martes, 26 de agosto de 2014

Tanka del Centenario


Cronopio prestidigitando una trompeta


Cien años, Julio
Casi sin darnos cuenta
En un segundo
Una vuelta al cuento
En apenas cien mundos


Cronopio materializando una trompeta

En Bruselas nacen los repollos y florecen los florencios como Julio Cortázar que unos añitos después se muda a la Argentina para recalar en Banfield, al sur del sur, de donde también son Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Homero Manzi, Eladia Blázquez y el Racing Club, entre otros.  

Julio había nacido el 26 de agosto de 1914, durante un bombardeo alemán, en el 116 de la Avenida Louis Lepoutre del suburbio de Ixelles, donde estaba radicada la Embajada Argentina en la que trabajaba su padre. Falleció el 12 de febrero de 1984 en París, no recuerdo si en su departamento de la rue Martel o en el de la rue de L'Eperon, a causa de una leucemia causada por…

Qué importancia puede tener la causa si el hecho en sí mismo es imposible de creer, porque hay muertes que no son estrictamente ciertas, muertes que después de tanta vida no resultan creíbles. Una es esta. 

Lo Cortázar no quita lo Julio 

martes, 19 de agosto de 2014

Nada es casual



Nada es casual. Las coincidencias existen como demostración de una intrincada causalidad… 



No creo que William Claxton o Don Hunstein puedan ser acusados de mutuo plagio por sus fotografías de Chet Baker y Bob Dylan. Las coincidencias sólo demuestran una intrincada causalidad. Lo mismo digo para Vincent Van Gogh y Homero Expósito.



Vincent escribió en una de sus Cartas a Theo: “Saber sufrir sin quejarse es la profunda ciencia, la gran lección que debemos aprender, la solución al problema de la vida".



En la letra de su tango “Naranjo en flor”, sobre la ciencia del vivir, calle que le dicen, Homero Expósito sentencia: “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento…” En otras palabras, “la solución al problema de la vida” es saber bancársela sin chistar, amar pese a todo, después borrarse y dejar fluir. 








Atahualpa Yupanqui y Bob Dylan no se conocieron y tal vez incluso nunca se hayan escuchado. Pero para mí queda claro que ambos, en sus respectivas composiciones, coincidieron en la misma percepción.  

“Traigo enredada en el alma, viday
Una tristeza…”
(Piedra y Camino - Atahualpa Yupanqui)




“Like it was written in my soul
From me to you
Tangled up in blue…”

“Como está escrito en mi alma
De mí para ti
Enredado en tristeza…”
(Tangled Up In Blue - Bob Dylan) 




Estas son coincidencias que para algunos pueden ser meras casualidades en tanto que para otros puede ser un delirio vincularlas. Pero yo siempre las sentí como verdades que asoman el hocico por un instante para muy pronto volver a ocultarse.  Nada es casual. Nada menos.  Menos mal.  

viernes, 15 de agosto de 2014

Tankas para Neil Young (fue ver estos videos y ya)


Un horizonte
Eso tiene el tiempo  
Y ningún margen
El pasado no pasa
El porvenir no viene


Un horizonte
Tiene cada palabra
Y ningún margen
El presente deviene
Neil siempre Joven

miércoles, 13 de agosto de 2014

A Jacques Vaché y Louise


En un sueño me dije:
“Si muero alguna vez
Voy a poder morirme
Las veces que quiera”
Así fue que desperté...
Había muerto recién.
¡Qué más podía hacer!
Sólo tenía que esperar
Que sea un sueño dentro
De otro sueño y volver.


Jacques Vaché fue el inspirador del surrealismo, según André Bretón, su padre. Louise fue su platónica amante, una muchacha a la que admiraba desnuda, inmóvil y callada en un rincón durante todo el día mientras él practicaba el arte del ocio absoluto.


Julio Cortázar citó en “Rayuela” una de las frases de Vaché a Bretón en sus “Cartas de Guerra”. Hay quienes postulan que la contribución de Vaché a la literatura es tan decisiva como inadvertida. Roberto Bolaño solía imputar que los escritores de hoy no habían leído a Vaché. Y a mí me salió lo que acaban de leer que no sé si llamar poema... ¡Qué le puedo hacer!


viernes, 8 de agosto de 2014

Me gustaba mirarte


Me gustaba mirarte 
Ni siquiera un segundo 
Ni por todo el oro del mundo 
Dejaba de contemplarte 
Aún a riesgo de gastarme los ojos 
Y quedarme ciego 
Gozaba recorrerte 
Aislar de mi cuerpo el alma y tu cuerpo 
Hundirme en el fondo del aire 
Que siempre está como de viaje 
En alas de un paisaje de recuerdos 
De lo que jamás ha ocurrido 
En aras de sueños que hasta había olvidado 
Como aquel poema que me leías de Juan L. 
La Brisa Profunda 
Que ahora vuelve a sonarme al oído 
Entre los oscuros fulgores del olvido 
Al que nos hemos confinado 

Juan L. Ortiz (1896-1978)

sábado, 2 de agosto de 2014

Vincent (1) ---


Hay algo de Shakespeare
En Rembrandt
Como hay algo del evangelio en vos
Hay algo tuyo en la melancolía
Y en la desolación
Vincent van Gogh
Hay algo en tu determinación
En tus ojos de artista
Algo más que óleo y sudor
En tu laborioso pincel
Pintar jugándose el alma y la piel
Como proponía Millet


Hay algo en las pinturas que le arrebataste a la locura
Y que le ofrendaste a un mundo que no pudo valorarte
Hoy cualquiera, ironías del destino mediante
Jura que valora tu arte
Si algún error cometiste fue nacer dos o tres kalpas antes


Hay algo de tortura esplendorosa
En tu trabajo, en la sustancia, en cada trazo
En cada tela que pintaste con pasión
La naturaleza en constante convulsión
Una marea de colores en rebeldía
Hay algo maldito también en lo que decías
Ser útil, servir para algo
Era tu obsesión
Hay algo en lo inexplicable que explica la sinrazón


Hay algo en la vida que todavía es
Lo mismo que te dolía
Algo que puede comprenderse en sueños
Pero que al despertar se nos olvida
 Algo como cuando un recuerdo
Se queda enredado en otro y de pronto
Ya no sabés si lo soñaste o te lo contaron
Hay algo en vano que jamás nos explicaron
Algo en el mundo que lo hace inmundo
Tu dolor alucinado
Y algo que lo vuelve bueno y bello
Vos, Vincent van Gogh