Cuando uno se mira al espejo
No puede ver que su imagen muere a cada instante
Es que el eco de uno también está hecho de
tiempo y se mira
Como un reflejo suspendido en el agua profunda y encendida
De la inmóvil superficie del espejo
Cuando uno se mira al espejo
Su imagen atraviesa
El espacio instantáneo
El espacio instantáneo
Adentrándose
en el aire
Cincelando su figura o su semblante
Hasta el más ínfimo
detalle
Haciéndose carne en el reflejo
Que imperceptiblemente va siendo
Un recuerdo mirándose al espejo
Cuando uno se mira al espejo
Se ve mirándose pero hace un instante
Exactamente como le ocurrió a Johnny Carter pero al
revés
Cuando se vio mirándose mañana en el espejo del
jazz
Es que cuando uno se mira al espejo no se mira y nada
más
Cuando uno se mira al espejo
ResponderEliminarNo puede ver que su imagen muere a cada instante...
Cuando uno se mira al espejo
Su imagen atraviesa
El espacio instantáneo
Adentrándose en el aire...
Que imperceptiblemente va siendo
Un recuerdo mirándose al espejo...
Sí, y mil veces sí.
Gracias, Juan, salió así, como siempre digo, pero creo que aquí salió algo:
ResponderEliminar"Cuando uno se mira al espejo
Su imagen atraviesa
El espacio instantáneo
Adentrándose en el aire..."
Como todo símbolo, el espejo tiene muchos significados, el alma, el espíritu, o metáforas para el desdoblamiento de la personalidad, es apasionante el tema.
ResponderEliminarDespúes contame que le ocurrió a John Carter en el espejo del Jazz.
Besos y regalo
LUNA AZUL
Otro hermoso regalo, Adriana. Ben Webster. Nada menos.
ResponderEliminarJohnny Carter, el Charlie Parker (eso dicen) que se inventó Cortázar para "El Perseguidor". Te acordas? "Y justamente en ese momento, cuando Johnny estaba como perdido en su alegría, de golpe dejó de tocar y soltándole un puñetazo a no sé quién, dijo: Esto lo estoy tocando mañana...” Yo me lo imaginé mirándose mañana ante su espejo, el jazz.
Claro, tenés razón, que genial jajaja.
ResponderEliminarNo hay límites para la imaginación Carlos...
...Ni Marcel ni Art se han dado cuenta ayer de que Jhonny no estaba loco cuando se saco los zapatos en la sala de grabación. Jhonny necesitaba en ese instante tocar el suelo, atarse a la tierra de la que su música era una confirmación y no una fuga. Por que también siento esto en Jhonny, y es que no huye de nada...
fragmento El Perseguidor, que libro!!!
besos.
Inigualable entrañable inolvidable Julio.
ResponderEliminarUn poema genial. Todo cambia. Todo mira. Incluso nuestro reflejo.
ResponderEliminarGenial...
Aplausos
Un beso