40. “Sé que no se me entiende muy bien. Pero así son las cosas. Mi gata
Choupette es muy mujer. Tiene una fuerte personalidad. La amo y es mi
prioridad. Vivo pendiente de ella. Cena conmigo en la mesa. Tiene su propio plato. No le gusta comer
en el piso y mucho menos sola. Duerme en su cama debajo
de su almohada. He contratado a dos empleadas para que la atiendan en dos
turnos de ocho horas mientras no estoy en casa. La gente está muy loca. Tiene
como 50.000 seguidores en Twitter”. (Karl Lagerfeld)
39. Aquí vemos a papá Francis, a mamá Rosemarie y a Frank acunando a su
gato Redunzl en el confortable living violeta de la casa familiar. Zappa
componía en su estudio junto a sus gatos, pasaba mucho tiempo con ellos, quería
saber todo acerca de su carácter, alimentación y aseo, tanto que hasta tenía
como su consultor en el tema a William Burroughs, escritor y devoto amante de
los gatos, a quien solía visitar o llamar por teléfono de madrugada.
38. Gustav Klimt amaba a los gatos, en especial al que tiene en brazos
en esta fotografía, al que llamaba Kitzy, amaba pintar rodeado de gatos en su
atelier, creía que protegían su inspiración y su creatividad, por lo que les
dedicó varias obras en las cuales se pueden ver figuras decoradas con arabescos
entre triángulos invertidos, elipses concéntricas y formas orbiculares de ojo
de gato, con fondos en los utiliza el dorado color ojo de gato…
37. “Sidonie Gabriell Claudine Colette pertenece a esa clase de
personas necesarias, imprescindibles, yo diría no ordinarias, pero que son
escasas y que no pasan (jamás) desapercibidas porque conforman una estirpe.
Ella solía decir, con razón, que no hay gatos ordinarios, y ella tampoco lo
era. Tengo una foto suya que me
conmueve, en la que sostiene a dos de sus gatos con el brazo izquierdo, con una
mirada terriblemente melancólica. Los tres parecen posar para la cámara. ¿Se
imaginan a un gato de ojos tristes? Así era Colette. Una gata con ojos de mujer
triste.” (Cris Flantains sobre Colette)
36. “Algo como una energía le recorría el cuerpo, esa pierna que no
paraba de mover. Sus modales eran elegantes, expresivos, eléctricos. Estaba
sentado y de pie un instante después, pero no recuerdo haber visto el recorrido
entre ambas instancias. De pronto se estiró, descontracturándose, pareció
erizarse, y pensé, cumplió 45, pero su vitalidad y flexibilidad corporal son
notorias, hipnóticas y sutiles como las de un gato, qué digo, él es un gato,
con una mente inquieta, curiosa e inventiva”, recordó el biógrafo Paul Williams
después de entrevistar por primera vez a Bob Dylan.
35. “Aquí está mi dulce gato y hermano Tyke, medio persa y medio
callejero de Florida, meditando tan tranquilo, reverenciando con el cuerpo,
como un Gato-Buda, con los ojos a menudo entrecerrados, dispuesto a no ser
molestado por nada, ni por mi grito de despedida ni por el ruido de los
aviones, sentado al sol de color paja de noviembre con la sabiduría del Egipto
Sagrado en cada uno de sus músculos flexibles, contemplando el horizonte en
donde desaparece el vacío dentro de sí mismo...” (Jack Kerouac - Mi Gato Tyke)
34. El 16 de agosto de 1971 el astrónomo norteamericano James. B.
Gibson designó al asteroide que había descubierto como 2309 Sr. Spock.
Cualquiera diría que eligió ese nombre para recordar al ícono de la famosa
serie televisiva 'Star Trek' de la que fue un fanático espectador, pero no, lo
llamó así como un homenaje a su viejo gato, al que había bautizado con el
nombre de aquel personaje encarnado por Leonard Nimoy, actor, director,
fotógrafo y poeta, con quien compartió el incondicional amor por los gatos.
33. “Viví dos años en Big Sur, California, en una cabaña a orillas de mar, con cinco gatos, y a veces abría la puerta y las olas rompían en el umbral y se metían en la cabaña. Los gatos brincaban sobre la cama y allí nos quedábamos, hasta que el mar se retiraba. Yo me reía. Para qué preocuparme. Vengo de una familia cuáquera, en la vida hay buenas y malas, y pienso que eso los gatos también lo saben.” (Joan Baez)
32. El cardenal Richelieu (1585-1642) vivía rodeado de gatos, llegó a tener 14: uno negro como el carbón llamado Lucifer, otro que respondía al nombre de Gaceta y que tenía la costumbre de orinarse en los invitados que le desagradaban, Píramo y Tisbe que eran inseparables y dormían entrelazados, Racán, Mimí Papillón, Sumise, Felimar, Ludoviska, Roubis Sur L'ongle, Mounard, Serpolé y Ludovico, el cruel, así nombrado porque cazaba y daba muerte a sus presas (ratas, pájaros y algún que otro conejo) de manera lenta y sanguinaria, y Perruque, al que le gustaba retozar sobre la colección de pelucas del cardenal.
31. Peter Lorre: “Mi gato come de todo...” Vincent Price: “El mío es
carnívoro. Si tuviera oportunidad comería incluso carne humana.” Peter Lorre:
“Cualquiera que nos escuche... ¿qué podría pensar?” Vincent Price: “¿Que somos
actores muy ocurrentes y divertidos que alimentan muy bien a sus gatos?”