lunes, 28 de octubre de 2019

Epígrafes (4)






Es mentira que debemos perseguir nuestros sueños
Porque son los sueños, en realidad
Los que nos persiguen
Los que nos obsesionan con su cumplimiento 
Los que nos inducen a la vigilia
Los que nos instan a permanecer despiertos


lunes, 21 de octubre de 2019

Haiku a las telas y acuarelas de William Turner ---















Son himnos de luz
Música no oída
Sino pintada















(Obras de Joseph Mallord William Turner, 1775-1851)


miércoles, 16 de octubre de 2019

Desde el promontorio de tus ojos ---






A veces pasa que tenés un atisbo
Como si algo asomara dentro tuyo
Pero volviera a adentrarse velozmente
En tu abismo
Y no pudieras ver del todo su forma
Su condición o semejanza
Y permaneciera después en la punta de la lengua
Vagando durante horas
Por territorios inciertos
No necesariamente desconocidos o secretos
Sin que puedas pronunciarlo siquiera
Pero no porque fuera un término
Que momentáneamente hubieras olvidado
Sino porque es algo que existe
En un momento preciso, increado
Imposible de poner en palabras
Situado entre lo indecible y lo inanimado
Como si desde el promontorio de tus ojos
Estuvieras ante una imagen
Y tu mirada no pudiera corporizarla
Rodeado de emanaciones en sombras
Siluetas difusas a la deriva
Flotando en suspensión
En medio de lo que todavía es y lo que aún no


jueves, 10 de octubre de 2019

Últimos autorretratos de Leonard Cohen ---






Días después de que viniera a buscarlo
Su amiga la muerte, como alguna vez
Leonard Cohen la había llamado
Su hijo Adam encontró
Una serie de cuadernos
En los que su padre, no sin obsesión
Durante años había garabateado
Con raros automatismos
A modo de epígrafes
Un centenar de autorretratos
De sus inequívocas facciones
Interpretadas por su invariablemente 
Inestable estado de ánimo





Una semana luego de ese hallazgo
Mientras Adam ordenaba los papeles
Que su padre había dejado
Atiborrados sobre su mesa de trabajo
Una muchacha gitana
Llamó a la puerta de calle
No tendría más de treinta
Y por la tele, dijo
«Lo de Leonard» se había enterado
Para enseguida agregar que con el pasar
De los días había comenzado a extrañarlo







Al rato la gitana empezó a recorrer
La casa en la que era evidente
Que había ya estado
En el jardín jugó con los gatos
Que con nombres hispanos y griegos
Leonard había bautizado
Entre sonrisas lagrimeó
Al parecer recordando 
Y más tarde, con sus ojos tristes
Aún mojados
Fue hasta el escritorio de Adam
A pedirle si podía llevarse
Uno de esos lápices que su padre
Había usado en sus autorretratos







Adam la dejó elegir el lápiz que quisiera
Y ella comenzó a contarle
Como si él le hubiera preguntado
«Había llovido esa noche
La calle estaba llena de charcos
Encendidos como espejos
Allá y aquí diseminados
Y al ver que no me animaba a cruzarlos
Leonard me tendió su mano
Después quiso que le leyera el destino
Y le dijera cualquier cosa que viera
Lo que fuera, algo»







La gitana se tomó todo el tiempo
Buscó cada palabra, no apuró su relato
«En su mano el futuro
Estaba claramente revelado
Pero Leonard era uno de esos tipos
A quienes los sobrevive su pasado
Por lo que su obra era
Al mismo tiempo su destino
Y eso ya nadie podría cambiarlo
Debieras estar tranquilo, le dije
Y sonrió entonces, emocionado
Nada te quedará pendiente
Ni serás olvidado»






«Había días que nos quedábamos
Remoloneando en la cama
Hasta el mediodía
Leonard escribía en voz alta
Tarareaba las canciones, así componía
Me dedicó unos versos que tengo
En mi laptop
Susurrados sobre una bella melodía
Me dijo que eran míos para siempre
Y que no los olvidara
Como él jamás me olvidaría»
De pronto la gitana se quedó callada
Otra lágrima resbaló por su mejilla
Aunque sonreía






Y al final, cuando ella ya se iba
Adam quiso saber por qué su padre
Se había dibujado tanto
«No lo sé. Leonard sentía apego
Por su obra, pero decía que adonde iba
No necesitaría identidad
Que allá, al otro lado, todos volvemos
A ser parte de una misma eternidad
Por lo que, tal vez, quiso dejar aquí
De este lado, cada rasgo suyo
Cada eco de sus versos y trazos
Por si a alguien alguna vez
Se le ocurría extrañarlo»






Leonard Cohen – The Future






lunes, 7 de octubre de 2019

Inciso t) ---


(Imagen de Richard Brocken)



El poeta no acepta la realidad
Tal vez porque la poesía prueba que nunca nada
Es del todo cierto o real
Detecta el hecho poético como revelación inalterable
Como una instantánea eterna, constante, inmutable
Tan inasible como perceptible
A menudo invisible pero corpóreamente palpable
Ofrenda sus versos y metáforas como meros intentos
Cuando no denodados infructuosos esfuerzos
Por enmarcar el trazo ensordecedor del silencio
Delata la pulsión que existe entre lo que ves y lo que es
La eternidad del instante
Esa instancia insondable donde la trama es el revés
En plena concordancia entre lo virtual y lo inimaginable
Donde el antes viene después


jueves, 3 de octubre de 2019

Casi tankas en espejo ---



(Fotografía de Michael Kenna) 



1
La luna flota
En el azul del cielo
Reflejando
En las aguas del lago
Estos versos en espejo

2
La luna flota
En las aguas del lago
Reflejando
Estos versos en espejo
En el azul del cielo





martes, 1 de octubre de 2019

Inciso (r ---


(Fotografía de Lyubov Furs)



Poeta, no en vano rima con profeta
Ser impermanente (en tanto inconstante)
Que suele anidar en toda clase de gente
Tan capaz de describir lo que no se ve
Como de hacerte ver lo que aún no es  
No te asustes (si de repente) te posee
Y te hace creer en lo que no puede ser


Bolsa de Gatos 571/580




580. “A esta hora, las tres de la mañana / la vida pareciera suspendida / ausente, silenciosa / entre paréntesis / ovillada en sí misma, adormecida / como la gata en el sillón del living…” (Fragmento del poema  “Las tres de la mañana” de Pablo Anadón, en la foto junto a su gato Baudelaire)




579. En su cuento “Gato” Fleur Jaeggy describe: «La forma en que un gato observa a la mariposa sobre la que finalmente caerá, la forma calculadora, minuciosa, fría, subrayo fría, como es la actitud de todo cazador.» Jaeggy luego explica sobre su literatura: «Escribir es apropiarse del otro, como copiar la caligrafía de tu amada es dominar a tu amada.» Jaeggy ama a los gatos y dice finalmente: «Siempre escribo con esta Remington al mismo tiempo que siento que mi gato Tsanga siente lo que escribo con cada tecla…» 




578. Esta “señora escritora”, filósofa y republicana convencida llegó a convivir con más de dos docenas de gatos, lo que le costó una denuncia de un vecino fascista mientras vivía en Roma, por la que se vería luego obligada a abandonar la ciudad eterna para afincarse, en otra nueva etapa de su itinerante exilio, esta vez en Suiza. Sus gatos más conocidos fueron Tigra, Blanquita, Rita, Pelusa y Lucía. Como dato de color cuentan que su tumba en el cementerio de Vélez, Málaga, emplazada entre un limonero y un naranjo, es la única frecuentemente visitada por gatos de todas las razas y pelajes.




577. Charles Dickens tenía una gata llamada Wilhelmina, a la que le gustaba meterse entre sus papeles mientras trabajaba, acuciado por las fechas de entrega a su editor, hasta altas horas en la madrugada. Dickens disfrutaba la compañía de Wilhelmina, a la que había llamado William, hasta que, descubierto el error, tuvo que rebautizarla, y solía contar anécdotas, en sus cartas por ejemplo, sobre lo mucho que ella lo divertía, e incluso resaltaba lo inteligente que era, refiriendo que en varias ocasiones, adormilado sobre sus papeles la descubrió intentando apagar con su patita la llama de la vela que iluminaba su escritorio de trabajo. 




576. "Se debe tratar al gato como lo que es, un ser no ordinario y a menudo más elevado que el resto.” (Elizabeth Peters, escritora estadounidense)




575. Stanley Kubrick lo sentía como a un hijo, no dudaba en asegurarlo, se reconocía parecido a su gato, Leo se llamaba y, cuando falleció, de inmediato abandonó la pre-producción de “Full Metal Jacket” y se fue a un hotel para estar solo todo un fin de semana.  



574. “Pues he de alabar a mi gato Jeffrey. Pues confunde a los poderes de la oscuridad con su eléctrica piel y sus ojos cegadores. Pues confunde al Diablo, que es muerte, al saltar nervioso de vida en vida. Pues al amanecer ama al sol y el sol le ama. Pues pertenece a la tribu del Tigre. Pues si el Gato es el Querubín, el Tigre es el Ángel. Pues tiene la sutileza y el bufido de la serpiente que por bondad suprime. Pues no causará destrucción si se le alimenta bien, ni escupirá sin ser provocado. Pues ronronea agradecido cuando Dios le dice que es un buen Gato. Pues instruye a los niños en la benevolencia. Pues toda casa está incompleta sin él y el espíritu no se siente del todo bendecido. Pues al huir de Egipto los hijos de Israel, el Señor habló de gatos con Moisés. Pues cada familia se llevó al menos uno consigo. Pues los Gatos Ingleses son los mejores de Europa. Pues es el cuadrúpedo más limpio en su uso de las zarpas delanteras. Pues su destreza en la defensa es un ejemplo del inmenso amor de Dios. Pues es la más rápida de las criaturas. Pues es tenaz en la defensa de su territorio. Pues es una mezcla de gravedad y ligereza…” (Fragmento de “Jubilate Agno” escrito por Christopher Smart para su gato Jeffrey, ilustrado en un comic por Paul Bommer y traducido por Jordi Doce quien en su blog reseña sobre «el poeta inglés apodado "Kitty Smart", rara avis del Siglo XVlll que escribió el referido poema al final de su vida, cuando vivía confinado en un manicomio y sólo algunos amigos, entre ellos Samuel Johnson y Henry Fielding, sabían de él. “Jubilate Agno” es un canto de alabanza a Dios a la vez que al mundo fenoménico en el que su gato Jeffrey, que lo acompañó en su confinamiento, tiene un lugar de honor...» - Extractado de http:// jordidoce.blogspot.com/search/label/gatos)




573. “Una noche llegó piel y huesos a mi puerta / mojado apaleado temeroso / era un gato blanco bizco rabón / lo dejé entrar lo alimenté / fue uno más en la casa / desarrolló hacia mí cierta cariñosa confianza / hasta que un buen día un conocido / estacionando en mi cochera / pasó con su auto por encima del gato blanco bizco rabón /de inmediato llevé lo que quedaba de él a un veterinario que dijo / «no hay mucho para hacer… dale estas pastillas… / su espinazo está aplastado / pero fue aplastado anteriormente y de algún modo logró sanar / si sobrevive no volverá a caminar / mira estas radiografías, le metieron un escopetazo / mira estos puntos oscuros, son perdigones enquistados… / además, alguna vez tuvo una cola y alguien se la cortó… / me llevé el gato a casa / era un verano caliente, uno de los más calientes en décadas / puse al gato en el piso del baño / le serví agua, sus pastillas / no deseaba comer ni beber agua / yo sumergía mi dedo en el agua / le humedecía la boca, el hocico y le hablaba / ese verano no fui a ningún lado / pasé muchos días de ese verano en el baño, hablándole / acariciándolo suavemente / él me miraba con esos ojos que se le entrecruzaban / mientras tanto pasaban los días / una tarde realizó su primer movimiento / arrastrándose con sus patas delanteras / (las traseras no querían moverse) / y llegó así hasta el rincón donde yo había preparado su cama / se arrastró un poco más y se dejo caer en ella / fue para mí como el sonido de un clarín presagiando la victoria posible… (Así comienza “La historia de un sufrido hijo de puta”, poema de Charles Bukowski, que puedes seguir leyendo en https:// heraldodejoselobo.wordpress.com/2017/10/19/charles-bukowski-la-historia-de-un-sufri do-hijo-de-puta/




572. Adelina me ha dejado su aporte entre los comentarios en mi Bolsa de Gatos 551/560. “En el Antiguo Egipto, si un gato familiar moría, todos los miembros de la familia se depilaban las cejas en señal de duelo.” Tal consideración y devoción sentían los egipcios por los gatos. Noten cómo lo definió Adelina, “un gato familiar”.  Todo dicho. (La pintura que muestra a los gatos en una escena familiar egipcia es de Edwin Long y data de 1874. El blog de Adelina es https://sakkarah-2.blogspot.com)




571. Disco sinfónico de Frank Zappa con la London Symphony Orchestra Vol. II, bajo la batuta de Kent Nagano y con su adorado Marshmoff en la foto de la portada. Según cuentan Zappa llamó a su gato Marshmoff cuando Diva, la hija menor del músico, empezaba a hablar y no podía pronunciar la palabra “mushroom” (champiñón) y le salía algo parecido a “marshmoff”. (Encontrado en https://gatosyrespeto.org)