ResponderEliminarABRAZOS
ResponderEliminarMe gusta ese manojo de versos, sueltos y en desorden, así, como vienen, sin buscarlos y casi a traición...
Y es que la poesía, a veces, nos acecha y salta a nuestras manos... Y no nos queda mas remedio que recogerla.
Un abrazo largo, largo.
Espontaneidad en estos versos que suenan bien: líricos, bellos, nostálgicos.
ResponderEliminarUn placer de lectura, Carlos.
Un fuerte abrazo
Ana
Muchas gracias, ReltiH. Ya mismo te retribuyo la visita en tus blogs. Un gran abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, Soco. Así como lo decís, inmejorablemente. Un momento en el que traté de captar lo que salía o venía, no sé bien. Abrazos y abrazos...
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana. Anoche, la otra noche, me gustó como intento de descripción o de traducción de ese momento.
ResponderEliminarUn placer tus comentarios, Ana. Abrazo.
Ya sólo con callar el silencio y ver con voz ciega, es como detenerse a pensar lo que habrá pasado por tu mente en ese momento en el que el vino acaricia tu alma , oculta tu pena y no te hace ver estrellas.
ResponderEliminarDices que son versos sueltos, yo digo que has escrito un maravilloso poema.
Cariños y mis deseos de que tengas una estupenda semana.
kasioles
Sin duda fue una noche pródiga!
ResponderEliminarTu poema se ha plantado en tierra fértil ... y que otra cosa puede hacer que florecer y perfumar nuestras pupilas.
Hermoso, te dejo un fuerte abrazo Carlos.
Muchas gracias, Kasioles. Ese verso me deja particularmente conforme (Veo con voz ciega) porque trato de aludir a lo que se me hace indescriptible. Ya de hecho ese momento de felicidad entre amigos me fue indescriptible... Casi como cuando leo vuestros comentarios.
ResponderEliminarIgualmente para vos, Kasioles. El abrazo de siempre pero cada vez más grande.
Muchas gracias, Adriana. Noche inolvidable la noche de "Anoche", sí. A veces salen los intentos y a veces incluso me gustan. Y que a alguien le guste... Para qué más. Eso es la felicidad.
ResponderEliminarAbrazo gigante y agradecido como siempre.