Nada es casual. Las coincidencias existen como demostración de una intrincada causalidad…
No creo que William Claxton o Don Hunstein puedan ser acusados de mutuo plagio por sus fotografías de Chet Baker y Bob Dylan. Las coincidencias sólo demuestran una
intrincada causalidad. Lo mismo digo para Vincent Van Gogh y Homero Expósito.
Vincent escribió en una de sus Cartas a Theo: “Saber sufrir sin
quejarse es la profunda ciencia, la gran lección que debemos aprender, la
solución al problema de la vida".
En la letra de su tango “Naranjo en flor”, sobre la ciencia del vivir, calle que le dicen, Homero Expósito
sentencia: “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin
andar sin pensamiento…” En otras palabras, “la solución al problema de la vida”
es saber bancársela sin chistar, amar pese a todo, después borrarse y dejar fluir.
Atahualpa Yupanqui y Bob Dylan no se conocieron y tal vez incluso
nunca se hayan escuchado. Pero para mí queda claro que ambos, en sus
respectivas composiciones, coincidieron en la misma percepción.
“Traigo enredada en el alma, viday
Una tristeza…”
(Piedra y Camino - Atahualpa Yupanqui)
“Like it was written in my soul
From me to you
Tangled up in blue…”
“Como está escrito en mi alma
De mí para ti
Enredado en tristeza…”
(Tangled Up In Blue - Bob Dylan)
Estas son coincidencias que para algunos pueden ser meras casualidades en tanto
que para otros puede ser un delirio vincularlas. Pero yo siempre las sentí como
verdades que asoman el hocico por un instante para muy pronto volver a ocultarse. Nada es casual. Nada menos. Menos mal.
No es coincidencia que ciertos posts se publiquen en ciertos blogs como el tuyo.
ResponderEliminarPor cierto, "Naranjo en flor" es uno de mis tangos del alma.
Extraordinario post, y me quedo muy corto.
ResponderEliminarA eso se le llama sensibilidad para relacionar cosas aparentemente dispares.
Esto de alguna manera me lo disparó la foto de Chet Baker, Gato, la misma foto con la que ilustraste tu blog no hace mucho.
ResponderEliminarEs que siempre creí fervientemente en aquello de Bretón de los vasos comunicantes, Juan...
ResponderEliminarEsa es la fe verdadera.
ResponderEliminarQué maravilla de entrada. Qué maravilla de entrada. Qué maravilla de entrada. ¿Sigo? Podría.
ResponderEliminarUno de los vínculos es la autenticidad.
ResponderEliminarMirad que Dylan emociona y Van Gogh, todos, pero es que Atahualpa me desarma:)
ResponderEliminarQué lindo eso, Juan, la fe verdadera...
ResponderEliminarExacto, Marian, la autenticidad, lo que fueron y siguen siendo.
ResponderEliminarDon Ata es tan inmenso, auténtico, creíble y querible.
Estoy escuchando a Dylan y no dejaba de acordarme de Atahualpa. Eso me trajo a este post genial. Enhorabuena.
ResponderEliminarIncreíblemente sabio todo lo que aquí expones.
ResponderEliminarNo hay casualidades. Todo está relacionado.
Buenísimo
Enhorabuena
Besos
Muchas gracias siempre Ana... perdona la demora en responderte, recién te leo.
ResponderEliminarAbrazo inmenso agradeciendo una vez más tu aliento inspiración y afecto.