miércoles, 24 de julio de 2024

Ajá...

 


(Arte por IA)



En la belleza no hay perfección
Sino apenas un minucioso acomodamiento
Una mera distribución de atributos y proporciones
Como no hay verdad en la siempre intencionada realidad
Ni pausa alguna en el tiempo ni discontinuidad
Ni precisión en la memoria que a mi lado suele pasar
Sin reconocerme jamás
Ni hay bondad en la paz
Que nada más ha sido una adormidera para reinar
Ni secreto en lo desconocido
Ni destinos por los que aún andamos perdidos
Ni certeza en cada respuesta
Excepto esta: la belleza es la libertad de miradas
De las que están compuestas todas las formas
Incluidas las inanimadas.



(Arte por AI)



viernes, 19 de julio de 2024

Símil haikus


 



Adonde vayas
El tiempo que te lleve
Llegarás a hoy
Adonde vayas
El espacio que cruces
No saldrá de hoy



jueves, 11 de julio de 2024

Dejo constancia (16)

 


(Fotografía de Erik Johansson)



Escribir inevitablemente te obliga a manosear
Cuando no plagiar
Lo que fue tu primigenia detección
Que en poco luego se asemeja
Al verso o sentencia que al papel lográs trasladar
Por eso siempre trato de ir al verso
En puntas de pie
Para que no se me vaya a escapar
Y para acariciarlo mansamente después
Como a un dulce impreciso recuerdo
Al que de ninguna manera quisiera dañar 
Ni desvirtuar
Ya que el verso como el agua tiene la piel de cristal
Ya que al recuerdo
Si no le das tiempo a volverse nítido
Lo podés arruinar
Y así terminará dándote apenas
Una mera versión de lo que fue real



lunes, 8 de julio de 2024

Epígrafes (37)

 


(Fotografía de Gilbert Garcin)



La sabiduría debiera ser insaciable y saber, por lo tanto,
Desistir de la tentación de llenarse la boca con verdades



martes, 2 de julio de 2024

El momento ---

 


(Obra de René Magritte)


Hay veces que siento como que el momento está incompleto
Como inacabado, en pleno desarrollo o crecimiento
Y que podría contener aún más hechos de los que contiene
Aún más fenómenos o sucesos podrían caberle dentro
Si lograra uno extender sus límites o meramente ampliarlos
No sé si soy claro: porque no es tan fácil poder explicarlo
Es como si de pronto el momento me quedara suelto
Demasiado flojo de todos lados, casi como un traje holgado
Y es entonces cuando inequívocamente experimento
Como si su contextura física real fuera de una inmensidad
Tan inabarcable como imprecisa, ilimitada pero no infinita
Aunque potencialmente pudiera ser también pequeñita
Del tamaño de una piedrita o una partícula de polvo, ínfima
Y tanto que otras veces pareciera como que el momento
No tuviera ni el más mínimo espacio para respirar siquiera
Puntualmente como ahora… este mismísimo momento
Que sin moverse ni un ápice permanece, ensimismado
Engulléndose dentro de su propio infinitesimal laberinto
Hasta llegar a ser un momento ya irreversiblemente extinto


Bolsa de Gatos 1141/1150

 




1150. «Es una maravilla despertarte con los tres gatos alrededor» El salón de Iago Herrerín está presidido por una enorme fotografía de un león, pero Labai, Trece y Vinny no parecen especialmente impresionados por tan espléndido pariente salvaje. Pasan la mirada sobre él con la misma indiferencia desdeñosa que dedican a los periodistas, esos dos humanos latosos que se han atrevido a irrumpir en su casa sin su permiso. Tiene que pasar un rato para que los gatos persas del jugador del Athletic vayan revelando sus diferentes personalidades: Labai, que es el marrón y el más joven, se acerca y se tiende panza arriba, justamente convencido de que nadie podría desperdiciar esa oportunidad de acariciar su suavísimo pelaje; Vinny, gris y el mayor de los tres, también acaba cediendo a la curiosidad, pero lo hace con precaución, desconfiado, listo para alejarse con uno de esos saltos ingrávidos que son la envidia de cualquier portero de fútbol; Trece, la altanera gata blanca, ni siquiera se molesta en levantar la cabeza y sigue dormitando en una silla, con majestuoso desinterés. (Fragmento de la entrevista de 2016 a Iago Herrerín, portero del Athletic aparecida en https://www.elcorreo.com)





1149. “Si te gustan los gatos y no has estado ausente de las redes sociales en los últimos años, seguro que te has reído alguna vez con alguna de las tiras gatunas del genial ilustrador español José Fonollosa. José publica desde el año 2010 el webcómic y cómic MIAU, en el que narra las aventuras domésticas de una pareja con gatos. Desde entonces el éxito cosechado y la demanda del público han hecho ver la luz a cuatro cómics más (Más MIAU, Guía Gatuna, Toñin, Ultragato) además de un recopilatorio y un libro ilustrado (Todo Miau y Citas de Gatos, respectivamente). Este autor tiene la suerte de poder inspirarse desde el sofá observando a sus propios gatos (Belfi, Rufa y Toñín) que le proporcionan suficientes situaciones hilarantes que él sabe plasmar con maestría en unos trazos simples pero muy expresivos. Si vives con gatos es difícil no empatizar con los gags que José dibuja en sus cómics, expresados a veces con ironía, en otras veces con ternura y en algunas incluso generando consciencia para su protección.”





1148. “Como tras los mullidos ves tres gatos / a su trisagio erótico ceñidos, / saltar por los tejados, aguerridos / como otros d ‘ Artagnan, Porthos y Athos, / pasas a depender, no de insensatos / pensamientos ajenos repetidos / ni de tu larga deuda de descuidos / sino del paso de estos gatos gratos. / El primero te quita de lo humano / sin llevarte por eso a lo divino; / el segundo te anima la sonrisa; / con el tercero, piensas, de la mano, / más cabal, de la cola del felino: / ¿a qué, no siendo humanos, tanta prisa?” (“Gatos “, soneto de la poeta uruguaya Ida Vitale, Premios Miguel de Cervantes, Internacional Alfonso Reyes y FIL de Literatura en Lenguas Romances, entre otros.





1147. “Yo tenía un gatito negro y ella era la primera vez que sentía roncar a los gatos. Como era muy manso, se lo acerqué y él empezó a roncar. Y ella sintió una cosa extraña, lo vi en sus ojos, como... este... el rumor de algo que sería el gato, pero que iba más allá del animal. Ya se sabe que el gato está entre el cielo y la tierra. Más entre las estrellas... Entonces yo le acerqué y sintió ese ronquido y ella cambió la expresión, con una emoción extraña, como si hubiera sentido el rumor, ¿sabe?, de las esferas del cosmos. Yo reproduje en un poema esa expresión suya, de palidez, casi de pavor cósmico, ¿sabe?, porque no decían otra cosa sus ojos… Es decir la sorpresa ante ese ronquido porque eso tenía referencia a algo extraterrestre, el rumor cósmico, el rumor que podrían hacer, dice por ahí Edgar Allan Poe, a determinada altura, la rotación de los astros, ¿me entiende?... Hacen una especie de rumor sobre todo cuando se van acercando a la atmósfera de cada planeta, de cada estrella... Es muy posible que se sienta el ruido del girar... Y entonces ese rumor de esos mundos, donde cada puntito que vemos, más que ser el centro de una constelación es el centro de un sistema, ¿no?, se siente... Y yo recordé ese cuento de Poe, "La aventura sin par de Hans Pfaall”, y después otros autores ya han hablado de ese rumor... Es decir que no es el silencio del espacio absoluto de Pascal, sino el rumor de la rotación de las esferas celestes, no sólo de las estrellas cercanas sino aún más allá de ellas". Bueno, esos poemas están incluidos en ese libro, y son los que más he trabajado... aunque no sé si se puede hablar en el sentido de trabajo. Son cosas que han salido, diremos así, y que han necesitado salir… La única explicación, justificación de un poema, es que responde a una necesidad, ¿me entiende?, una necesidad de lo más universal, la misma que tiene la tierra en dar una florcita, un tallo de hierba, o de un insecto de pasearse entre las briznas... la mismo". (Fragmento de “El rumor del cosmos”, entrevista de Mario Alarcón Muñiz al gran poeta y traductor entrerriano Juan L. Ortíz [Juan José Saer no dudó en considerarlo «el más grande poeta argentino del siglo XX»] aparecida en https://www.autoresdeconcordia.com.ar/)





1146. “Uma es mi gata, o mejor dicho: yo soy su humana”, cuenta la periodista y escritora argentina Florencia Etcheves. “Quienes sabemos de gatos tenemos muy clara esta diferencia. Los gatos nos eligen, nunca pero nunca es al revés… Uma me sigue como si fuera un perrito, se para en dos patas para pedirme que la levante, sólo ronronea entre mis brazos y conoce como nadie el hueco exacto de mi pecho en el que su cuerpo entra como si fuera a medida. Eso creo: Uma y yo estamos hechas a medida. Me lamió las lágrimas cada vez que me encerraba en el baño a llorar por la muerte de mi papá; cuando me fracturé la pierna, estuvo 60 días apoyada en el lugar exacto del dolor, ni arriba, ni abajo: en el punto justo en donde mi rodilla se había hecho añicos; se recostó horas y horas pegadita a mi computadora mientras yo tecleaba poseída mis novelas; veranos de reposera al sol; inviernos de sillones y mantas; cientos de yogures compartidos –de la misma cuchara, sí– y litros de restos de sopa. Uma adora la sopa porque los gatos saben ser felices y no hay nada más feliz que una buena sopa.”





1145. La periodista y escritora Florencia Etcheves, que es considerada en la red social Twitter como la monarca de las locas de los gatos, asume: "Pertenezco al grupo de las cat people. Soy fanática de los gatos, es el animal que más me gusta y les atribuyo condiciones mágicas. Uno no elige al gato y, cuando uno es elegido por una criatura tan maravillosa, no puede negarse de ninguna manera. No recuerdo vivir sin un gato. Mi madre siempre me cuenta que la primera palabra que dije no fue 'papá ni mamá' sino 'gata'. Yo dormía en la cuna con mi gata pese a las quejas del pediatra. Ahora tengo tres gatos y medio ya que Tomás O'Malley es de los vecinos de mi cuadra. Le puse ese nombre en honor a los Aristogatos y viene al mediodía y por las noches a comer", dice Florencia, un caso único de edipo felinesco. (En la foto Florencia niña, siempre con gatos. Extractado de infobae.com)





1144. Si miraste alguna vez por un largo rato directo a los profundos inquietantes ojos de un gato estarás de acuerdo en que Casey Weldon pintó en sus obras el hipnótico efecto de mirar con amor a un gato. Casey nació en el sur de California y se formó en el Art Center College of Design en Pasadena. Su primer estudio lo abrió en Las Vegas, Nevada, para luego mudarse a Nueva York donde reside actualmente convertido en un icono de la cultura pop moderna y mereciendo la definición de los críticos que consideran su obra como «surrealismo post-pop». Pero lo que más lo distingue son sus pinturas de gatos con 4 ojos en muy diferentes situaciones cotidianas. Casey tiene adoración por los gatos y al margen del cuidado detalle y realismo con el que trabaja, su obra es impecable y de una innegable personalidad.





1143. “Tens de entender os gatos, / por que razão andam arredios / e te arranham as mãos / como se vissem o diabo. / Tens de entender os gatos, / o seu coração insuflado de borboletas, / o corpo a querer descolar para os céus / com asas de caranguejo. / Os gatos são anjos caídos, / impedidos de matar mais que distraídas moscas. / Máquinas tão perfeitas, como tu e eu, / condenados à insignificância da boa de companhia. / Todos queremos ser piores do que somos, / mas felizmente fracos demais para o mal que desejamos.” (“Gatos”, poema posteado el 29 de abril de 2024 por Luis Palma Gomes en su blog https://arvorecomvoz.blogspot.com. Lo publicamos en portugués para disfrutar su natural sonora calidad. En la foto, como Luis mismo me dijo por mail, con su gata Sissi adormecida sobre él “representando a intimidade e o conforto que os gatos nos fazem sentir.”





1142. La ilustradora María Hesse comparte su vida con dos gatas hermanas de madre. Leonora es la mayor, tiene tres años y medio, y Patti es un poco más chica. Sus nombres provienen de su admiración por la pintora Leonora Carrington y la cantante y poeta Patti Smith. No tienen parecido físico ni de carácter. “Leonora es de color claro y es mi pegatina, tenemos una conexión increíble. Patti es de color oscuro y es menos cariñosa, distante, asustadiza y muy dependiente de Leonora. Pero dentro de sus rarezas es entrañable. Se llevan muy bien y son las reinas de la casa. Todo lo mío es de ellas.” (Artículo encontrado en https://www.abc.es/)




1141. “Los ricos tienen marcas de etiqueta en los trajes. Las personas felices tienen pelos de gato en sus ropas.” (Audrey Hepburn)


jueves, 20 de junio de 2024

Pasado, presente y futuro son uno ---

 




Conocemos el pasado
Y la infinidad de versiones que, acerca de los mismos hechos
Obtenemos a diario, con sólo recordarlos
Mientras el presente de tan inasible o llega a ser desconocido
O pasa de largo, desapercibido
Sin que podamos siquiera dimensionarlo
En tanto el futuro que jamás ha existido perdura
Desde el fondo de los siglos
Como una efectiva improbable existencia que nadie discute
Y todos validamos…


viernes, 14 de junio de 2024

Tsu tankas ---

 





Constantemente
Desvirtúan el ayer.
Cada recuerdo
Nada más reversiona
Lo que pudo suceder. 
Sólo duramos.
No hacemos jamás pie
En el elusivo
Presente que siquiera
Un instante deja de ser. 
Sin detenernos.
Rumbo a un mañana
Inalcanzable
Paso a paso vamos.
Aunque nunca llegamos.



(Early works de Salvador Dalí)



martes, 4 de junio de 2024

Tanka real de cada cual ---

 




La realidad
Es el lado del que vos
Elegís estar…
Dicho de otra manera
Es la ficción de cada cual.


Bolsa de Gatos 1131/1140

 




1140. Enterado del fallecimiento de David Crosby, uno de sus socios de aquel mítico supergrupo (CSN&Y) que llevaba las iniciales de cada uno, Stephen Stills, (los otros fueron Neil Young y Graham Nash) declaró: «Leí en el periódico esta mañana una frase atribuida al célebre compositor Gustav Mahler que me dejó pensando: “La muerte, sobre plácidas patas de gato, entró en la habitación” y debiera haber comprendido que algo malo estaba pasando... Puesto que David amaba a los gatos, me entendés?... David y yo chocamos mucho durante mucho tiempo, y esos choques en su mayoría fueron golpes de costado que aún así nos dejaron los cráneos abollados. Los putos egos, me entendés?... Pero sin excusas. Igual últimamente me sentía feliz de estar en paz con él que fue sin dudas un gigante como músico, su sensibilidad y sus armonías todavía son absolutamente geniales. Ese era el pegamento que nos mantenía unidos mientras nuestras voces se elevaban, como Ícaro, hacia el sol. Estoy profundamente entristecido por su fallecimiento y lo extrañaré infinitamente».





1139. “Sin mis libros me sería imposible vivir y sin mis gatos también. No podría elegir entre ellos. Porque los libros no maúllan y los gatos no cuentan historias. Y porque me sería imposible elegir es que preferiría vivir sin mí. (Carlos Monsiváis, escritor y periodista mexicano)





1138. Tamara Tenenbaum es escritora, periodista y amante de los felinos. Convive en perfecta armonía con sus gatos adoptados Carmelo y Florencio. A ellos les gusta cuando Tamara trabaja desde su casa, porque andan cada uno en la suya, pero juntos. “Carmelo era el gato del papá de una amiga que tenía muchos bichos pero se mudaba a un lugar más chico, y por eso apareció la posibilidad de adoptar a Carmelo que era el más chiquito, tenía 6 meses, ya estaba castrado y me aseguraban que era buenísimo (era). A Florencio lo adopté el año pasado, chiquitito, y a él ya sí me tuve que ocupar de castrarlo, pero como ya hacía 7 años  que lo tenía a Carmelo me daba menos miedo todo. Son muy distintos entre ellos. Carmelo es sociable, se banca mucha gente y a la vez cuando se harta y se quiere ir se va a hacer la suya. En eso se parece a mí, creo; yo soy sociable y también me gusta mucho estar sola. Pero él es calmo y sabio, como un sensei; yo no. En eso me parezco más a Florencio, que es más ansioso, todos los estímulos le producen algo… Siempre es mejor adoptar. Me hubiera resultado raro comprar un gato como si fuera un par de zapatos, elegirlo como una cosa.”





1137. “Son sanadores. Créeme. Cuantos más gatos tengas, más vivirás. Yo ya tendría que estar muerto. Pero tengo todos los gatos que me encuentro por ahí. Tener muchos gatos es muy bueno. Si tienes cien gatos, vivirás diez veces más que si tienes diez. Un día esta verdad se sabrá y la gente tendrá miles de gatos para vivir más y mejor” postulaba Charles Bukowski.





1136. “En mi parque / hay muchos gatos / Uno es Calabaza / -el gatito de mi casa- / otro, al que llamo Garfield, /es un gato anaranjado. / Uno -que nos tiene miedo- / es gris atigrado / No se deja hacer mimito-nos da pena- / ¡es un gato abandonado! / Y también se suma / -a esta comparsa- / Chirlo, negro / con manchas blancas, / con su familia de personas / vive a la vuelta de casa. / En ocasiones / aparece Chimuelo / -el gato de mi hija- / que es tranquilo y casero. / Para completar esta banda / a veces viene / una gata bonita / -en blanco y negro- / parecida a Chirlo / -pero al revés las manchas- / ¿será su hermanita? / Se miran, se huelen, / juegan, pelean / y duermen la siesta... / ¡Esta pandilla gatuna / -en el parque de mi casa- / arma siempre alguna fiesta!... (“La pandilla de mi gato”, poema de Lu, publicado el viernes 19 de abril de 2024 en su muy recomendable blog, escrito desde su lugar en el mundo, la ciudad más austral, Ushuaia, https://quemeimportatupasado.blogspot.com/, donde, además, conmovedoramente reseña su experiencia junto a Morrison, un gatito vecino que por esos días con toda su ejemplar dignidad de gato le daba pelea a un maldito cáncer de hígado.





1135. “A mí me gustan todos los animales, sobre todo los que son peludos y tienen cara de majos, así que perros y gatos (al margen de alergias y olores corporales) me parecen animales de lo más chachi, cada uno a su manera. Sin embargo, hay una característica que coloca al gato por encima del perro (y del humano). No es su elegancia, ni su independencia, ni el porcentaje de gifs graciosos en internet. Es simplemente porque, como dijo Jean Cocteau, no hay gatos policía.” (“Por qué los gatos son mejores que los perros.” Publicado el martes 28 de agosto de 2012 en https://www.angelaburon.com/)





1134. Ángela Burón es una joven e imaginativa fotógrafa y fotomanipuladora española. Jugando con su cuerpo, su gato y su entorno, crea notables imágenes surrealistas llenas de ironía, gracia y sensualidad. Aqui vemos una de sus obras co-protagonizadas junto a su gato Tofe. (Material encontrado en  (https://elhurgador.blogspot.com/)





1133. Jaime Rest (1927-1979) fue un notable erudito traductor, escritor y crítico literario argentino amante de los gatos. Entre sus libros más relevantes se encuentran “El laberinto del universo: Borges y el pensamiento nominalista”, “Arte, literatura y cultura popular”, “Borges y la crítica” e infinidad de ensayos sobre teatro, narrativa y poesía. María Elena Torre lo evoca en su semblanza “Mientras Lolita observaba” publicada en Página12: “Haber iniciado el camino de la formación académica bajo la dirección de Jaime Rest tiene la impronta de un trauma feliz: ¿cómo fue posible que silenciaran el nombre de quien había alimentado nuestra pasión por la literatura? Expulsado del Departamento de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur junto con otros docentes e investigadores en 1975, figuró en la lista de autores prohibidos que la censura previa a la dictadura instaló en el ámbito universitario. Más allá del rigor intelectual con que organizaba sus clases y exposiciones, éstas prometían una anécdota divertida, real o inventada, y se convertían en un encuentro esperado. Era un placer escuchar su voz sonora y pausada con ese tono encantatorio que suplía con creces el poco atractivo de su figura. Compartir el espacio de la cátedra fue un aprendizaje incluso para superar el deslumbramiento e inhibición que provocaba su gran erudición acompañada de una sutil ironía; el camino se allanaba por la generosidad y absoluta libertad con que orientaba el trabajo. Con una tímida cortesía manifestaba curiosidad por la cuestión de la mujer como por el mundo de los niños, entre otros temas marginales que ya se anunciaban como líneas de futuros debates, intereses que compartía con Virginia Erhart, su mujer, unidos por una complicidad intelectual que convertía sus charlas más familiares en un contrapunto lleno de humor e ingenio, mientras infaltable en sus charlas Lolita, su gata, lo observaba desde un sillón.”





1132. Gwen John fue amante y modelo de Rodin. En su obra destacan melancólicas pinturas de mujeres solitarias, algunos paisajes y muchos gatos, a los que adoraba.  En 1920, ya con serios problemas de visión en uno de sus ojos, Gwen se retiró a vivir en soledad a Meudon, donde pretendía tener el menor contacto social posible. Sólo aceptaba convivir con sus gatos, entre los cuales había uno que era su predilección, Edgar Quinet lo había llamado, como el bulevar parisino en el que vivía cuando lo encontró. Pero un día Edgar Quinet desapareció y Gwen John quedó devastada, al punto de confiarle por carta a una amiga que cada vez que escuchaba los maullidos de sus otros gatos no podía evitar correr a la ventana con la esperanza de que fuera su amado Edgar Quinet que regresaba. El poema a continuación fue escrito por ella y luego enviado a su amigo pintor Auguste Renoir: “Oh, gatito mío / salvaje en el bosque / habrás olvidado tu vida de antaño / Quizá estés enfadado conmigo / sólo intento comprender / tu pequeño corazón / Nunca me sentí superior a vos / pequeña alma misteriosa / en un cuerpo de gato / Tanto me entristeció / no verte más / que incluso pensé en viajar al mundo de los muertos / Pero aquí estaré / si vuelves algún día / pues me siento reconfortada por el Dios del Amor”.






1131. Paul Newman amaba a los gatos y siempre tuvo no uno sino varios. Pero el gato en esta foto no es de los suyos sino Louis XIV, el siamés con el cual el célebre fotógrafo Sanford Roth hizo decenas de sesiones con diferentes personajes de la cinematografía y la actualidad de los 50's, como en este caso, durante el intervalo de una filmación, mientras Paul Newman estaba sorbiendo un helado con Louis XIV sobre el hombro a la espera de que el fotógrafo terminara su labor y le aceptara la propuesta de comprarle su gato por una muy buena cifra, oferta que por supuesto Sanford Roth desestimó.


lunes, 27 de mayo de 2024

Tanka autorretrato ---

 


(Fotografía de Pierre-André Sauvageot)



Cada mañana
Finjo reconocerme
En el espejo
Miradas, rostros reflejo
Que me desenmascaran



viernes, 24 de mayo de 2024

Feliz Cumple, Bob!!








Felices primeros 83...








Ni siquiera conmigo mismo he pasado tanto tiempo
Como con tus canciones, Bob...











¡Muchas gracias siempre!



martes, 21 de mayo de 2024

Lu'o tanka ---

 






La luz es hueca
Suena como un cuenco
Dándole forma
Y color al lenguaje
En sombras del silencio
 



sábado, 18 de mayo de 2024

Tres razones por las que uno escribe (debe haber más) ---

 




Uno escribe lo que no sabe
Acicateado por el bagaje de todo aquello que lo ha formado
De modo que escribir es una búsqueda y a la vez 
El hallazgo de una certeza que desentraña que uno es
Su más íntimo secreto a la par que su principal interrogante



Uno escribe aquello que lo persigue
Lo que durante determinado tiempo ha venido
Tratando de darnos alcance para hacer que tomaran forma
Ciertos pretenciosos exabruptos, más o menos inesperados
(No por eso originales) y en el mejor de los casos impensados



Uno escribe lo que cree que tiene para decir
Y que no es otra cosa que “lo que le sale escribir”
Acaso como prosa o poema cuya sinuosa naturaleza cambiante
Más que eso, impermanente, oscilante y no estable
Jamás llega a ser algo definitivo y puntual como para ser definido
Con el término inmutable (que identifica a lo que es imposible que cambie)
Sino apenas un rejunte de miradas, imaginerías, versiones y reflejos
Ocultándose siempre detrás de infinidad de escenas, máscaras, muecas, personajes...
 


jueves, 16 de mayo de 2024

Bolsa de Gatos 1121/1130






1130. “Los gatos son príncipes callejeros, aristógratas refinados de entre casa, finas bestias aún en la pelea y en la noche. Es un privilegio para los seres humanos gozar de compañías de tal sofisticación. Tener un gato es aprender a vivir más sensualmente” postula el escritor y filósofo argentino Alejandro Rozitchner, en la foto con su gato Father.





1129. En la portada del segundo número de la revista chilena “La gata de Colette”, título que homenajea a la célebre escritora francesa devota de los gatos, se anuncia que la ex ministra de cultura Paulina Urrutia explica cómo fue que aprendió a enfrentar la pérdida en compañía de sus gatos. Ramón Griffero, que acababa de ser nombrado director del teatro nacional, cuenta sobre Miau, su gato, y comparte su mirada sobre el arte y su evolución. Ramón Díaz Eterovic, autor de la famosa saga policial del detective Heredia, habla de su trayectoria, del gato Simenon, de sus gatos y de los gatos en general. (Pueden leer online los sucesivos números de esta imperdible revista gatuna de colección en www.lagatadecolette.cl)





1128. “Convivir con un gato significa convivir con un filósofo del tiempo. En muchos sentidos son nuestros maestros. Hay tanto que aprender de ellos. Yo creo que los gatos, en el fondo, sienten lástima de los humanos. Les da pena que seamos una especie inferior y menos evolucionada. Comparados con ellos, carecemos de su elasticidad, su capacidad de salto, su indolencia, su agudeza visual, su gestión impecable del tiempo, su infinita elegancia, su maravilloso sistema nervioso, que les concede el privilegio de relajarse a voluntad… Y tantas y tantas virtudes más. Escritores y gatos mezclan bien, estoy de acuerdo con eso. Se ha dicho muchas veces que el gato es una criatura literaria. Lo es, porque comparte con nosotros la necesidad de aislamiento, el carácter furtivo, el apego por las cosas silenciosas y las mesas llenas de libros y papeles. Y aunque su fama de ariscos les precede, lo cierto es que, al menos en mi caso (no me atrevo a generalizar), mi gato es una criatura cariñosa, muy necesitada de mimos, juegos y caricias, hasta que de vez en cuando, sin saber por qué ni venir a cuento, me da un zarpazo o me muerde; quizá para recordarme, por si se me había olvidado, que el amor también duele...” (Fragmento de “Mi gato”, escrito por el cuentista y ensayista español Eloy Tizón)





1127. “Los perros son absolutamente sumisos, lameculos, serviles. Uno no puede imaginarse tirándole un hueso quinientas veces a un gato y que venga babeando con el hueso. Los gatos van completamente a su aire. Son seres libres, son muy domésticos. Se ponen en un rayito de sol como si lo hubieran inventado ellos al sol. Ocupan la casa de una manera que terminas siendo un siervo de ellos y mendigando que te quieran un poquito. Son absolutamente superiores” dice Joaquín Sabina en su cuenta de Instagram divulgando su libro “Garagatos”. Todo empezó cuando los médicos le aconsejaron que cuidara su voz entre actuaciones. Sabina tomó entonces nota, pero no quiso quedarse quieto. Así empezó a recurrir a cuadernos y anotadores en los cuales volcar su creatividad, y así en camerinos o en habitaciones de hotel durante sus viajes y giras, agarraba lápices y rotuladores y escogía colores y empezó a dibujar gatos, princesas, más gatos, playas soleadas, viejos amores y amigos y gatos, siempre sus amados gatos... (En la imagen vemos a algunos de sus gatos y su libro "Garagatos" sobre la mesa)





1126. “Así son las cosas con un gato, ya sabes, cualquier gato. Les importa un carajo la disciplina, no pueden evitarlo, así son ellos. Pero, si lo miras mejor y eres justo, no se trata de insubordinación: esa no es una palabra que se aplique a un gato. De ninguna manera. Un gato nunca es esclavo, siervo o sirviente de nadie, y no puede serlo, no está en él serlo: puesto que es la única criatura en el cielo, en la tierra o en cualquier lugar que no puede obedecer a nadie, incluidos los ángeles, lo cual lo coloca por encima de todo el asunto, lo coloca en una clase aparte. Él es independiente. ¿Entiendes lo que es? ¿Lo grande de su tamaño? Siempre hay alguien a quien incluso un rey tiene que obedecer: ya sea su ramera, un sacerdote, un anillo, una nación, una deidad o lo que sea, pero no es así nunca con un gato. Él será tu amigo si quieres, si lo respetas, ese será el límite: igualdad de condiciones también, ya seas rey o zapatero; no puedes jugar a 'soy más que vos' con un gato. ¡No, señor! Será tu amigo pero si lo tratas como un caballero, no en otros términos…” dice en el "El refugio de los abandonados" Mark Twain, en la fotografía jugando con dos de sus gatos.)





1125 “El comisario Kostas Jaritos se aburre. Recientemente fue dado de baja y se recupera de una delicada operación luego que, durante la investigación de un caso, le dispararan en el pecho. Para distraerse recibe la visita de sus compañeros policías, lee los periódicos, mira la televisión y como ya no soporta a su jodida mujer termina yéndose a la plaza donde pelea territorio con un gato callejero que no lo quiere por allí...” (Así plantea su novela “Suicidio Perfecto” Petros Márkaris, escritor y guionista griego reconocido por su saga de historias policíacas protagonizadas por el comisario Kostas Jaritos en las que nunca faltan gatos.)





1124. Eartha Kitt estuvo en la inaguración del “Meow Mix Café” ubicado en pleno corazón de Manhattan. Los gatos, sus dueños y admiradores pueden ahora disfrutar del sofisticado establecimiento para fe-linos, el primero en abrir sus puertas en Nueva York en octubre de 2017. Los primeros clientes ya dieron su aprobación, devorando hasta el último bocado del menú gatuno especial compuesto por variedades de pescado, higado y pollo. La inauguración contó además con la presencia de la actriz, cantante y madrina del establecimiento Eartha Kitt, la recordada Gatúbela de Batman, icónica serie de televisión de los años 60’s quien, ante los flashes y requisitoria periodística se jactó, confirmando que sigue siendo toda una gata: “La diferencia en mi labor en la serie, en comparación con las demás excelentes actrices que hicieron de Gatúblea, fue que los gatos en el set venían a mí y no necesitamos siquiera ensayar nunca nada. Con las otras hubo anécdotas de toda clase, la que no era alérgica gustaba más de los perros o les tenía desconfianza. En fin, entienden de lo que les hablo?”





1123. “El precio que pagamos por ser fieles a nosotros mismos vale la pena.”(Eartha Kitt)/ Mala, quería ser mala, / fugarse con sangre y piel en las uñas, / atrapando luces en el aire. / Mala, gata mala. / Ir hacia las miradas con sigilo, /  acariciando muebles, paredes, espaldas, / lamiéndose con su lengua de serpiente de agua. / Ser peligrosa, una pradera de leonas. / De sus amantes coleccionar costillas. / Vomitar algodón, escupir tachuelas, / orinar las esquinas, andar desnuda. / Toda dueña de su cuerpo. / Ella libre, ella mala.” (“I Want To be Evil”, poema del escritor y poeta venezolano Fedosy Santaella Kruk dedicado a Eartha Kitt)





1122. “La verdad es que en el principio fue un Gato llamado Eduardo Torres que soñaba que era un Gato llamado Augusto Monterroso que soñaba que era un escritor que escribía acerca de un provinciano amante de las letras llamado Eduardo Torres que soñaba que era un Gato. Cuando en una portada o contraportada de un libro atribuido a Augusto Monterroso que reúne estudios o entrevistas sobre un autor así llamado vemos a un señor afable de gorrita de pana, mirada un tanto burlona y sonrisa apenas insinuada sosteniendo entre los brazos a un gatito inofensivo y un poco asustado, blanco y negro, lleno de bigotes y pestañas, retratado de perfil y que mira asombrado con un solo ojo hacia un punto invisible para nosotros donde se encuentra sin duda el objeto de su asombro que es sin duda un espejo (porque los gatos sólo miran tan consternados cuando lo que miran es o tiene las cualidades de un espejo), no hay duda: la fotografía que estamos viendo es el revelado de un negativo que es el sueño de aquel personaje que se sueña soñado por Augusto Monterroso. El asombro del gatito fotografiado es explicable porque lo que le devuelve el espejo invisible es otro gato inquietantemente parecido a él mismo y ese personaje ausente de la foto es el responsable de todo: del inocente gatito blanco y negro que hace como si fuera el gato de Monterroso, de un tal Eduardo Torres que hace como si fuera el personaje de un escritor que suele firmar Augusto Monterroso y del hombre de la gorrita, que hace como si fuera el dueño del gatito y el inventor de un personaje ficticio llamado Eduardo Torres y que para todos esos efectos y otros tales como dedicar a sus amigos libros llamados “Movimiento perpetuo” o “La oveja negra y demás fábulas” hace como si fuera Augusto Monterroso. Yo antes creía que Tito amaba a los gatos. Ahora sé que los gatos aman a Tito como uno ama a sus sueños. Lo aman porque lo han inventado. Porque el Gato ausente de la fotografía, el gran responsable es todos los gatos, o mejor acaso el Gato entelequia, el Gato platónico, el Gato más gato de todos los gatos, el Gato arquetípico. Y al inventar a Tito ese Gato que es todos los gatos lo hizo, como Dios al hombre. A su imagen y semejanza. O, como describía un contemporáneo de Huysmans el talante felino del autor de “A rebours”: «distraídamente atento, con una mirada de benévola malicia»: tierno y juguetonamente cruel, curioso, entre próximo y distante, entre amistoso y solitario. Todo ello por causa de esa arcana sabiduría que les viene a los gatos y a Tito, como bien lo advirtió Théophile Gautier «al seguir con los ojos, con una extremada intensidad de atención, escenas invisibles para los simples mortales». (Escrito de Julieta Campos sobre Augusto Monterroso, escritor hondureño nacionalizado guatemalteco y exiliado en México, considerado uno de los maestros de la minificción y el microrrelato)





1121. Zviad Gogolauri nació en Rustavi (Georgia) en 1969 y se graduó en la Academia de Bellas Artes en 1994. Desde 2003 es miembro de la Comunidad de Artistas de Tiflis. Su obra tiene un trazo vitalista. Los personajes femeninos retratados miran vívidamente al espectador, no hay rostros sombríos, no hay muecas aciagas. Lo naif es folclórico en sus lienzos que nos recuerdan a los de Nedelchev... Y gatos, siempre pinta gatos acompañando a sus modelos, «porque lo femenino es íntimo de los felinos», asegura.