(Aurore, midi, couchant et crépuscule, 1979. Salvador Dalí)
Azul el aire en la luz rosada
Nunca sé bien
Si al alba o al atardecer
Se mecen
Sin saber
Ser
En mi mirada
¿Cuál es qué?
El esplendor del ocaso
Abreva
En la noche cerrada
Como un charco de agua negra
Sin luna
Sin estrellas
Hasta que la luz
En dorado deviene
Y el cielo enfervorizado
Otra vez
La piel como de durazno tiene
¿Quién es cuál?
Pétalos naranja crepusculares
Entre nubes dorado violáceas
Enardecen el horizonte
Se inflaman
¿Quién es qué?
Si preceden al día o a la oscuridad
Nunca sé bien
(Impression, Sunrise, 1872. Claude Monet)
(En el crepúsculo, 1890. Vincent van Gogh)
Es una entrada de lo más bella con estos versos y pinturas que compartes, amigo mío, para quedarse un ratito observándolo y disfrutando de la belleza todo en su conjunto.
ResponderEliminarDanzan tus versos,
entre el resplandor del alba,
y la luz de la tarde,
danza la vida brotando
el color y la fantasía.
Un placer leerte y disfrutar de la luz de tus versos.
Besos y feliz tarde.
Muchas gracias, María. No hay diferencia entre los crepúsculos de la mañana o de la tarde. Es uno el que los siente diferentes. El alba o el ocaso son sensaciones personales. El tiempo mismo es una sensación muy personal, es también cómo sentimos... o no.
ResponderEliminarMuchas gracias de nuevo, amiga, siempre ahí para alentarme. Besos y abrazos miles.
Nadie es nada
ResponderEliminary nada es mucho
en el aire del todo que se apaga....
mil besos
Parece un verso del automatismo del enorme Federico Manuel Peralta Ramos.
ResponderEliminarGenial siempre Mucha.
Muchas gracias y abrazos.
Los crepúsculo son hermosos pero más si se contemplan con tu poesía. Abrazos
ResponderEliminarUna belleza!
ResponderEliminarAmanecer y ocaso son hijos del mismo fuego.
Un abrazo poeta.
¿Quién soy qué?
ResponderEliminar¿Qué soy quién?
¿Quién es cuál y cuál es qué?
Me gustan esos juegos-paradojas. Puro Carlos Perrotti.
Muchas gracias, Juan. Sabés que mí tambien. Porque los juegos abren posibilidades de divertirse, inventar y a veces encontrar algo que valga el intento...
ResponderEliminarMuchas gracias, Alicia, todavía conmovido por tu sincera poesía. Abrazos...
ResponderEliminarMuchas gracias, Adriana. Tal cual, querida amiga. No dos sino el mismo...
ResponderEliminarAbrazos y gracias de nuevo.
Qué bellos poemas breves, Carlos:
ResponderEliminarTus poemitas son auténticos cuadros. Lienzos de belleza que apetece degustar al atardecer.
Un beso grande
Preciosos, muy bonitos
Ana
Muchas gracias, Ana, y siguen gustándome, cosa rara, porque muchos de sus versos los siento sinceros... Y comentarios como el tuyo me alientan sobremanera.
ResponderEliminarAbrazos y besos, Ana, muy agradecido una vez más.