(Sade
por Man Ray - 1936)
El
sacerdote, triste como cree que impone la circunstancia, acerca un oído a los
labios del moribundo para escuchar su confesión. El moribundo, feliz pese a la
instancia, decide que este haiku filosófico-no-poético sean sus últimas
palabras.
Veo sin
miedo
El sentido
de vivir
Es
saber morir
Interesante sobre todo tratandose de Sade un impenitente, un abrazo Carlos
ResponderEliminarY a su manera surrealista, según André Bretón. Interesante su Diálogo entre un sacerdote y un moribundo" sin dudas inquietante para aquella época. Gracias, Carmen.
ResponderEliminarTodavía duran los ecos de tu bello y delicado poema al sakura. ABrazo...
Nunca leí el Diálogo entre un sacerdote y un moribundo, y no sé si me apetece leerlo, pero sí, quizá el sentido de vivir sea saber morir, pero a eso nadie nos enseña, como otras muchas cosas hay que aprenderlo solo, y lo malo es que no hay segunda oportunidad.
ResponderEliminarDe todas formas, no es un tema que me guste, ni mucho ni poco.
Del Marqués yo leí de joven otras cosas. Bueno, hoy creo que no las leería.
Gracias, Juan. Creo que ese "saber" sería un digno premio.
ResponderEliminarPensándolo mejor, el "Diálogo entre un..." (texto extraño proveniente del Marqués) hoy ha quedado medio como ingenuo, pero el personaje sigue provocando tanta atracción como rechazo.
Interesante, aunque a eso nadie, absolutamente nadie nos enseña.
ResponderEliminarPara mí el sentido de la vida es el amor y la creación.
Y...deja tu mundo mejor que como lo encontraste.
Del Marqués de Sade leí otras cosas que me causaron un revuelo interior. Allá por 1979. Ahora me interesan más otras cosas. Pero siempre es de rigurosa actualidad.
Te dejo un abrazo grande
Ana
Me quedo dándole vueltas a eso, Ana: "el sentido de la vida es el amor y la creación... Y deja tu mundo mejor que como lo encontraste." Lúcido y coherente, el arte mismo existe por eso, porque algo no existe, lo creas.
ResponderEliminarTe retribuyo el abrazo, Ana, muy agradecido...
QUE SABIO, ESO SE LLAMA VIVIR Y MORIR EN PAZ.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
mar
Con uno mismo, no? De eso debe tratarse la cosa. Lo que demuestra que no sólo para vivir sino incluso para morir tenés que estar vivo.
ResponderEliminarGracias, Mar. Abrazos varios.
Siempre he tenido miedo a la muerte, pero estoy convencida de que, cuando llegue, las dos nos fundiremos en un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEl tema de la muerte, en nuestra educación, siempre ha sido un tema tabú.
Gracias por tu visita.
Ya vuelvo a estar con todos vosotros, lo deseaba.
Cariños en el corazón.
kasioles
Gracias, Kasioles. Así, tal cual lo expresas, eso será una digna manera de comportarse. Quién pudiera. A eso apuntaba cuando lo escribí.
ResponderEliminarSí, se te extrañaba junto a tu poesía y delicias culinarias. Abrazo agradecido.