miércoles, 22 de febrero de 2023

Tanka para la hoja en blanco ---

 






Hoja en blanco
Musa inspiradora
De tantos versos
Aún inanimados
Insondables, inciertos


sábado, 18 de febrero de 2023

X'tanka ---

 




 

Cada mañana
Intento reconocerme
En el espejo…
Pero invariablemente
Hay otro en mi reflejo



miércoles, 15 de febrero de 2023

Epígrafes (31)

 




Existe el vacío, al menos como instancia (para no llamarla lugar)
donde pervive lo que no es, lo que aún no puede ser, la infinidad
de posibilidades y potencialidades siempre a punto de acontecer


viernes, 10 de febrero de 2023

Tanka que no cesa ---

 




Mientras el ayer
No deja de suceder
Y el mañana
Nunca llega a venir
Hoy no termina de ser


lunes, 6 de febrero de 2023

Haiku real (en dos versiones) ---

 


(Imagen de Mihai Criste)



Todo es real.
Incluso lo irreal
Es real que lo es. 
¿Qué no es real?
Si hasta lo irreal
Es real a la vez.


jueves, 2 de febrero de 2023

Tanka DdP ---

 


(Fotografía de Jacques Henri Lartigue)


De ningún modo
Lo que no es posible
Es imposible…
Sino apenas algo
Que aún no pudo ser.
 


Bolsa de Gatos 971/980

 




980. Philip Burne-Jones, segundo baronet (1861-1926), fue el hijo mayor del prerrafaelista británico Sir Edward Burne-Jones, pero luego se convirtió en un pintor muy conocido por derecho propio, con más de sesenta pinturas, que incluyeron retratos, paisajes, y fantasías poéticas. Amante de la pintura y de los gatos, cuentan que para su más conocida pintura, “Le Vampire”, se inspiró en los delicados sensuales movimientos de su gata al despertarlo cada mañana, subiéndose sigilosa por las sábanas y deslizándose seductora encima suyo para luego retozar ronroneando sobre su pecho. 





979. “Gatico-Gatico cuenta la historia de un gato pequeño tan pero tan pequeño que debe huir de la ciudad y volver a la selva para reencontrarse consigo mismo y descubrir su verdadera identidad. Durante su peripecia Gatico descubrirá que llevar en su nombre un diminutivo es sinónimo de debilidad y que quizá no sea una buena idea que un animal tan temerario como él siga usándolo. En las páginas de este libro vemos escenarios coloridos, chillones y oníricos que, en ocasiones, nos recuerdan al neobarroco cubano. Así, una selva es descrita como un sitio «tan enmarañado y lleno de pájaros de todos los colores que cantaban a dúo, o en coro, como en una fiesta de mariachis». Entre tales vibrantes formas nos adentramos en Gatico-Gatico gracias a las vívidas ilustraciones que reflejan sus extraños encuentros con diversos animales que platican, juegan con él o se burlan de su apariencia. El desenlace es una lección para niños y adultos puesto que provoca la reflexión sobre la asimilación de la madurez. Gatico, llegado su final, termina siendo inmortalizado por el escultor Botero en una calle parisina. La moraleja, descubrirá el lector, cobra entonces un ingenioso giro barroco. Gatico-Gatico es una oportunidad entrañable para descubrir una cara distinta, la de uno de los escritores más idiosincráticos de nuestra literatura latinoamericana. Grato siempre es descubrir una joya así en medio de la obra de un escritor tan complejo como singular, el artista cubano Severo Sarduy." (Extractado de la reseña sobre Gatico-Gatico firmada por Juan Pablo Ramos para para http://melimelo.com.mx)





978. “Cal, tiza, ahí, blanco compacto, piedra sin poros, aquí polvo lunar o enana blanca que vetea láminas de arena naranja, de tierra mate, de arcilla deslavada, de adobe azafrán: muros de Meknés: tejido desmenuzable cuya armazón la componen caparazones teñidos de negro, restos de cristal arrebatado a los mercaderes de Marrakech, tallos de menta mascados por adorables gatos…” (Este texto de Severo Sarduy apareció en el catálogo de la exposición de Ramón Alejandro, en la galería Jacques Desbrière de París en 1971. Misterioso texto del escritor cubano exiliado amante de los gatos. En la foto junto a uno de sus siameses en su casa de Saint-Léonard en los alrededores de París en 1972)





977. Marisol Moreno es una chica de garras tomar. Esta alicantina de 37 años, humorista política y concejala de Protección de los Animales, cuida de los 6.000 gatos callejeros de su ciudad en donde hasta tienen un policía local dedicado a protegerlos.  “Daryl es mi gata ciega y mi pastilla de la tranquilidad. Me hace reír todo el tiempo” dice Marisol en un descanso de las Jornadas Felinas Europeas de Barcelona. “Me avisa de que es hora de despertar. La rescaté de cachorra un día que llovía mucho en Alicante. Se la llevaba el agua e iba a colarse por un sumidero. Cuando logré cogerla estaba ya muy mal, tenía una infección en la cabeza muy grande y un globo ocular le había explotado. Hubo que vaciarle las cuencas de los ojos, por lo que se quedó ciega y pasó mucho tiempo en el veterinario después de aquello. Casi muere tres veces. Pero tenía unas ganas de vivir espectaculares y lo logró. La llamé Daryl por Daryl Hannah y por su personaje en la película Kill Bill de Tarantino, a la que también le falta un ojo.  Ahora tiene dos años, es una gata impresionante y el animal más feliz que conozco. No parece importarle no ver. Sinceramente, rescatar a Daryl es lo mejor que he hecho en mi vida.” (Extractado del muy recomendable blog de la periodista Eva San Martín http://enelnombredelgato.com/)





976. “Esta mañana salí muy temprano / dormías y no quise despertarte / Llevé tus recetas, en la farmacia me dieron todo al 100% /Antes de entrar al trabajo vi dos gatos pequeños, sobre un contenedor de escombros / Les saqué una foto y la subí a las redes / Nadie reclamó por ellos /Nadie se ofreció a cuidarlos / Qué triste, pensé, dormir a la intemperie, con este frío / Cuando salí aún estaban allí / Agarré esta caja, puse adentro mi bufanda y me los traje / No estamos tan solas, mamá, nos tenemos” (Poema de Laura Martín Osorio de su libro “Por la cañada del arroyo seco” de Fractura Ediciones)





975. Inglaterra se despidió del Mundial de Qatar 2022 en cuartos de final tras caer 2-1 ante Francia, pero pese a la dolorosa derrota, hay dos jugadores del conjunto inglés que no se fueron con las manos vacías de Medio Oriente. Se trata de Kyle Walker y John Stones, jugadores del Manchester City, quienes decidieron adoptar a un gato callejero (en Qatar, como en todo el mundo árabe, se ven gatos por todos lados; son lo que en la India las vacas para los hindúes) al que llamaron Dave y que se les había aparecido en los entrenamientos. A través de un video en redes sociales compartido por la Asociación de Futbol de Inglaterra (FA), Walker contó: “El primer día que llegamos apareció Dave. Todas las noches se sentaba allí quietito esperando su comida” tras lo cual Stones agregó: “Hay gente a la que no le gustan los gatos... pero yo los amo”. Luego explicaron que por disposición de las autoridades de inmigración británicas Dave tendrá que pasar cuatro meses en cuarentena antes de poder reunirse de nuevo con ellos… (Extractado de https://www.marca.com/)





974. Gatos tuvo toda su vida pero un día, a mediados de los 60's, Hans Ruedi Giger decidió que en adelante todos se llamarían Müggi, nombre que le resultaba muy tierno. El primero convivió con el artista y su pareja y modelo Li Tobler durante casi toda la década del 70 hasta que una noche desapareció en el bosque trasero de la casa y jamás lo volvieron a ver. La depresión por la pérdida fue tal que de inmediato consiguieron otro gato y lo llamaron Müggi II, el cual vivió 18 años y fue enterrado por el propio Giger en su jardín. Luego tuvieron a Müggi III, el cual primero sobrevivió a Li y después a Giger, y está actualmente siendo cuidado por Carmen María, una de sus ex-esposas y directora del HR Giger Museum localizado en St-Germain Castle en Gruyères.





973. “Como cada noche de ese frío invierno, Francisca, comenzó su rutina; se preparó el té, eligió un bombón de chocolate y los puso en la mesita junto a su sillón predilecto, mientras en su equipo de música sonaba la sonata N° 16 para piano de Mozart. Se sentó cubriendo sus piernas con la manta tejida al crochet de divertidos colores, abrió el libro que estaba leyendo en la página donde lo había dejado la noche anterior, mientras Toto, su gato, se acomodó en su regazo y comenzó su ronroneo placentero hasta dormirse. Y como cada noche, luego de un rato de lectura, comenzó a vencerla el sueño. El té se enfrió en la taza, la música dejó de sonar mientras el libro yacía a su lado caído sobre la alfombra, Toto con la mirada perdida se dirigió a la ventana, observaba la calle... Una galaxia muy lejana escondía un oscuro planeta devastado por las guerras interestelares, los humanoides a punto de partir; un agujero de gusano es el camino, espacio-tiempo, ese gran atajo a través del tiempo y espacio, velocidad de la luz, iniciaban el viaje... La misión: descubrir un nuevo planeta habitable. Francisca abrió un poco los ojos, con somnolencia abandonó el sillón, llamó a Toto, pero éste no apartaba la vista de esa ventana y movía la cola en señal de enojo (su sexto sentido le hacía percibir algo) ella se retiró a su cuarto, donde inmediatamente se volvió a dormir. Miles de ojos observando detrás de las ventanas, las sombras avanzando silenciosas... Al despuntar el alba, para sorpresa de Francisca, Toto no estaba durmiendo a sus pies como cada noche, salió a buscarlo. Lo encontró aún frente a la ventana, los ojos fríos observando la calle, la mirada gélida, inexpresiva... Una frialdad de hielo cubría toda la Tierra.” (“Tras la mirada”, microrrelato de Patricia Fulvey, en la foto junto a su gato Romeo, publicado en el muy recomendable blog https://somosartesanosdelapalabra.blogspot.com/)





972. Georges Croegaert (1848-1923) fue un pintor belga del clasicismo que viró al arte anticlerical. Es famosa su serie de pinturas “Los gatos de los cardenales” en las que además de su riguroso detallismo y  los estridentes rojos de las sotanas no dejaba duda de la corrosiva mirada que tenía respecto de los personajes que retrataba junto a gatos persas o cualunques, de cualquier raza, también como alusión a la mítica figura del célebre devoto amante de gatos Armand Jean du Plessis, Duke of Richelieu, más conocido como Cardenal Richelieu.  




971. Disco de Ry Cooder: ‘My name is Buddy’. El Buddy del título es un gato que atraviesa los Estados Unidos tras el crack del 29. Un recorrido poético hermoso, las letras son increíbles y cuentan historias sobre Hank Williams, el trovador folk por antonomasia junto con Woody Guthrie o Pete Seeger. Un disco para escuchar desprejuiciadamente, apreciando las sonadas mexicanas, los ritmos fronterizos, el bluegrass o el jazz, y los ribetes más rockeros siempre melodiosos, aquí no hay estridencias, en la senda del Bob Dylan reciente. “La música de hoy suena falsa porque nos hemos dejado arrebatar la memoria" dijo Ry Cooder en la entrevista de lanzamiento. “El gato viajero protagonista de esto es de lo más sincero… porque no hay nada más sincero que un gato”. Este es un disco que sigue la misma línea o hilo político-social de las causas del proletariado. Ry Cooder denuncia y ataca las grietas inocultables de la pacata sociedad norteamericana.  A través de Buddy, un gato rojo de pelaje y en espíritu rebelde y de su amigo Lefty, el ratón zurdo, recorre un camino de reivindicación y lucha contra la opresión y las injusticias que bordea verdaderos emblemáticos hitos de la historia de los Estados Unidos, algunos de los cuales están, según Cooder, a punto de desaparecer a manos de la desmemoria y el deseo de la clase media de no sentirse trabajadora nunca más.


lunes, 23 de enero de 2023

Lāpse tanka ---

 




No puedo dejar
De recordarte siquiera.
Siempre te pensé
Tantas veces te soñé…
Como si existieras.


jueves, 19 de enero de 2023

Tank'around ---

 


(La vengeance, 1936 - René Magritte)


Lo indecible
Me ronda una vez más
Su arcana voz
Metáfora sin imagen
No consigo enmarcar


sábado, 14 de enero de 2023

Haiku para Munch ---

 







Un alarido
Imposible de callar
Es tu mirada


















(Las cuatro versiones de El Grito de Edvard Munch)


lunes, 9 de enero de 2023

Tankas versionados ---

 


(Obra de Robert & Shana ParkeHarrison)



En el mundo hoy
Ni los hechos son ciertos.
Lo que es real
Sucede que parece…
Lo que "es" impermanece.

Hoy en el mundo
Ni son ciertos los hechos.
Sólo parecen.
Sucede que lo real
Nada más impermanece.



viernes, 6 de enero de 2023

Tanka callado ---

 


(Baronesa Pannónica, Musa de Thelonious Monk)


Se desespera
En blanco mi poema
Musa callada
Desiertos estos versos
Me dejaste apenas



martes, 3 de enero de 2023

Tanka a la par del brindis por 2023 a las 12.06

 


(Obra de René Magritte)



Ojos que sientan
Necesito para admirar
Obras de arte
Y un corazón que vea
Por doquiera que ande…



Bolsa de Gatos 961/970

 


970. “Los seres humanos tenemos mucho que aprender de los gatos. Ellos conviven con nosotros desde hace unos 12.000 años y es erróneo pensar que hemos conseguido domesticarlos. Más bien son ellos los que nos han enseñado a quererlos. Son elegantes, desapegados, egoístas sin ego. ¿Qué podemos extraer de su actitud los soberbios humanos?  Todos envidiamos el aristocrático desapego con el que los gatos contemplan el mundo y lo cómodos que parecen sentirse en su propio pellejo, como si supieran algo fundamental que nosotros ignoramos”. John Gray, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford y sobre Pensamiento Europeo en la London School of Economics, y uno de los pensadores más importantes y más publicados de nuestro tiempo, postula que tenemos mucho que aprender de los gatos y de su comportamiento, y partiendo de su experiencia personal con estos misteriosos y carismáticos animales, y acudiendo también a las brillantes páginas que les han dedicado autores como Montaigne, Junichiro Tanizaki o Patricia Highsmith, entre muchos otros, nos propone una suerte de filosofía felina que sirva de guía para una vida más auténtica y tranquila. Las preguntas sobre el sentido de la existencia y el secreto de la felicidad nos persiguen desde los albores de la civilización, y quizá en esas lides, sugiere Gray, los gatos sean tan buenos maestros como los grandes renombrados filósofos. 



969. Hace poco más de una década, Sakae Kato se quedó en su casa para rescatar a los gatos que eran abandonados por el vecindario que huía de las nubes de radiación que manaban de la cercana planta nuclear de Fukushima. "Quiero estar con ellos o con sus crías y con los que cada tanto aparecen por aquí para ocuparme hasta del último. Después de eso quiero morir, pero tiene que ser después". Alrededor de 36.000 personas continúan hoy desplazadas después de la catástrofe nuclear de Fukushima, la mayoría sin deseos de volver por temor a la radiación o tras haber iniciado una nueva vida en otro lugar. Ante este panorama, y mientras continúan las tareas de reconstrucción de la región cuyo destino dio un vuelco el 11 de marzo de 2011 (cuando un terremoto de 9 grados Richter originado en la costa noreste del archipiélago sacudió todo el país provocando un devastador tsunami que arrasó la costa, dejando 18.000 muertos y miles de desaparecidos) el protagonista de esta historia, Sakae Kato, se convirtió entonces en la única esperanza para decenas de mascotas abandonadas y aún hoy continúa  resistiéndose a evacuar esa ciudad fantasma diciendo que permanecerá allí para cuidar hasta del último de los 41 gatos que le quedan.



968. “Entre los rollos que tenía Michel de Montaigne en los largos anaqueles de su biblioteca había espacios armónica y llamativamente ubicados que intrigaron a sus exégetas, los encargados de difundir y preservar su obra, hasta que comprendieron que tales ‘huecos’ tenían el tamaño del cuerpo de la gata que allí se ubicaba para dormir o retozar sin que Montaigne osara jamás despertar a “su hermosa”, como solía referirla entre amigos y conocidos” nos cuenta Michèle Ressi en su “Histoire du chat: 10.000 ans d'histoire et de légendes”. (Ilustra la pintura "Montaigne y su gata" de Sam Kalda)



967. Cee Lo Green es un compositor y cantante rapero y americano que adora a su blanco gato persa Purrfect (juego de palabras entre el término ‘perfecto’ y el ronroneo gatuno) quien además de ser su ‘antídoto’ contra la soledad, el malhumor o la tristeza es toda una celebridad con más de 35.000 seguidores en Twitter y más de 3500 en Facebook aparte de haber sido su co-estrella en cada participación de Cee Lo Green como juez del exitocísimo programa de televisión The Voice. (Extractado de www.dailymail.es)



966. Pierre Bonnard pintó cientos de gatos, al igual que sus ídolos pictóricos Hokusai y Kuniyoshi. También pintó variedad de animales, pero sin duda los gatos eran su debilidad. A veces aparecen protagonizando la escena, llegando a llenarlo todo, pero otras sus gatos tienen un papel secundario dentro de la obra, y en ocasiones cuesta verlos, pero es sorprendente la cantidad veces que aparecen felinos en sus pinturas. En este caso no sabría decir quién es más importante, si la mujer o ése felpudo negro, ambos rodeados de una decorativa vegetación. Pero por supuesto, donde hay un gato, éste se roba todo el protagonismo. Esa simpática mata de pelos pintada con elegancia y desparpajo es puro Bonnard, y esa cola sólo podría pertenecer a un felino, la criatura más elegante de las que pueblan el planeta. Sin duda esta pintura modernísima (¡estamos en 1891: el cadáver de Van Gogh aún estaba fresco!) es deudora del arte japonés, como es normal en el grupo de Bonnard, los nabis, los profetas de Montmartre que buscaban representar la realidad, la de verdad, esa que no siempre (casi nunca) es como lo que se ve, sino que a menudo es como lo que se siente... Uno de los pintores más fascinantes del postimpresionismo francés este Bonnard, el que siempre fue un tipo independiente. Quizás por eso se identificaba con los gatos. Si hasta le apodaban «gato de siete vidas, por haberse sobrevivido a sí mismo toda su vida.» (“Mujer sentada con gato” de Pierre Bonnard, obra reseñada en historia-arte.com)



965. Sarper Duman es un pianista turco que comparte su afición por el piano con sus mejores amigos, sus gatos, quienes en sus videos se ven siempre muy estimulados por el instrumento, a la par que aporrean las teclas 'componiendo melodías' junto a su compañero. No es un talento natural en los felinos, pero muestran una sintonía perfecta con Sarper, lo que demuestra la conexión profunda que es posible lograr entre animales y humanos. Sus vídeos son todo un éxito en las redes de este joven turco, la gente sigue cada nueva composición que brinda junto a sus amigos gatunos. Duman ha conseguido aunar sus dos pasiones: los gatos y el piano, y el resultado es cuanto menos sorprendente. Aparte asegura que ellos 'aman' la música. Aunque lo que sin duda es valioso y conmovedor en esta historia es su trasfondo. A los nueve gatos que Duman tiene en su casa los rescató de las calles, todos con alguna clase de afección o problema que él de inmediato les hizo tratar, algunos gravemente heridos, hasta recuperarlos. Pero lo realmente interesante es que Sarper Duman postula que los mininos se han salvado por la música. Es increíble verlos agruparse y disfrutar participando de cada composición en los videos. Así que no dejen de verlos, en youtube por ejemplo.



964. La escultura que homenajea a la psiquiatra alagoana Nise da Silveira, discípula de Carl Jung y una eminencia en psiquiatría, está emplazada en el Corredor Vera Arruda, barrio Mangabeiras, en la ciudad de Maceió, Brasil, y fue realizada por el escultor y artista plástico de Minas Gerais, Léo Santana. Perseguida por el régimen dictatorial de Getúlio Vargas, Nise Da Silveira fue pionera en la humanización de los tratamientos psiquiátricos y jamás cesó en sus esfuerzos por mostrarle a la comunidad científica internacional que su metodología terapéutica era más efectiva que la de entonces que provocaba mucho sufrimiento a los pacientes. La escultura de la Dra. Nise da Silveira con un gato en su regazo no deja dudas de lo que significaron los mininos para ella que, como profesional, los sentía sus "colegas terapeutas", tal como lo dejó expuesto en múltiples trabajos.



963. Nise da Silveira fue una reconocida psiquiatra brasileña, discípula de Carl Jung. Dedicó su vida a la psiquiatría y se manifestó radicalmente en contra de las agresivas terapias y otras formas de tratamiento de su época, como la internación compulsiva e indiscriminada en hospitales psiquiátricos, el electroshock, la terapia con insulina y la lobotomía. Ella fue además una innovadora  y postuló que algunos animales, y en especial los gatos, eran muy buenos “co-terapeutas”, así los llamaba, porque aparte de hacerles compañía a los pacientes psiquátricos que tendían a encerrarse en sí mismos, de a poco sabían estimularlos a vincularse mejor y más sensiblemente con el mundo exterior. Nise da Silveira enseñaba que el efecto sanador de la creatividad (ya que alentaba a sus pacientes para que realicen manualidades con plastilina, dibujo y pintura) más 'la silenciosa energía de amor' de los gatos hacían que las personas afectadas por diferentes patologías se abrieran a los demás. Ella confiaba en la relación afectiva que se establecía entre sus pacientes y los gatos, lo que comprobó, haciendo participar a decenas de gatos en las terapias ocupacionales que dirigió, las cuales quedaron asentadas en múltiples estudios y libros editados, como por ejemplo “La emoción de tratar con gatos”.



962. Instantáneas gatunas - Roger Waters con sus gatos en su casa de Islington en Londres, en 1970, fotografiados por Barrie Wentzell.



961. “Viene la niebla / con pequeños pies de gato / Se sienta mirando hacia el puerto y la ciudad / sobre ancas silenciosas / y luego sigue adelante…” (“Niebla”, poema de Carl Sandburg, ilustrado por el intrigante y llamativo dibujo a pluma y tinta sobre papel para acuarelas de Laura A. Conley)


miércoles, 28 de diciembre de 2022

Mi lema

 





Disfrutá, disfrutá, disfrutá… sencillamente
Porque llega un día que no disfrutás más. 



martes, 20 de diciembre de 2022

Casi tanka disreal ---

 




El tímpano lee
La mirada traduce
La voz escudriña
Desenmascarando lo real
Como Rimbaud proponía

 


viernes, 16 de diciembre de 2022

La Casa de La Mirada ---

 


(Fotografía de Erik Johansson)



Es el otro nombre de la poesía
La casa donde mora la mirada
Su imagen sin ningún margen
La casa donde mora la mirada
Ya como atisbo o instantánea
La casa donde mora la mirada
Es la que enmarca la metáfora
La casa donde mora la mirada



lunes, 12 de diciembre de 2022

Tankas caleidoscópicos ---

 


(Autorretrato de Juan Carlos Liberti, 1981)



Hay alguien en mí
Que a menudo no soy
Quienquiera sea
A ninguno de los que fui
Se le parece siquiera 
Hay alguien en mí
Vaya a saber quién es
No tengo idea
Si pretende ser quien soy
O sólo me merodea 
Hay alguien en mí
Entre todos los que soy
Andá a saber
Tal vez sólo busque serme
Por más que yo no quiera


viernes, 9 de diciembre de 2022

Tiempo siempre otro cada vez ---

 




El ayer no fue
Según lo evoco
Sigue siendo siempre otro cada vez

No hay sino hoy
Un presente interminable que jmás
Deja de ser
Siempre otro cada vez

Sólo el mañana existe, inalcanzable
Y tan desconocido
Como lo que nunca ha sido
Y siempre añoré
Tiempo siempre otro cada vez


lunes, 5 de diciembre de 2022

Echoes tanka ---

 


(Los protagonistas de “Not to Be Reproduced” de René Magritte)


Un eco de mí
Sólo soy en el espejo
Nunca el mismo
¿Quién no es finalmente
Su propio espejismo?


jueves, 1 de diciembre de 2022

Tanka eleático* ---

 




Como el agua
Se vacía en el agua
Otro instante
Desborda el instante
Eso el Tiempo hace



(Gracias, Frodo, por tan invalorable eleático aporte*)


Bolsa de Gatos 951/960

 




960. Luna Miguel es una periodista española, editora y escritora de narrativa, ensayo y literatura infantil, mina gatera si las hay, y gran poeta, vean si no… “Pensemos en un hospital lleno de gatos / pensemos, los huesos se comen a los huesos / las uñas son un gesto / el esqueleto felino / su olor / pensemos en gaviotas y en carroña /en ese color que maúlla / en ese color / como aquel momento sólo como aquel momento / en que las ratas se esconden / miau / miau / se esconden porque el cielo habla de tormentas / o ese momento exacto en que hasta el sol se marcha / y el cielo suena vacío revolviendo la mañana / para que caigan sucios sus copos / ese aquel ese aquel miau ese / pensemos quimioterapias y pulmones / pensemos en derramar nata sobre ciruelas muertas / pensemos en ese y en aquel / el gato está en la silla y se ha portado mal como se portan los mundos / cuando maduran / y aquí el mundo ya no crece porque hay vacas que nos guiñan el ojo / y aves defendiéndose del cuchillo / pensemos como ciudades como mujeres / como mujeres que olvidan / pensemos en el nombre de Joan-Marc / pensemos la lectura en la cocina / ahora que con las flores me mudo a Marruecos / pensemos en el ruido, en el premio / en la siesta de los sábados / pensemos que el hospital está lleno de gatos y no hay manera / no, no hay manera de sacarlos.” Léanla, por ejemplo, en su blog http://www.lunamonelle.com/





959. William Burroughs junto a su amado Rusty y en compañía de Allen Ginsberg en Lawrence, Kansas City, el 18 de marzo de 1992, en una foto lograda por James Grauerholz. A la ciudad de Lawrence el autor de “El almuerzo desnudo” se había retirado a morir junto a sus gatos y allí era visitado por todos en peregrinación: desde Kurt Covain a Frank Zappa pasando por Patti Smith o James Holden. Sus últimas palabras encontradas en su diario íntimo y escritas tres días antes de fallecer fueron: “No hay suficiente sabiduría, experiencia, ninguna maldita cosa. Ni Santo Grial, ni Satori Final, ni solución. Sólo conflicto. Lo único que puede resolver el conflicto es el amor, como el amor que sentí por Fletch y Ruski, Spooner y Calico. Amor puro por mis gatos. Lo que siento por mis gatos pasados y presentes. Amor. ¿Qué es? El analgésico más natural que hay. AMOR."





958. “Los gatos son siempre tan impredecibles. De Coca, mi gata, adoro su forma totalmente descarada y sensual de demandar afecto...” asegura la actriz argentina Érica Rivas)





957. “Observar un gato terriblemente absorto y atento apuntando a su presa. O al apresarla. Quizá sea una mariposa, una hoja, un trozo de papel, un insecto. Cuando ha alcanzado el objetivo de pronto el gato se distrae. Los etólogos llaman a este movimiento Übersprung. Se produce poco antes del golpe mortal. Vemos al gato moverse y desplazar a su presa como si fuera una pluma. Los últimos movimientos. La mariposa baila en su agonía. Vibra imperceptiblemente, lo bastante como para aún despertar el interés del gato. Y él se distrae. Se aleja. Con calma muta el rumbo. Muta el rumbo mental. Es como un momento muerto. Es la estasis. Parece que nada le interesa. Parece haber olvidado las temblorosas alas que apenas unos instantes antes habían reclamado su total atención. Lo que antes le había poseído, como si hubiera sido una idea o un pensamiento. Ahora él se distrae. Mira para otro lado. Pero...' (Fragmento de “El último de la estirpe” de la escritora suiza en lengua italiana Fleur Jaeggy)





956. Edgar Allan Poe tuvo dos gatos llamados Cattarina y Plutón. Ellos quedaron inmortalizados en “El gato negro” donde Poe sostiene que eran “brujas disimuladas”. También participaron en otros cuentos como “El escarabajo de oro”, “Los crímenes de la calle Morgue”, “La carta robada” y “La barrica de amontillado”. (Reseña de Omar López Mato en https://historiahoy.com.ar/)





955. Irène Nemirovsky fue una escritora rusa que escribía en francés. Había nacido en Kiev el 11 de febrero de 1903 y murió el 19 de agosto de 1942 en el campo de exterminio nazi en Auschwitz. Había sido muy exitosa en la Francia de los años treinta, pero cayó en el olvido durante la II Guerra Mundial. Fue capturada meses antes que su marido, Michel Epstein, quien también moriría en la cámara de gas de dicho campo en noviembre. Ambos fueron apátridas puesto que nunca lograron que Francia les concediera la nacionalidad, pese a que llevaban viviendo por más de 20 años en ese país. Irène amaba a los gatos, había convivido con ellos toda su vida. En esta fotografía se la ve con su gato Kissou en 1928. Eran tiempos en los que nada hacía siquiera sospechar su trágico final.





954. “Este gato se está poniendo viejo / Hacen algunos meses / Hasta su propia sombra / Le parecía algo sobrenatural. / Sus mostachos eléctricos lo detectaban todo: / Escarabajo, mosca, matapiojo. / Todo tenía para él un valor específico. / Ahora se lo pasa / Acurrucado cerca del brasero. / Que el perro lo olfatee / O que las ratas le muerdan la cola / Son hechos que para él no tienen ninguna importancia. / El mundo pasa sin pena ni gloria / A través de sus ojos entornados. / ¿Sabiduría? ¿Misticismo? ¿Nirvana? / Seguramente las tres cosas juntas / Y sobre todo tiempo transcurrido. / El espinazo blanco de ceniza / Nos indica que él es un gato / Que se sitúa más allá del bien y del mal.” (‘PussyKatten’, poema de Nicanor Parra, ilustrado por Daniel González Muníz)





953. Desde los días de la cuarentena por la pandemia de COVID-19, Anthony Hopkins bien subiendo a Instagram unos videos con imperdibles momentos junto a su amado gato Niblo (“siempre en nuestros corazones”, epigrafió) con quien decidió pasar mucho de su tiempo, tocando el piano para él, jugando o hasta “conversando” sobre la vida y el mundo...





952. “Siempre que surge el tema y puede decirse, hablando con moderación, que surge como cuarenta veces por día, invariablemente alguien declara: «No, no me gustan los gatos, me gustan los perros». El comentario dicotómico afín, que es igualmente popular, predominante y banal, sería «No, no me gusta Dickens, me gusta Thackeray ». Como convenientemente ha señalado para la posteridad James Branch Cabel: «Para la mente filosófica parecería igualmente sensato negarse a participar en un juego de billar sobre la base de que uno es aficionado al arenque». Sin embargo, ambas controversias persisten y aún los pensadores continúan obligando a Dickens y a los gatos a clasificarse en categorías. Los amantes de los perros en el sentido opuesto (puesto que es posible cuidar tanto a los perros como a los gatos, del mismo modo que es posible leer ‘Pendennis’ y ‘Bleak House’ con igual deleite), dicen del suave pompón que es astuto y malicioso, ladrón e ingrato, distante y cruel, y amigo del hogar, su territorio, y no del hombre de casa. De esta opinión desconsiderada e irreflexiva ha derivado el despectivo cataléptico adjetivo ‘catty’, el cual, cuando es usado en su sentido comúnmente aceptado, me parece particularmente abominable, lo mismo que calificar como maliciosa a una mujer por el sólo hecho de ser divertida y agraciada. Los amantes de los gatos, por su parte, tan apasionados que de hecho en París se han ganado el mote de ‘félinophiles enragés’ no han sido ingenuos. Cariñoso, sensible, inteligente, fiel y sincero son algunos de los epítetos que indistintamente les prodigan a sus adorados mininos…” (Así comienza el tratado, bastante más que un libro es “The tiger in the house” del escritor, fotógrafo y devoto amante de gatos Carl Van Vechten)




951. “Cuando escuchaba a ciertas personas ignorantes del carácter del gato decir que ellos no son tan cariñosos como los perros, o que son fríos y egoístas, solía luego reflexionar que eso se debía a que no habían convivido como él muchos años con un gato, por lo que era razonable que no entendieran el encanto y la amabilidad de los gatos, criaturas sensibles que suelen no mostrar ni buscar afecto por parte de sus dueños en presencia de terceras personas, además de aparecer como distantes para no entorpecer ni atosigar, como una prueba de respeto.' (Fragmento de 'La gata, Shozo y sus dos mujeres' del escritor japonés Junichiro Tanizaki)